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b) El Director del Hospital General Iztapalapa, al tener conocimiento de los
hechos expuestos por ella, inicialmente indicó a la peticionaria que a título
personal tenía que acudir a las instancias competentes para conocer sobre esos
hechos, los cuales solamente eran la representación sindical, el Ministerio Público
y el órgano jurisdiccional.
Con la omisión de que, a través de algún mecanismo institucional de
atención y acompañamiento, inclusive a través del órgano interno de control y sin
perjuicio de las competencias de las anteriores autoridades, también se le
garantizara un ambiente laboral libre de violencia.
c) Otro argumento de la autoridad para desvirtuar los hechos fue que la
peticionaria ya había denunciado por acoso sexual a otro doctor en 2004; sin
embargo, el hecho de que la peticionaria hubiera denunciado con anterioridad un
caso de hostigamiento o acoso sexual diverso al que motivó la presente queja, no
es una evidencia sobre la veracidad o falsedad de esa imputación.
d) Dentro de las comunicaciones enviadas por los superiores jerárquicos de
la peticionaria se encuentran argumentos que denotan parcialidad en agravio de la
peticionaria, tales como las manifestaciones del asistente de la Dirección de la
Guardia “B”, en el sentido de que: “El presunto acoso sexual por parte del [doctor]
lo desconozco, y por lo tanto no puedo opinar al respecto, sin embargo, el
profesionalismo y probidad del [doctor] lo certifico […]”.
En relación con lo anterior, este Organismo no cuestiona de ninguna manera
la honorabilidad del doctor a quien se le hace una acusación y sus derechos; sin
embargo, al desempeñar funciones de jerarquía en relación tanto con la
peticionaria como con el doctor acusado, sus manifestaciones parecen prejuzgar
sobre lo referido por la peticionaria.
Prejuzgar sobre los hechos es contrario a su deber de actuar con
profesionalismo, diligencia e imparcialidad y a su obligación de adoptar o participar
en la implementación de medidas que garanticen un ambiente laboral armónico,
libre de violencia, y los derechos de las mujeres trabajadoras de esa institución.
e) Como única alternativa de solución a la problemática expuesta, se sugirió
a la peticionaria su cambio de guardia.
No obstante que se argumentó que esa propuesta tenía la finalidad de
garantizarle su integridad y seguridad; no trae aparejado un mecanismo de
atención, prevención, acompañamiento y, en su caso, investigación de los hechos,
a fin de garantizar su no repetición.
Asimismo, en distintas ocasiones la peticionaria señaló que el Director del
Hospital General Iztapalapa la “amenazó, entre otras cosas, con cambiar[la] de
donde [se encontraba] laborando si [ella] insistía en [su]denuncia de hostigamiento
sexual”; si bien, esta Comisión no cuenta con elementos suficientes para
determinar si tal servidor público formuló dichas amenazas, llama la atención el