Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
<strong>Esperadme</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o (DESTINO).qxp:- 19/1/09 12:19 Página 20<br />
Pho<strong>en</strong>ix y Manolo, int<strong>en</strong>tando reconciliar a Trotski<br />
y L<strong>en</strong>in...<br />
Ter<strong>en</strong>ci había hablado con su propia voz, y me<br />
s<strong>en</strong>tí más a gusto. A gusto, pero tristísima.<br />
Me desplomé <strong>en</strong> <strong>el</strong> sillón y, por fortuna, éste no<br />
cedió al recibir la losa de mi infortunio.<br />
Manolo me acarició <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o.<br />
—Tranquila, que te lo vamos a contar. Confía<br />
<strong>en</strong> nosotros —dijo por sí mismo.<br />
Levanté las piernas y las doblé, juntando los botines<br />
sobre <strong>el</strong> asi<strong>en</strong>to; apoyé la fr<strong>en</strong>te <strong>en</strong> mis rodillas,<br />
que mostraban algún que otro moretón reci<strong>en</strong>te<br />
y estaban sucias de tierra d<strong>el</strong> jardín. Me<br />
estiré los calcetines y suspiré profundam<strong>en</strong>te. Un<br />
mom<strong>en</strong>to. ¿Qué botines, qué rodillas, qué jardín?<br />
¿Qué calcetines?<br />
¿De qué me habían vestido?<br />
—¡No <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>do nada! ¡Quiero llorar! —berreé,<br />
con profundo desconsu<strong>el</strong>o—. ¡Llorar, llorar y<br />
llorar! Y me importa muy poco que tú, Manolo, te<br />
pongas nervioso o que tú, Ter<strong>en</strong>ci, me tomes <strong>el</strong><br />
p<strong>el</strong>o. No me pasaré la muerte sometida a este tipo<br />
de conv<strong>en</strong>cionalismos sociales.<br />
—Por mí no te reprimas —replicó Manolo—.<br />
<strong>El</strong> llanto es algo que aquí se echa más de m<strong>en</strong>os<br />
que esa cursi postal d<strong>el</strong> Nilo que pret<strong>en</strong>días <strong>en</strong>dilgarnos<br />
hace poco. Ojalá nosotros lloráramos, ojalá<br />
nos doliera algo.<br />
Abrí, pues, las compuertas. Una eternidad después,<br />
reconfortada yo y <strong>el</strong>los taciturnos, nos deslizamos<br />
por la superficie de un mar inm<strong>en</strong>so forma-<br />
20