11.05.2013 Views

Rousseau_JeanJacques-Suenos De Un Paseante Solitario

Rousseau_JeanJacques-Suenos De Un Paseante Solitario

Rousseau_JeanJacques-Suenos De Un Paseante Solitario

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

al contrario, pareció sensible a mi atención y, sobre todo, a la que tuve aún, pues él era más<br />

viejo que yo, de ayudarle a bajar de la barca. ¿Quién creería que fui tan niño como para<br />

llorar de contento? Me moría de ganas de ponerle una moneda de veinticuatro soles en la<br />

mano para tabaco; nunca me atreví. La misma vergüenza que me contuvo me ha impedido<br />

con frecuencia hacer buenas obras que me habrían colmado de gozo y de las que sólo me he<br />

abstenido deplorando mi imbecilidad. Aquella vez, después de haber dejado al viejo<br />

inválido, me consolé enseguida pensando que, al mezclar con las cosas honestas un precio<br />

en dinero que degrada su nobleza y mancilla su desinterés, habría actuado, por así decir,<br />

contra mis propios principios. Hay que acudir solícito en socorro de quienes lo necesitan,<br />

pero en el comercio ordinario de la vida, dejemos a la benevolencia natural y a la urbanidad<br />

hacer cada una su obra, sin que nunca nada venal ni mercantil ose rondar una tan pura fuente<br />

para corromperla o para alterarla. Se dice que en Holanda el pueblo se hace pagar por<br />

deciros la hora y por mostraros el camino. <strong>De</strong>be ser un pueblo bien despreciable el que así<br />

trafica con los más elementales deberes de la humanidad.<br />

He observado que únicamente en Europa es donde se vende la hospitalidad. En toda Asia<br />

se os aloja gratuitamente; comprendo que uno no encuentre allí tan bien todas las<br />

comodidades. Pero, ¿no significa nada poder decirse: soy hombre y bien recibido entre<br />

humanos? Es la humanidad pura la que me da cobijo. Las pequeñas privaciones se aguantan<br />

sin pena cuando el corazón está mejor tratado que el cuerpo.<br />

DÉCIMO PASEO<br />

Hoy, día de Pascua Florida, se cumplen precisamente cincuenta años de mi primer<br />

conocimiento de la señora de Warens. Ella tenía entonces veintiocho años, habiendo nacido<br />

con el siglo. Yo aún no tenía diecisiete, y mi temperamento naciente, aunque a la sazón lo<br />

ignoraba, daba un nuevo calor a mi corazón lleno de vida naturalmente. Si no era<br />

sorprendente que ella concibiera benevolencia para con un joven vivo, aunque dulce y<br />

modesto, bastante agradable de figura, aún lo era menos el que una mujer encantadora, llena<br />

de espíritu y de gracias, me inspirara junto con el reconocimiento, sentimientos más tiernos

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!