Discurso de Venustiano Carranza en Hermosillo - INEHRM
Discurso de Venustiano Carranza en Hermosillo - INEHRM
Discurso de Venustiano Carranza en Hermosillo - INEHRM
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Docum<strong>en</strong>to histórico<br />
Juan Barragán Rodríguez, Historia <strong>de</strong>l Ejército Constitucionalista, primera época, edición facsimilar, México, <strong>INEHRM</strong>,<br />
1985, t. 1, p. 215-219.<br />
<strong>Discurso</strong> <strong>de</strong>l primer jefe <strong>de</strong>l Ejercito Constitucionalista <strong>en</strong> <strong>Hermosillo</strong>,<br />
Sonora<br />
24 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1913<br />
Es para mí muy satisfactorio t<strong>en</strong>er una nueva oportunidad para agra<strong>de</strong>cer <strong>en</strong> público a este<br />
gran pueblo sonor<strong>en</strong>se la manifestación <strong>de</strong> que fui objeto como jefe <strong>de</strong> la Revolución y <strong>de</strong>l<br />
Ejercito Constitucionalista a mi arribo a esta ciudad, y aprovecho la ocasión <strong>de</strong> <strong>en</strong>contrarme<br />
ante tan selecta concurr<strong>en</strong>cia y distinguidas personalida<strong>de</strong>s revolucionarias para expresar,<br />
aunque sea someram<strong>en</strong>te, mis i<strong>de</strong>as políticas y SOCIALES, porque creo <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>ber ir<br />
exponi<strong>en</strong>do y ext<strong>en</strong>di<strong>en</strong>do lo que el país necesita para su mejorami<strong>en</strong>to y <strong>de</strong>sarrollo<br />
Séame permitido dar una ojeada retrospectiva a nuestra historia, y se verá que el orig<strong>en</strong> <strong>de</strong><br />
nuestra Revolución fue una tiranía <strong>de</strong> treinta años, un cuartelazo y un doble asesinato.<br />
Era mi <strong>de</strong>ber como gobernador constitucional <strong>de</strong>l Estado Libre y Soberano <strong>de</strong> Coahuila,<br />
protestar inmediatam<strong>en</strong>te contra los criminales acontecimi<strong>en</strong>tos <strong>de</strong>l cuartelazo consumado<br />
por Victoriano Huerta y los que lo secundaron, y protestar por medio <strong>de</strong> las armas,<br />
haci<strong>en</strong>do a la vez un llamami<strong>en</strong>to a todos los ciudadanos <strong>de</strong> la República para que se<br />
pusieran a la altura <strong>de</strong> sus obligaciones cívicas. Y vi con satisfacción y orgullo que todos los<br />
mexicanos consi<strong>en</strong>tes han respondido a mi llamado, surgi<strong>en</strong>do por todas partes ejércitos<br />
<strong>de</strong> ciudadanos que se han convertido <strong>en</strong> verda<strong>de</strong>ros soldados no todavía con la instrucción<br />
militar requerida <strong>en</strong> los cuarteles, pero sí con el corazón bi<strong>en</strong> puesto y con el <strong>en</strong>tusiasmo<br />
bélico <strong>de</strong>sbordante para construir una patria mejor; pues no es la lucha armada y el triunfo<br />
sobre el ejército contrario lo principal <strong>de</strong> esta gran conti<strong>en</strong>da nacional; hay algo más hondo<br />
<strong>en</strong> ella y es el <strong>de</strong>sequilibrio <strong>de</strong> cuatro siglos tres <strong>de</strong> opresión y uno <strong>de</strong> luchas intestinas que<br />
nos han v<strong>en</strong>ido precipitando a un abismo.<br />
Durante treinta años <strong>de</strong> paz que disfrutó el país bajo la administración <strong>de</strong>l g<strong>en</strong>eral don<br />
Porfirio Díaz, no hizo el país sino estar <strong>en</strong> una calma <strong>de</strong>sesperante y <strong>en</strong> un atraso más gran<strong>de</strong><br />
