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6. La llamada “Carta a los Hebreos”

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

<strong>6.</strong> <strong>La</strong> <strong>llamada</strong><br />

<strong>“Carta</strong> a <strong>los</strong> <strong>Hebreos”</strong><br />

Se trata de un escrito apasionante que prácticamente se ocupa de un único tema: Cristo como el<br />

Sumo Sacerdote verdadero. Desde lo pastoral, es un magnífico ejemplo de predicación cristiana<br />

al servicio de una impresionante profundización del misterio de Cristo, contribuyendo así al<br />

crecimiento y al fervor de la vida cristiana.<br />

No es fácil situar la Carta a <strong>los</strong> Hebreos en la historia de <strong>los</strong> orígenes cristianos. No sabemos<br />

con precisión quién la escribió, ni a quién le fue enviado el escrito, ni cuándo ni dónde se<br />

compuso. El texto como tal sólo contiene el nombre de una persona de aquel tiempo –Timoteo<br />

(13,23)– y una sola indicación geográfica –«<strong>los</strong> de Italia» (13,26)–.<br />

El Autor: ¿Pablo?<br />

El horizonte teológico<br />

¿Un texto «paulino»?<br />

Si bien la tradición de la Iglesia en general ha transmitido a Hebreos en el<br />

marco del “corpus paulinim”, en la actualidad prácticamente nadie sostiene que<br />

esta obra la haya sido escrita por Pablo.<br />

Rara vez se impugnó su canonicidad, pero su pertenencia al “corpus paulinum”<br />

si ha sido puesta en duda. <strong>La</strong> iglesia de occidente se negó a considerarla paulina<br />

hasta fines del siglo IV. En Oriente, si bien se aceptó su presunto origen<br />

paulino, no fue sin reservas respecto de su forma literaria.<br />

En ningún momento el autor se presenta como Pablo (por lo tanto, no expresa la<br />

intención de que se la considere dentro del “corpus”).<br />

No hay saludo inicial ni preámbulo, como en las cartas paulinas.<br />

El estilo literario y el lenguaje empleados son de una elegancia y pulcritud que<br />

se distancian del estilo impetuoso y espontáneo de Pablo. Es una de las mejores<br />

obras literarias del Nuevo Testamento en cuanto al estilo.<br />

No es del estilo de Pablo la forma de citar el Antiguo Testamento.<br />

Varios testimonios antiguos afirman el origen paulino de esta obra, aunque sin<br />

pretender que hubiese sido escrita por Pablo mismo. Sin embargo, cabe<br />

reconocer que algunos autores han negado incluso el origen paulino de este<br />

texto, aún en sentido amplio. Pero la mención de Timoteo al final sugiere que el<br />

entorno del que compuso el texto habría sido “paulino”.<br />

Para muchos exégetas Hebreos se asemeja a las cartas de Pablo en puntos muy<br />

significativos:<br />

- <strong>La</strong> CRÍTICA A LA LEY se expresa con un vigor extremo (cf. Hebreos<br />

7,12.18-19; 10,1.8-9), no menos intenso que Gálatas y Romanos.<br />

- El tema paulino de la OBEDIENCIA REDENTORA de Cristo (Rom 5,19; Flp<br />

2,8) aparece en Hebreos 5,8.<br />

- <strong>La</strong> PRESENTACIÓN SACRIFICIAL DE LA PASIÓN DE CRISTO (Hebreos 9,14;<br />

10,10) encuentra apoyo en varios textos de Pablo (1 Cor 5,7; Rom 3,25;<br />

Efesios 5,2).<br />

Por eso no faltan exégetas que consideran que Hebreos tiene origen paulino y<br />

que su autor formaba parte de un grupo apostólico paulino.<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

Los Destinatarios<br />

Fecha de composición<br />

Género literario<br />

¿una carta?<br />

En la época patrística se sugirieron diversos nombres al momento de identificar<br />

al presunto autor de esta obra anónima: Lucas, Clemente Romano, Bernabé. En<br />

la época moderna se han agregado más candidatos: Felipe, Judas, Silas, Prisca y<br />

Apolo entre otros 1<br />

.<br />

<strong>La</strong> única indicación que aparece es demasiado vaga (13,24) como para sacar<br />

conclusiones acerca de <strong>los</strong> destinatarios.<br />

Del título tradicional «A <strong>los</strong> hebreos» tampoco surge nada firme, ya que el<br />

cuerpo de la carta no confirma esta atribución. El autor no habla nunca de<br />

«hebreos», ni de judíos, ni de gentiles. Se dirige a cristianos, sin caracterizar su<br />

origen.<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

No son recién conversos sino que son cristianos hace mucho tiempo (5,12).<br />

No conocieron directamente al Señor (2,3) –lo que desaconseja atribuirles un<br />

origen palestinense–.<br />

En <strong>los</strong> primeros tiempos de su conversión sufrieron persecuciones (10,32-34);<br />

ahora, ante nuevas dificultades, corren el riesgo de ceder ante el desaliento<br />

(12,1-3). Pero no es mucho más lo que se pueda decir acerca de su<br />

identificación.<br />

Tampoco hay certeza a propósito de la fecha de composición. <strong>La</strong>s propuestas<br />

oscilan desde el año 52 hasta el 115.<br />

El desarrollo de la cristología constatable en la carta hace improbable una fecha<br />

muy temprana. <strong>La</strong> utilización de la carta hecha por Clemente Romano (¿hacia<br />

el 95?) desaconseja adoptar una fecha muy tardía.<br />

Y con relación a “la destrucción del Templo de Jerusalén”, <strong>los</strong> autores no se<br />

ponen de acuerdo: para unos, debió de haber sido escrita antes de la<br />

destrucción, dada la manera en que el autor habla de <strong>los</strong> sacrificios ofrecidos<br />

continuamente por <strong>los</strong> sacerdotes judíos; para otros, las referencias dependen<br />

más de la letra de la Torá que de la realidad perceptible de <strong>los</strong> ritos celebrados<br />

en el Templo.<br />

<strong>La</strong>s primeras y las últimas frases del escrito (Hebreos 1,1-4 y 13,22-25)<br />

permiten constatar lo siguiente:<br />

1. Que la primera frase no se parece en nada a un comienzo de carta –no da<br />

el nombre del autor ni de <strong>los</strong> destinatarios y no contiene saludo alguno–.<br />

No es un comienzo de carta. Se parece más bien a un exordio de un<br />

sermón.<br />

1 De todos estos, el candidato más adecuado parece ser Apolo, debido a su origen judeo-alejandrino, a su<br />

conocimiento de las escrituras, a su formación literaria (cf. Hechos 18,24-28) y sus víncu<strong>los</strong> con Pablo (1<br />

Corintios 1,12; 3,4-9; 16,12; Tito 3,13). Pero la ausencia de todo testimonio antiguo en favor de esta<br />

atribución no permite afirmarlo con algún grado significativo de certeza.<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

2. Los últimos versícu<strong>los</strong> por el contrario, sí se parecen a <strong>los</strong> versícu<strong>los</strong><br />

finales de las cartas –y concretamente, de las cartas paulinas–: contienen<br />

algunas noticias, saludos que se han de transmitir y termina deseando «la<br />

gracia» (cf. Romanos 16,20; 1 Corintios 16,23, etc.).<br />

Entre el comienzo del texto y el final epistolar, ¿cuál es el género literario del<br />

escrito?<br />

Según la mayoría de <strong>los</strong> especialistas, el cuerpo del escrito pertenece al género<br />

oratorio. Da la impresión que el texto ha sido escrito para ser recitado en voz<br />

alta. En griego posee una hermosa resonancia.<br />

Y cuando hace referencia a algo antes mencionado, no dice “lo escrito” o “lo<br />

leído” sino “lo que hablamos”, “lo que venimos diciendo” o “lo oído”:<br />

Hebreos 2,1.5 “Por tanto, es preciso que prestemos mayor atención a lo que<br />

hemos oído, para que no nos extraviemos. [...] v5 En efecto, Dios no sometió a<br />

