Samayoa Guevara, Hector Humberto. Ensayos sobre la ...

2 de julio de 1816) acompañando al capitán general, teniente
general D. José Cienfuegos y Jovellanos. En cargo tan delicado
se necesitaba un funcionario que uniera a .su fidelidad
a la Corona, una gran inteligencia e ilustración, habilidad
política y talento diplomático, comprobados por una larga experiencia
burocrática al servicio de la Corona, y estas cualidades
ya las había mostrado D. Alejandro Ramírez, en los
cargos desempeñados anteriormente (secretario de gobierno
del capitán general de Guatemala D. Antonio González Me>llinedo
y Saravia, Jefe Político Superior de Nicaragua (1813),
Intendente de Puerto Rico, etc.). y en realidad no defraudó
a su monarca. A este respecto, uno de los autores citados,
dice: "Durante el período histórico que abarca los gobiernos
del capitán marqués de Someruelos hasta el general Vives -13
de mayo de 1799 a 15 de mayo de 1832- fue La Habana
el centro político y militar de cuantos esfuerzos realizó la
monarquía española y sus epígonos reaccionarios para aplastar
los movimientos revolucionarios de América, especialmente encaminados
contra Haití, Venezuela, México y Colombia. Y
para lograr ese objetivo, intendentes de Hacienda como Alejandro
Ramírez y gobernadores como Vives, se valieron de
espías, saboteadores, agentes provocadores, corsarios, piratas y
hasta expediciones militares condenadas de ante!J1ano al fracaso".
(]. L. Franco. Docs. para la Hist. de México ... op. cit.
p. XLVII). Efectivamente el intendente D. Alejandro RamÍrez
desde que tomó posesión de su cargo hasta su muerte,
intervino activa y diligentemente en favor de la causa realista.
Son. elocuentes al respecto las siguientes palabras: "Ral'nÍrez
-que durante el mando de Cienfuegos y, también de sus sucesores
Echeverri y Cagigal fue el verdadero Gobernador de
Cuba-, tomó en sus manos el mismo día de la llegada a
La Habana, con insuperada maestría política, la ardua tarea
de defender los principios monárquicos y salvar de una ruina