que el <strong>de</strong> los países similares <strong>de</strong> nuestra vasta América indoespañola sin progreso material<br />
ni social; el se <strong>en</strong>contró durante esos treinta años sin escuelas, sin higi<strong>en</strong>e, sin alim<strong>en</strong>tación,<br />
y, lo que es peor, sin libertad. Los periódicos diarios <strong>en</strong>gañaban constantem<strong>en</strong>te al público<br />
hablándole <strong>de</strong> los progresos educativos, <strong>de</strong>l crédito <strong>de</strong> la República, <strong>de</strong> la consolidación <strong>de</strong><br />
nuestra moneda, <strong>de</strong> nuestra balanza bursátil con los mercados extranjeros, <strong>de</strong> nuestras vías<br />
<strong>de</strong> comunicación, <strong>de</strong> nuestras relaciones con las <strong>de</strong>más naciones civilizadas; pero lo cierto<br />
es que lo único que se hacía era robustecer cada día más la tiranía que ya carcomía el alma<br />
nacional. Y cuando más trataba <strong>de</strong> <strong>en</strong>gañarnos la pr<strong>en</strong>sa gobiernista, surgió un ciudadano<br />
proclamando la Revolución como único medio <strong>de</strong> sanear la vida política <strong>de</strong> la nación, llevando<br />
escritos como principios <strong>de</strong> ella, el SUFRAGIO EFECTIVO NO REELECCIÓN.<br />
Ya es tiempo <strong>de</strong> no hacer falsas promesas al pueblo y <strong>de</strong> que haya <strong>en</strong> la historia siquiera<br />
un hombre que no <strong>en</strong>gañe y que no ofrezca maravillas, haciéndole la doble of<strong>en</strong>sa al pueblo<br />
mexicano <strong>de</strong> juzgar que necesita promesas halagüeñas para aprestarse a la lucha armada <strong>en</strong><br />
<strong>de</strong>f<strong>en</strong>sa <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos. Por esto, señores, el Plan <strong>de</strong> Guadalupe no <strong>en</strong>cierra ninguna utopía,<br />
ninguna cosa irrealizable, ni promesas bastardas hechas con int<strong>en</strong>ción <strong>de</strong> no cumplirlas. El<br />
Plan <strong>de</strong> Guadalupe es un llamado patriótico a todas las clases sociales sin ofertas y sin
<strong>de</strong>mandas al mejor postor. Pero sepa el pueblo <strong>de</strong> México que, terminada la lucha armada a<br />
que convoca el Plan <strong>de</strong> Guadalupe, t<strong>en</strong>drá que principiar formidable y majestuosa la lucha <strong>de</strong><br />
clases, queramos o no queramos nosotros mismos y opónganse las fuerzas que se opongan, las<br />
nuevas i<strong>de</strong>as sociales t<strong>en</strong>drán que imponerse <strong>en</strong> nuestras masa: y no es sólo repartir las tierras<br />
y las riquezas nacionales, no es el SUFRAGIO EFECTIVO, no es abrir más escuelas, no es<br />
igualar y repartir las riquezas nacionales; es algo más gran<strong>de</strong> y más sagrado; es establecer la<br />
justicia, es buscar la igualdad, es la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>rosos, para establecer el equilibrio<br />
<strong>de</strong> la conci<strong>en</strong>cia nacional.<br />
En el or<strong>de</strong>n material es necesario empezar por dr<strong>en</strong>ar los suelos para buscar la naturaleza,<br />
ci<strong>en</strong>tíficam<strong>en</strong>te, los elem<strong>en</strong>tos <strong>de</strong> vida necesarios para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un país civilizado. En<br />
el moral, es necesario cultivar el espíritu <strong>de</strong>l hombre, no sólo <strong>en</strong> la niñez y <strong>en</strong> la adolesc<strong>en</strong>cia,<br />
sino durante toda su vida.<br />
