12.05.2013 Views

PORTADILLA - Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia - (PNUD).

PORTADILLA - Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia - (PNUD).

PORTADILLA - Informe sobre Desarrollo Humano en Bolivia - (PNUD).

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

148<br />

T<strong>en</strong>sIOnes IRResueLTAs: BOLIvIA, PAsADO y PRes<strong>en</strong>Te<br />

Para nuestro análisis de las t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias de estructurami<strong>en</strong>to macroestatal que<br />

se vislumbran <strong>en</strong> la <strong>Bolivia</strong> post 2006, es crucial posicionarse teóricam<strong>en</strong>te fr<strong>en</strong>te a<br />

la amalgama <strong>en</strong>tre lo democrático y el Estado de Derecho pues nuestra tesis es que<br />

<strong>en</strong> <strong>Bolivia</strong> ahora lo primero busca comerse a lo segundo y como están amalgamados<br />

si cae un lado, cae también el otro cuando, más bi<strong>en</strong>, <strong>en</strong> una lógica de disociación<br />

conceptual, aparece la opción de detectar un Estado boliviano democrático sin Estado<br />

de Derecho, y además, sin un perfil liberal. Esta otra perspectiva, nos previ<strong>en</strong>e de una<br />

caracterización mezquina del proceso de cambio <strong>en</strong> <strong>Bolivia</strong> que se resiste a reconocer<br />

<strong>en</strong> el mismo lo que más bi<strong>en</strong> sí parece t<strong>en</strong>er: carácter democrático.<br />

Me inclino por la línea que es <strong>en</strong>fática <strong>en</strong> distinguir el Estado democrático<br />

del Estado de Derecho. El que ambos rasgos coincidan no es una necesidad. En<br />

realidad vale la tesis, si puedo resumir la corri<strong>en</strong>te que se opone a la amalgama, que<br />

la “maximización de la democracia busca…una limitación del aspecto garantista<br />

del constitucionalismo liberal” 20 .<br />

Consideraciones mínimas <strong>sobre</strong> el principio democrático<br />

Lo democrático reclama un tratami<strong>en</strong>to de por sí minucioso de al m<strong>en</strong>os tres<br />

dim<strong>en</strong>siones: la concerni<strong>en</strong>te a su sujeto; su dim<strong>en</strong>sión procedim<strong>en</strong>tal y la cuestión<br />

de sus <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>aciones.<br />

La categoría de “pueblo” es pues –para com<strong>en</strong>zar por el sujeto– un primer<br />

dilema teórico. De hecho, una de las tantas aplicaciones del principio democrático<br />

podría implicar id<strong>en</strong>tificar gruesam<strong>en</strong>te “pueblo” con clase oprimida o marginada<br />

como lo hiciera Aristóteles 21 . Es decir, el sujeto podría ser un grupo masivo de g<strong>en</strong>tes<br />

excluidas que descartan resolver su situación que no sea nivelando hacia abajo 22<br />

y que <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de que ha llegado su turno para def<strong>en</strong>der los intereses propios de los<br />

oprimidos, o sea, eso que Aristóteles llamó simplem<strong>en</strong>te “democracia” como versión<br />

defectuosa de la variante politeia, variante ésta que sin dejar el criterio de un<br />

gobierno de los “muchos”, suponía la anteposición del interés común de todos 23 .<br />

Esta modalidad de aplicación podría llamarse democracia plebeya y subyace a<br />

la visión de lo democrático que ali<strong>en</strong>ta el MAS. En cuanto al f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o de la <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>ación,<br />

resulta que incluso la democracia plebeya no puede dejar de lidiar con la<br />

conformación de élites que hablan y actúan <strong>en</strong> nombre de los oprimidos. Las <strong>en</strong>aj<strong>en</strong>aciones<br />

son pues moneda corri<strong>en</strong>te <strong>en</strong> cualquier debate <strong>en</strong> torno a la democracia<br />

y más a la plebeya que vi<strong>en</strong>e unida a la idea del gobierno directo.<br />

20 Sartori, op.cit, p. 239.<br />

21 Strauss, L. (1978) The City and Man, The University of Chicago Press, p. 36.<br />

22 Nótese a propósito de esta exig<strong>en</strong>cia de nivelación hacia abajo el dato de que cuando los movimi<strong>en</strong>tos hegémonicos<br />

actuales <strong>en</strong> <strong>Bolivia</strong> insist<strong>en</strong> <strong>en</strong> el reconocimi<strong>en</strong>to de la difer<strong>en</strong>cia, es sólo por incorporar lo indíg<strong>en</strong>a a<br />

su discurso pues si se trata de la difer<strong>en</strong>cia justificada por la excel<strong>en</strong>cia personal, por m<strong>en</strong>cionar otro aspecto, la<br />

difer<strong>en</strong>cia es despreciada.<br />

23 Kranz, op.cit., p. 253 ss.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!