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el país. En efecto, el Estado costarricense al reglamentar el ejercicio putanezco, facilitó y
organizó el ejercicio de la prostitución.
En el último cuarto del siglo XIX, la nueva comunidad de médicos cimentó su papel
de etiquetadores. En ese período este gremio logró imponer su discernimiento en las
políticas morigeradores de la élite. La percepción terapéutica ganó terreno en las
preocupaciones de los moralistas. Entre las tareas que más desasosegaron a la comunidad
higienista se pueden citar la necesidad de organizar eficientemente las tareas del Médico de
Higiene, la Policía y la Municipalidad y la creación de establecimientos sanatorios eficaces a
su mando. Para tales efectos, los legisladores decretaron un salario de cien pesos mensuales
al Médico de Higiene y una dotación de 500 pesos a la Municipalidad de esta Provincia con
el fin de “preparar el local donde debían curarse las mujeres afectadas del temible mal
venéreo” Para lograr esto, la ley previó la sujeción de las mesalinas por las buenas o las
malas. En el primer caso las prostitutas debieron voluntariamente solicitar al médico que
fuera a sus casas para que allí él las examinara. Por el contrario, si éstas no se sujetaban a
esa medida, el doctor auxiliado por dos policías podía obligarlas a reconocerse
ginecológicamente. En este caso, la Municipalidad debía acondicionar un local para
recluidas hasta que sanaran. ( 242 )
A pesar de la fortaleza y rápida inserción del discurso terapéutico en la ideología
liberal y en el proyecto de reingeniería social que defendía la clase dominante este tuvo
diversas dificultades, principalmente, por falta de una estructura organizativa y la
consolidación de las instituciones de sanidad. No obstante, en la década de 1890 se encontró
un nuevo empuje impresionante de la comunidad médica a través de diversas instituciones
más consistentes.
En 1895, se dio el corolario de este proceso con la creación de la Facultad de
Medicina, Cirugía y Farmacia de la República. A pesar de la lentitud de los avances y el
sinnúmero de dificultades y tropiezos de los médicos costarricenses, estos lograron un año
más tarde publicar una revista denominada “Gaceta Médica”, la cual fue el punto más
importante de reflexión y aglutinamiento de la comunidad médica del país. ( 243 )
242 ANCR. Congreso. No. 8648, folio 13 ss.
243 Existe un gran desfase cronológico entre el Doctor Alfredo Blanco y Luis Dobles
Segreda. El primero señaló que el 16 de octubre de 1879, los galenos se agruparon en una
asociación denominada Sociedad Médica Costarricense y un año después publicaron la
Gaceta Médica. (Blanco, Alfredo. Reseña Histórica de la medicina en Costa Rica desde la
colonia hasta el siglo XIX. En: Historia de la Ciencia y la Tecnología. Cartago, Costa
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