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sectores considerados peligrosos por la élite o por su intelectualidad. Este tipo de política también se practicó antes con otros sectores populares. Un decreto del 7 de marzo de 1916 señaló la obligación de las asistentes sanitarias de visitar las escuelas y anotar a los alumnos enfermos o con propensión a las enfermedades venéreas; inspeccionar las casas de los jóvenes, examinar las condiciones sanitarias de los hogares y aconsejar a los alumnos durante su adolescencia. ( 697 ) Este tipo de medidas clarificaron que los nuevos descubrimientos en materia de salud hicieron temer a los higienistas y a la clase dominante, ya no sólo de todos los grupos considerados como peligrosos, sino que también de todos los sectores populares. ( 698 ) D- PRÁCTICAS MÉDICAS Y LA LUCHA ANTIVENÉREA. Los médicos nacionales comenzaron a impulsar su propia investigación sanitaria con el fin, entre otros, de controlar la propagación venérea. Con ese fin editaron diversos estudios en revistas especializadas publicadas por ellos mismos. Esto implicó la observación de las prostitutas en sus ambientes hospitalarios y la comprobación de sus hallazgos en ellas. A partir de 1900 se intensificaron los estudios sobre las enfermedades venéreas. En 1913, el doctor Teodoro Picado, a través de la Gaceta Médica, procuró destacar la diferencia entre la parálisis normal y la sifilítica, tarea difícil en esa época, puesto que no existían en el país los métodos adecuados para comprobar las teorías de Baile, Jessen, Alzheimer, Nonne, Fournier y otros más. Para Picado, los médicos nacionales debían fijarse en una treponema pálida ubicada en el cerebro del enfermo para confirmar la presencia de la parálisis sifilítica. La detección, como ya se indicó, era difícil pues muchas veces la 1916. En: Desarrollo Económico. No.124. Vol. 31. Enero-marzo. Argentina. 1992, pp 545-564 y Grassi, Estela. La mujer y la profesión de asistente social. El control de la vida cotidiana. Buenos Aires, Argentina. HVMANITAS. 1989. Para el caso costarricense, véase: Marín, Juan José. "Entre la disciplina y la respetabilidad. La prostitución en la ciudad de San José: 1939-1949. (tesis de Licenciatura, Universidad de Costa Rica). 1993, en especial el capítulo V. 697 Ortiz, Bienvenido. Compilación de Leyes, Decretos ..., p. 16-17. 541
parálisis sifilítica aparecía ocho o diez años después de haberse contaminado el enfermo. El único medio de detección la investigación microscópica. ( 699 ) En otro artículo, el doctor Zeledón logró describir con éxito las manifestaciones de una nueva enfermedad venérea, hasta ese entonces desconocida en nuestro medio: la “Nicolas Favre”. Zeledón en varios casos clínicos, así como los relatos de varios doctores pudo caracterizar este mal. No obstante, él mismo reconoció que hubo trabajos pioneros como los del doctor Tomas Calnek que ya en 1885 comenzó a tratarla, aunque al parecer desconociendo su origen y sus características específicas. En 1931, el doctor Rotter hacía mención de un brote significativo de esa enfermedad en el Hospital San Juan de Dios. Dos años después, el mismo Rotter junto con el doctor Mario Luján describieron siete casos en artículos publicados en una revista alemana y en otra costarricense y aunque su trabajo se convirtió en un hito internacional sólo logró retratar esta dolencia, más no definirla. A pesar de estos avances, entre 1885 y 1939 fueron muy escasas las ocasiones en que se hizo referencia a esta enfermedad, la cual posiblemente era confundida con la gonorrea o la sífilis. En su trabajo, el doctor Zeledón mencionó ganglios ulcerosos genitales y extragenitales, algunos fistulados anovulvorectales. A veces, el pene sufría lesiones ulcerosas denominadas “ulceras linfogranulomatosas”. La enfermedad de Nicolas Favre tenía formas atípicas denominadas chancro nodular ulcerado sin bubón con aspecto sifiloide; chancro nodular puro con fistulazación posterior del surco bálano prepucial con tendencia a la papilomatosis y los chancros linfogranulomatosos múltiples peneanos y escrotales evolucionando sobre un fondo luético resistente. Entre 1939 y 1949, se señaló que esta enfermedad era muy contagiosa. Esta se suponía se realizaba por vías directas (como en una relación sexual) o indirectas (como podía ser el simple contacto casual). ( 700 ) Entre 1900 y 1906, con la utilización de las reacciones Bordet y Wassermann, se mejoró la detección de las enfermedades venéreas en Costa Rica. Esta prueba alcanzó gran popularidad en nuestro país; porque supuestamente permitía detectar las tres principales 698 Véase por ejemplo la estandarización de los tratamientos especificados por Solón Núñez (Zeledón, Marco Tulio Legislación Sanitaria 1937 - 1939. Imprenta Nacional. San José, Costa Rica 1939, p. 163- 164), 699 Gaceta Médica. No. 2. Noviembre 1913, pp. 16-18. 700 La descripción de la enfermedad Nicolas Favre se extractó de Revista Médica. No. 57. Enero. 1939, p.405-414. 542
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sectores consi<strong>de</strong>rados peligrosos por la élite o por su intelectualidad. Este tipo <strong>de</strong> política<br />
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En 1913, el doctor Teodoro Picado, a través <strong>de</strong> la Gaceta Médica, procuró <strong>de</strong>stacar<br />
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Para el caso costarricense, véase: Marín, Juan José. "Entre la disciplina y la respetabilidad. La prostitución en<br />
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