i.11.,-J - Real Academia de Córdoba
i.11.,-J - Real Academia de Córdoba i.11.,-J - Real Academia de Córdoba
R AF A EL VÁZQUEZ ABOCA te de los inventos y de los descubrimientos de la ciencia, a la destruc- ción y a la muerte. La química, ha creado los modernos explosivos, de potencia aterradora, que en pocos momentos destruyen cientos y miles de vidas; los aceros de superior resistencia para fabricar cañones y proyectiles; los gases inflama- bles, los asfixiantes y los corrosivos, que a los desgraciados a los que al- canzan y no mueren tras horribles sufrimientos, quedan mutilados y con- vertidos en verdaderos despojos humanos; la biología, con cultivos concen- trados de microbios patógenos, que sembrados a voleo por los aviones y dirigibles, darán lugar a enormes epídemías, al lado de las cuales los an- tiguos azotes del cólera y de la peste serán débiles sombras; la mecánica y la física, con los submarinos, que en unos momentos sumergen al fon- do de los mares miles de desgraciados; los aeroplanos y los dirigibles de combate dejando caer desde lo alto del cielo terribles explosivos y gases deletereos, contra los cuales no cabe defensa posible, y capaces de destruir poblaciones enteras: Todo lo que la ciencia descubrió y conquistó para el bién, aplicado, por el hombre, para el mal, en su ambición y en su so- berbia. A nuestra Corporación le cabe la honra de haber previsto, y de haber tratado de evitar, dentro de su modestia de Academia provinciana, lo que habría de pasar con algunos de los adelantos y de las conquistas de la ciencia. Con motivo de un notable trabajo, del académico de número don Ra- fael Pavón y Alza te, leído por el mismo en una de las sesiones celebra- das en el año de 1907, titulado «Reflexiones sobre la locomoción moder- na» en el que ya preveía, que la aviación, entonces incipiente y en sus primeros ensayos, no tardaría en perfeccionarse, y ante el fundado temor, de que una vez perfeccionada, fuera utilizada como arma propuesta del autor del trabajo y por acuerdo unánime de ción, se dirigió en una respetuosa instancia al Excmo. Sr. Estado, rogándole que, bien por medio de una promovida a este efecto, o por los medios- y vías conferencia que mejor 117 de guerra, a la Corpora- Ministro de internacional procediese, se gestionara el establecimiento de un acuerdo entre las potencias civilizadas, para excluir de todo papel ofensivo, las máquinas de navegación aérea que se inventaran, en las futuras guerras, que puedan sobrevenir entre las mismas. A cuya instancia contestó, con toda cortesía, el Sr. Ministro, con fecha 6 de Marzo de 1907, que en atención a los elevados sentimientos que movían a la Academia, el Ministerio de su cargo estudiaría, con todo 23
118 R A FA EL V ÁZQUEZ A R OCA detenimiento e ínterés el asunto, por si en las deliberaciones de la, en aquellas fechas, próxima a celebrarse, segunda conferencía de la Paz, per- mitiesen llevar a la práctica, o someter por lo menos a ia consideración de las potencias, la humanitaria ídea de que se trataba. Perdón señores, si por un momento he ensombrecido la justa satísfac- cíón y alegría que todos sentimos al recibir al nuevo compañero, y el recuerdo de su magistral discurso; pero la a menaza de una nueva guerra europea, quizás muy -próxima, más terrible y mortífera, por los últimos adelantos de las ciencias, que la última pasada que asoló una gran parte de Europa, y segó cientos y cientos de miles de vidas juveniles, y cuyas fatales consecuencias económícas aún estamos sufriendo, tanto los países neutrales como los beligerantes, unído al deseo muy legítimo de recabar para nuestra Academia y para un hombre tan bueno y sabio como mo- desto, el autor del trabajo antes citado, la gloría de haber tratado de eví- tar que lo que la ciencia inventa y descubre para el bién, el hombre lo aplique para el mal, me haya hecho dar una nota quizás impropia del acto que celebramos. Sea bíen venido a esta Corporación el nuevo académico, de cuya ex- tensa cultura e ilustración y amor al saber, tíene dadas tantas y tantas muestras, y de cuya asidua colaboración, ya bíen acreditada, en su actua- ción como correspondiente, espera la Academia los más fecundos y hala- güeños resultados. 24 HE DICHO.
- Page 1 and 2: . " "1", ' _ L".00 1.tAjut. 019-!"'
