PORTADILLA - Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia - (PNUD).
PORTADILLA - Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia - (PNUD).
PORTADILLA - Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia - (PNUD).
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
LA DeBILIDAD DeL excesO: DemOcRAcIA DesBORDADA y esTADO BOLIvIAnO 153<br />
carácter plebeyo del tipo de democracia aspirado. El que lo democrático finalm<strong>en</strong>te<br />
se materialice a través de un gobierno de élite sindical-intelectual de izquierdas<br />
que es la que gestiona el aparato estatal <strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficio demostrable de los excluidos,<br />
no afecta el cont<strong>en</strong>ido democrático agregado del proceso aunque se devele que los<br />
excluidos no son los que realm<strong>en</strong>te gobiernan. Ello debido a que la legitimidad<br />
electoral masiva, la interp<strong>en</strong>etración int<strong>en</strong>tada desde el poder ejecutivo con los<br />
gremios repres<strong>en</strong>tativos de los movimi<strong>en</strong>tos sociales y las concretizaciones mismas<br />
de política pública pro-plebe, confirman perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te el carácter democrático-plebeyo<br />
aunque no necesariam<strong>en</strong>te liberal y m<strong>en</strong>os adscrito al Estado de Derecho<br />
del régim<strong>en</strong> estatal que se forja <strong>en</strong> <strong>Bolivia</strong>.<br />
En cierto modo, los movimi<strong>en</strong>tos sociales asum<strong>en</strong> el rol del proletariado del<br />
esquema clásico revolucionario y por ello no sorpr<strong>en</strong>de que se los declare “núcleo<br />
dirig<strong>en</strong>te, política y moralm<strong>en</strong>te del resto del país” 36 . En consecu<strong>en</strong>cia, se trata<br />
de que la plebe, desde un punto de vista formal, doctrinal y retórico pero no sin<br />
efectos reales de gestión estatal, p<strong>en</strong>etre <strong>en</strong> los campos decisionales <strong>en</strong> el Estado sin<br />
matiz alguno. Según estas ideas, como el Estado es por definición un “monopolio” 37 ,<br />
se lo concibe como algo compactam<strong>en</strong>te viciado además de pres<strong>en</strong>társelo como un<br />
espacio homogéneo invadible sin mirami<strong>en</strong>tos a ev<strong>en</strong>tuales características de funcionami<strong>en</strong>to<br />
o dinámica estatal especializados. La premisa es pues definitivam<strong>en</strong>te<br />
contrapuesta a la teoría del campo decisional estatal <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dido como una complela<br />
relojería de dominios decisionales que refractan sujetos y ag<strong>en</strong>tes según los objetivos<br />
estatales. Estamos ante una filosofía política que parte de un notable simplismo<br />
y de un concepto del tejido estatal como transversalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong>fermo y que por tal,<br />
merece una solución de sanación inoculatoria.<br />
Según la doctrina oficialista la t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre el artefacto viciado llamado<br />
Estado y el ag<strong>en</strong>te virtuoso llamado los “movimi<strong>en</strong>tos sociales”, se mant<strong>en</strong>drá 38 . En<br />
realidad, es un sofisma para no develar que un “Estado de los movimi<strong>en</strong>tos sociales”<br />
es <strong>en</strong> rigor algo inalcanzable y posible sólo <strong>en</strong> la temeridad reflexiva de cierta<br />
intelectualidad. Pero es sufici<strong>en</strong>te para justificar, al<strong>en</strong>tar y realizar un desmantelami<strong>en</strong>to<br />
creci<strong>en</strong>te de los ámbitos ademocráticos y apolíticos. El que las medidas<br />
gubernativas adoptadas por el régim<strong>en</strong> respondan a demandas de movilizaciones<br />
sociales pasadas o históricam<strong>en</strong>te acumuladas no prueba que ellas gobiern<strong>en</strong> directam<strong>en</strong>te,<br />
como la doctrina oficialista cree 39 ; pues puede ser compatible con la<br />
hipótesis de que gobierna una élite at<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do esas demandas. Por eso no debe<br />
sorpr<strong>en</strong>der tampoco que muchos “movimi<strong>en</strong>tos sociales”, a veces indistinguibles<br />
de élites dirig<strong>en</strong>ciales, hayan elevado propuestas extremistas que la nom<strong>en</strong>clatura<br />
36 García, A. Semanario el Juguete Rabioso, 12/XII/04.<br />
37 García, A <strong>en</strong> Nueva Sociedad, op.cit., p. 164.<br />
38 Idem, p. 165.<br />
39 García, A <strong>en</strong> Nueva Sociedad, op.cit. p. 165/166.