haciendo posible lo imposible. la izquierda en el umbral ... - Rebelión

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131.
Se
empiezan
a
escribir
así
los
primeros
capítulos
de
lo
que
sería
la
crisis
 centroamericana,
que
pasará
a
ser
el
principal
conflicto
armado
que
conocerá
la
 historia
moderna
de
América
Latina. 120 
 132.
Como
señalael
periodista
argentino
Horacio
Verbitsky,
el
contexto
mundial
enel
 que
se
produce
la
victoria
sandinista
es
muy
diferente
al
que
rodea
a
la
revolución
 cubana
en
sus
veinte
primeros
años
de
vida;
cuando
Fidel
Castro
y
sus
hombres
 entraban
en
La
Habana,
el
máximo
dirigente
de
la
URSS,
Nikita
Kruchov,
vaticinaba
enlas
Naciones
Unidas
que
en
esa
década
su
país
superaría
la
producción
per
cápita
de
 los
Estados
Unidos
y
enterraría
al
capitalismo.
En
ese
momento
Moscú
recibió
con
 mucho
beneplácito
el
primer
triunfo
socialista
enel
mundo
occidental
y
le
brindó
 desde
combustible
y
alimentos
hasta
maquinaria
pesada
y
armas
de
todo
tipo.
Dos
 décadas
más
tarde,
en
cambio,
los
comandantes
sandinistas
se
encontraron
con
una
 URSS
debilitada
por
la
carrera
armamentista
y
su
incapacidad
de
ponerse
a
la
altura
 de
la
revolución
científico‐técnica
que
estaba
desarrollándose
enel
mundo
occidental
 y,
debido
a
ello,
sin
posibilidades
de
apoyar
económicamente,
con
la
misma
intensidad
 con
que
lo
hiciera
enel
caso
de
la
revolución
cubana,
a
la
revolución
nicaragüense. 121 
 133.
Los
sandinistas
heredaron
un
país
muy
dependiente
del
imperialismo, 122 
 endeudado
y
descapitalizado, 123 
pero,
a
pesar
de
eso,
comenzaron
exitosamente
una
 batalla
contra
la
pobreza:
echaron
a
andar
el
Plan
de
Emergencia
y
Reactivación
 Económica,
expropiaron
las
tierras
y
los
bienes
de
los
somocistas,
subieron
los
 salarios,
bajaron
los
arriendos,
extendieron
en
forma
gratuita
la
educación
y
la
salud;
 realizaron
una
gran
campaña
de
alfabetización.
 134.
Pero,
muy
pronto,
con
la
llegada
de
Reagan
a
la
presidencia,
el
gobierno
 norteamericano
dio
un
giro
y
pasó
a
ser
su
principal
enemigo,
poniendo
en
práctica
una
 serie
de
medidas
agresivas
enlo
económico,
lo
político
y
lo
militar: 124 
congelación
de
 créditos,
entrenamiento
de
ex
guardias
somocistas
enlos
Estados
Unidos
y
 operaciones
disuasivas
desde
Honduras
y
Costa
Rica.
 135.
Con
la
ayuda
soviética
reducida
casi
exclusivamente
a
abastecimiento
militar
 ‐apoyo
que
sin
duda
fue
importante
enla
lucha
contra
la
contrarrevolución‐,
a
la
 























































 120.
G.
Gaspar,
Guerrillas
en...,
op.cit.
p.17.
 121.
Horacio
Verbitsky,
La
revolución
sin
mayorías.
El
camino
empedrado
de
una
elección,
revista
Brecha,
 Montevideo,
30
marzo
1990,
pp.15‐16.
 122.
La
economía
de
Nicaragua
estaba
sometida
a
la
división
del
trabajo
impuesta
por
los
Estados
Unidos
a
 Centroamérica.
Una
de
sus
principales
producciones
era
el
algodón
que
vendía
a
los
Estados
Unidos
a
precios
muy
 bajos,
debiendo
comprar
a
este
país
los
fertilizantes
y
repuestos,
y
pudiendo
procesar
internamente
sóloel
10%
de
 su
producción.
Un
país
descapitalizado
debido
a
la
fuga
de
capitales
que
había
comenzado
en
octubre
de
1977
con
 la
primera
ofensiva
de
los
sandinistas
y
que
se
fue
agudizando
enla
medida
en
que
el
proceso
revolucionario
 avanzaba.
 123.
Iosu
Perales,
Nicaragua
valientemente
libre,
Ed.
Revolución,
Madrid,
1984,
pp.16‐18.
 124.
Carlos
F.
Chamorro,
Crónica
de
la
Revolución:
la
primera
década
1979­1989,
en
diario
Barricada,
Nicaragua,
18
 de
julio
de
1989,
p.8.
 - - 58

