COMPROMISO SOCIAL - Universidad Iberoamericana

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26 COMPROMISO SOCIAL mirador ›HECTOR GARCIA FOTÓGRAFO DE LA LUZ; CRONISTA DE LA REALIDAD SOCIAL Beatriz Palacios La obra de Héctor García, más allá de su labor como reportero gráfico, es reconocida por su visión comprometida con la sociedad, por ser testimonio de la marginación y la injusticia. Recorrió diversos países de Europa, África, Asia y América donde retrató desde los movimientos vallejista y del 68, hasta el asalto al Cuartel Moncada y los conflictos en Medio Oriente, entre muchos otros acontecimientos. Fiel cronista gráfico de todo lo que ha dejado huella en el acontecer de México y el mundo, el fotógrafo de la calle, como se le conoce, nació en la ciudad de México en 1923. Estudió en el Instituto Politécnico Nacional y en la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, donde fue discípulo de Manuel Álvarez Bravo y Gabriel Figueroa. Desde 1945 trabajó como periodista gráfico para diversas publicaciones y agencias informativas de México y del extranjero, entre ellas Life y Paris Match, en las que tuvo ocasión de trabajar junto a Henri Cartier-Bresson, que a decir del propio Héctor García, fue “un verdadero gigante y pionero del fotorreportaje”. Sus imágenes han sido exhibidas en cerca de un centenar de exposiciones realizadas dentro y fuera del país y forman parte de importantes colecciones públicas y privadas, entre las que destacan la del Museo Nacional de Antropología e Historia y la del Museo de la Fotografía, en México, así como la de la Bibliothèque Nationale, en París; The Library of Congress, en Washington, y el Museo del Vaticano. Ha merecido en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo; en 2002 le fue otorgado el Premio Nacional de Bellas Artes, el más alto reconocimiento que concede el gobierno mexicano, y en 2007, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, le entregaron el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez. Parte de esta obra se encuentra publicada en libros como Escribir con luz, Diego Rivera de carne y hueso, México sin retoque, Un día en la gran ciudad de México y Cámara oscura, entre otros, y a principios de 2008 comenzó a circular el volumen Chiles verdes, publicado por la UAM-Xochimilco, que es una selección realizada por Dionicio Morales de los textos que Héctor García escribió mes con mes desde hace más de una década en su columna del mismo nombre en la revista Gentesur, en la que abordó desde acontecimientos de actualidad histórica o cultural y el fenómeno de la fotografía, hasta un recorrido por las personalidades que conoció, con las cuales conservó una gran amistad. En la siguiente conversación, Héctor García, a quien Diego Rivera definió como “un excelente artista que expresa con emoción, belleza, plenitud de forma y profunda sensibilidad y comprensión humanas, la vida que lo rodea”, nos ofrece un acercamiento a su particular visión sobre su labor como fotógrafo. Adelantado a su tiempo El maestro Héctor García es un fotógrafo con olfato, con un tremendo instinto de oportunidad periodístico, y un innovador. Un ojo curioso lo define. Adelantado a su tiempo, creó nuevas publicaciones, una agencia y hoy su fundación. Con profunda admiración por su trabajo, le mando un abrazo fraterno. [ULISES CASTELLANOS. Testimonio recogido por JDA, el 18 de diciembre de 2008] Entre el progreso y el desarrollo, de Héctor García, ciudad de México, 1950.

