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“error involuntario” que derivó en que a la peticionaria se le pretendiera readscribir
al Hospital General de Milpa Alta.
f) En la reunión del 3 de julio de 2007 se omitió corroborar que la principal
afectada —la peticionaria— fuera notificada formal y oportunamente sobre ésta. Al
respecto, si bien es cierto los funcionarios del hospital indicaron que se le convocó
verbalmente, la peticionaria lo negó.
Sin embargo, a pesar de que la peticionaria no acudió a dicha reunión, la
misma se llevó a cabo con la presencia de, además de los servidores públicos y
representantes sindicales interesados, “el pleno de la guardia” en la que laboraba
la peticionaria.
Lo anterior adquiere una relevancia particular si se considera la naturaleza
de los hechos que dieron origen a la problemática —una acusación de naturaleza
sexual— y que los mismos fueron “ventilados” ante todo el personal, dándoles la
oportunidad de opinar al respecto, contrario a la confidencialidad y el cuidado que
debe guardarse en hechos relacionados con la violencia sexual laboral
presuntamente cometida en agravio de la peticionaria.
El Director Jurídico de esa Secretaría informó que la finalidad de la reunión
fue: “[…] entablar un diálogo que permitiera entre los participantes, buscar la
seguridad de la [peticionaria…] y dirimir asperezas entre los personajes sobre el
caso de denuncia de acoso”; sin embargo, el diálogo se llevó a cabo sin el cuidado
y el tacto que se requería, sin la participación de una de las partes (la presunta
víctima) y en presencia de un alto número de espectadores que no debieron haber
sido partícipes de la problemática.
4.5.1.1.4. Todo lo anterior, generó a la peticionaria una percepción de que se
le colocó en un ambiente muy violento y que las autoridades reflejaron una “actitud
de linchamiento” en su contra.
4.5.1.2. Sobre el mecanismo institucional al interior de la SSDF
4.5.1.2.1. Esta Comisión reconoce los esfuerzos que ha realizado esa
Secretaría principalmente en el segundo semestre de 2009 para visualizar un
“Programa de Prevención y Atención de la Violencia Laboral y Hostigamiento
Sexual a las Mujeres Trabajadoras de la Secretaría de Salud”, el cual ha sido
impulsado sobre todo por la Dirección de Coordinación y Desarrollo Sectorial de
esa institución, independientemente de que ya existiera un “Programa de
Prevención y Atención de la Violencia de Género”.
4.5.1.2.2. Sin embargo, aunque de conformidad con el cronograma
presentado y los oficios remitidos por esa Secretaría, éste se implementaría desde
el año 2009, los avances para ello han sido muy lentos, con motivo de que
actualmente es un “programa de bajo perfil” que no ha sido difundido entre las y
los trabajadores.