haciendo posible lo imposible. la izquierda en el umbral ... - Rebelión
haciendo posible lo imposible. la izquierda en el umbral ... - Rebelión haciendo posible lo imposible. la izquierda en el umbral ... - Rebelión
325. Por otra parte, el entorno social llega a ser, entonces, un poderoso mecanismo de selección para la inclusión o exclusión de innovaciones particulares. Un ejemplo de ello es lo que ha ocurrido con la energía nuclear. 251 326. El proceso de instalación de un nuevo paradigma no es algo fácil y puede tomar décadas. Al comienzo de la revolución tecnológica todo parece marchar muy bien, las empresas pioneras en el uso de la nueva tecnología logran obtener durante bastante tiempo un crecimiento impresionantemente rápido y con alta rentabilidad, pero luego empiezan a encontrar límites a su pleno desarrollo en el entorno del viejo paradigma. 327. Una de las áreas de mayor resistencia a su difusión se encuentra en la dirección de las firmas establecidas. Es difícil de creer que la forma “normal” de hacer las cosas ha llegado a transformarse en un estilo viejo e inefectivo. 252 328. Otro de los obstáculos que se presenta es la inexistencia de condiciones externas adecuadas. El nuevo paradigma tecno‐económico requiere de toda una nueva infraestructura para poder operar. Por ejemplo, el desarrollo de la información necesita un vasto sistema de telecomunicaciones que tiene que ser confiable, de bajo costo, poderoso y de alta capacidad y flexibilidad. Mientras estas condiciones no existan, esto se transforma en un obstáculo; cuando se logran, el ritmo de expansión del nuevo paradigma se acelera. 253 329. Lo que hace avanzar las cosas son las presiones irresistibles que actúan en la esfera económica impulsando la difusión del paradigma aún contra obstáculos culturales, institucionales y de otro tipo. La amenaza de la caída de la rentabilidad junto al éxito que obtienen las empresas que emplean la nueva tecnología son elementos que finalmente inclinan la balanza a favor de los cambios tecnológicos. 330. Pero, como señala la investigadora venezolana este no es el caso de las estructuras de gobierno, los partidos políticos, los sindicatos, el sistema educativo o las asociaciones empresariales. Ninguno vive las amenazas ni el peligro de desaparición, que acicatean a la empresa. Las transformaciones a nivel político e institucional obedecen a presiones y juegos de intereses de otra índole. Los ritmos y los resultados de las batallas entre las fuerzas a favor y en contra del cambio son impredecibles. La inercia en este terreno es mucho mayor y está profundamente enraizada en intereses creados. 331. Ello conduce a un creciente distanciamiento entre los ritmos de cambio en lo técnicoeconómico y en el marco social e institucional. [...] el aparato productivo forzado por la competencia a una transformación cada vez más acelerada, trata de desplegar su nuevo potencial enfrentado a un marco socioinstitucional que continúa fuertemente atado a las prácticas, ya ineficaces, del paradigma anterior. Es entonces cuando se viven 251. C. Pérez, Idem. 252. C. Pérez, Ibid. p.11. 253. C. Pérez, Ibid. p.12. - - 98
las épocas de turbulencia y crecimiento desigual, como la actual. Sólo cuando se logra el reacoplamiento de ambas esferas, vuelven los períodos de prosperidad [...]. 254 332. El ciclo de vida de cada paradigma tecno‐económico no se corresponde, por lo tanto, con el ciclo de cada onda larga. 333. El auge económico global no se produce en los primeros años, ni siquiera en las primeras décadas de difusión de la nueva revolución tecnológica. Los elementos que van a conformar el nuevo paradigma tecno‐económico aparecen gradualmente en el seno de un mundo dominado por el paradigma anterior. Fue en la década del sesenta, en plena expansión del paradigma anterior, cuando se empezaron a difundir las primeras computadoras, los circuitos integrados, las máquinas herramienta de control numérico e incluso algunos robots. Pero a medida que una empresa tras otra, que una rama tras otra van viendo estancarse su productividad y bajan sus niveles de ganancia, se acelera el ritmo de adopción de los diversos elementos de lo que será el nuevo paradigma; generándose nuevas innovaciones complementarias con lo que se van creando las condiciones para su masiva difusión. 