Esfera, Pez y Hexagrama: - Fundación Pablo Neruda
Esfera, Pez y Hexagrama: - Fundación Pablo Neruda
Esfera, Pez y Hexagrama: - Fundación Pablo Neruda
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
asesinados. Franco había creado —«en<br />
una unificación e identidad inverosímil»,<br />
según el periodista Haro Tecglen— el<br />
Tribunal de Represión de la Masonería y<br />
el Comunismo. Numerosos republicanos<br />
se exiliaron en Chile y en México. Algunos,<br />
amparados en Francia por la masonería<br />
de ese país, fueron pasajeros del<br />
Winnipeg.<br />
Si Darío Carmona hubiera sido quien<br />
diseñó el logo de <strong>Neruda</strong>, él mismo lo habría<br />
dicho o lo habría documentado en alguno<br />
de sus escritos. Se sabría. Su nombre<br />
no habría faltado en el Canto general mexicano<br />
de 1950 porque Miguel Prieto, responsable<br />
de esa edición, incluyó al cierre<br />
un detallado colofón con todos los datos y<br />
créditos concernientes. Tras los nombres<br />
de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros,<br />
que dibujaron las guardas del libro, habría<br />
debido registrar, obligadamente, el nombre<br />
del diseñador del estrepitoso (por lo<br />
ostensible) LOGO de la cubierta.<br />
¿Por qué no lo hizo? Hay un solo<br />
motivo que lo puede explicar. Miguel Prieto<br />
fue el diagramador y responsable de la<br />
gráfica del libro y así lo acreditó destacadamente<br />
el colofón. Para Miguel Prieto el<br />
ex libris de la cubierta era sólo un elemento<br />
de la diagramación y de la gráfica del<br />
volumen: su autoría del diseño era por lo<br />
tanto obvia y no requería ser puntualizada<br />
aparte. Lo que el artista español no imaginó<br />
(y al parecer tampoco <strong>Neruda</strong> en ese<br />
momento) fue que ese fragmento de su trabajo<br />
iba a alcanzar una vida y una función<br />
propias, autónomas, independientes del<br />
Canto general mexicano No imaginó que<br />
su ex libris original iba a convertirse en<br />
LOGO, vale decir, en el emblema (más<br />
aún, en la bandera) de un poeta que<br />
subconscientemente olvidará (por eso nunca<br />
lo dijo) el nombre de quien lo diseñó.<br />
Así como desde mucho antes ya había olvidado<br />
(también de modo subconsciente)<br />
por qué se autobautizó <strong>Pablo</strong> <strong>Neruda</strong>, a<br />
quién o a qué debía su verdadero nombre.<br />
En ambos casos no fue por mala fe ni menos<br />
por ingratitud, sino por complejas e<br />
íntimas razones que aquí sería excesivo e<br />
inoportuno detallar, aparte que no tenemos<br />
espacio para ello (pero remitimos al res-<br />
NERUDIANA – nº 3 – 2007<br />
pecto a Robertson 1999 y Loyola 2006, p.<br />
78 y siguientes).<br />
Pues lo que en cambio nos importa<br />
destacar aquí es la figura —hasta ahora<br />
invisible en Chile— del inmenso artista que<br />
elaboró para <strong>Neruda</strong> no sólo su insignia<br />
personal y poética, su bandera, sino también<br />
un signo secreto, evocador de su hija<br />
Malva Marina. Rindamos por ello un homenaje<br />
indispensable al tipógrafo, artista<br />
gráfico y pintor Miguel Prieto, español y<br />
mexicano, que en este 2007 habría cumplido<br />
cien años.♦<br />
REFERENCIAS:<br />
[ 7 ]<br />
Larrea, Juan. “El Surrealismo entre Viejo y<br />
Nuevo Mundo”, en Cuadernos Americanos, 5, México<br />
(septiembre-octubre 1944), pp. 235-256, y en su<br />
Del surrealismo a Machupicchu (México, editor Joaquín<br />
Mortiz, 1967), pp. 15-100.<br />
Loyola, Hernán. <strong>Neruda</strong> / La biografía literaria,<br />
vol. I, La formación de un poeta (1904-1932).<br />
Santiago, Seix Barral, 2006.<br />
<strong>Neruda</strong>, <strong>Pablo</strong>. Una casa en la arena.<br />
Barcelona, Lumen, 1966.<br />
Robertson, Enrique. “<strong>Pablo</strong> <strong>Neruda</strong>: el enigma<br />
inaugural”, en América Sin Nombre, número 1,<br />
Alicante (diciembre 1999), pp. 50-64.<br />
Teitelboim, Volodia. <strong>Neruda</strong>, edición revisada.<br />
Santiago, Sudamericana, 1996.