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De esta forma, el código penal de 1924 procuró detallar aún más las acciones que
atentaban contra el honor. En consecuencia, hubo una amplia gama de conductas que
fueron consideradas como perniciosas. Entre los delitos tipificados se encontraban la
injuria, la difamación, la imputación injuriosa, el ultraje, las injurias, la calumnia en general,
la acusación calumniosa y la calumnia. Mientras tanto los delitos contra la honestidad
comprendían el adulterio de la esposa; la deslealtad conyugal del marido, la violación, el
estupro, el rapto, la corrupción de menores de 15 años, los ultrajes al pudor, la sodomía, el
bestialismo, la trata de blancas, el lucro por lenocinio y los ultrajes públicos a la moralidad
pública. ( 202 )
El código de 1924 mantuvo el deseo de supervisar las costumbres de los sectores
populares, incluso, con respecto al código penal de 1880 lo acentuó. Así mismo, en la
década de 1920, surgieron campañas moralizadoras antialcohólicas, en contra del abandono
de menores, contra la prostitución y el consumo de opio ( 203 ) dichas campañas acrecentaron
en los legisladores, higienistas y moralistas el deseo de regular aún más las conductas de los
sectores populares. Los conocimientos bacteriológicos de ese decenio hicieron temer aún
más a la clase dominante y a su intelectualidad de los efectos negativos y subyacentes que
se hallaban en las costumbres populares.
En el código penal de 1941 los delitos contra el honor fueron incluidos en el título
de faltas. Tal y como sucedió en 1880 se volvieron a pormenorizar las conductas
sancionables o punibles. De nuevo, los legisladores delegaron en los policías, los médicos y
los trabajadores sociales la vigilancia y sanción de las denominadas felonías, faltas de
policía y ciertos delitos menores. Debemos indicar que en este caso hubo una
universalización del concepto de honra y honorabilidad dentro de los sectores populares
canalizados en los juzgados y prefecturas de policía; de esta forma, hasta el más humilde
peón podía demandar a otro por cualquier humillación sufrida. ( 204 ) A pesar de esto las
202
Oficial. Código Penal de la República de Costa Rica. 1924. San José, Costa Rica. Imprenta María V.
de Lines. 1924, pp. 64-71.
203
Véase: Barrantes, Luis, et al. Política Social, Beneficencia y abandono de niños en Costa Rica, 1890-
1930. (Memoria de Seminario de Graduación para optar por el grado de Licenciatura en Historia).
Universidad de Costa Rica. 1995 y Palmer, Steven. “Pánico en San José. El Consumo de heroína, la
cultura plebeya y la Política Social en 1929. En: El Paso del Cometa…
204
Oficial. Código Penal de la República de Costa Rica, 1941. San José, Costa Rica. Imprenta Nacional.
1941, pp.53-56 y 114-121.
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