Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
Esperadme en el cielo Maruja Torres - El País
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Esperadme</strong> <strong>en</strong> <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o (DESTINO).qxp:- 19/1/09 12:19 Página 15<br />
Ay, lloré para mis ad<strong>en</strong>tros —aunque, ¿me<br />
quedaban ad<strong>en</strong>tros, gozaba de intimidad, con<br />
aqu<strong>el</strong>los buitres acechándome?—, lloré por las palabras<br />
perdidas. Ay, lloré por los libros no escritos.<br />
Ay, lloré por cuanto pude haber dicho a mis dos<br />
amigos si hubiera sabido que iban a morir antes<br />
que yo, o a los que me quedaban, de haber supuesto<br />
que la iba a palmar antes que <strong>el</strong>los. Lloré por haber<br />
sil<strong>en</strong>ciado lo mucho que les quería, lo mucho<br />
que les necesitaba, lo mucho que agradecía cuanto<br />
me habían dado a lo largo de los años. Lloré interiorm<strong>en</strong>te,<br />
y a punto estuve de echarme a llorar<br />
por fuera —a Ter<strong>en</strong>ci no le habría importado, pero<br />
recordemos lo circunspecto para los derrames<br />
emocionales que era Manolo—, dada la int<strong>en</strong>sidad<br />
de mi tardío arrep<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to...<br />
—¡Pleonasmo! —bufaron—. Cualquier arrep<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to<br />
es por es<strong>en</strong>cia tardío, incluso cuando<br />
nos asalta solapándose al d<strong>el</strong>ito, cuando obramos<br />
mal a sabi<strong>en</strong>das y lam<strong>en</strong>tándolo, mas sin por <strong>el</strong>lo<br />
cejar <strong>en</strong> <strong>el</strong> empeño. Tu d<strong>el</strong>ito es <strong>el</strong> de omisión, variante<br />
de la que nadie escapa. Y <strong>el</strong> reo de semejante<br />
falta nunca recibe sufici<strong>en</strong>te castigo, salvo que<br />
contabilicemos como tal <strong>el</strong> remordimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> sí,<br />
que a algunos se la sopla y a otros nos amarga. Consuélate,<br />
querida nuestra, porque con las palabras<br />
no pronunciadas, con las palabras que tanto nos<br />
du<strong>el</strong><strong>en</strong>, algunos somos capaces de construir nuestros<br />
sueños y, <strong>en</strong> <strong>el</strong> mejor caso, nuestra literatura,<br />
que es <strong>el</strong> sueño más perdurable.<br />
—Vuestro com<strong>en</strong>tario no me reconforta, dado<br />
15