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COMPROMISO SOCIAL - Universidad Iberoamericana

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Año I ● Número 1 ● Febrero-abril de 2009<br />

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong><br />

Escriben: DAVID FERNÁNDEZ MIGUEL ÁNGEL GRANADOS<br />

CHAPA JOSÉ EMILIO PACHECO GABRIEL ZAID<br />

Líder Ibero: ROBERTO HERNÁNDEZ<br />

Entrevistas con: HÉCTOR GARCÍA<br />

ELENA PONIATOWSKA<br />

SERGIO AGUAYO QUEZADA: ