haciendo posible lo imposible. la izquierda en el umbral ... - Rebelión
haciendo posible lo imposible. la izquierda en el umbral ... - Rebelión haciendo posible lo imposible. la izquierda en el umbral ... - Rebelión
nuevos movimientos de mujeres, ecologistas, de jóvenes, de jubilados, de pobres de la ciudad y otros; y los más tradicionales como: sindicales, campesinos, indígenas, poblacionales, estudiantiles y otros, pueden tener dos destinos, pueden agotarse en un ensimismamiento corporativo o pueden expresar una nueva manera de hacer política popular recomponiendo el tejido social desde la base y articulándose en forma horizontal y en profundidad. 757 943. Si a este efecto negativo del fracaso del socialismo, agregamos los efectos desarticuladores de la estrategia de la fragmentación social que promueve maquiavélicamente el neoliberalismo y los efectos sobre la vida cotidiana de la gente que tiene el uso de las nuevas tecnologías (televisión, video, teléfono, internet), que tienden a reducir los espacios de vida colectiva, no puede sorprendernos las inmensas dificultades que los sectores populares anti statu quo deben vencer para lograr configurarse como sujetos sociales capaz de cuestionar prácticamente al sistema. 944. Todo tiende a fomentar el aislamiento de unos grupos respecto a otros, a promover guerras intestinas en lugar de estimular alianzas, a crear condiciones adversas en cuanto a la generalización de intereses. De lo que se trata es de evitar, como expresa Binder, que se construya una mayoría opositora, es decir, que se construya una hegemonía política antisistema. 758 945. La aparición en el escenario social de innumerables grupos con posiciones críticas a la situación imperante no debe, por lo tanto, ilusionarnos. Coincido con quienes afirman que, políticamente hablando, si sólo se suman minorías, especialmente si se trata de grupos heterogéneos, no se obtienen mayorías. 759 946. Pero no todo es tan gris. En América Latina, están apareciendo movimientos populares que han logrado vencer la estrategia fragmentadora neoliberal y han ido ganando cada vez un mayor espacio, convirtiéndose en verdaderos sujetos de la lucha social contra el sistema. Este es el caso del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, al que nos referiremos más adelante. 757. Helio Gallardo, Elementos para una discusión sobre la izquierda política en América Latina,revista Pasos Nº 50, nov. dic.1993, p.30. 758. Ver en este libro el acápite 2. El proyecto social: la sociedad fragmentada. 759. Desde los años setenta ha habido una tendencia ‐una tendencia creciente‐ a ver a la izquierda esencialmente como una coalición de grupos minoritarios de intereses: de raza, de género, sexuales o de otras preferencias culturales o estilos de vida, incluso de minorias económicas como ha llegado a ser la clase trabajadora industrial formada por “trabajadores de manos sucias”. Esto es bastante comprensible, pero es peligroso, porque ganar mayorías no es lo mismo que sumar minorías. (Eric Hobsbawm, Las izquierdas y las políticas de identidad, revista Encuentro XXI año 3,Nº7 (Izquierda y Movimientos Sociales), Stgo. de Chile, verano de 1997, p.33). - - 218
VIII. CONCLUSIÓN: ¿EL COMIENZO DEL FIN? 1) ¿CRISIS ESTRUCTURAL O CRISIS SISTÉMICA? 947. Hasta aquí hemos visto qué entender por globalización, los adelantos científico‐técnicos que la hacen posible, la hegemonía neoliberal del actual proceso y los graves problemas globales que provoca. Nos hemos referido también a la relación que tiene este proceso con el proceso de maduración del nuevo paradigma informacional y las repercusiones que tiene sobre los trabajadores y el movimiento popular, en general. 948. Coincido con varios autores 760 en que luego de una fase de fuerte expansión del capitalismo, que va desde fines de la segunda guerra mundial hasta fines de los sesenta comienzos de los setenta ‐y que corresponde a una fase de ascenso de la onda larga de Kondratieff‐, hemos estado viviendo una fase de descenso caracterizada por una caída del crecimiento económico, un aumento de las tasas de desempleo en la mayor parte de los países y, sobre todo, una caída de la tasa de rentabilidad. 949. Según Immanuel Wallerstein 761 esta caída de la tasa de ganacia ‐que se produjo antes de la adopción de medidas neoliberales‐ tuvo tres consecuencias estructurales. En primer lugar, condujo a una urgente búsqueda de caminos para reducir los costos de producción, entre ellos el de transferir la producción del centro a zonas semiperiféricas o periféricas, con la expectativa de reducir los costos de mano de obra. Esta medida, que comenzó en los setenta, se aceleró en los ochenta. 950. La segunda consecuencia estructural fue un considerable giro de las inversiones de las actividades productivas a la esfera financiera en la búsqueda de rentabilidad. 951. La tercera fue el incremento de los gastos militares. Por una parte, la política de imposición de la compra de armas a países del Tercer Mundo y una exacerbación de situaciones de guerra civil en varios de estos países, y por otra, un aumento de los gastos en armamento en los ochenta en los propios Estados Unidos, lo que permitió aumentar el nivel del empleo, pero con el consiguiente drástico aumento del endeudamiento de ese país. 952. Esto se tradujo a nivel de la fuerza de trabajo en una caída del salario real para aquellos trabajadores localizados en los antiguos sectores de punta, y un incremento del desempleo o precariedad del empleo. Esto ocurrió concomitantemente con una 760. Christopher Freeman, Terence K. Hopkins, Ernest Mandel, Carlota Pérez, Immanuel Wallerstein, entre otros. 761. Las referencias a Immanuel Wallerstein han sido extraídas de los capítulos 8. The Global Picture, 1945‐90 y 9. The Global Possibilities, 1990‐2025, en Terence K. Hopkins, Immanuel Wallerstein et al., The age of transition, pp.209‐225 y 227‐243 respectivamente. - - 219
- Page 167 and 168: sociedad fragmentada implica
- Page 169 and 170: 622. Una de sus metas es
- Page 171 and 172: mercado no lleva, como se
- Page 173 and 174: protagonismo inesperado en la
- Page 175 and 176: 645. Se trata, como dice
- Page 177 and 178: por otra, se ha restringido
- Page 179 and 180: implantada por la dictadura
- Page 181 and 182: dice Bourdieu, un programa
- Page 183 and 184: nuestra sociedad abierta y
- Page 185 and 186: nuevamente a los pocos mese
- Page 187 and 188: sucumbir nuevamente creando u
- Page 189 and 190: 705. Antes de pasar al si
- Page 191 and 192: 712. El impacto social deva
- Page 193 and 194: Programa Nacional de Solidari
- Page 195 and 196: que precede a la Navidad
- Page 197 and 198: favor de su tradición. ¿E
- Page 199 and 200: 746. Y en este sentido me
- Page 201 and 202: convertido en desiertos; bosq
- Page 203 and 204: 761. Por otra parte, no s
- Page 205 and 206: Habría que reemplazar la r
- Page 207 and 208: de microondas, para poder s
- Page 209 and 210: ecosocialista, que se basa
- Page 211 and 212: que aproveche ese potencial
- Page 213 and 214: todas, sino por unas fórmu
- Page 215 and 216: sería mejor decir, elaborar
- Page 217: presentes en muchos de esto
- Page 221 and 222: de Kondratieff. Como vimos
- Page 223 and 224: Unidos, que ha llevado a
- Page 225 and 226: 978. ¿Cuál debe ser enton
- Page 227 and 228: desarrollados; la fragmentació
- Page 229 and 230: obótica, por una parte, y
- Page 231 and 232: producción capitalista: el t
- Page 233 and 234: y que ya disponían de un
- Page 235 and 236: se encaminaba. Marx previó
- Page 237 and 238: profunda y acertada del cap
- Page 239 and 240: 1032. La izquierda debe, se
- Page 241 and 242: de los privilegios, todos q
- Page 243 and 244: 1047. Para la izquierda, la
- Page 245 and 246: gran fuerza; pero cuando mu
- Page 247 and 248: son sino la forma en que
- Page 249 and 250: 1073. Y ésto por una dob
- Page 251 and 252: 1081. Esto implica el recha
- Page 253 and 254: 1091. Para el reconocido hi
- Page 255 and 256: 2) VERTICALISMO Y AUTORITARISMO 110
- Page 257 and 258: 1116. Es distinta la visió
- Page 259 and 260: movimiento popular como: la
- Page 261 and 262: 1137. Hoy, el movimiento re
- Page 263 and 264: 1. LA ORGANIZACION HACIA AFUERA 1)
- Page 265 and 266: pretendido emplear para sumar
- Page 267 and 268: 1173. Además de poner en
VIII. CONCLUSIÓN: ¿EL COMIENZO DEL FIN?<br />
1) ¿CRISIS ESTRUCTURAL O CRISIS SISTÉMICA?<br />
947. Hasta aquí hemos visto qué <strong>en</strong>t<strong>en</strong>der por g<strong>lo</strong>balización, <strong>lo</strong>s ade<strong>la</strong>ntos <br />
ci<strong>en</strong>tífico‐técnicos que <strong>la</strong> hac<strong>en</strong> <strong>posible</strong>, <strong>la</strong> hegemonía neoliberal d<strong>el</strong> actual proceso y <br />
<strong>lo</strong>s graves problemas g<strong>lo</strong>bales que provoca. Nos hemos referido también a <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <br />
que ti<strong>en</strong>e este proceso con <strong>el</strong> proceso de maduración d<strong>el</strong> nuevo paradigma <br />
