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Rousseau_JeanJacques-Suenos De Un Paseante Solitario

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precedentes, a saber que, habiendo sido fijados de consuno por toda la generación presente<br />

el destino de mi persona y el de mi reputación, ningún esfuerzo por mi parte podía<br />

sustraerme a ello, ya que me es del todo imposible trasmitir legado alguno a otras épocas sin<br />

que pasen, en ésta, por manos interesadas en suprimirlo.<br />

Mas esta vez fui más lejos. El cúmulo de tantas circunstancias fortuitas, el<br />

encumbramiento de todos mis más crueles enemigos afectados, por así decir, por la fortuna,<br />

cuantos gobiernan el Estado, cuantos dirigen la opinión pública, todas las personas de<br />

posición, todos los hombres de crédito escogidos como con cuidado entre los que contra mí<br />

tienen cierta secreta animosidad, para coadyuvar al común complot, este acuerdo universal<br />

es demasiado extraordinario para ser puramente fortuito. <strong>Un</strong> solo hombre que se hubiera<br />

negado a ser cómplice, un solo acontecimiento que le hubiera sido contrario, una sola<br />

circunstancia que le hubiera obstaculizado, hubiera bastado para dar al traste con él. Pero<br />

todas las voluntades, todas las fatalidades, la fortuna y todas las revoluciones han<br />

consolidado la obra de los hombres, y un concurso tan sorprendente que parece prodigio no<br />

puede dejarme dudar de que su pleno éxito está escrito en los decretos eternos. Multitud de<br />

observaciones particulares, ora en el pasado, ora en el presente, me confirman de tal modo<br />

en esta opinión que no puedo impedirme considerar en adelante como uno de los secretos<br />

del cielo, impenetrables para la razón humana, la misma obra que hasta ahora había<br />

contemplado como un fruto de la maldad de los hombres.<br />

Lejos de serme cruel y desgarradora, esta idea me consuela, me tranquiliza y me ayuda a<br />

resignarme. No voy tan lejos como san Agustín, que se habría consolado de ser condenado si<br />

tal hubiera sido la voluntad de Dios. Mi resignación proviene de una fuente menos<br />

desinteresada, es verdad, pero no menos pura y más digna a grado mío del Ser perfecto que<br />

adoro. Dios es justo; quiere que yo sufra; y sabe que soy inocente. Ese es el motivo de mi<br />

confianza; mi corazón y mi razón me gritan que aquélla no me engañará. <strong>De</strong>jemos, pues,<br />

hacer a los hombres y al destino; aprendamos a sufrir sin rechistar; al final, todo debe entrar<br />

en el orden, y tarde o temprano me tocará a mí.

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