Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Esperadme</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o (DESTINO).qxp:- 19/1/09 12:19 Página 18<br />
cabeza! Ni siquiera me habéis ofrecido una aspirina.<br />
¡Inconcebible! ¡Un Más Allá con dolor y sin<br />
analgésicos! ¿Cómo podéis tratarme así? ¿Cómo habéis<br />
podido? ¿Cómo podéis seguir pudi<strong>en</strong>do?<br />
Mi andanada verbal resonó <strong>en</strong> <strong>el</strong> vacío.<br />
—¡Podéis, podido, pudi<strong>en</strong>do! —abundé, exasperada<br />
ante su sil<strong>en</strong>cio—. ¡Oh, que algui<strong>en</strong> me ayude!<br />
¡Que algui<strong>en</strong> me decapite! ¿Para qué me sirve<br />
la testa? ¿Es lógico que mi parte más noble sufra,<br />
si ya abandoné <strong>el</strong> comúnm<strong>en</strong>te d<strong>en</strong>ominado Valle<br />
de Lágrimas?<br />
—En aqueste lugar se puede cuanto se puede<br />
—acotaron, misteriosos—. Nos movemos <strong>en</strong> un<br />
espacio infinito <strong>en</strong> <strong>el</strong> que, para pasarlo bi<strong>en</strong>, bastan<br />
un bu<strong>en</strong> guionista y un coreógrafo flexible. Y no te<br />
preocupes por tu migraña. ¡Es una bu<strong>en</strong>a, inmejorable<br />
señal!<br />
—Sigo sin <strong>en</strong>t<strong>en</strong>deros. No le veo ninguna v<strong>en</strong>taja<br />
a estar aquí. Primero, no observo <strong>en</strong> mí todavía<br />
<strong>el</strong> noble arte de la t<strong>el</strong>epatía de comunicación de<br />
masas. Segundo, me caigo si no me apoyo <strong>en</strong> vosotros.<br />
Sufro lipotimias y agorafobia, de modo que<br />
me mareo cada dos por tres, bamboleándome <strong>en</strong> <strong>el</strong><br />
éter. Me atorm<strong>en</strong>ta, como si aún estuviera viva, haber<br />
hecho <strong>el</strong> ridículo muriéndome durante la firma<br />
de mi nov<strong>el</strong>a, defraudando a las personas que<br />
hicieron cola para esperarme. Y me du<strong>el</strong>e, sí, me<br />
du<strong>el</strong>e acordarme de mis libros, mis diccionarios,<br />
mis p<strong>el</strong>ículas y mis músicas, por no hablar de mis<br />
chales de seda, mi surtida bisutería ori<strong>en</strong>tal y otras<br />
preciosas posesiones... ¿Acaso no gozaré d<strong>el</strong> bálsa-<br />
18