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En 1742, se procuró crear un convento llamado “Hospital San Juan de Dios” pero poco se
sabe de su éxito. Lo cierto del caso fue que en todo el periodo colonial dominaron las pestes
como la de changas, la viruela, la tuberculosis, el sarampión, la lepra, la rabia, la tosferina, el
tétano y las enfermedades venéreas, entre otras. ( 246 )
Luego de la Independencia en 1821, los diferentes Jefes de Estado buscaron la
instalación de un hospital, pero no fue sino hasta 1845 que se decretó el establecimiento del
Hospital San Juan de Dios. Esta institución trató de imponer las primeras medidas
profilácticas que desplazaron a los empíricos. ( 247 )
El proyecto resultó ser muy ambicioso, pues el Hospital tenía recursos muy
limitados y un escaso radio de acción territorial. En noviembre de 1847, el Poder Ejecutivo
nombró en cada uno de los departamentos un médico que se denominó “del Pueblo”. Este
doctor sería financiado por la Municipalidad y el Gobierno Central y sería ayudado por una
Junta de Caridad integrada por un Cura Párroco, el Gobernador Político, el Alcalde Segundo
y dos ciudadanos del lugar.
A pesar del apoyo que, supuestamente, recibieron estos galenos apenas tuvieron su
consolidación hasta con la llamada Ley de Médicos de Pueblo, dictada el 30 de octubre de
1894. En esa disposición se enfatizó entre otras funciones la de visitar diariamente los
lugares de detención con el fin de asistir a los enfermos y vigilar la sanidad. ( 248 )
Así en Costa Rica, entre tantas vicisitudes los inicios y la configuración del hospital
moderno con fines profilácticos se plasmó hasta 1849. En julio de ese año se exigió a los
Jefes de Policía de todo el país que promovieran por todos los medios posibles el
establecimiento de hospitales de caridad para recoger en ellos a los enfermos indigentes de
ambos sexos. En ese decreto se enfatizó (además de su curación) la necesidad de
enseñarles un oficio a través de su hospitalización. ( 249 ) Tal medida se fortaleció a finales
de la década de 1850 con el Establecimiento de los protomedicatos, el cual centralizó buena
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El mejor trabajo que ha estudiado este tema en el contexto costarricense es el de Steven Palmer. Véase
Molina, Iván y Palmer, Steven. La Voluntad Radiante. Cultura Impresa, Magia y Medicina en Costa Rica,
1897-1923. San José, Costa Rica. Plumsock Mesoamerican Studies. 1996.
246
González, Carlos, Hospital San Juan de Dios, 150 años de Historia. EDNASSS-CCSS. San José,
Costa Rica. 1995, pp. 24-27
247
Ortiz, Bienvenido. Compilación de Leyes, Decretos .., p. 59.
248
Ortiz, Bienvenido. Compilación de Leyes, Decretos... p. 145.
249
Ortiz, Bienvenido. Compilación de Leyes, Decretos... p. 19.
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