<strong>los</strong> ángeles el mundo venidero del cual estamos habland”.<br />

Hebreos 5,11 “Sobre este particular tenemos muchas cosas que decir, aunque<br />

difíciles de explicar, porque os habéis hecho tardos de entendimiento”.<br />

Hebreos 6,9 “Pero de vosotros, queridos, aunque hablemos así, esperamos<br />

cosas mejores y conducentes a la salvación”.<br />

Hebreos 8,1 “Este es el punto capital de cuanto venimos diciendo, que tenemos<br />

un Sumo Sacerdote tal, que se sentó a la diestra del trono de la Majestad en <strong>los</strong><br />

cie<strong>los</strong>...”<br />

Hebreos 9,5 “Encima del arca, <strong>los</strong> querubines de gloria que cubrían con su<br />

sombra el propiciatorio. Mas no es éste el momento de hablar de todo ello en<br />

detalle...”.<br />

Es en <strong>los</strong> versícu<strong>los</strong> finales donde por primera vez se refiere a que está<br />

“escribiendo”:<br />

Hebreos 13,22 “Os ruego, hermanos, que aceptéis estas palabras de<br />

exhortación, pues os he escrito brevemente. v23 Sabed que nuestro hermano<br />

Timoteo ha sido liberado. Si viene pronto, iré con él a veros. v24 Saludad a<br />

todos vuestros dirigentes y a todos <strong>los</strong> santos. Os saludan <strong>los</strong> de Italia. v25 <strong>La</strong><br />

gracia sea con vosotros”.<br />

Parece como si estas últimas líneas fueran una breve esquela, que acompaña el<br />

envío del escrito mayor.<br />

se trata de un bello sermón cristiano, que fue compuesto por<br />

un apóstol itinerante –en Hebreos 13,17-18 se ve que no se sitúa entre <strong>los</strong><br />

«dirigentes» de la comunidad a la que escribe– y que fue enviado a unos<br />

cristianos alejados. Con esta ocasión se añadieron algunas frases epistolares al<br />

final. <strong>La</strong> primera de esas frases (Hebreos 13,22) parece confirmar que todo lo<br />

anterior es un sermón, puesto que ruega a <strong>los</strong> hermanos “que acepten esta<br />

exhortación”.<br />

Según VANHOYE 2<br />

El texto es considerado hoy día por un largo sermón seguido por una breve<br />

esquela de envío.<br />

2 Albert VANHOYE, “<strong>Hebreos”</strong>, en: W. FARMER et al. (edts.), Comentario Bíblico Internacional, Navarra<br />

(Verbo Divino 1999), 1608.<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

El manejo de la Escritura<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

Hebreos revela una manera muy peculiar de manejar <strong>los</strong> textos bíblicos.<br />

Se caracteriza por realizar un tipo de exégesis “erudita”, típica de <strong>los</strong> ambientes<br />

cultos alejandrinos.<br />

Sin llegar a una estricta exégesis alegórica, al estilo de Filón de Alejandría 3<br />

, al<br />

menos se observa claramente un trasfondo de pensamiento y de argumentación,<br />

que se sirve de determinados esquemas fi<strong>los</strong>óficos –en concreto, del<br />

platonismo, aunque más no sea en una forma “popular”– para leer <strong>los</strong> textos del<br />

Antiguo Testamento como “figuras” (o “tipos”) de una realidad “verdadera”,<br />

“única” que se da en Cristo.<br />

Veamos algunos ejemp<strong>los</strong>:<br />

O SANTUARIO VERDADERO / SOMBRA Y FIGURAS TERRENAS<br />

(Interpretación de Éxodo 25,40 “Fíjate para que lo hagas según <strong>los</strong><br />

mode<strong>los</strong> que te han sido mostrados en el monte”):<br />

Hebreos 8,1-5 “Este es el punto capital de cuanto venimos diciendo, que<br />

tenemos un Sumo Sacerdote tal, que se sentó a la diestra del trono de la<br />

Majestad en <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>, v2 al servicio del santuario y de la Tienda<br />

verdadera (th=j skhnh=j th=j a)lhqinh=j), erigida por el Señor, no por un<br />

hombre. v3 Porque todo Sumo Sacerdote está instituido para ofrecer<br />

dones y sacrificios: de ahí que necesariamente también él tuviera que<br />

ofrecer algo. v4 Pues si estuviera en la tierra, ni siquiera sería<br />

sacerdote, habiendo ya quienes ofrezcan dones según la Ley. v5 Estos<br />

dan culto en lo que es sombra y figura (u(podei¿gmati kaiì ski#=) de<br />

realidades celestiales, según le fue revelado a Moisés al emprender la<br />

construcción de la Tienda. Pues dice: Mira, harás todo conforme al<br />

modelo (kata\ to\n tu/pon) que te ha sido mostrado en el monte”.<br />

O SACRIFICIO ÚNICO / SACRIFICIOS REITERADOS<br />

(Reinterpretación del rito del Yom Kippur: Lev 16)<br />

Hebreos 9,1-8 “También la primera Alianza tenía sus ritos litúrgicos y su<br />

santuario terreno. v2 Porque se preparó la parte anterior de la Tienda,<br />

donde se hallaban el candelabro y la mesa con <strong>los</strong> panes de la presencia,<br />

que se llama Santo. v3 Detrás del segundo velo se hallaba la parte de la<br />

3 <strong>La</strong> interpretación alegórica considera que el relato, en realidad quiere decir otra cosa diferente de la que<br />

dice, y es necesario traducirlo, sobre la base de ciertos códigos que el intérprete conoce y que le permiten<br />

leer “de otra manera” y así traducir la intención oculta del autor, intención que normalmente, se traduce en<br />

términos fi<strong>los</strong>óficos.<br />

Por ejemplo, FILÓN comenta el pasaje de la “emigración de Abraham” de Génesis 12,1 de la siguiente<br />

manera:<br />

“El Señor dijo a Abraham: Sal de la tierra, de la parentela, de la habitación de tu padre...” de la<br />

siguiente manera: “Dios quiere purificar el alma humana. Empieza por darle un impulso hacia el<br />

camino de la perfecta salvación; es preciso que deje <strong>los</strong> tres terrenos, el del cuerpo, el de la sensación, el<br />

de la palabra expresada. Porque la tierra debe tomarse como símbolo del cuerpo, la parentela como<br />

símbolo de la sensación, la habitación del padre como símbolo de la palabra....”<br />

(J. CAZEAUX, Filón de Alejandría, Navarra [Verbo Divino, Doc. ent. a la Bib. 9 1984], 21-22).<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

Tienda <strong>llamada</strong> Santo de <strong>los</strong> Santos, v4 que contenía el altar de oro para<br />

el incienso, el arca de la [...] Preparadas así estas cosas, <strong>los</strong> sacerdotes<br />

entran siempre en la primera parte de la Tienda para desempeñar las<br />

funciones del culto. v7 Pero en la segunda parte entra una vez al año, y<br />

solo, el Sumo Sacerdote, y no sin sangre que ofrecer por sí mismo y por<br />

<strong>los</strong> pecados del pueblo. v8 De esa manera daba a entender el Espíritu<br />

Santo que aún no estaba abierto el camino del santuario mientras<br />

subsistiera la primera Tienda”.<br />

Hebreos 9,9-13 “Todo ello es una figura del tiempo presente (hÀtij<br />

parabolh\ ei¹j to\n kairo\n to\n e)nesthko/ta), en cuanto que allí se ofrecen<br />

dones y sacrificios incapaces de perfeccionar en su conciencia al<br />

adorador, v10 y sólo son prescripciones carnales, que versan sobre<br />

comidas y bebidas y sobre abluciones de todo género, impuestas hasta el<br />

tiempo de la reforma. v11 Pero presentóse Cristo como Sumo Sacerdote<br />

de <strong>los</strong> bienes futuros, a través de una Tienda mayor y más perfecta, no<br />

fabricada por mano de hombre, es decir, no de este mundo. v12 Y<br />

penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos<br />

cabríos ni de novil<strong>los</strong>, sino con su propia sangre, consiguiendo una<br />

redención eterna. v13 Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y<br />

la ceniza de vaca santifica con su aspersión a <strong>los</strong> contaminados, en<br />

orden a la purificación de la carne, v14 ¡cuánto más la sangre de Cristo,<br />

que por el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios,<br />

purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a<br />

Dios vivo!”<br />

Hebreos 9,24-28 “Pues no penetró Cristo en un santuario hecho por<br />

mano de hombre (xeiropoi¿hta), en una reproducción del verdadero<br />

(a)nti¿tupa tw½n a)lhqinw½n), sino en el mismo cielo, para presentarse<br />

ahora ante el acatamiento de Dios en favor nuestro, v25 y no para<br />

ofrecerse a sí mismo repetidas veces al modo como el Sumo Sacerdote<br />

entra cada año en el santuario con sangre ajena. v26 Para ello habría<br />

tenido que sufrir muchas veces desde la creación del mundo. Sino que se<br />

ha manifestado ahora una sola vez (aÀpac), en la plenitud de <strong>los</strong> tiempos,<br />

para la destrucción del pecado mediante su sacrificio. v27 Y del mismo<br />

modo que está establecido que <strong>los</strong> hombres mueran una sola vez (aÀpac<br />

a)poqaneiÍn), y luego el juicio, v28 así también Cristo, después de haberse<br />

ofrecido una sola vez para quitar <strong>los</strong> pecados de la multitud (aÀpac<br />

prosenexqeiìj ei¹j to\ pollw½n a)nenegkeiÍn a(marti¿aj), se aparecerá por<br />

segunda vez sin relación ya con el pecado a <strong>los</strong> que le esperan para su<br />

salvación”.<br />

O REPETICIÓN DE SACRIFICIOS INEFICACES / ÚNICO SACRIFICIO DE CRISTO:<br />

Hebreos 10,1-4 “No conteniendo, en efecto, la Ley más que una sombra<br />

de <strong>los</strong> bienes futuros, no la realidad de las cosas, no puede nunca,<br />

mediante unos mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año,<br />

dar la perfección a <strong>los</strong> que se acercan. v2 De otro modo, ¿no habrían<br />

cesado de ofrecer<strong>los</strong>, al no tener ya conciencia de pecado <strong>los</strong> que<br />

ofrecen ese culto, una vez purificados? v3 Al contrario, con el<strong>los</strong> se<br />

renueva cada año el recuerdo de <strong>los</strong> pecados, v4 pues es imposible que<br />

sangre de toros y machos cabríos borre pecados”.<br />

Hebreos 10,12-14 “Él, por el contrario, habiendo ofrecido por <strong>los</strong><br />

pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre,<br />

v13 esperando desde entonces hasta que sus enemigos sean puestos por<br />

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CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

escabel de sus pies. v14 En efecto, mediante una sola oblación ha<br />

llevado a la perfección para siempre a <strong>los</strong> santificados”.<br />

Hay un único Sumo Sacerdote verdadero que entra en el único Santuario<br />

verdadero, donde está el verdadero Santo de <strong>los</strong> Santos, con su propia sangre, y<br />

consigue la remisión de <strong>los</strong> pecados mediante un único sacrificio, hecho una<br />

vez y para siempre.<br />

También se encuentran meditaciones considerablemente largas sobre textos o figuras bíblicas:<br />

EL SACERDOCIO DE CRISTO<br />

El midra$ de Hebreos 3,7-4,11 sobre el Salmo 95 sobre el pueblo de Dios<br />

peregrinante.<br />

Hebreos 11, donde aparece un catálogo de figuras del Antiguo Testamento, en<br />

su mayoría orientado a ilustrar lo que significa «la fe» y que comienzo en el v1<br />

con una verdadera definición del tema clave de esta sección.<br />

Si bien para nosotros hoy día, pensar en el sacerdocio de Cristo no ofrece<br />

dificultad alguna, en el siglo I y en el ámbito judío el tema no era tan sencillo:<br />

1. Porque el sacerdote cumplía una función muy específica en el mundo<br />

judío de la época de Jesús: realizar <strong>los</strong> sacrificios en el Templo, cosa que<br />

Cristo nunca hizo.<br />

2. Porque sólo podían ser sacerdotes <strong>los</strong> miembros de determinadas<br />

familias, descendientes de la tribu de Leví, y Cristo era de la tribu de<br />

Judá, como era manifiesto para todos, y también para el autor de<br />

Hebreos 4<br />

.<br />

¿Cómo plantear en ese ámbito cultural concreto, sobre la base de las Escrituras,<br />

el tema del sacerdocio en general –tema de enorme importancia en todo el<br />

Antiguo Testamento 5<br />

puesto que se trata de la relación del pueblo con Dios– y<br />

del sacerdocio de Cristo en particular?<br />

¿Que relación hay entre la institución sacerdotal y el misterio de Cristo?<br />

El autor de Hebreos está convencido de que Cristo es el único sacerdote<br />

perfecto, y se hace cargo del desafío teológico de demostrarlo. Sólo que Cristo<br />

es sacerdote de una manera imprevista, desconcertante, innovadora.<br />

<strong>La</strong> primera vez que el autor de Hebreos habla del sacerdocio de Cristo es al<br />

final del capítulo 2, un texto “bisagra” entre la primera parte de la carta<br />

(Hebreos 1,5-2,18, de cristología general) y a la segunda parte (Hebreos 3,1-<br />

5,10, de cristología sacerdotal):<br />

4 Hebreos 7,13 “Pues aquel de quien se dicen estas cosas, pertenecía a otra tribu, de la cual nadie sirvió<br />

al altar. v14 Y es bien manifiesto que nuestro Señor procedía de Judá, y a esa tribu para nada se refirió<br />

Moisés al hablar del sacerdocio”.<br />

5 Incluso en el ámbito de las expectativas “mesiánicas”. Los hebreos no esperaban para <strong>los</strong> últimos<br />

tiempos sólo a un Mesías davídico sino que había textos que anunciaban también a “el” Profeta (el<br />

anunciado en Deuteronomio 18,15-19) y al “Sacerdote Ungido” (Jeremías 33,18.21; Zacarías 6,1), espera<br />

explícitamente testimoniada en <strong>los</strong> textos de Qumrán.<br />

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Hebreos 2,17-18 “ [pisto.j = “digno de fe”] Por eso tuvo que asemejarse en<br />

todo a sus hermanos, para ser misericordioso y Sumo Sacerdote fiel en lo que<br />

toca a Dios, en orden a expiar <strong>los</strong> pecados del pueblo. v18 Pues, habiendo sido<br />

probado en el sufrimiento, puede ayudar a <strong>los</strong> que se ven probados”.<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

