Esfera, Pez y Hexagrama: - Fundación Pablo Neruda
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[ 26 ] NERUDIANA – nº 3 – 2007<br />
chileno Enrique Bernstein, por ser de origen<br />
judío [debiera] mostrar una actitud positiva<br />
frente a la Unión Soviética, donde<br />
los judíos eran tratados con respeto y no<br />
asesinados como en el resto de Europa»<br />
(15-16). Lo interesante en este caso es que<br />
<strong>Neruda</strong> rehusara considerar a Bernstein<br />
únicamente como descendiente hebreo o<br />
creyente en el judaísmo y que tomara en<br />
cuenta el impacto nocivo del antisemitismo<br />
a lo largo de la historia. Por lo cual le<br />
recomienda la URSS porque cree que la<br />
política de ese país socialista milita contra<br />
el antisemitismo.<br />
En resumidas cuentas, esta biografía<br />
proporciona al lector una plétora de<br />
documentos por consultar que, junto con<br />
los que se publicaron en las obras completas<br />
de Galaxia-Gutenberg, ofrecen información<br />
sumamente útil y aleccionadora.<br />
Sin embargo, todo depende de cómo<br />
queramos interpretar los datos. La metodología,<br />
por muy objetiva que pueda ser<br />
a ratos, nos precipita a la conclusión de<br />
que <strong>Neruda</strong> era un hombre con mucho<br />
talento pero era inhumano, insensible,<br />
egocéntrico y antipático. Al fin de cuentas,<br />
el <strong>Neruda</strong> de Schidlowsky que emerge<br />
de estas 1.337 páginas es un ser atormentado<br />
que lucha con las furias y las penas<br />
y que se ahoga en los errores cometidos.<br />
No es el que aparece en los versos arriba<br />
citados que ve el error como algo productivo,<br />
como parte de la dialéctica de ese<br />
gran todo: la vida. Siguiendo el camino<br />
del excepcionalismo, Schidlowsky elige<br />
una parte y sostiene que representa el<br />
todo. Es más: difícilmente puede el lector<br />
o el crítico desligar la vida de <strong>Neruda</strong><br />
de su comunismo, así que al fin de cuentas<br />
el biógrafo sugiere que su marxismo<br />
—aún en su forma más elaborada y dialéctica<br />
como se manifiesta tan a menudo<br />
en la obra de <strong>Neruda</strong>— fue un proyecto<br />
fallido. Resultado que <strong>Neruda</strong>, desde luego,<br />
negaba rotundamente.♦<br />
—Greg Dawes<br />
North Carolina State University<br />
NOTAS<br />
1 Hernán Loyola, <strong>Neruda</strong>: La biografía literaria,<br />
volumen 1: 1904-1932. Santiago: Planeta-Seix<br />
Barral, 2006: pág. 12.<br />
2 De la portada de <strong>Neruda</strong>: Selected Poems, edición<br />
y prólogo de Nathaniel Tarn. Nueva York:<br />
Houghton Mifflin, 1990.<br />
3 José Emilio Pacheco, “Prólogo: Para llegar a Isla<br />
Negra” en <strong>Pablo</strong> <strong>Neruda</strong>, Memorial de Isla Negra,<br />
edición y notas de Hernán Loyola, Barcelona:<br />
Random House Mondadori, 2004: pág. 8.<br />
* * *<br />
Greg DAWES, Verses Against the<br />
Darkness / <strong>Pablo</strong><br />
<strong>Neruda</strong>’s Poetry and Politics. Lewisburg:<br />
Bucknell<br />
University Press, 2006. – 325 pages.<br />
El profesor Gregory Dawes (North<br />
Carolina State University) ya es una figura<br />
muy conocida en el campo de los estudios<br />
latinoamericanos en los Estados Unidos,<br />
principalmente por su libro titulado<br />
Aesthetics and Revolution: Nicaraguan<br />
Poetry, 1979-1990 y por su labor como<br />
fundador y editor de la valiosa revista electrónica<br />
A contracorriente (www.ncsu.edu/<br />
project/acontracorriente/). Ahora su perfil<br />
en la profesión aumentará notablemente<br />
por la reciente publicación de Verses<br />
Against the Darkness: <strong>Pablo</strong> <strong>Neruda</strong>’s<br />
Poetry and Politics (Lewisburg: Bucknell<br />
University Press, 2006). Se trata de un<br />
aporte fundamental que abrirá, sin duda,<br />
muchos caminos para futuras investigaciones<br />
sobre <strong>Neruda</strong>, especialmente con respecto<br />
a la compleja imbricación de sus<br />
posturas políticas y su praxis como poeta.<br />
Como señala el propio Dawes, lanzarse<br />
a hacer otro estudio sobre <strong>Neruda</strong><br />
puede parecer un gesto un tanto desfasado.<br />
No sólo ha menguado el interés académico<br />
por este ganador del Premio Nobel<br />
en tiempos recientes (por una serie de motivos<br />
complejos vinculados con el momento<br />
histórico) sino que existe un bien arraigado<br />
canon crítico cuyo prestigio es tal que<br />
llevaría a almas más tímidas a no atreverse<br />
a incursionar en su “coto vedado”.<br />
Ésta es, precisamente, una de las virtudes<br />
principales del libro de Dawes. El<br />
peso colectivo de las lecturas de <strong>Neruda</strong><br />
realizadas por Emir Rodríguez Monegal,<br />
René de Costa, Enrico Mario Santí y Manuel<br />
Durán/Margery Safir es tal que pocos<br />
estudiosos estarían dispuestos a desafiarlas.<br />
La casi ritualizada denigración del<br />
<strong>Neruda</strong> “político” (frecuentemente acusado<br />
de “propagandizar” en su poesía), la<br />
tendencia a destacar la gran “ruptura” que<br />
se dio en su obra después de Residencia<br />
en la tierra, el cuestionamiento de la sinceridad<br />
de la “conversión” al comunismo<br />
de <strong>Neruda</strong> —todos forman parte íntegra<br />
de la lectura ortodoxa de <strong>Neruda</strong>, particularmente<br />
en la academia norteamericana.<br />
A pesar del prestigio que disfrutan estos<br />
nerudistas canónicos, Dawes no manifiesta<br />
temor de arremeter contra sus ideas<br />
centrales a través de Verses. Al mismo<br />
tiempo, Dawes entra en debate con ellos<br />
de una manera que muestra el pleno respeto<br />
que siente por sus provechosas contribuciones,<br />
aun cuando estas últimas tal vez<br />
hagan más difícil la tarea de desarrollar sus<br />
propios argumentos (De hecho, a veces<br />
creo que resulta demasiado comprensivo<br />
con ellos). Por otra parte, el crítico pone<br />
sobre la mesa sus propias cartas ideológicas<br />
al reconocer sus deudas respecto a otro<br />
núcleo de representantes del nerudismo<br />
canónico, el constituido por Alain Sicard,<br />
Jaime Concha y Hernán Loyola, más aso-