T<strong>en</strong>emos c<strong>en</strong>t<strong>en</strong>ares <strong>de</strong> ciuda<strong>de</strong>s que no están dotadas <strong>de</strong> agua potable y millones <strong>de</strong><br />
niños sin fu<strong>en</strong>tes <strong>de</strong> sabiduría, para informar el espíritu <strong>de</strong> nuestras leyes. El pueblo ha<br />
vivido ficticiam<strong>en</strong>te, famélico y <strong>de</strong>sgraciado con un puñado <strong>de</strong> leyes que <strong>en</strong> nada le favorec<strong>en</strong>.<br />
T<strong>en</strong>dremos que removerlo todo. Crear una nueva Constitución cuya acción b<strong>en</strong>éfica sobre las<br />
masas nada, ni nadie pueda evitar. Cambiaremos todo el actual sistema bancario, evitando el<br />
inmoral monopolio <strong>de</strong> las empresas particulares que han absorbido por ci<strong>en</strong>tos <strong>de</strong> años todas<br />
las riquezas públicas y privadas <strong>de</strong> México.<br />
Ya <strong>de</strong> hecho hemos evitado la emisión, o el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> emisión, mejor dicho, <strong>de</strong> papel<br />
moneda por bancos particulares, que <strong>de</strong>be ser privilegio exclusivo <strong>de</strong> la Nación. Al triunfo <strong>de</strong><br />
la Revolución, ésta establecerá el Banco Único, el Banco <strong>de</strong> Estado, lográndose, <strong>de</strong> ser posible,<br />
la <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong> toda institución bancaria que no sea controlada por el gobierno.<br />
Nos faltan leyes que favorezcan al campesino, y al obrero; pero éstas serán promulgadas por<br />
ellos mismos, puesto que ellos serán los que triunf<strong>en</strong> <strong>en</strong> ésta lucha reivindicadota y social.<br />
Las reformas <strong>en</strong>unciadas y que se irán poni<strong>en</strong>do <strong>en</strong> práctica conforme la Revolución avance<br />
hacía el sur, realizarán un cambio total <strong>de</strong> todo y abrirán una nueva era para la República.<br />
Y con nuestro ejemplo se salvarán muchas otras naciones que pa<strong>de</strong>c<strong>en</strong> los mismos males<br />
que nosotros, especialm<strong>en</strong>te las repúblicas hermanas <strong>de</strong>l C<strong>en</strong>tro y Sudamérica.<br />
Esta es la Revolución, señores, tal cual yo la <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>do; estos lineami<strong>en</strong>tos g<strong>en</strong>erales regirán<br />
a la humanidad más tar<strong>de</strong> como un principio <strong>de</strong> justicia.<br />
Al cambiar nosotros totalm<strong>en</strong>te nuestra legislación, implantado normas con una estructura<br />
mo<strong>de</strong>rna y que cuadre más con nuestra idiosincrasia y nuestras necesida<strong>de</strong>s sociales,<br />
excitaremos también a los pueblos hermanos <strong>de</strong> raza para que ellos no esper<strong>en</strong> a t<strong>en</strong>er un<br />
movimi<strong>en</strong>to revolucionario como el nuestro, sino que lo hagan <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a paz y se sacudan tanto<br />
<strong>en</strong> interior como <strong>en</strong> el exterior, los gran<strong>de</strong>s males heredados <strong>de</strong> la Colonia y los nuevos que se<br />
hayan creado con el capitalismo criollo, así como que se sacudan los prejuicios internacionales<br />
y el eterno miedo al coloso <strong>de</strong>l norte.<br />
Para terminar, señores, felicito públicam<strong>en</strong>te al estado <strong>de</strong> Sonora, que tan virilm<strong>en</strong>te<br />
respondió con las armas para v<strong>en</strong>gar un ultraje que constituye un baldón para la patria y una<br />
vergü<strong>en</strong>za <strong>de</strong> la civilización universal contemporánea.