El autor introduce dos innovaciones que es preciso considerar:<br />

≡ Aplica a Cristo el título de “Sumo Sacerdote”<br />

≡ Elabora un nuevo concepto de sacerdote<br />

Ningún texto del Nuevo Testamento –fuera de Hebreos– le aplica a Cristo el<br />

título de Sacerdote o de Sumo Sacerdote. Y esto es comprensible: a primera<br />

vista no se percibía ninguna relación entre la existencia de Jesús y la institución<br />

sacerdotal tal como se la entendía en el Antiguo Testamento:<br />

Ni persona de Jesús se presentó con carácter sacerdotal ni su ministerio fue de<br />

índole sacerdotal. Más bien, y en consonancia con la predicación de <strong>los</strong><br />

profetas, Jesús se mostró muy crítico con relación a una concepción “ritualista”<br />

de la existencia (cf. Marcos 7,14-23; Mateo 9,13; 12,7).<br />

NI SIQUIERA LA MUERTE DE JESÚS TUVO EL ASPECTO DE UN SACRIFICIO RITUAL.<br />

No estuvo rodeado de ceremonias sagradas sino que fue lisa y llanamente una<br />

ejecución. Jesús fue sentenciado a muerte y ajusticiado entre ladrones fuera de<br />

la ciudad santa.<br />

Ahora bien, para poder aplicarle a Cristo el título de Sumo Sacerdote había que<br />

“transformar” el concepto de “sacerdocio”…<br />

UN NUEVO CONCEPTO DE SACERDOTE<br />

Cercanía, compasión, credibilidad<br />

Jesucristo, cercano a <strong>los</strong> hombres<br />

“... tenía que hacerse en todo semejante a sus hermanos” (Hebreos 2,17)<br />

Como condición para llegar al Sumo Sacerdocio se exige de Cristo una total<br />

asimilación a <strong>los</strong> demás hombres. Ni la tradición bíblica antigua ni la historia<br />

más cercana del pueblo de Dios educaba las mentes hacia una exigencia de ese<br />

tipo. Lejos de hablar de semejanza o de asimilación, <strong>los</strong> textos del Antiguo<br />

Testamento subrayan más bien la necesidad de una distinción y separación.<br />

Para entrar en contacto con las realidades sagradas <strong>los</strong> levitas están<br />

«puestos aparte»: el<strong>los</strong> no tienen heredad propia entre <strong>los</strong> hijos de Israel<br />

(Números 18,23); el censo de el<strong>los</strong> es hecho por separado (Números<br />

3,15; 26,62).<br />

Para Aarón y sus hijos la separación aparece todavía más remarcada, más<br />

insistente, mediante ritos de purificación, de consagración (cf. por<br />

ejemplo, Éxodo 28,29; 40,13-15; Levítico 8).<br />

Mantener la “santidad” del sacerdocio implicaba velar por el mantenimiento de<br />

las “separaciones” entre <strong>los</strong> sacerdotes y el mundo profano. Exigir del Sumo<br />

194<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

Sacerdote una total identificación y semejanza con <strong>los</strong> demás miembros del<br />

pueblo resultaba incompatible con la idea de la justa dignidad del sacerdocio 6<br />

.<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

Más bien <strong>los</strong> sacerdotes aparecían elevados, superiores, por encima de<br />

<strong>los</strong> demás (cf. Sirácida 45,6: “Dios «exaltó» a Aarón”). El sacerdocio <strong>los</strong><br />

convertía en diferentes a todos <strong>los</strong> hombres, no se mezclaban con las<br />

otras tribus, vestían diferente, con pompa y esplendor (cf. Sirácida 45,7-<br />

13; 50,5-11). Para avanzar hacia el santuario debían hacerlo so<strong>los</strong><br />

(Levítico 16,17; Hebreos 9,7).<br />

No sólo la santidad del sacerdocio se expresaba por medio de la<br />

separación entre familias sacerdotales y no sacerdotales sino que la<br />

santificación misma se entendía como algo a lograr por medio de<br />

distancias y separaciones.<br />

Cristo recorre su camino en dirección diametralmente opuesta, renunciando a<br />

todo privilegio y en la humillación más extrema de su muerte en cruz. Haciendo<br />

suya hasta el fondo la condición de hombre, aceptando la plena comunión de<br />

destino con sus hermanos realizó lo que <strong>los</strong> ritos antiguos buscaban inútilmente<br />

obtener mediante las separaciones rituales: la elevación del hombre hasta Dios<br />

(Hebreos 2,9).<br />

<strong>La</strong>s separaciones rituales han sido sustituidas por el sufrimiento redentor del<br />

Hijo preexistente, que venció el pecado y derribó así las barreras que separaban<br />

a <strong>los</strong> hombres de Dios (Hebreos 10,19-20).<br />

Jesucristo, digno de fe: Hebreos 3,1-4,14<br />

“...Sumo Sacerdote fiel [pisto.j = “digno de fe”] en lo que toca a Dios” (Hebreos 2,17)<br />

Se refiere a la autoridad de su palabra, y es uno de <strong>los</strong> aspectos específicos del<br />

sacerdocio antiguo: el deber de hablar en nombre de Dios, su función de<br />

enseñar. El sacerdote debía hablar en nombre de Dios, debía enseñar, es decir,<br />

debía indicar a <strong>los</strong> fieles la voluntad de Dios, responder con autoridad divina a<br />

quien iba a consultar a Dios, a quien quisiera conocer <strong>los</strong> caminos del Señor 7<br />

.<br />

No comprender esta dimensión del sacerdocio produce un concepto defectuoso<br />

de la función sacerdotal.<br />

El autor de Hebreos invita a “considerar a Jesús... que es digno de fe, como<br />

Moisés en toda su casa” (Hebreos 3,2). El tema de la “autoridad de la Palabra”<br />

y el de la “posición en la casa” pertenecen ambos al esquema de mediación<br />

sacerdotal.<br />

6 El fin principal del sacerdocio ha sido siempre la función mediadora entre Dios y <strong>los</strong> hombres. Esa<br />

mediación requiere de parte del (sumo) sacerdote una doble relación; con Dios y con <strong>los</strong> hombres. En el<br />

sacerdocio antiguo la relación con <strong>los</strong> hombres no era ningún problema, dado que el (sumo) sacerdote era<br />

hombre como todos <strong>los</strong> demás, con sus mismas debilidades y problemas. Por eso, la atención no recaía en<br />

esta segunda relación sino que la atención estaba puesta por completo en la primera, que se pretendía<br />

establecer y mantener. <strong>La</strong>s ceremonias rituales se practicaban con este fin: poner al (sumo) sacerdote en<br />

relación con Dios, elevarlo hasta Dios, hacerlo agradable a Dios. No se podía concebir el acercamiento a<br />

Dios sin la separación de las cosas terrestres, de lo no-Dios.<br />

7 Cf. Deuteronomio 33,9-13.8-10; Malaquías 2,7. Este aspecto era muy importante en el AT: <strong>los</strong> profetas<br />

reprendían a <strong>los</strong> sacerdotes cuando no cumplían ese deber (cf. Malaquías, Oseas).<br />