naciente
revolución
centroamericana
no
le
quedó
otro
camino
que
canalizar
su
 comercio
y
sus
demandas
de
créditos
y
subsidios
a
Europa
occidental,
Canadá
y
 América
Latina.
La
tan
pregonada
economía
mixta
no
habría
sido
para
algunos
 analistas
tanto
una
opción
entre
varias
alternativas,
como
el
fruto
de
una
necesidad. 125 
 136.
La
política
económica
de
los
ocho
primeros
años
estuvo
marcada,
según
el
 sociólogo
nicaragüense
Orlando
Núñez,
por
una
regulación
centralizada
de
la
 economía
y
por
un
control
basado
enla
administración
de
los
precios
y
los
recursos.
El
 criterio
de
distribución
obedecía
a
dos
lógicas:
a
la
de
satisfacer
las
necesidades
 populares
y
a
la
de
responder
a
la
política
de
alianzas
con
los
productores;
y
en
ese
 sentido
tuvo
éxito,
porque
logró
concitar
un
gran
apoyo
popular
y
un
consenso
 nacional
en
torno
a
las
medidas
antisomocistas
y
antimperialistas
de
los
primeros
 años. 126 
 137.
Esta
política
pudo
materializarse
gracias
a
los
préstamos
internacionales
y
a
un
 subsidio
interno
generalizado,
pero,
al
mismo
tiempo,
produjo
una
feroz
distorsión
de
 los
precios,
un
proceso
inflacionario
galopante,
un
descenso
de
la
producción
y
de
la
 productividad,
y
una
informalización
del
mercado.
Este
esquema
llegó
a
su
techo
en
 1987,
cuando
el
valor
del
consumo
llegó
a
ser
tres
veces
superior
al
de
la
producción
y
 sólo
se
pudo
sostener
con
el
apoyo
solidario
de
los
países
socialistas.
 138.
Esta
situación
de
crisis
generalizada
enel
contexto
de
un
país
desangrado
por
la
 guerra,
conduce
a
la
dirección
sandinista
a
adoptar,
en
febrero
de
1988
‐sin
consulta
 popular
alguna
y
contra
su
esfuerzo
por
cambiar
el
estilo
verticalista
de
conducción
 política,
iniciado
con
éxito
a
mediados
de
los
ochenta 127 ‐,
una
serie
de
medidas
 económicas
de
corte
antipopular:
se
devalúa
la
moneda,
se
establece
la
paridad
 cambiaria,
se
restringenlos
subsidios
y
se
liberan
los
precios
y
los
mercados.
Estas
 medidas,
que
afectaron
seriamente
el
nivel
de
vida
del
pueblo,
no
lograron,
sin
 embargo,
detener
la
inflación.
 139.
Todo
ello
se
produce
en
medio
de:
negociaciones 128 
para
acabar
con
una
guerra
 que,
además
de
sus
costos
económicos,
produce
creciente
rechazo
enla
población; 129 
 del
azote
de
un
huracán
que
arrasa
con
ciudades
y
poblados
de
la
Costa
Atlántica;
y
 























































