Abril Nº 113 - Biblioteca Virtual El Dorado

10& propios hechos denunciados por los mismos interesados en
que estos se conozcan.
Dejaremos exprofesamente para más adelante, una acusación
en firme, de justicia V orden Público, para que la contraparte
emita en la libre concurrencia de opiniones, su valiosa
argumentación. Si se provoca este "impase" y se logra el
sentido de la lógica en la crítca adversa, se habria conseguido
lo que en estos casos es muy problemático. Un puente de
plata, en una discusión pública de interés histót'co y Juríco,
como la que ensayamos.
Era tanta la corruptela de los Emperadores, de la Corte
butos.
y de la sociedad romana en general, que -el gobierno centralizado
de los Césares daban toda libertad a la comunidad de
pueblos satélites del Imperio, libertad para el vicio, a cambio
de su reconocimiento y mediante el estricto pago de los tri-
La ,T udea, en uso de esa libertad se sentia fuerte y dueña
de su destino; creyó que ya era tiempo de sacudir el yugo del
Césu Romano. SU3 tribunos habían inculcado en el pueblo
la rebeldía a la autoridad constituída. Había que provocar
un choque entre el pueÜlo y el Estado Imperio. Este rompimiento
del orden público pESO a prueba a Ponc:o Pilatos y ,Jesús
resultó ser la víctima. Poncio Pilatos reconoció que era
impontente contra el pueblo amotinado y cedió bajo la presión
y la amenaza. Ni la última súplica de su esposa pudo en su
ánimo cambiar ante el ,T USLO...SU esposa le dice: "Por todo lo
que te es más querido en nombre de este niño, fruto sagrado
de nuestra uniÓn guárdate de participar en la muerte de éste
justo. j Oh, guárdate de poner sobre él manos sacrílegas ~
Créeme una sola gota de sangre sellará para siempre tu CON.
DENACION".
y, sin embargo, no podré salvar1e - Respondió Poncio;
la cohorte romana es poco numerosa, v es un freno muy débil
contra este pueblo que los m::dos espíritus parecen animar.
Justicia y Orden Público
Es bueno que recordemos 8n estos días de estudio y anáiisis
de los problemas de gobierno, para un mejor encauce de
la vida republicana de nuestro país, significativo por demás
en nuestro drama político, social y económico, la sangre que
se derramó en el Calvario y la no menos generosa que aquí se
ha derramado por los hijos del pueblo. Este inmenso sacrificio
reclama uiia cosa: que nuestro pueblo amante de la libertad,
no sea sometido a imposiciones de fuerzas que van en
contra de sus libertades.
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LOTERIA
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