255 334. Pero, además, estos cambios ocurren poco a poco y sólo se perciben cuando las transformaciones han alcanzado proporciones críticas. Ese proceso de abandono gradual de un modelo productivo en declinación y la adopción creciente del nuevo modelo ‐proceso que Carlota Pérez denomina período de transición de un paradigma tecno‐económico a otro‐ caracteriza las décadas de descenso de las ondas largas de Kondratieff. 335. Se trata de crisis profundas ‐como la de los años treinta‐ que no son equivalentes a las recesiones cíclicas típicas del modo de operar del capitalismo, sino que constituyen crisis estructurales. Se trata de un fenómeno global que refleja el colapso de la armonía entre el subsistema económico y su marco socio‐institucional. 336. Freeman y Pérez consideraban que ya en los ochenta comenzaban a estar presentes, aunque de una manera algo diferente, las mismas fuentes de inestabilidad que dieron origen a la crisis de los años treinta: la situación de la deuda internacional, el extremo desequilibrio en los pagos internacionales, la debilidad de los precios agrícolas, inestabilidad en los precios de intercambio, un solapado intervencionismo, la ausencia de un adecuado sistema de regulación de la economía internacional, y especialmente la ausencia de un adecuado sistema de préstamos internacionales como último recurso, desorden en la profesión de economista y falta de una visión a largo plazo en la elaboración de políticas. Y pronosticaban entonces, que esa ola de cambios técnicos por la que atravesaba la economía mundial, probablemente exacerbaría los problemas de inestabilidad de las inversiones, y del cambio estructural a nivel nacional e 254. C. Pérez, Desafíos sociales y políticos..., op.cit. p.75. 255. C. Pérez, Las nuevas tecnologías..., op.cit. pp.55‐56. - - 99
- Page 47 and 48: orientación marxista, juega
- Page 49 and 50: 87. Estas comunidades eclesia
- Page 51 and 52: econocido por el general To
- Page 53 and 54: el ejemplo más claro fue
- Page 55 and 56: Socialista y el Comunista,
- Page 57 and 58: del país, transformándose l
- Page 59 and 60: naciente revolución centroamer
- Page 61 and 62: inició el proceso de acuer
- Page 63 and 64: justificaba su ingerencia en
- Page 65 and 66: Sendero Luminoso y el MRTA.
- Page 67 and 68: 1985 148 por Mijail Gorbacho
- Page 69 and 70: ampliación de la transparenc
- Page 71 and 72: la negociación política; en
- Page 73 and 74: Nacional bloqueando cualquier
- Page 75 and 76: 213. Según Rubén Zamora,
- Page 77 and 78: interna es muy difícil que
- Page 79 and 80: abril 182 , aunque fue el P
- Page 81 and 82: continente. Por primera vez
- Page 83 and 84: movimiento popular; cómo evi
- Page 85 and 86: SEGUNDA PARTE: EL MUNDO DE HOY I. U
- Page 87 and 88: era superponerlos como en e
- Page 89 and 90: función de los intereses d
- Page 91 and 92: 297. Empecemos por esta úl
- Page 93 and 94: económico correspondería al
- Page 95 and 96: 317. Cada modo de crecimien
- Page 97: complementario de estas ramas
- Page 101 and 102: 342. Los dos elementos prin
- Page 103 and 104: 353. No se trata entonces
- Page 105 and 106: informacional, porque sostiene
- Page 107 and 108: mejora mucho la calidad, fa
- Page 109 and 110: actuales industrias automotrice
- Page 111 and 112: 387. Incluso, los trabajadore
- Page 113 and 114: 399. Este trabajador, más
- Page 115 and 116: Luego, a mediados de los
- Page 117 and 118: 418. [...] La IBM ha elim
- Page 119 and 120: de la cuál pululan una g
- Page 121 and 122: corredores estratégicos es c
- Page 123 and 124: conformación de empresas red
- Page 125 and 126: 450. Estas opiniones de Rei
- Page 127 and 128: 458. Según Chesnais, en lo
- Page 129 and 130: Cuestionando la globalización:
- Page 131 and 132: tecnologías de la informaci
- Page 133 and 134: más peligroso cuanto que e
- Page 135 and 136: depositar para sus pensiones.