195<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

El sacerdote es un hombre que, gracias a <strong>los</strong> sacrificios, puede entrar en la casa<br />

de Dios, tiene un lugar privilegiado en la casa de Dios, y puede por tanto<br />

escuchar a Dios y llevar después la Palabra de Dios, la respuesta de Dios a un<br />

pueblo que no está en situación de entrar en el corazón del Templo ni de oír la<br />

Palabra de Dios directamente.<br />

Moisés es digno de fe en toda su casa como servidor, mientras que Cristo lo es<br />

como Hijo, constituido con poder sobre su casa. “Y esa casa somos nosotros...”<br />

(Hebreos 3,6).<br />

Jesucristo misericordioso: Hebreos 4,15-5,10 8<br />

“...para ser misericordioso...” (Hebreos 2,17)<br />

En este punto es donde se hace más evidente el contraste entre Cristo y el<br />

sacerdocio del Antiguo Testamento. Se puede ver con claridad en varios textos<br />

del Antiguo Testamento que se exige como fundamento del sacerdocio posturas<br />

de extrema severidad, mostrando coraje al alzarse contra <strong>los</strong> pecadores, y no de<br />

misericordia:<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

1. Cuando el pueblo en el desierto se fabricó el “becerro de oro”, Moisés<br />

ordena a <strong>los</strong> levitas que se habían agrupado en torno a él atacar sin<br />

piedad y matar a hermanos, amigos y parientes:<br />

Éxodo 32,25-27 “Vio Moisés al pueblo desenfrenado –pues Aarón les<br />

había permitido entregarse a la idolatría en medio de sus adversarios–<br />

v26 y se puso Moisés a la puerta del campamento, y exclamó: «¡A mí <strong>los</strong><br />

de Yahveh!» y se le unieron todos <strong>los</strong> hijos de Leví. v27 El les dijo: «Así<br />

dice Yahveh, el Dios de Israel: Cíñase cada uno su espada al costado;<br />

pasad y repasad por el campamento de puerta en puerta, y matad cada<br />

uno a su hermano, a su amigo y a su pariente”.<br />

Tan pronto como la orden fue cumplida (Éxodo 32,28), Moisés les dice:<br />

“Hoy habéis recibido la investidura como sacerdotes de Yahveh, cada<br />

uno a costa de vuestros hijos y vuestros hermanos, para que él os dé hoy<br />

la bendición” (Éxodo 32,29).<br />

2. Promediando la travesía por el desierto, el pueblo, arrastrado por las hijas<br />

de Moab, se adhirió a Baal en Peor. El Señor ordena acabar con <strong>los</strong> jefes<br />

del pueblo y con todos <strong>los</strong> que adhirieron a Baal. En ese momento un<br />

israelita presenta en el campamento a una mujer moabita:<br />

Números 25,7-9 “Al ver<strong>los</strong> Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote<br />

Aarón, se levantó de entre la comunidad, lanza en mano, v8 entró tras el<br />

hombre a la alcoba y <strong>los</strong> atravesó a <strong>los</strong> dos, al israelita y a la mujer, por<br />

el bajo vientre...”<br />

Inmediatamente tras su enérgica intervención, Pinjás recibe la dignidad<br />

sacerdotal:<br />

Números 25,10-13 “Yahveh habló a Moisés y le dijo: v11 «PINJÁS, hijo<br />

de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha aplacado mi furor contra <strong>los</strong><br />

israelitas, porque él ha sido, de entre vosotros, el que ha sentido celo<br />

8 Cf. A. VANHOYE, <strong>La</strong> Cristología sacerdotal de la carta a <strong>los</strong> Hebreos, Buenos Aires (Conferencia<br />

Episcopal Argentina 1997), 59-83.<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

por mí; por eso no he acabado con <strong>los</strong> israelitas a impulso de mis ce<strong>los</strong>.<br />

v12 Por eso digo: Le concedo a él mi alianza de paz. v13 Habrá para él<br />

y para su descendencia después de él una alianza de sacerdocio<br />

perpetuo. En recompensa de haber sentido celo por su Dios, celebrará el<br />

rito de expiación sobre <strong>los</strong> israelitas»“ 9<br />

.<br />

3. <strong>La</strong> bendición ofrecida a la tribu de Leví confirma esta perspectiva:<br />

Deuteronomio 33,8-11 “Para Leví dijo: Dale a Leví tus Urim y tus<br />

Tummim al hombre de tu agrado, a quien probaste en Massá, con quien<br />

querellaste en las aguas de Meribá, v9 el que dijo de su padre y de su<br />

madre: «No <strong>los</strong> he visto». El que no reconoce a sus hermanos y a sus<br />

hijos ignora. Pues guardan tu palabra, y tu alianza observan. v10 El<strong>los</strong><br />

enseñan tus normas a Jacob y tu Ley a Israel; ofrecen incienso ante tu<br />

rostro, y perfecto sacrificio en tu altar. v11 Bendice, Yahveh, su vigor, y<br />

acepta la obra de sus manos. Rompe <strong>los</strong> lomos a sus adversarios y a sus<br />

enemigos, que no se levanten”.<br />

El sacerdocio “antiguo” lleva consigo la ruptura de todos <strong>los</strong> víncu<strong>los</strong><br />

familiares. Se pone de relieve una total adhesión a Dios y parece que esa<br />

adhesión lleva consigo excluir toda piedad hacia <strong>los</strong> demás.<br />

Pero con Cristo todo cambia...<br />

No llega al sacerdocio descargando la cólera contra nosotros sino asociando de<br />

la manera más estrecha posible su suerte a la nuestra. <strong>La</strong> obediencia de Cristo<br />

al Padre –lejos de exigir la ruptura de toda unión con <strong>los</strong> hombres– lo va<br />

conduciendo por el camino de la misericordia. Cristo alcanzó su posición<br />

gloriosa no sólo sin necesidad de separarse de <strong>los</strong> demás hombres sino más aún,<br />

forzando hasta el máximo su solidaridad con el<strong>los</strong>. El don de sí, llevado al<br />

extremo, ha sustituido a todos <strong>los</strong> demás sacrificios rituales.<br />

Los sacerdotes antiguos sólo podían expiar <strong>los</strong> pecados cometidos por<br />

ignorancia:<br />

Números 15,22-31 «Cuando por inadvertencia no cumpláis alguno de estos<br />

preceptos que Yahveh ha comunicado a Moisés, v23 algo de lo que os ha<br />

mandado Yahveh por medio de Moisés, desde que Yahveh lo ordenó en<br />

adelante, por todas vuestras generaciones, v24 en el caso de que la<br />

inadvertencia se haya cometido por descuido de la comunidad, toda la<br />

comunidad ofrecerá un novillo en holocausto, como calmante aroma para<br />

Yahveh, con su correspondiente oblación y libación según costumbre, y un<br />

macho cabrío en sacrificio por el pecado. v25 El sacerdote expiará por toda la<br />

comunidad de <strong>los</strong> israelitas, y se les perdonará, porque ha sido un descuido.<br />

[...] v30 Pero el que obra con descaro, sea ciudadano o forastero, ultraja a<br />

Yahveh. Tal individuo será extirpado de su pueblo, v31 por haber despreciado<br />

la palabra de Yahveh, quebrantado su mandato. Será exterminado tal<br />

individuo: su pecado pesa sobre él».<br />

El Antiguo Testamento distingue entre pecados “por ignorancia” y pecados “a<br />

mano alzada”, esto es, transgresiones totalmente voluntarias. <strong>La</strong> expiación<br />

