11.05.2013 Views

PATRIARCAS Y PROFETAS - Le site de Richard Lemay

PATRIARCAS Y PROFETAS - Le site de Richard Lemay

PATRIARCAS Y PROFETAS - Le site de Richard Lemay

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

que si le hubiera dado un hijo. Entonces la segunda<br />

esposa, encendida <strong>de</strong> celos, reclamaba para sí la<br />

preferencia como persona altamente favorecida por<br />

Dios, y echaba en cara a Ana su condición <strong>de</strong><br />

esterilidad como evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que <strong>de</strong>sagradaba al<br />

Señor. Esto se repitió año tras año hasta que Ana<br />

ya no lo pudo soportar. Siéndole imposible ocultar<br />

su dolor, rompió a llorar <strong>de</strong>senfrenadamente y se<br />

retiró <strong>de</strong> la fiesta. En vano trató su marido <strong>de</strong><br />

consolarla diciéndole: "Anna, ¿por qué lloras? y<br />

¿por qué no comes? y ¿por qué está afligido tu<br />

corazón? ¿No te soy yo mejor que diez hijos?"<br />

(Véase 1 Samuel 1; 2: 1-11.)<br />

Ana no emitió reproche alguno. Confió a Dios<br />

la carga que ella no podía compartir con ningún<br />

amigo terrenal. Fervorosamente pidió que él le<br />

quitase su oprobio, y que le otorgase el precioso<br />

regalo <strong>de</strong> un hijo para criarlo y educarlo para él.<br />

Hizo un solemne voto, a saber, que si le concedía<br />

lo que pedía, <strong>de</strong>dicaría su hijo a Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

nacimiento. Ana se había acercado a la entrada <strong>de</strong>l<br />

tabernáculo, y en la angustia <strong>de</strong> su espíritu, "oró a<br />

Jehová, y lloró abundantemente." Pero hablaba con<br />

1151

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!