- Page 137 and 138: fuera de ese país 425 con
- Page 139 and 140: 508. La concentración de c
- Page 141 and 142: 520. Examinemos ahora la re
- Page 143 and 144: y conjuntos de clases capit
- Page 145 and 146: Norte, Europa y la zona A
- Page 147 and 148: 546. Pero la actual globali
325. Por otra parte, <strong>el</strong> <strong>en</strong>torno social llega a ser, <strong>en</strong>tonces, un poderoso mecanismo de <br />
s<strong>el</strong>ección para <strong>la</strong> inclusión o exclusión de innovaciones particu<strong>la</strong>res. Un ejemp<strong>lo</strong> de <br />
<strong>el</strong><strong>lo</strong> es <strong>lo</strong> que ha ocurrido con <strong>la</strong> <strong>en</strong>ergía nuclear. 251 <br />
326. El proceso de insta<strong>la</strong>ción de un nuevo paradigma no es algo fácil y puede tomar <br />
décadas. Al comi<strong>en</strong>zo de <strong>la</strong> revolución tecnológica todo parece marchar muy bi<strong>en</strong>, <strong>la</strong>s <br />
empresas pioneras <strong>en</strong> <strong>el</strong> uso de <strong>la</strong> nueva tecno<strong>lo</strong>gía <strong>lo</strong>gran obt<strong>en</strong>er durante bastante <br />
tiempo un crecimi<strong>en</strong>to impresionantem<strong>en</strong>te rápido y con alta r<strong>en</strong>tabilidad, pero luego <br />
empiezan a <strong>en</strong>contrar límites a su pl<strong>en</strong>o desarrol<strong>lo</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>en</strong>torno d<strong>el</strong> viejo paradigma. <br />
327. Una de <strong>la</strong>s áreas de mayor resist<strong>en</strong>cia a su difusión se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> <strong>la</strong> dirección de <br />
<strong>la</strong>s firmas establecidas. Es difícil de creer que <strong>la</strong> forma “normal” de hacer <strong>la</strong>s cosas ha <br />
llegado a transformarse <strong>en</strong> un esti<strong>lo</strong> viejo e inefectivo. 252 <br />
328. Otro de <strong>lo</strong>s obstácu<strong>lo</strong>s que se pres<strong>en</strong>ta es <strong>la</strong> inexist<strong>en</strong>cia de condiciones externas <br />
adecuadas. El nuevo paradigma tecno‐económico requiere de toda una nueva <br />
infraestructura para poder operar. Por ejemp<strong>lo</strong>, <strong>el</strong> desarrol<strong>lo</strong> de <strong>la</strong> información <br />
necesita un vasto sistema de t<strong>el</strong>ecomunicaciones que ti<strong>en</strong>e que ser confiable, de bajo <br />
costo, poderoso y de alta capacidad y flexibilidad. Mi<strong>en</strong>tras estas condiciones no <br />
existan, esto se transforma <strong>en</strong> un obstácu<strong>lo</strong>; cuando se <strong>lo</strong>gran, <strong>el</strong> ritmo de expansión <br />
d<strong>el</strong> nuevo paradigma se ac<strong>el</strong>era. 253 <br />
329. Lo que hace avanzar <strong>la</strong>s cosas son <strong>la</strong>s presiones irresistibles que actúan <strong>en</strong> <strong>la</strong> <br />
esfera económica impulsando <strong>la</strong> difusión d<strong>el</strong> paradigma aún contra obstácu<strong>lo</strong>s <br />
culturales, institucionales y de otro tipo. La am<strong>en</strong>aza de <strong>la</strong> caída de <strong>la</strong> r<strong>en</strong>tabilidad <br />
junto al éxito que obti<strong>en</strong><strong>en</strong> <strong>la</strong>s empresas que emplean <strong>la</strong> nueva tecno<strong>lo</strong>gía son <br />
<strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos que finalm<strong>en</strong>te inclinan <strong>la</strong> ba<strong>la</strong>nza a favor de <strong>lo</strong>s cambios tecnológicos. <br />
330. Pero, como seña<strong>la</strong> <strong>la</strong> investigadora v<strong>en</strong>ezo<strong>la</strong>na este no es <strong>el</strong> caso de <strong>la</strong>s estructuras <br />
de gobierno, <strong>lo</strong>s partidos políticos, <strong>lo</strong>s sindicatos, <strong>el</strong> sistema educativo o <strong>la</strong>s asociaciones <br />
empresariales. Ninguno vive <strong>la</strong>s am<strong>en</strong>azas ni <strong>el</strong> p<strong>el</strong>igro de desaparición, que acicatean a <br />
<strong>la</strong> empresa. Las transformaciones a niv<strong>el</strong> político e institucional obedec<strong>en</strong> a presiones y <br />
juegos de intereses de otra índole. Los ritmos y <strong>lo</strong>s resultados de <strong>la</strong>s batal<strong>la</strong>s <strong>en</strong>tre <strong>la</strong>s <br />
fuerzas a favor y <strong>en</strong> contra d<strong>el</strong> cambio son impredecibles. La inercia <strong>en</strong> este terr<strong>en</strong>o es <br />
mucho mayor y está profundam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>raizada <strong>en</strong> intereses creados. <br />
331. El<strong>lo</strong> conduce a un creci<strong>en</strong>te distanciami<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre <strong>lo</strong>s ritmos de cambio <strong>en</strong> <strong>lo</strong> <br />
técnicoeconómico y <strong>en</strong> <strong>el</strong> marco social e institucional. [...] <strong>el</strong> aparato productivo forzado <br />
por <strong>la</strong> compet<strong>en</strong>cia a una transformación cada vez más ac<strong>el</strong>erada, trata de desplegar su <br />
nuevo pot<strong>en</strong>cial <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tado a un marco socioinstitucional que continúa fuertem<strong>en</strong>te <br />
atado a <strong>la</strong>s prácticas, ya ineficaces, d<strong>el</strong> paradigma anterior. Es <strong>en</strong>tonces cuando se viv<strong>en</strong> <br />
<br />
251. C. Pérez, Idem. <br />
252. C. Pérez, Ibid. p.11. <br />
253. C. Pérez, Ibid. p.12. <br />
- - 98