PEPITAS D E ORO - Congregación Oblatos de San José

20. de Diciembre
Naturalmente sentimos vergüenza por nuestros errores, y después de una caída, casi no
nos atrevemos más dirigirnos a Dios. Pero ¡ánimo! ¡El Señor es tan bueno! Aquel Jesús,
que olvidando las ofensas de los apóstoles, les dio la paz, después de su resurrección,
llevará su paz también en nuestro corazón humillado y afligido.
21. de Diciembre
No nos turbe el pensamiento de nuestra insuficiencia: esta debe ser para nosotros motivo
de mayor confianza en Aquel que es el suplemento a todo y a todos.
22. de Diciembre
¡Grande y hermosa cosa es la correspondencia! ella nos conecta espiritualmente con las
personas más queridas: nos hace vivir horas divinas; nos ofrece la manera de hablar a
nuestro gusto las dulces y suaves palabras de la amistad; nos facilita los medios para
comunicarnos los sentimientos y los latidos de nuestro corazón.
23. de Diciembre
Oh sirvámonos de esta divina mensajera, que es la correspondencia; para comunicarnos
alegrías y penas, para reír y llorar juntos, para poner en común nuestras esperanzas y
temores, para sostenemos, con estímulo recíproco, en el arduo camino de la virtud.
24. de Diciembre
Intercambiemos los saludos de Feliz Navidad y próspero Año Nuevo, pero dejemos que
el Buen Jesús los oiga favorablemente de aquella forma y en aquella medida, que El
puede mejor transformar para su gloria y para nuestro espiritual provecho.
25. de Diciembre
Natividad del Señor. Deseamos que se realice aquel augurio en el que se resumen todos
los demás: “Salvator nostre, salvanos: ¡Salvador nuestro, Sálvanos!”
26. de Diciembre
San Esteban. Aniversario del nacimiento y bautismo de san José Marello (1844). Les
deseo una palma gloriosa en el Paraíso, en un trono muy cercano a nuestra Madre María
Santísima y a nuestro dulce Patrono san José.
27. de Diciembre
Amémonos. San Juan evangelista, anciano e impotente para el ministerio, se hacia llevar
en brazos por sus discípulos y no paraba de repetir estas palabras: “Diligit vos
alterutrum, ut alvemini: ¡Ámense los unos a los otros, para que puedan salvarse!”
28. de Diciembre
Recemos a los Santos inocentes que nos concedan sufrir aquel martirio lento de cada día,
fruto de nuestro amor propio herido.
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