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purgar a un lugar inhóspito de la República. Las menores de edad no fueron (en teoría) a la
Cárcel, sino que eran concertadas como sirvientas en una casa honrada hasta que cumplieran
la mayoría de edad (21 años). ( 255 )
Después de 58 años de iniciadas las primeras discusiones sobre la reglamentación de
la prostitución (1836) estas volvieron a las salas del Congreso. En efecto, el 10 de julio de
1894 se reinició la discusión legislativa para reglamentar la prostitución femenina. En ese
mes, los diputados Joaquín Aguilar, Rodolfo Alvarado, Antonio Segura y Tranquilino
Chacón propusieron la tolerancia total de las mancebías en Costa Rica. Para estos diputados
el hecho de la prostitución era un mal inherente a la sociedad y la única manera de evitar sus
perjuicios era legalizarla. Ellos opinaban que:
“... la prostitución enseña que esa afección social, de caracter maligno, entraña
además desgaste de fuerzas físicas é intelectuales, turbación de la armonía de
las familias, relajación de los vínculos de la amistad, flojedad en los lazos del
amor y destrucción en fin de los cimientos de toda sociedad civilizada
Mientras se cura ese mal social buscando su etiología y contando las raíces con
la emancipación de la muger, y la garantía de su seguridad personal
amenazada por los seductores, hay que tomar el mal como está y ver de atenuar
sus estragos ya que detenerlos es imposible ". ( 256 )
Los argumentos de los diputados proponentes tuvieron un amplio respaldo dentro de
sus colegas. El proyecto de los congresistas fue aprobado en los dos primeros debates para
fenecer en el último y definitivo, por recomendación del Poder Ejecutivo. La defunción de
la iniciativa se debió principalmente a tres razones: la primera fue la ausencia de controles
sanitarios; esto provocó una férrea oposición de la comunidad higienista y médica del país.
La segunda porque no reglamentó quiénes serían las mujeres que podrían entrar a los
“puteros autorizados”; y la tercera, no señaló quiénes serían los parroquianos que podrían
solicitar el comercio carnal con las meretrices. A pesar de todas las discrepancias el
proyecto tuvo el mérito de que desnudó las perspectivas de los liberales y conservadores de
finales del siglo en torno al género, la prostitución, la familia y la raza nacional.
se declarase vago debería trabajar en el ferrocarril al Atlántico o cualquier punto lejano que el Estrado
considerase necesario (Véase: ANCR. Policía No. 1069 f. 2.
255 Astúa, José. Leyes Usuales vigentes. 1905 ..., p. 30-31
256 ANCR. Congreso. No. 3685, folio 4.
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