- Page 4 and 5: La Humanidad no cesa de tejer la ma
- Page 6 and 7: DISCURSO DE RECEPCIÓN debilidad f
- Page 8 and 9: DISCURSO DE RECEPCIÓN 103 Lucrecio
- Page 10 and 11: DISCURSO DE RECEPCIÓN es otra prue
- Page 12 and 13: DISCURSO DE RECEPCIÓN y de 200.000
- Page 14 and 15: DISCURSO DE RECEPCIÓN 109 Este sis
- Page 16 and 17: DISCURSO DE RECEPCIÓN No debe, por
- Page 18 and 19: SEÑORES ACADÉMICOS: Designado por
- Page 20 and 21: R AFAEL V ÁZQUEZ AR OCA 115 rrocar
- Page 24 and 25: Centenario de Maimónides De nuevo
- Page 26 and 27: La personalidad Médica de Mairnón
- Page 28 and 29: L A PERSONALIDAD MEDICA D E MAIMÓN
- Page 30 and 31: L A PERSONALIDAD MÉ,DICA D E MAIM
- Page 32 and 33: L A PERSONALIDAD MÉDICA D E MAIMÓ
- Page 34 and 35: L A PERSONALIDAD MEDICA D E MAIMÓN
- Page 36 and 37: L A PERSONALIDAD MÉ,DICA D E MAIM
- Page 38 and 39: L A PERSONALIDAD MÉ.DICA D E MAIM
- Page 40 and 41: L A PERSONALIDAD MÉ,DICA D E MAIM
- Page 42 and 43: L A PERSONALIDAD MÉDICA DE MAIMÓN
- Page 44 and 45: LA PERSONALIDAD MÉDICA DE MAIMÓNI
- Page 46 and 47: LA PERSONALIDAD MÉDICA DE MAIMÓNI
- Page 48 and 49: LA PERSONALIDAD MEDICA DE MAIMÓNID
- Page 50: LA PERSONALIDAD MÉDICA DE MAIMÓNI
- Page 53 and 54: 146 LORENZO RIBER Que tengo hijos y
- Page 55 and 56: 148 los hombres de su tos oídos de
- Page 57 and 58: 150 R. OLIVARES FIGUEROA Francia Co
- Page 59 and 60: 152 R. OLIVARES FIGUEROA En «La re
- Page 61 and 62: 154 R. OLIVARES FIGUEROA 60 EL CABA
- Page 63 and 64: 156 R. OLIVARES FIGUEROA 62 y, cuan
- Page 65 and 66: 158 R. OLIVARES FIGUEROA 64 sobre l
- Page 67 and 68: 160 R . OLIVARES FIGUEROA 66 TIERRA
- Page 69 and 70: 162 R. OLIVARES FIGUEROA 68 ¿cómo
- Page 71 and 72: 164 R. OLIVARES FIGUEROA 70 me hago
R AF A EL VÁZQUEZ ABOCA<br />
te <strong>de</strong> los inventos y <strong>de</strong> los <strong>de</strong>scubrimientos <strong>de</strong> la ciencia, a la <strong>de</strong>struc-<br />
ción y a la muerte.<br />
La química, ha creado los mo<strong>de</strong>rnos explosivos, <strong>de</strong> potencia aterradora,<br />
que en pocos momentos <strong>de</strong>struyen cientos y miles <strong>de</strong> vidas; los aceros <strong>de</strong><br />
superior resistencia para fabricar cañones y proyectiles; los gases inflama-<br />
bles, los asfixiantes y los corrosivos, que a los <strong>de</strong>sgraciados a los que al-<br />
canzan y no mueren tras horribles sufrimientos, quedan mutilados y con-<br />
vertidos en verda<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>spojos humanos; la biología, con cultivos concen-<br />
trados <strong>de</strong> microbios patógenos, que sembrados a voleo por los aviones y<br />
dirigibles, darán lugar a enormes epí<strong>de</strong>mías, al lado <strong>de</strong> las cuales los an-<br />
tiguos azotes <strong>de</strong>l cólera y <strong>de</strong> la peste serán débiles sombras; la mecánica<br />
y la física, con los submarinos, que en unos momentos sumergen al fon-<br />
do <strong>de</strong> los mares miles <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgraciados; los aeroplanos y los dirigibles <strong>de</strong><br />
combate <strong>de</strong>jando caer <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo alto <strong>de</strong>l cielo terribles explosivos y gases<br />
<strong>de</strong>letereos, contra los cuales no cabe <strong>de</strong>fensa posible, y capaces <strong>de</strong> <strong>de</strong>struir<br />
poblaciones enteras: Todo lo que la ciencia <strong>de</strong>scubrió y conquistó para el<br />
bién, aplicado, por el hombre, para el mal, en su ambición y en su so-<br />
berbia.<br />
A nuestra Corporación le cabe la honra <strong>de</strong> haber previsto, y <strong>de</strong> haber<br />
tratado <strong>de</strong> evitar, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su mo<strong>de</strong>stia <strong>de</strong> <strong>Aca<strong>de</strong>mia</strong> provinciana, lo que<br />
habría <strong>de</strong> pasar con algunos <strong>de</strong> los a<strong>de</strong>lantos y <strong>de</strong> las conquistas <strong>de</strong> la<br />
ciencia.<br />
Con motivo <strong>de</strong> un notable trabajo, <strong>de</strong>l académico <strong>de</strong> número don Ra-<br />
fael Pavón y Alza te, leído por el mismo en una <strong>de</strong> las sesiones celebra-<br />
das en el año <strong>de</strong> 1907, titulado «Reflexiones sobre la locomoción mo<strong>de</strong>r-<br />
na» en el que ya preveía, que la aviación, entonces incipiente y en sus<br />
primeros ensayos, no tardaría en perfeccionarse, y ante el fundado temor,<br />
<strong>de</strong> que una vez perfeccionada, fuera utilizada como arma<br />
propuesta <strong>de</strong>l autor <strong>de</strong>l trabajo y por acuerdo unánime <strong>de</strong><br />
ción, se dirigió en una respetuosa instancia al Excmo. Sr.<br />
Estado, rogándole que, bien por medio <strong>de</strong> una<br />
promovida a este efecto, o por los medios- y vías<br />
conferencia<br />
que mejor<br />
117<br />
<strong>de</strong> guerra, a<br />
la Corpora-<br />
Ministro <strong>de</strong><br />
internacional<br />
procediese, se<br />
gestionara el establecimiento <strong>de</strong> un acuerdo entre las potencias civilizadas,<br />
para excluir <strong>de</strong> todo papel ofensivo, las máquinas <strong>de</strong> navegación aérea que<br />
se inventaran, en las futuras guerras, que puedan sobrevenir entre las<br />
mismas. A cuya instancia contestó, con toda cortesía, el Sr. Ministro, con<br />
fecha 6 <strong>de</strong> Marzo <strong>de</strong> 1907, que en atención a los elevados sentimientos<br />
que movían a la <strong>Aca<strong>de</strong>mia</strong>, el Ministerio <strong>de</strong> su cargo estudiaría, con todo<br />
23