Samayoa Guevara, Hector Humberto. Ensayos sobre la ...
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me bate los ijares y yo entonces, corriendo más veloz que una centella, alcanzo a los rebeldes fugitivos que no quieren estar a su obediencia. Si es demasiado mi fogoso empeño con el freno al instante lo modera y con el mismo freno me prescribe el paso en que he de andar y por qué senda. j Qué peligros arrostro por servirle! Cuando el clarín y los timbales suenan, erizada la crin, hiriendo el suelo, como sensible a la gloriosa empresa, lejos de amedrentarme los horrores, a mi señor advierto la itnpaciencia con que deseo entrar, por él, en parte de los riesgos y afanes de la guerra. Sonó entonces de lejos un relincha, y el caballo al oído: -Aunque quisiera seguir hablando -dijo- me precisa ir a donde me llaman con urgencia. Luego, volviendo las tomeadas ancas, con tal ímpetu emprende la carrera, que a la fiera en los ojos encendidos con las patas arroja las arenas. Al león, no el dolor, sino el insulto, le es insufrible. De la acción violenta jura vengarse, y para hacerla pronto, sus ojos frota con las manos vueltas; mas después que los abre, el veloz potro ya no parece en la llanura inmensa.
-,.----------- E,NSAYOS SOBRE - •••• y,. INDEPENDENCIA: DE- O. A. Sigue, no obstante, por el mism~ rumbo, creyendo que se oculta en las hi~er~s de unos frondosos árboles que mlra, mas pierde la esperanza cuando llega al sitio majestuoso consagrado al genio reflexivo. , , .. Las Napeas, el dedo en los labios, a los Faunos, ~: avanzan por mirarlas más de cerca, silencio imponen, Y las blandas alas Céfiro con ternura mueve apenas. Duerme la Ninfa de una clara fuente que deja ver su reluciente arena;. copia después los sauces de la onlla más en lo profundo represen~a Ya perspectiva augusta de los clel?s d' . tal que Febo mcen la, por la parte onen , doro! . Qué hermoso carmesí! iQué franjas e ~ avenida de luz por allá deja, a b n herrÍloso fondo azul celeste soreu . un jaspeado colo.r de madreperla, Al león, este cuadro na~~ im~orta, , do su celestial magmÍlcencla Slen 1 corazón bueno y sensible, para aque que odio, , envl 'd' la, venganza , no envenenan.
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y,. INDEPENDENCIA: DE- O. A.<br />
Sigue, no obstante, por el mism~ rumbo,<br />
creyendo que se oculta en <strong>la</strong>s hi~er~s<br />
de unos frondosos árboles que mlra,<br />
mas pierde <strong>la</strong> esperanza cuando llega<br />
al sitio majestuoso consagrado<br />
al genio reflexivo. , ,<br />
.. Las Napeas,<br />
el dedo en los <strong>la</strong>bios, a los Faunos,<br />
~: avanzan por mirar<strong>la</strong>s más de cerca,<br />
silencio imponen, Y <strong>la</strong>s b<strong>la</strong>ndas a<strong>la</strong>s<br />
Céfiro con ternura mueve apenas.<br />
Duerme <strong>la</strong> Ninfa de una c<strong>la</strong>ra fuente<br />
que deja ver su reluciente arena;.<br />
copia después los sauces de <strong>la</strong> onl<strong>la</strong><br />
más en lo profundo represen~a<br />
Ya perspectiva augusta de los clel?s d'<br />
. tal que Febo mcen <strong>la</strong>,<br />
por <strong>la</strong> parte onen , doro!<br />
. Qué hermoso carmesí! iQué franjas e<br />
~ avenida de luz por allá deja,<br />
a<br />
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n herrÍloso fondo azul celeste<br />
soreu .<br />
un jaspeado colo.r de madreper<strong>la</strong>,<br />
Al león, este cuadro na~~ im~orta,<br />
, do su celestial magmÍlcenc<strong>la</strong><br />
Slen 1 corazón bueno y sensible,<br />
para aque<br />
que odio,<br />
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<strong>la</strong>,<br />
venganza<br />
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no envenenan.
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