9 Sirácida 45,23-24 “Pinjás, hijo de Eleazar, tercero en gloria, porque fue ce<strong>los</strong>o del temor del Señor, y<br />

se mantuvo firme en la revuelta del pueblo por la energía de su alma resuelta, y obtuvo así el perdón<br />

para Israel. v24 Por eso se hizo con él una alianza de paz, de presidir el santuario y a su pueblo, para<br />

que le tocara a él y a su linaje la dignidad del sumo sacerdocio por <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>”.<br />

197<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

El orden de Melquisedek<br />

10<br />

sacrificial no podía hacerse por estas segundas. El rebelde debía morir<br />

(Números 15,30-31).<br />

Hebreos 5,1-4 “Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de entre <strong>los</strong> hombres y<br />

está puesto en favor de <strong>los</strong> hombres en lo que se refiere a Dios para ofrecer<br />

dones y sacrificios por <strong>los</strong> pecados; v2 y puede sentir compasión (metriopaqei?n<br />

duna/menoj) 10 hacia <strong>los</strong> ignorantes y extraviados, por estar también él envuelto<br />

en flaqueza (e)peiì kaiì au)to\j peri¿keitai a)sqe/neian). v3 Y a causa de esa misma<br />

(flaqueza) debe ofrecer por <strong>los</strong> pecados propios igual que por <strong>los</strong> del pueblo 11<br />

v4 Y nadie se arroga tal dignidad, sino el llamado por Dios, lo mismo que<br />

Aarón”<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

(Cf. Éxodo 28,1; cf. Números 16,5-7s, la rebelión de Coré)”.<br />

En el Antiguo Testamento, <strong>los</strong> sacerdotes son pecadores, pero, a pesar de ello,<br />

no tienen compasión con <strong>los</strong> pecadores. Cristo, por el contrario, no tiene<br />

pecado, pero está lleno de misericordia para con <strong>los</strong> pecadores.<br />

Cristo no se apropió de la gloria del sacerdocio (“no se glorificó a así mismo”)<br />

sino el que le dijo: «Hijo mío eres tú, yo te he engendrado hoy », también en<br />

otro lugar dice: «Tú eres sacerdote según el orden de Melquisedek» (Hebreos<br />

5,5-6; cf. 7,17).<br />

Para afirmar el carácter mesiánico de Cristo, el Nuevo Testamento recurre<br />

numerosas veces al Salmo 110 12<br />

: El autor de Hebreos sólo leyó el vs. 4 del<br />

salmo:<br />

Salmo 110,1 “Oráculo de Yahveh a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que<br />

yo haga de tus enemigos el estrado de tus pies. v2 El cetro de tu poder lo<br />

metriopaqei?n duna/menoj = “ser capaz de” “poner medida a su pasión”. A. VANHOYE –<strong>La</strong> cristología<br />

sacerdotal de la Carta a <strong>los</strong> Hebreos, 66– afirma claramente que Hebreos 5,1-4 “define” el sacerdocio,<br />

apuntando a su plena realización en Cristo: “El recurso lleno de confianza a Cristo sumo sacerdote (4,16)<br />

viene justificado por una reflexión entorno al sacerdocio y a su actualización en Cristo. <strong>La</strong> exposición se<br />

divide claramente en dos partes: 1. Definición de sumo sacerdote (5,1-4). 2. Aplicación a Cristo (5,5-10)”.<br />

Nuestra sugerencia consiste en considerar la posibilidad de que el párrafo 5,5-10 quiera destacar en<br />

realidad que Cristo no es como <strong>los</strong> sacerdotes antiguos descriptos en 5,1-4.<br />

11 Cf. las leyes que prescriben ofrecer sacrificios por <strong>los</strong> propios pecados de <strong>los</strong> sacerdotes:<br />

<strong>La</strong> ley de la consagración de Aarón:<br />

Levítico 9,7 “Después Moisés dijo a Aarón: «Acércate al altar, ofrece tu sacrificio por el pecado y tu<br />

holocausto, y haz la expiación por ti mismo y por tu casa; presenta también la ofrenda del pueblo y haz<br />

la expiación por el<strong>los</strong>, como Yahveh lo ha prescrito»“.<br />

En la ceremonia del Kippur, el primer sacrificio prescripto es para expiar el pecado del sumo sacerdote:<br />

Levítico 16,<strong>6.</strong>11 “Después de ofrecer su novillo por el pecado como expiación por sí mismo y por su<br />

casa, v7 tomará Aarón <strong>los</strong> dos machos cabríos y <strong>los</strong> presentará ante Yahveh, a la entrada de la Tienda<br />

del Encuentro... “ 16,11 “Entonces ofrecerá Aarón su novillo por el pecado para hacer expiación por sí<br />

mismo y por su casa, y lo inmolará”.<br />

Si el sacerdote peca:<br />

Levítico 4,3-12 “Si el que peca es el sacerdote ungido, haciendo culpable al pueblo, entonces ofrecerá a<br />

Yahveh por el pecado que ha cometido un novillo sin defecto, como sacrificio por el pecado. v4 Llevará<br />

el novillo a la entrada de la tienda del Encuentro ante Yahveh, impondrá la mano sobre la cabeza del<br />

novillo y lo inmolará ante Yahveh. [...] v12 ...lo sacará fuera del campamento, a un lugar puro, al<br />

vertedero de las cenizas. Lo quemará con fuego de leña; será quemado en el vertedero de las cenizas”.<br />

12 Mt 22, 41-46; Mt 26, 64; Hech 2, 34-35; Rom 8, 34; 1 Cor 15, 25-26; Ef 1, 20; Col 3, 1; 1 Pe 3, 22.<br />

198<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

extenderá Yahveh desde Sión: ¡domina en medio de tus enemigos! v3 Para ti el<br />

principado el día de tu nacimiento, en esplendor sagrado desde el seno, desde<br />

la aurora de tu juventud. v4 Lo ha jurado Yahveh y no ha de retractarse: «Tú<br />

eres por siempre sacerdote, según el orden de Melquisedec»“.<br />

Todo el capítulo 7 de Hebreos es un comentario al vs. 4 del Salmo 110, en base<br />

a Génesis 14 (cf. Hebreos 7, 1-10). Melquisedek es un sacerdote al que<br />

Abraham mismo –y, en él, en cierta forma, también Leví– pagó el “diezmo”:<br />

Hebreos 7,9-10 “Y, en cierto modo, hasta el mismo Leví, que percibe <strong>los</strong><br />

diezmos, <strong>los</strong> pagó por medio de Abraham, v10 pues ya estaba en las entrañas<br />

de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro”.<br />

Un sacerdocio sin genealogía, ni comienzo ni fin de días, un sacerdocio<br />

perpetuo:<br />

Hebreos 7,3 “...sin padre, ni madre, ni genealogía, sin comienzo de días, ni fin<br />

de vida, asemejado al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre”.<br />

Hebreos 7,23-25 “Además, aquel<strong>los</strong> sacerdotes fueron muchos, porque la<br />

muerte les impedía perdurar. v24 Pero éste posee un sacerdocio perpetuo<br />

porque permanece para siempre. v25 De ahí que pueda también salvar<br />

perfectamente a <strong>los</strong> que por él se llegan a Dios, ya que está siempre vivo para<br />

interceder en su favor”.<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

Un sacerdocio otorgado por un juramento de Dios:<br />

Hebreos 7,20-22 “Y por cuanto no fue sin juramento - pues <strong>los</strong> otros fueron<br />

hechos sacerdotes sin juramento, v21 mientras éste lo fue bajo juramento por<br />

