Libro Energia.indd - Corpoica
Libro Energia.indd - Corpoica
Libro Energia.indd - Corpoica
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
tes, aún con un largo camino por recorrer para ser<br />
competitivas. La transición hacia esquemas más eficientes,<br />
limpios y flexibles, va a depender de los esfuerzos<br />
en investigación, desarrollo, demostración y<br />
difusión que se emprendan para lograr que fuentes,<br />
tecnologías y esquemas de uso puedan desplazarse a<br />
lo largo de sus curvas de aprendizaje y se obtengan<br />
reducciones importantes de precios que hagan competitivas<br />
estas nuevas opciones.<br />
Estimativos de la Agencia Internacional de Energía<br />
(2004) muestran que el suministro de energía a escala<br />
mundial deberá por lo menos duplicarse en el periodo<br />
1990-2050 (con mayores requerimientos de los<br />
países en desarrollo), no obstante las mejoras en la<br />
intensidad energética (reducción del 20% en el 2020<br />
y del 35% en el 2050). Los combustibles fósiles continuarán<br />
supliendo una fracción apreciable del consumo<br />
energético, con una creciente importancia del gas<br />
natural, pero la oferta energética tenderá a ser más<br />
diversificada. Nuevas opciones como la energía solar,<br />
eólica, celdas de combustible y biomasa, van a tener<br />
un importante papel en el largo plazo y producirán<br />
cambios substanciales en el perfil tecnológico, ambiental<br />
y organizacional del sistema energético global.<br />
Los avances que se obtengan a escala tecnológica y de<br />
posibilidades comerciales van a ser de gran utilidad<br />
para las zonas aisladas y no interconectables de países<br />
en desarrollo.<br />
Es importante anotar que aunque no se esperan<br />
cambios fundamentales en los patrones de suministro<br />
y consumo de energía en las próximas dos décadas,<br />
los nuevos desarrollos tecnológicos parecerían anticipar<br />
que en los próximos 50 años el sector energético<br />
pueda ser muy diferente al actual, pues se avanza hacia<br />
la implementación de sistemas más flexibles, para llegar<br />
a aquellos totalmente distribuidos. El cambio hacia<br />
sistemas energéticos más productivos y con menor<br />
impacto ambiental hará que el suministro sea probablemente<br />
más costoso, al menos en un principio,<br />
mientras las innovaciones y su difusión consigan reducciones<br />
importantes de precios para las tecnologías<br />
y fuentes limpias. El ahorro y la eficiencia energética<br />
pueden entonces convertirse en una opción interesante<br />
durante la transición (Barreto et al., 1998).<br />
La sostenibilidad del desarrollo desde una perspectiva<br />
energética, contribuye, además de disminuir<br />
las presiones sobre la agotabilidad de los recursos, a<br />
facilitar el acceso de los sectores más necesitados a<br />
3 European Commission, 2003.<br />
formas comerciales de energía y en consecuencia a<br />
reducir la pobreza. Si las condiciones de educación (y<br />
de salud) mejoran en forma considerable en los países<br />
menos desarrollados, se puede esperar que haya<br />
un consumidor con mayor influencia sobre decisiones<br />
acerca del tipo de energético y tecnología que<br />
va a utilizar. Lo anterior como resultado de nuevas<br />
visiones del desarrollo que cuestionarán, muy posiblemente,<br />
los elevados niveles de consumo per cápita,<br />
que paradójicamente los avances tecnológicos,<br />
tendientes a una desmaterialización de la producción<br />
y mayor eficiencia en el consumo, han contribuido a<br />
generar.<br />
1. El consumo y suministro de energía 3<br />
El consumo mundial de energía se ha incrementado<br />
progresivamente en los últimos cien años y continúa<br />
creciendo a una tasa cercana al 2% anual. La fuente de<br />
energía más importante a principios del siglo XX fue<br />
el carbón, que declinó para cederle el puesto al petróleo<br />
hacia los años cincuenta. Esta condición, según los<br />
analistas, continuará hasta mediados del siglo XXI. El<br />
gas natural ha empezado a perfilarse como el energético<br />
de transición entre los combustibles fósiles y las<br />
denominadas fuentes de energía nuevas y renovables<br />
(FENR).<br />
El Gráfico 6 muestra la evolución de consumo de<br />
energía per cápita en algunos países o regiones para<br />
los años 1976, 1985, 1990 y 2000. El ancho de las barras<br />
hace referencia a la población, por lo que el área<br />
corresponde al consumo total de energía.<br />
En este gráfico se pueden distinguir tres categorías<br />
o grupos de países:<br />
• El mundo industrializado con alto consumo de<br />
energía per cápita pero pequeños incrementos en<br />
las tasas de crecimiento de la demanda y la población,<br />
como Estados Unidos y los países europeos.<br />
• Países con una rápida integración con el mundo industrializado,<br />
crecimiento rápido en la demanda de<br />
energía per cápita y decrecimiento en la población,<br />
como Corea del Sur y Malasia.<br />
• Países en etapas tempranas de desarrollo, lento<br />
crecimiento en la demanda de energía per cápita y<br />
un gran crecimiento poblacional, como India.<br />
23