 125.
H.
Verbitsky,
La
revolución
sin
mayorías,...
op.cit.
p.16.
 126.
Orlando
Núñez,
Reforma
económica
y
orientación
socialista
de
la
Revolución,
en
Revolución
y
Desarrollo
Nº
4,
 Managua,
Nicaragua,
enero‐marzo
1989,
pp.8‐11.
 127.
Marta
Harnecker,
Del
verticalismo
a
la
participación
de
las
masas,
en
Nicaragua:
los
cristianos
enla
 Revolución
Sandinista
(entrevista
a
los
dirigentes
sandinistas
Carlos
y
Luis
Carrión),
Ed.
Al
Frente,
Buenos
Aires,
 enero
1987,
pp.31‐62.
 128.
Estas
se
concretarán
enlos
acuerdos
de
Esquipulas
II,
firmados
el
7
de
agosto
de
1987
por
los
presidentes
 centroamericanos.
En
dicho
acuerdo
se
comprometieron
a
fomentar
procesos
de
reconciliación
y
democratización
 en
sus
países,
a
no
promover
ni
permitir
en
sus
territorios
acciones
desestabilizadoras
contra
otros
Estados,
y
a
 concertar
el
cese
de
hostilidades
con
los
grupos
insurgentes.
 129.
El
reclutamiento
era
obligatorio
y
las
cifras
de
muertos
en
combate
eran
muy
altos.
 - - 59

naci<strong>en</strong>te
revolución
c<strong>en</strong>troamericana
no
le
quedó
otro
camino
que
canalizar
su
<br />

comercio
y
sus
demandas
de
créditos
y
subsidios
a
Europa
occid<strong>en</strong>tal,
Canadá
y
<br />

América
Latina.
La
tan
pregonada
economía
mixta
no
habría
sido
para
algunos
<br />

analistas
tanto
una
opción
<strong>en</strong>tre
varias
alternativas,
como
<strong>el</strong>
fruto
de
una
necesidad. 125 
<br />

136.
La
política
económica
de
<strong>lo</strong>s
ocho
primeros
años
estuvo
marcada,
según
<strong>el</strong>
<br />

soció<strong>lo</strong>go
nicaragü<strong>en</strong>se
Or<strong>la</strong>ndo
Núñez,
por
una
regu<strong>la</strong>ción
c<strong>en</strong>tralizada
de
<strong>la</strong>
<br />

economía
y
por
un
control
basado
<strong>en</strong>
<strong>la</strong>
administración
de
<strong>lo</strong>s
precios
y
<strong>lo</strong>s
recursos.
El
<br />

criterio
de
distribución
obedecía
a
dos
lógicas:
a
<strong>la</strong>
de
satisfacer
<strong>la</strong>s
necesidades
<br />

popu<strong>la</strong>res
y
a
<strong>la</strong>
de
responder
a
<strong>la</strong>
política
de
alianzas
con
<strong>lo</strong>s
productores;
y
<strong>en</strong>
ese
<br />

s<strong>en</strong>tido
tuvo
éxito,
porque
<strong>lo</strong>gró
concitar
un
gran
apoyo
popu<strong>la</strong>r
y
un
cons<strong>en</strong>so
<br />

nacional
<strong>en</strong>
torno
a
<strong>la</strong>s
medidas
antisomocistas
y
antimperialistas
de
<strong>lo</strong>s
primeros
<br />

años. 126 
<br />

137.
Esta
política
pudo
materializarse
gracias
a
<strong>lo</strong>s
préstamos
internacionales
y
a
un
<br />

subsidio
interno
g<strong>en</strong>eralizado,
pero,
al
mismo
tiempo,
produjo
una
feroz
distorsión
de
<br />

<strong>lo</strong>s
precios,
un
proceso
inf<strong>la</strong>cionario
ga<strong>lo</strong>pante,
un
desc<strong>en</strong>so
de
<strong>la</strong>
producción
y
de
<strong>la</strong>
<br />

productividad,
y
una
informalización
d<strong>el</strong>
mercado.
Este
esquema
llegó
a
su
techo
<strong>en</strong>
<br />

1987,
cuando
<strong>el</strong>
va<strong>lo</strong>r
d<strong>el</strong>
consumo
llegó
a
ser
tres
veces
superior
al
de
<strong>la</strong>
producción
y
<br />

só<strong>lo</strong>
se
pudo
sost<strong>en</strong>er
con
<strong>el</strong>
apoyo
solidario
de
<strong>lo</strong>s
países
socialistas.
<br />