Aquel que le dijo: «Juró el Señor y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para<br />

siempre» - v22 por eso, de una mejor Alianza resultó fiador Jesús”.<br />

El pecado después del bautismo<br />

Junto a esta magnífica presentación de la dimensión sacerdotal de la redención<br />

de Cristo, Hebreos presenta algunos párrafos que, sacados de contexto y leídas<br />

en forma aislada, fueron utilizados para sostener una herejía de tipo<br />

extremadamente rigorista, que negaban todo tipo de posibilidad de penitencia y<br />

perdón una vez recibido el bautismo. El que peca (gravemente) después de<br />

haber recibido el bautismo, queda condenado. Así, por ejemplo:<br />

NOVACIANO, quien, hacia el 250 d.C., tras romper la comunión con la Iglesia,<br />

buscó justificar su rotura mediante un concepto de Iglesia según el cual, en una<br />

Iglesia de <strong>los</strong> santos, no hay ni puede haber lugar para quien peca gravemente,<br />

por muy dispuesto que esté a la expiación y a la penitencia. Él y sus seguidores<br />

se consideraban a sí mismos como la Iglesia de “<strong>los</strong> puros”.<br />

Lo mismo TERTULIANO, en su etapa “montanista”, niega a la Iglesia el poder de<br />

perdonar <strong>los</strong> pecados:<br />

“Ese sumo pontífice, ese obispo de obispos (el papa Ceferino o Calixto),<br />

promulga ahora un edicto: «Yo absuelvo <strong>los</strong> pecados de adulterio y de<br />

fornicación a todos <strong>los</strong> que hayan hecho penitencia». ¡Qué edicto! No se podrá<br />

inscribir en él: ¡Para vuestro bien! ¿Y dónde se pondrá este regalo? ¡Pienso<br />

que en las puertas de <strong>los</strong> lupanares, debajo de <strong>los</strong> letreros de las casas de<br />

libertinaje! Este jaez de “penitencia” debiera proclamarse en el mismo lugar<br />

199<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

en que se comete el pecado. Este perdón debiera estar a la vista en <strong>los</strong> lugares<br />

a <strong>los</strong> que <strong>los</strong> hombres entrarán con la esperanza de obtenerlo. ¡Más no! Este<br />

edicto es leído en las iglesias, es pronunciado en la Iglesia, en la Iglesia que es<br />

virgen. Ojalá que esta proclamación esté bien alejada de la que es esposa de<br />

Cristo... 13<br />

“<br />

“Hay ciertos pecados cotidianos en <strong>los</strong> que todos caemos. ¿Quién puede<br />

escapar a pecados como un movimiento de ira irrazonable... o un acto de<br />

violencia física, o una calumnia impensada, o una blasfemia inconsciente, un<br />

faltar a lo prometido o una mentira proferida por vergüenza o compulsión? En<br />

nuestros negocios, en el trabajo de cada día, en aquello con que ganamos<br />

nuestro sustento, en lo que vemos u oímos, nos encontramos con poderosas<br />

tentaciones. Si no hubiera perdón para ese género de faltas, nadie alcanzaría<br />

la salvación. Estas faltas serán perdonadas por la intercesión de Cristo ante el<br />

Padre. Pero hay otros pecados de naturaleza muy distinta, demasiado graves y<br />

demasiado perniciosos para que puedan ser perdonados. Tales son el asesinato<br />

y la idolatría, el fraude, el renegar de la fe, la blasfemia y, naturalmente, el<br />

adulterio y la fornicación y cualquier género de violación del «templo de<br />

Dios». Cristo ya no intercederá por estos pecados: el que ha nacido de Dios no<br />

<strong>los</strong> cometerá jamás, y si <strong>los</strong> ha cometido, no será un hijo de Dios» 14<br />

“.<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

¿Cuáles son las afirmaciones de Hebreos que parecen apoyar esta postura?<br />

Hebreos 6,4-6 “Porque es imposible que cuantos fueron una vez iluminados,<br />

gustaron el don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, v5<br />

saborearon las buenas nuevas de Dios y <strong>los</strong> prodigios del mundo futuro, v6 y a<br />

pesar de todo cayeron, se renueven otra vez mediante la penitencia, pues<br />

crucifican por su parte de nuevo 15<br />

al Hijo de Dios y le exponen a pública<br />

infamia”.<br />

Hebreos 10,26-29 “Porque si voluntariamente pecamos después de haber<br />

recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio por <strong>los</strong><br />

pecados, v27 sino la terrible espera del juicio y la furia del fuego pronto a<br />

devorar a <strong>los</strong> rebeldes. v28 Si alguno viola la Ley de Moisés es condenado a<br />

muerte sin compasión, por la declaración de dos o tres testigos. v29 ¿Cuánto<br />

más grave castigo pensáis que merecerá el que pisoteó al Hijo de Dios, y tuvo<br />

como profana la sangre de la Alianza que le santificó, y ultrajó al Espíritu de<br />

la gracia?”<br />

¿Cómo hay que entender estos pasajes? ¿Tienen razón <strong>los</strong> que niegan la<br />

posibilidad de la penitencia y el perdón a <strong>los</strong> que pecan gravemente después del<br />

bautismo 16<br />

?<br />

13 TERTULIANO, De Pudicitia 1 (citado por José VIVES, Los Padres de la Iglesia, Barcelona, 1971, 408-<br />

409).<br />

14 TERTULIANO, De Pudicitia, 19 (citado por José VIVES, ibid.).<br />

15 Hebreos 6,6 pa/lin a)nakaini¿zein ei¹j meta/noian, , a)nastaurou=ntaj e(autoiÍj to\n ui¸o\n tou= qeou=<br />

kaiì paradeigmati¿zontaj<br />

¿Dónde va la “coma”? Si no ponemos la coma después de ei¹j meta/noian sino antes, cambia el sentido, y la<br />

frase se puede entender en este sentido: no pueden renovarse volviendo a crucificar para la conversión de<br />

el<strong>los</strong> mismos al Hijo de Dios, no pueden volver a hacer otro sacrificio.<br />

16 En general, la postura de <strong>los</strong> textos neotestamentarios con relación a <strong>los</strong> que pecan gravemente dentro<br />

de la comunidad es muy dura; cf. 1 Juan 5,16-17 Si alguno ve que su hermano comete un pecado que no<br />

es de muerte, pida y le dará vida –a <strong>los</strong> que cometan pecados que no son de muerte pues hay un pecado<br />

