La%20larga%20huida%20del%20infierno%20Marilyn%20Manson
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Songs About Fucking y traerme algo más en lo que él creía que yo estaría sumamente interesado. No<br />
quiso decirme que era. Tan sólo quería venir y dármelo.<br />
En vez de Big Black, me trajo una cinta de una banda llamada Rapeman, y pasó dos horas hablando sobre<br />
las raíces de ambas bandas, balanceándose hacia atrás y hacia delante autísticamente todo el tiempo.<br />
Después supe que había tenido un problema de hiperactividad de niño, el cual sus padres trataron con<br />
Ritalin. Ahora que ya no estaba bajo tratamiento, a menudo se transformaba en un borrón balbuceante que<br />
mareaba a quien lo veía. Su sorpresa misteriosa era una lata oxidada de sardinas condimentadas que<br />
había caducado en Junio de 1986. Nunca me dio una explicación para ello, y nunca llegué a una por mi<br />
cuenta tampoco. Tal vez pensó que iba a actuar como Andy Warhol y pintar un cuadro con ella.<br />
Comenzamos a pasar mucho tiempo juntos, yendo a mis lecturas de poesía y a conciertos de malas<br />
bandas de South Florida que en ese entonces pensaba que eran medio decentes. Una noche después de<br />
un concierto, regresamos a mi casa y revisamos unos poemas que yo quería convertir en canciones y<br />
algunas otras cosas que había escrito. Tenía la esperanza de que él tocara algún instrumento ya que<br />
parecía saber todo lo que había que saber sobre todo lo que fuera eléctrico, mecánico o farmacéutico. Así<br />
que le pregunté. La respuesta apareció en forma de un interminable monólogo sobre como su hermano era<br />
un músico de jazz y tocaba una gran variedad de teclados, instrumentos de viento y de percusión.<br />
Eventualmente confesó, “puedo tocar la batería, je, je, je, la batería, je, je, batería, je, je, más o menos, je,<br />
je, más o menos, je.”<br />
Pero mi visión no incluía batería. Quería formar una banda de rock que usara una caja de ritmos, lo cual<br />
parecía algo novedoso en ese entonces ya que sólo las bandas industriales, dance o hip-hop usaban cajas<br />
de ritmos. “Tan sólo compra un teclado y formaremos una banda,” le dije.<br />
Stephen no formó parte de la primera encarnación del grupo. Ni tampoco la siguiente persona que<br />
encontré que me gustó. Estaba en una tienda de discos en Coral Square Mall comprando cintas de Judas<br />
Priest y Mission U.K. como regalos de cumpleaños para mi primo Chad. Un empleado bien bronceado que<br />
parecía un esqueleto exótico de medio este con un afro más grande que el de Brian May caminó hacia mí y<br />
trató de venderme álbumes de Love and Rockets. Su gafete lo identificaba como Jeordie White. Una de<br />
sus compañeras, una chica llamada Lynn, había dado sexo oral a la mayoría de la población de South<br />
florida, excluyéndome a mí pero incluyendo a Jeordie (aunque él lo niega hasta el día de hoy). Casi un año<br />
después, Jeordie y yo formaríamos una banda llamada Mrs. Scabtree e interpretaríamos una canción<br />
sobre el legado de Lynn al ambiente musical. Se llamaba Herpes. Jeordie la cantaba vestido como Diana<br />
Ross y yo tocaba la batería usando una cacerola como asiento. Jeordie después tocaría en mi banda como<br />
Twiggy Ramirez. Pero por ahora, Jeordie era tan sólo un fenómeno amistoso con una playera de Bauhaus<br />
tratando de encontrar alguien que lo comprendiera.<br />
La siguiente vez que me encontré con Jeordie en el centro comercial, tocaba el bajo con una banda de<br />
Death Metal llamada Amboog-A-Lard. Así que ni siquiera me molesté en tratar de persuadirlo de que<br />
renunciara. Tan sólo le pregunté si me podía recomendar a un buen bajista, pero él insistió en que no<br />
había ninguno en South Florida. Y tenía razón. Terminé hablando con Brian Tutunick, mi amigo de la clase<br />
de teatro, para que tocara el bajo con nosotros. Desde el principio sabía que esto estaba mal porque él<br />
había estado hablando de formar su propia banda por algún tiempo, y no tenía intención alguna de<br />
incluirme. Él debió haber pensado que me hacía un favor al unirse a Marilyn Manson and the Spooky Kids<br />
como parte de la sección rítmica en vez de ser el líder que quería ser, pero no fue un gran favor porque era<br />
un pésimo bajista, un peluquero gordo, intento de vegetariano y devoto de Boy George, lo cual lo colocaba<br />
en la parte más baja del medidor de agresividad. Tan sólo bastaron dos shows para que lo corriéramos.<br />
Terminó formando Collapsing Lungs, una mala banda de metal con canciones como Who Put a Hole in My<br />
Rubber? Ellos pensaban que eran el regalo de Dios para South Florida, especialmente después de que<br />
firmaron un contrato con Atlantic Records. Pero yo los maldije. Ahora son el regalo de Dios para la fila de<br />
desempleados, aunque no puedo tomar todo el crédito por su caída. El ser malos músicos y sus canciones<br />
industriales sobre salvar a las tortugas tampoco ayudaron a su carrera mucho.<br />
Encontré la siguiente pieza de la banda en una fiesta. Un tonto intoxicado, cara de pay, con grasoso<br />
cabello castaño y largos brazos simiescos desparramado en el sofá junto a mí, fingiendo ser gay y<br />
hablando sobre las cortinas. Se presentó como Scott Putesky. Parecía conocer mucha información técnica<br />
sobre como hacer música y, aún mejor, tenía una grabadora de cassettes de cuatro tracks. Yo tenía un<br />
concepto pero no conocimiento musical, y me impresionó fácilmente. Scott era el primer ‘músico’ con el<br />
cual había tenido contacto, así que le pedí unirse a la banda y mas tarde lo rebauticé como Daisy<br />
Berkowitz. Inmediatamente probó ser un idiota cuando lo llamé el día después de la fiesta y su ruda madre