PEPITAS D E ORO - Congregación Oblatos de San José

El alma de María es un conjunto de todas las perfecciones, una armonía dulce y
agradable de todas las virtudes más escogidas, por lo cual al mirarla nos sentimos
atraídos a amarla y a imitarla.
11. de Mayo
Admiremos aquella inefable belleza del alma de María, la cual no es más que un
hermoso dibujo hecho de tantos puntos, todos perfectos: la belleza de María se compone
precisamente de tantas pequeñas virtudes, pero todas tan perfectas, que reunidas en su
alma, le confieren un atractivo irresistible, un encanto celestial.
12. de Mayo
Nosotros gustamos contemplarte en el cielo coronada de gloria, Reina de los Ángeles,
Soberana de los Elegidos. ¡Dispensadora de todas las gracias! Pero nos parece casi
aquella gran distancia que te separa de nosotros pueda ser un obstáculo a tu compasión
para con nosotros: deseamos más contemplarte en tu actitud de Reina de los Dolores a
los pies de Jesús Crucificado. Estamos en un valle de lágrimas y nuestro corazón
afligido encuentra mayor consuelo descansando en tu Corazón afligido, oh María.
13. de Mayo
Nuestra Señora de Fátima. María nos mantiene abrazados a su pecho a los pies de la
Cruz, y cuanto más le hemos costado, tanto más Ella comenzó a amarnos; la medida de
su dolor fue su amor.
14. de Mayo
María es la Madre de Dios. La dignidad de Madre de Dios tiene algo de infinito: ni
siquiera los ángeles pueden comprenderla; para comprenderla se necesitaría comprender
primero quien es Dios. ¡Aún así María es también nuestra Madre!
15. de Mayo
El Señor ha hecho al mundo un gran regalo al darle a María. Y hay que pensar que si
hubiera sido necesario para mi alma, ¡me la habría dado también solo para mí!
16. de Mayo
La Iglesia nos da como guía y Maestra a María Santísima y quiere que miremos
frecuentemente su Corazón, que es un espejo clarísimo en que se reflejan todos los
sentimientos de Jesús.
17. de Mayo
Si hay que pronunciar anatema contra quien quiera disminuir la devoción hacia la
Virgen María, nosotros debemos multiplicar nuestros esfuerzos para propagar su
devoción.
18. de Mayo
Dios ha amado muchísimo a María y la elevó a tan sublime grado de santidad, que ni
siquiera podemos comprenderlo.
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