universidad autónoma de barcelona. facultad de letras ...

Podemos indicar que las reformas a la ley de Prostitución de 1894 procuraron
ampliar el espacio de control de las enfermedades venéreas y de las prostitutas; ya que
asignó a todos los Comandantes y los Agentes Principales de Policía velar por el
cumplimento de la ley de profilaxis y de higiene. Si bien la idea foucaultiana de la
intensificación del control conlleva a pensar en un proyecto de dominación exitosa, aspecto
que no sucedía en la realidad, si permite comprender las aspiraciones de diversas clases
dominantes a lo largo de los siglos XIX y XX de establecer un sistema de control y
supervisión social.
Hay que reconocer que a pesar de las reformas la ley de Profilaxis esta no logró
imponerse totalmente y en muchos casos no funcionó con la eficacia esperada por la clase
dominante y su “intelligentsia”. La resistencia de los sectores populares a ser supervisados y
a renunciar a sus prácticas culturales impidió la aplicación de muchas de las disposiciones
de profilaxis.
Algunos diputados vieron como inútil la reglamentación de la prostitución para
vigilar las sociabilidades y costumbres populares. Incluso varios legisladores se
escandalizaron por el papel proxeneta que había asumido el Estado costarricense. En 1894,
cuatro diputados de apellidos Brenes, Sáenz, Quesada y Alvarado solicitaron la anulación de
la Ley de Profilaxis de 1894 por considerarla ineficaz y por que toleraba a la prostitución
como oficio honesto. ( 261 ) Su petición fue aprobada en el Congreso pero su formalización
Un año después el gobierno tuvo que emitir el decreto N 2 de 5 de diciembre de 1895 en el
cual se enfatizaban la correcta administración de los procesos. El decreto le exigía al Jefe de
Policía de Higiene:
“Vigilar por que en las informaciones y causas referentes a faltas penadas por esta ley, se
cumplan las disposiciones de la misma, presentar pruebas, oponerse a las de las procesadas
y, en general, hacer usó de todos los recursos que las leyes concedan a los Agentes Fiscales.
En los lugares donde el Agente Principal de Policía tenga a su cargo la Jefatura de Higiene, las
atribuciones que en este inciso se confieren al Jefe de Higiene, corresponderán al Comandante de
Policía respectivo “
261 ANCR. Congreso. No. 2671, f. 9. Valga señalar que desde 1899 el diputado Octavio Quesada Jara
luchaba por la derogación de la ley de profilaxis venérea. Ibid, folio 14. En ese año, él justificó su
propuesta indicando que la ley era odiosa pues establecía diferencias penales entre el hombre y la mujer;
alentaba la desmoralización del servicio doméstico; y que la ley no tenía aplicabilidad pues el Hospital
antivenéreo había sido eliminado. Esos argumentos cuestionados por Felipe Gallegos, para quién era
lógico reglamentar a las mujeres, pues eran estas las que comerciaban con su sexo, mientras que una
vigilancia de la sexualidad masculina era imposible de realizar. Así mismo, Gallegos señaló que si bien el
servicio doméstico estaba desmoralizado no era por culpa de la Ley de Profilaxis; además de que si la
reglamentación no daba resultados deseados había que luchar para que se implementare el hospital
antivenéreo antes que abolir dicha reglamentación (Ibid, folio 17).
392