Enero - Ministerio Los Perseveradores

La instrucción que les dio el
Señor Jesús a Sus discípulos
en el Monte de los Olivos
(registrado en la Biblia en Mateo
24-25; Marcos 13; y Lucas
17:20-37) es uno de los textos
más importantes de la Biblia
porque no sólo provee el discurso
final del Señor, sino también
porque brinda Su enseñanza profética
más extensa.
Revela Su interpretación de pasajes
proféticos cruciales del Antiguo Testamento
concernientes a Israel y las
naciones y sirve como bosquejo maestro
inspirado de los sucesos del
tiempo del fin. Además, explica el
juicio de Dios sobre Israel, especialmente
su prometida restauración.
Es importante comprender que el
discurso del Monte de los Olivos involucra
a Israel, no a la iglesia.
Los discípulos estaban impresionados,
como lo estaba la mayoría en
esos días, con la magnificencia y
belleza del Templo, el cual se había
vuelto una fuente de orgullo nacional:
“Y a unos que hablaban de que el
templo estaba adornado de hermosas
piedras y ofrendas votivas, dijo:
En cuanto a estas cosas que veis,
días vendrán en que no quedará piedra
sobre piedra, que no sea destruida”.
(Lucas 21:5-6)
Los discípulos hicieron su declaración
nacional a Jesús cuando el Señor
salía del Templo. Allí, esperándole,
comenzaron a señalar las últimas
adiciones estructurales del edificio, el
cual había demorado 46 años en
construirlo, según nos narra Juan
2:20.
“Saliendo Jesús del templo, le dijo
uno de sus discípulos: Maestro, mira
qué piedras, y qué edificios” (Marcos
13:1).
Los discípulos estaban deslumbrados
con la belleza del Templo; sin
embargo, el Señor Jesús aprovechó
Análisis del Discurso del Monte de los Olivos
Por Randall Price
para llevarse a su grupo íntimo de
seguidores al monte de los Olivos y
desde ahí les impartió una lección de
profecía.
Señales antes del fin:
“Y se sentó en el monte de los Olivos,
frente al templo. Y Pedro, Jacobo,
Juan y Andrés le preguntaron
aparte: Dinos, ¿cuándo serán estas
cosas? ¿Y qué señal habrá cuando
todas estas cosas hayan de cumplirse?
La primera pregunta tenía que ver
con el tiempo específico de la destrucción
del Templo; la segunda
(compuesta de dos partes relacionadas)
tenía que ver con la “señal” que
marcaría el advenimiento de Jesús a
Israel como Mesías al fin del siglo.
La respuesta del Señor a estas preguntas
forman la enseñanza profética
del Discurso del monte de los Olivos.
La primera pregunta es considerada
en Lucas 21:10-24 y la segunda,
en Mateo 24:4-31 y Marcos 13:1-
27 (busque en su Biblia estos textos
y léalos detenidamente).
Ha habido una discusión considerable
en cuanto a si el Discurso del
Monte de los Olivos se cumplió en el
pasado o todavía está por cumplirse,
como creen los futuristas.
Por ejemplo, los historicistas sostienen
que la mayoría de los sucesos
descritos (excepto el advenimiento
de Cristo) ya se cumplieron.
Los Preteristas contienen que todos
los sucesos (incluyendo el advenimiento)
se cumplieron específicamente
en el año 70 d.C.
Los discípulos también
habían supuesto una conexión
entre la destrucción
del Templo y el advenimiento
Mesiánico,
Jesús dio el Discurso del
Monte de los Olivos para
corregir este malentendido
y enseñarles que Él no regresaría
corporalmente para restaurar a Israel
y establecer el Reino Mesiánico después
que Roma arrasara el Templo.
Por lo tanto, Jesús comenzó su discurso
con una advertencia: “Mirad
que nadie os engañe” (Marcos 13:5)
Al no entender ellos esta advertencia,
Jesús les dio una serie de sucesos
que acontecerían en forma cronológica
y secuencial, pero que no
todos ocurrirían dentro del mismo
marco de tiempo.
A pesar de las terribles condiciones
de la Tribulación, el Señor enseña
que el evangelio suyo va a ser predicado
mundialmente:
“Y será predicado este evangelio del
reino en todo el mundo, para testimonio
a todas las naciones; y entonces
vendrá el fin”. (Mateo 24:14).
Este mensaje global, tiene los mismos
elementos que el evangelio de
la gracia, es decir fe en Jesús como
Salvador, enfoca el arrepentimiento
concerniente a la venida del Mesías
para derrocar a las naciones y establecer
el Reino Mesiánico para Israel.
Es este arrepentimiento que invertirá
las condiciones de la casa de
Israel de ser dejada desierta (Lea
Mateo 23:38-39 / Hechos 3:19:21).
Este es el mismo mensaje predicado
por Juan el Bautista y por el Señor
Jesucristo durante Su ministerio terrenal.
No obstante, “el evangelio del
reino” no puede ser proclamado de
nuevo hasta que la nación se haya
movido hacia los confines cronológicos
de la 70 a semana de Daniel.
Página 19