ENTREVISTA CON HÉCTOR Y MARÍA GARCÍA ME INTERESA MOSTRAR LA REALIDAD SOCIAL: HÉCTOR GARCÍA ¿Cómo podría definir la fotografía? La fotografía es luz. Pero el instante que viene con esa luz va a convertirse en algo que no sabemos, va a ser lo que le toque ser. Y con esa luz venimos todos. Cada fotografía es única, es algo que no puedo hacer de nuevo. ¿Qué es lo que lo mueve a sacar la cámara y captar una imagen? Lo que siento en un instante, en mi corazón. Casi todo me interesa, pero sobre todo los niños. Tiene fotografías que son estéticamente muy bellas, pero al mismo tiempo muy crudas... Sí, y especialmente eso me interesa mostrar: la realidad social. En la entrada de su Galería- Fundación hay una escultura con la imagen de Niño en el vientre de concreto, ¿qué representa para usted esta fotografía? Es el instante en que nacemos, está diciendo “voy al mundo”. Es cuando el niño viene a la luz, viene a la vida, con dolor. Eso es lo que yo siento. Y esto te lo digo sólo a ti; es único. Tienes suerte. ¿Cómo valora la creación de la Fundación donde está todo su trabajo reunido? Con esto le estoy dando a la humanidad la buena y la mala. Digo que vengo a trabajar. Los compañeros quieren también este edificio, porque es un lugar para trabajar juntos, para dar al mundo, a los niños y a los viejos, cosas maravillosas. ¿Qué opinión tiene del trabajo de los jóvenes fotógrafos? Yo lo veo maravilloso, es muy bueno. En esta profesión tienen que sentir dolor en el pecho, en el corazón. Si sienten ese dolor, en ese momento la luz entra. Niño en el vientre de concreto, de Héctor García, ciudad de México, ca. 1953. En su libro Chiles verdes usted creó imágenes con palabras... ¿Verdad que sí? Eso mismo es el libro. De todos los personajes que aparecen en su libro, y con los que tuvo una relación cercana, ¿a quiénes recuerda especialmente? El Dr. Atl era un gran amigo y un artista extraordinario. Reía mucho. Lo conocí cuando yo era un niño y él me dio de comer; fue como si me dieran el pan de Dios. Cuando veo sus cuadros, sus paisajes, me dan ganas de llorar. Él tenía una luz especial. Todavía siento que su espíritu ronda por el Paricutín. Después de más de 60 años de labor como fotógrafo ¿se siente satisfecho con su trabajo y con los reconocimientos que ha recibido por ello? Sí, y disfruto los premios, porque puedo celebrar con mi familia y amigos con un trago y una buena comida. ¿Le falta algo por hacer? Yo sigo trabajando. Siempre traigo mi cámara conmigo y tomo fotografías de todo lo que llama mi atención, y las mando a los periódicos para que se publiquen. Su formidable sensibilidad poética Trabajé muchos años al lado de Héctor y su mujer, María. Recuerdo haber sido testigo de las primeras fotos que tomó María, quien es también una gran fotógrafa. Esto fue hace muchísimo tiempo, y hoy seguimos siendo grandes amigos. Héctor siempre fue un fotógrafo muy atrevido, a tal grado que un día fuimos los dos a parar a la cárcel, porque unos policías no querían que Héctor tomara una foto y, cuando le iban a arrebatar la cámara, me la dio a mí para que la escondiera. De todos modos me la quitaron y nos detuvieron. Héctor me acompañó también muchas veces cuando entrevisté a Jesusa Palancares, y tomó bastantes fotografías. Por cierto, yo estuve presente cuando él realizó una de sus fotos más famosas, Niño en el vientre de concreto, pues el primer niño que se metió en el nicho fue mi hijo Mane, y después el papelerito al que Héctor inmortalizó con su formidable sensibilidad poética. [ELENA PONIATOWSKA. Testimonio recogido por JDA, el 9 de diciembre de 2008] Una nueva estética donde el centro es la preocupación social Sin duda estamos ante un fotógrafo extraordinario. Héctor tiene un sentido poco común para encontrar las imágenes realmente valiosas y en segundos dar con el ángulo y la luz adecuados. Es un artista natural, nació creador, la cámara fue inventada para él, es su instrumento esencial, o su arma de guerrero. En la fotografía está en su elemento. Nos ha mostrado al país en toda su desnudez y grandiosidad; lo que llama la atención es su sencillez, su modestia: parece no percatarse de su genio y de la importancia de su obra: renovó el fotoperiodismo y lo hizo un arte acabado, perfecto, sublime, una nueva estética donde el centro es la preocupación social. [RENÉ AVILÉS FABILA. Testimonio recogido por JDA, el 11 de diciembre de 2008] 27