200<br />

200


INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

- Hay que tener en cuenta en primer lugar la forma en que lee el AT: así<br />

como Cristo es el verdadero Sumo Sacerdote, en contraposición a <strong>los</strong><br />

sacerdotes antiguos, así también la muerte de Cristo es el único sacrificio<br />

válido para la remisión de <strong>los</strong> pecados, en contraposición a todo el culto<br />

sacrificial y las ofrendas ineficaces de la Antigua Alianza.<br />

- Además, hay que tener en cuenta el contexto general de <strong>los</strong> destinatarios:<br />

al leer la obra, se nota que el autor se dirige a una comunidad que, desde<br />

hace tiempo, está sufriendo persecuciones y luchas, sobre todo, por <strong>los</strong><br />

apremiantes llamamientos que hace a mantener una fe inquebrantable, y<br />

está a punto de ser vencida por el cansancio y el desgaste de <strong>los</strong><br />

sufrimientos:<br />

Hebreos 10,32-39 “Traed a la memoria <strong>los</strong> días pasados, en que después<br />

de ser iluminados, hubisteis de soportar un duro y doloroso combate,<br />

v33 unas veces expuestos públicamente a ultrajes y tribulaciones; otras,<br />

haciéndoos solidarios de <strong>los</strong> que así eran tratados. v34 Pues<br />

compartisteis <strong>los</strong> sufrimientos de <strong>los</strong> encarcelados; y os dejasteis<br />

despojar con alegría de vuestros bienes, conscientes de que poseíais una<br />

riqueza mejor y más duradera. v35 No perdáis ahora vuestra confianza,<br />

que lleva consigo una gran recompensa. v36 Necesitáis paciencia en el<br />

sufrimiento para cumplir la voluntad de Dios y conseguir así lo<br />

prometido. v37 Pues todavía “un poco, muy poco tiempo; y el que ha de<br />

venir vendrá sin tardanza”. v38 “Mi justo vivirá por la fe”; mas si es<br />

cobarde, mi alma no se complacerá en él. v39 Pero nosotros no somos<br />

cobardes para perdición, sino creyentes para salvación del alma”.<br />

En este contexto, el autor tiene en la mira el grave peligro de que muchos en la<br />

comunidad caigan en la apostasía. El “pecado” al que se refiere es<br />

concretamente ese, y por eso, lo califica como irreparable: el apóstata es el que<br />

rechaza a Cristo y, con ello, a su sacrificio redentor:<br />

Hebreos 10, 26 “Porque si voluntariamente pecamos (= apostatamos) después<br />

de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio<br />

por <strong>los</strong> pecados” porque el único sacrificio eficaz para la remisión de <strong>los</strong><br />

pecados, es el sacrificio de Cristo. Cristo y su obra redentora son <strong>los</strong> únicos<br />

medios de salvación:<br />

Hebreos 10,1-2 “No conteniendo, en efecto, la Ley más que una sombra de <strong>los</strong><br />

bienes futuros, no la realidad de las cosas, no puede nunca, mediante unos<br />

mismos sacrificios que se ofrecen sin cesar año tras año, dar la perfección a<br />

<strong>los</strong> que se acercan. v2 De otro modo, ¿no habrían cesado de ofrecer<strong>los</strong>...?”<br />

Entonces, lo que quiere decir es que nadie puede renovarse mediante la<br />

conversión, mediante la penitencia si rechaza a Cristo, si apostata.<br />

Datos de la tradición acerca<br />

de su eventual autor y de su aceptación<br />

<strong>La</strong> discusión acerca del autor y de la aceptación de este texto es muy antigua:<br />

que es de muerte, por el cual no digo que pida–. v17 Toda iniquidad es pecado, pero hay pecado que no es<br />

de muerte.<br />

201<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

17 Cf. 2 Corintios 11,<strong>6.</strong><br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

<strong>La</strong> primera vez que se la menciona es hacia el año 200, en el texto de<br />

TERTULIANO antes citado: De Pudicitia 20. Allí, la atribuye a Bernabé:<br />

“Dice Bernabé en la carta a <strong>los</strong> Hebreos...”<br />

No figura en el Canon de Muratori. Si la encontramos en el P 66<br />

Eusebio de Cesarea comenta respecto a Hebreos:<br />

• HE III, 3, 5 “Pero las catorce Epístolas son claras y evidentemente de<br />

Pablo, aunque no sería justo olvidar que algunos no han aceptado la<br />

Epístola a <strong>los</strong> Hebreos arguyendo que la iglesia de Roma niega que sea<br />

de Pablo. En el momento conveniente explicaré lo que comentaron<br />

acerca de esta epístola <strong>los</strong> autores anteriores a nosotros [...]”.<br />

En HE III, 38 comenta “Acerca de la carta de Clemente Romano y de <strong>los</strong><br />

textos que se le atribuyen falsamente”:<br />

1. [...] Clemente, en la carta que todos admiten, la cual redactó en<br />

representación de la iglesia de Roma a la de Corinto. En esta<br />

carta expone muchos conceptos de la Epístola a <strong>los</strong> Hebreos y<br />

hasta hace uso de citas textuales, demostrando con ello<br />

claramente que se no se trata de un escrito reciente.<br />

2. Por esta causa pareció lógico catalogarlo junto con <strong>los</strong> otros<br />

escritos del apóstol. Pues Pablo tuvo contacto por escrito con <strong>los</strong><br />

hebreos por medio de su lengua patria. Unos afirman que este<br />

texto lo tradujo el evangelista Lucas, mientras que otros dicen que<br />

fue el mismo Clemente.<br />

3. Esto último tal vez fuere más cierto, ya que la Carta de Clemente y<br />

la Epístola a <strong>los</strong> Hebreos mantienen un estilo parecido, y que <strong>los</strong><br />

conceptos que exponen ambos escritos no se alejan mucho uno de<br />

<strong>los</strong> otros.<br />

EUSEBIO, pues:<br />

- Quiere demostrar que no es un escrito tan reciente.<br />

- Deja suponer que habría existido un original hebreo del texto<br />

(raro, porque el autor cita el AT en la versión de <strong>los</strong> LXX).<br />

- Que ese original habría sido traducido por Lucas o por el mismo<br />

Clemente (opinión por la que se inclina Eusebio).<br />

En HE VI, 25, 11-14 transmite la opinión de ORÍGENES:<br />

11. Además de esto, Orígenes explica acerca de la Carta a <strong>los</strong><br />

Hebreos, en sus Homilías sobre la misma, lo siguiente: «que el<br />

carácter de la dicción de la carta titulada A <strong>los</strong> Hebreos no tiene<br />

aquella rudeza de la lengua del Apóstol, quien confiesa ser rudo<br />

de palabra 17<br />

esto es, en el estilo, sino que la carta es bastante más<br />

griega por la composición de su dicción; todo el que sepa<br />

discernir las diferencias de estilo podrá reconocerlo.<br />

12. «Y aún más, que <strong>los</strong> pensamientos de la epístola son admirables y<br />

no inferiores a <strong>los</strong> de las cartas que se admiten ser del Apóstol,<br />

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INTRODUCCIÓN AL NUEVO TESTAMENTO /// Lic. Claudia MENDOZA<br />

CARTA A LOS HEBREOS /// 15/05/2011<br />

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quienquiera que se aplique a la lectura del Apóstol, dirá con<br />

nosotros que también esto es verdad».<br />

13. Después de estas cosas, añade: «Por mi parte, si he de dar mi<br />

opinión, yo diría que <strong>los</strong> pensamientos son del apóstol, pero el<br />

estilo y la composición son de alguien que evocaba de memoria<br />

las enseñanzas del apóstol, como un alumno que anota por escrito<br />

las cosas que su maestro dijo. Por consiguiente, si alguna iglesia<br />

tiene esta epístola como de Pablo, que también por esto se la<br />

estime, pues no sin motivo <strong>los</strong> antiguos varones la han transmitido<br />

como de Pablo.<br />

14. Pero, ¿quién escribió la epístola? Dios, ciertamente, sabe la<br />

verdad, pero hasta nosotros ha llegado el relato de algunos que<br />

afirman que la epístola la escribió Clemente, quien fue obispo de<br />

<strong>los</strong> romanos; y otros que fue Lucas el que escribió El Evangelio y<br />

<strong>los</strong> Hechos. Pero esto quede así.»<br />

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