138.
Esta
situación
de
crisis
g<strong>en</strong>eralizada
<strong>en</strong>
<strong>el</strong>
contexto
de
un
país
desangrado
por
<strong>la</strong>
<br />

guerra,
conduce
a
<strong>la</strong>
dirección
sandinista
a
adoptar,
<strong>en</strong>
febrero
de
1988
‐sin
consulta
<br />

popu<strong>la</strong>r
alguna
y
contra
su
esfuerzo
por
cambiar
<strong>el</strong>
esti<strong>lo</strong>
verticalista
de
conducción
<br />

política,
iniciado
con
éxito
a
mediados
de
<strong>lo</strong>s
och<strong>en</strong>ta 127 ‐,
una
serie
de
medidas
<br />

económicas
de
corte
antipopu<strong>la</strong>r:
se
devalúa
<strong>la</strong>
moneda,
se
establece
<strong>la</strong>
paridad
<br />

cambiaria,
se
restring<strong>en</strong>
<strong>lo</strong>s
subsidios
y
se
liberan
<strong>lo</strong>s
precios
y
<strong>lo</strong>s
mercados.
Estas
<br />

medidas,
que
afectaron
seriam<strong>en</strong>te
<strong>el</strong>
niv<strong>el</strong>
de
vida
d<strong>el</strong>
pueb<strong>lo</strong>,
no
<strong>lo</strong>graron,
sin
<br />

embargo,
det<strong>en</strong>er
<strong>la</strong>
inf<strong>la</strong>ción.
<br />

139.
Todo
<strong>el</strong><strong>lo</strong>
se
produce
<strong>en</strong>
medio
de:
negociaciones 128 
para
acabar
con
una
guerra
<br />

que,
además
de
sus
costos
económicos,
produce
creci<strong>en</strong>te
rechazo
<strong>en</strong>
<strong>la</strong>
pob<strong>la</strong>ción; 129 
<br />

d<strong>el</strong>
azote
de
un
huracán
que
arrasa
con
ciudades
y
pob<strong>la</strong>dos
de
<strong>la</strong>
Costa
Atlántica;
y
<br />

























































<br />

125.
H.
Verbitsky,
La
revolución
sin
mayorías,...
op.cit.
p.16.
<br />

126.
Or<strong>la</strong>ndo
Núñez,
Reforma
económica
y
ori<strong>en</strong>tación
socialista
de
<strong>la</strong>
Revolución,
<strong>en</strong>
Revolución
y
Desarrol<strong>lo</strong>
Nº
4,
<br />

Managua,
Nicaragua,
<strong>en</strong>ero‐marzo
1989,
pp.8‐11.
<br />

127.
Marta
Harnecker,
D<strong>el</strong>
verticalismo
a
<strong>la</strong>
participación
de
<strong>la</strong>s
masas,
<strong>en</strong>
Nicaragua:
<strong>lo</strong>s
cristianos
<strong>en</strong>
<strong>la</strong>
<br />

Revolución
Sandinista
(<strong>en</strong>trevista
a
<strong>lo</strong>s
dirig<strong>en</strong>tes
sandinistas
Car<strong>lo</strong>s
y
Luis
Carrión),
Ed.
Al
Fr<strong>en</strong>te,
Bu<strong>en</strong>os
Aires,
<br />

<strong>en</strong>ero
1987,
pp.31‐62.
<br />

128.
Estas
se
concretarán
<strong>en</strong>
<strong>lo</strong>s
acuerdos
de
Esquipu<strong>la</strong>s
II,
firmados
<strong>el</strong>
7
de
agosto
de
1987
por
<strong>lo</strong>s
presid<strong>en</strong>tes
<br />

c<strong>en</strong>troamericanos.
En
dicho
acuerdo
se
comprometieron
a
fom<strong>en</strong>tar
procesos
de
reconciliación
y
democratización
<br />

<strong>en</strong>
sus
países,
a
no
promover
ni
permitir
<strong>en</strong>
sus
territorios
acciones
desestabilizadoras
contra
otros
Estados,
y
a
<br />

concertar
<strong>el</strong>
cese
de
hostilidades
con
<strong>lo</strong>s
grupos
insurg<strong>en</strong>tes.
<br />

129.
El
reclutami<strong>en</strong>to
era
obligatorio
y
<strong>la</strong>s
cifras
de
muertos
<strong>en</strong>
combate
eran
muy
altos.
<br />

- - 59

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