ENTREVISTA CON HÉCTOR<br />

Y MARÍA GARCÍA<br />

ME INTERESA MOSTRAR LA<br />

REALIDAD <strong>SOCIAL</strong>:<br />

HÉCTOR GARCÍA<br />

¿Cómo podría definir la fotografía?<br />

La fotografía es luz. Pero el instante<br />

que viene con esa luz va a convertirse en algo<br />

que no sabemos, va a ser lo que le toque ser. Y<br />

con esa luz venimos todos.<br />

Cada fotografía es única, es algo que<br />

no puedo hacer de nuevo.<br />

¿Qué es lo que lo mueve a sacar<br />

la cámara y captar una imagen?<br />

Lo que siento en un instante, en mi<br />

corazón. Casi todo me interesa, pero sobre<br />

todo los niños.<br />

Tiene fotografías que son<br />

estéticamente muy bellas, pero<br />

al mismo tiempo muy crudas...<br />

Sí, y especialmente eso me interesa<br />

mostrar: la realidad social.<br />

En la entrada de su Galería-<br />

Fundación hay una escultura con<br />

la imagen de Niño en el vientre<br />

de concreto, ¿qué representa para<br />

usted esta fotografía?<br />

Es el instante en que nacemos, está<br />

diciendo “voy al mundo”. Es cuando el niño<br />

viene a la luz, viene a la vida, con dolor. Eso<br />

es lo que yo siento. Y esto te lo digo sólo a ti;<br />

es único. Tienes suerte.<br />

¿Cómo valora la creación de la<br />

Fundación donde está todo su<br />

trabajo reunido?<br />

Con esto le estoy dando a la humanidad<br />

la buena y la mala. Digo que vengo a<br />

trabajar. Los compañeros quieren también<br />

este edificio, porque es un lugar para trabajar<br />

juntos, para dar al mundo, a los niños y a los<br />

viejos, cosas maravillosas.<br />

¿Qué opinión tiene del trabajo de<br />

los jóvenes fotógrafos?<br />

Yo lo veo maravilloso, es muy bueno.<br />

En esta profesión tienen que sentir dolor en el<br />

pecho, en el corazón. Si sienten ese dolor, en ese<br />

momento la luz entra.<br />

Niño en el vientre de concreto, de Héctor García,<br />

ciudad de México, ca. 1953.<br />

En su libro Chiles verdes usted creó<br />

imágenes con palabras...<br />

¿Verdad que sí? Eso mismo es el libro.<br />

De todos los personajes que<br />

aparecen en su libro, y con los que<br />

tuvo una relación cercana,<br />

¿a quiénes recuerda especialmente?<br />

El Dr. Atl era un gran amigo y un artista<br />

extraordinario. Reía mucho. Lo conocí<br />

cuando yo era un niño y él me dio de comer;<br />

fue como si me dieran el pan de Dios. Cuando<br />

veo sus cuadros, sus paisajes, me dan ganas<br />

de llorar. Él tenía una luz especial. Todavía<br />

siento que su espíritu ronda por el Paricutín.<br />

Después de más de 60 años de<br />

labor como fotógrafo ¿se siente<br />

satisfecho con su trabajo y con los<br />

reconocimientos que ha recibido<br />

por ello?<br />

Sí, y disfruto los premios, porque puedo<br />

celebrar con mi familia y amigos con un<br />

trago y una buena comida.<br />

¿Le falta algo por hacer?<br />

Yo sigo trabajando. Siempre traigo<br />

mi cámara conmigo y tomo fotografías de<br />

todo lo que llama mi atención, y las mando<br />

a los periódicos para que se publiquen.<br />

Su formidable<br />

sensibilidad<br />

poética<br />

Trabajé muchos años al lado de Héctor y su mujer, María.<br />

Recuerdo haber sido testigo de las primeras fotos que<br />

tomó María, quien es también una gran fotógrafa. Esto fue<br />

hace muchísimo tiempo, y hoy seguimos siendo grandes<br />

amigos. Héctor siempre fue un fotógrafo muy atrevido, a tal<br />

grado que un día fuimos los dos a parar a la cárcel, porque<br />

unos policías no querían que Héctor tomara una foto y,<br />

cuando le iban a arrebatar la cámara, me la dio a mí para<br />

que la escondiera. De todos modos me la quitaron y nos<br />

detuvieron. Héctor me acompañó también muchas veces<br />

cuando entrevisté a Jesusa Palancares, y tomó bastantes<br />

fotografías. Por cierto, yo estuve presente cuando él realizó<br />

una de sus fotos más famosas, Niño en el vientre de<br />

concreto, pues el primer niño que se metió en el nicho<br />

fue mi hijo Mane, y después el papelerito al que Héctor<br />

inmortalizó con su formidable sensibilidad poética.<br />

[ELENA PONIATOWSKA. Testimonio<br />

recogido por JDA, el 9 de diciembre de 2008]<br />

Una nueva<br />

estética donde<br />

el centro es la<br />

preocupación<br />

social<br />

Sin duda estamos ante un fotógrafo extraordinario. Héctor<br />

tiene un sentido poco común para encontrar las imágenes<br />

realmente valiosas y en segundos dar con el ángulo y la luz<br />

adecuados. Es un artista natural, nació creador, la cámara<br />

fue inventada para él, es su instrumento esencial, o su arma<br />

de guerrero. En la fotografía está en su elemento. Nos ha<br />

mostrado al país en toda su desnudez y grandiosidad; lo<br />

que llama la atención es su sencillez, su modestia: parece<br />

no percatarse de su genio y de la importancia de su obra:<br />

renovó el fotoperiodismo y lo hizo un arte acabado,<br />

perfecto, sublime, una nueva estética donde el centro es la<br />

preocupación social.<br />

[RENÉ AVILÉS FABILA. Testimonio<br />

recogido por JDA, el 11 de diciembre de 2008]<br />

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