informacional y <strong>la</strong>s repercusiones que ti<strong>en</strong>e sobre <strong>lo</strong>s trabajadores y <strong>el</strong> movimi<strong>en</strong>to <br />
popu<strong>la</strong>r, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral. <br />
948. Coincido con varios autores 760 <strong>en</strong> que luego de una fase de fuerte expansión d<strong>el</strong> <br />
capitalismo, que va desde fines de <strong>la</strong> segunda guerra mundial hasta fines de <strong>lo</strong>s <br />
ses<strong>en</strong>ta comi<strong>en</strong>zos de <strong>lo</strong>s set<strong>en</strong>ta ‐y que corresponde a una fase de asc<strong>en</strong>so de <strong>la</strong> onda <br />
<strong>la</strong>rga de Kondratieff‐, hemos estado vivi<strong>en</strong>do una fase de desc<strong>en</strong>so caracterizada por <br />
una caída d<strong>el</strong> crecimi<strong>en</strong>to económico, un aum<strong>en</strong>to de <strong>la</strong>s tasas de desempleo <strong>en</strong> <strong>la</strong> <br />
mayor parte de <strong>lo</strong>s países y, sobre todo, una caída de <strong>la</strong> tasa de r<strong>en</strong>tabilidad. <br />
949. Según Immanu<strong>el</strong> Wallerstein 761 esta caída de <strong>la</strong> tasa de ganacia ‐que se produjo <br />
antes de <strong>la</strong> adopción de medidas neoliberales‐ tuvo tres consecu<strong>en</strong>cias estructurales. <br />
En primer lugar, condujo a una urg<strong>en</strong>te búsqueda de caminos para reducir <strong>lo</strong>s costos de <br />
producción, <strong>en</strong>tre <strong>el</strong><strong>lo</strong>s <strong>el</strong> de transferir <strong>la</strong> producción d<strong>el</strong> c<strong>en</strong>tro a zonas <br />
semiperiféricas o periféricas, con <strong>la</strong> expectativa de reducir <strong>lo</strong>s costos de mano de obra. <br />
Esta medida, que com<strong>en</strong>zó <strong>en</strong> <strong>lo</strong>s set<strong>en</strong>ta, se ac<strong>el</strong>eró <strong>en</strong> <strong>lo</strong>s och<strong>en</strong>ta. <br />
950. La segunda consecu<strong>en</strong>cia estructural fue un considerable giro de <strong>la</strong>s inversiones de <br />
<strong>la</strong>s actividades productivas a <strong>la</strong> esfera financiera <strong>en</strong> <strong>la</strong> búsqueda de r<strong>en</strong>tabilidad. <br />
951. La tercera fue <strong>el</strong> increm<strong>en</strong>to de <strong>lo</strong>s gastos militares. Por una parte, <strong>la</strong> política de <br />
imposición de <strong>la</strong> compra de armas a países d<strong>el</strong> Tercer Mundo y una exacerbación de <br />
situaciones de guerra civil <strong>en</strong> varios de estos países, y por otra, un aum<strong>en</strong>to de <strong>lo</strong>s <br />
gastos <strong>en</strong> armam<strong>en</strong>to <strong>en</strong> <strong>lo</strong>s och<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> <strong>lo</strong>s propios Estados Unidos, <strong>lo</strong> que permitió <br />
aum<strong>en</strong>tar <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> d<strong>el</strong> empleo, pero con <strong>el</strong> consigui<strong>en</strong>te drástico aum<strong>en</strong>to d<strong>el</strong> <br />
<strong>en</strong>deudami<strong>en</strong>to de ese país. <br />
952. Esto se tradujo a niv<strong>el</strong> de <strong>la</strong> fuerza de trabajo <strong>en</strong> una caída d<strong>el</strong> sa<strong>la</strong>rio real para <br />
aqu<strong>el</strong><strong>lo</strong>s trabajadores <strong>lo</strong>calizados <strong>en</strong> <strong>lo</strong>s antiguos sectores de punta, y un increm<strong>en</strong>to <br />
d<strong>el</strong> desempleo o precariedad d<strong>el</strong> empleo. Esto ocurrió concomitantem<strong>en</strong>te con una <br />
<br />
760. Christopher Freeman, Ter<strong>en</strong>ce K. Hopkins, Ernest Mand<strong>el</strong>, Car<strong>lo</strong>ta Pérez, Immanu<strong>el</strong> Wallerstein, <strong>en</strong>tre otros. <br />
761. Las refer<strong>en</strong>cias a Immanu<strong>el</strong> Wallerstein han sido extraídas de <strong>lo</strong>s capítu<strong>lo</strong>s 8. The G<strong>lo</strong>bal Picture, 1945‐90 y 9. <br />
The G<strong>lo</strong>bal Possibilities, 1990‐2025, <strong>en</strong> Ter<strong>en</strong>ce K. Hopkins, Immanu<strong>el</strong> Wallerstein et al., The age of transition, <br />
pp.209‐225 y 227‐243 respectivam<strong>en</strong>te. <br />
- - 219