catálogo "el arte ausente" - Ayto. Vélez Málaga

En el camino se ausentaron (en el sentido
de esta Exposición), nombres que, cada
uno a su modo y con su arte, en su día contribuyeron
al ‘Hecho extraordinario’: Antonio
de Vélez, Muñoz Anglada, Rafael Herrera,
Miguel Montes, Miguel Berjillos, Antonio
García Ventomil, Adolfo Aragüez, Salvador
Gran, Jurado Lorca, Fernando Gil, Pío
Augusto Verdú, Albert Zwijsen, Juan Barranquero,
Agustín Domínguez, Carmen Jiménez,
Javi Cabello, Julio Marín, Cipriano
Maldonado, Joaquín Lobato, Antonio Moreno
Fortes. O el más reciente, Francisco Hernández
Díaz, padre del movimiento. A ellos,
en el recuerdo, nuestro cálido homenaje.
Pero no podemos terminar sin referirnos
a la Escultura, que si es un género plástico
distinto de ‘la pintura’, en el fenómeno
cultural que tratamos el pueblo llano veleño
siempre contempló a sus artistas como
un todo integrado, sin distinción de estilos
o expresiones. De entre ellos, los que pusieron
el énfasis en la escultura, más allá
de que muchos de nuestros artistas han
simultaneado las dos disciplinas, cabe distinguir
a los consagrados Jaime Pimentel
y Pepe Casamayor o los ‘nuevos’ (hasta
ahora), Paco Martín, José Luis Martín o
Pepe Gálvez. Y al ‘desconocido’ Diego
Díaz (veleño y nieto de Díaz Montenegro,
el de los Talleres), quien, con motivo de su
exposición al principio de los años 90
en la Sala de Romero Pozo, confesaba
su precoz influencia de Anglada
y Berjillos; y de Paco Hernández,
que le regaló una cajita
de tubos de óleo, nos cuenta
Diego, cuando todavía niño
lo conoció pintando un mural
en el Balneario de Lanjarón.
HACIA UN NUEVO
PARADIGMA
Globalizados y con la pintura veleña
en campo abierto, ausentes nuestros
grandes referentes y sin reconocidos
tutores críticos e intelectuales,
todos, cultura veleña,
artistas (orgánicos, integrados y
jóvenes que llegan), nadamos
en la incertidumbre. Situacional
‘des-concierto’, que por tratarse
del arte, y en tanto que paisanos
de María Zambrano, positivamente
podríamos, y deberíamos, asumirlo
como el ‘claro del bosque’ donde la
libre creación anida. Luego todo es posible.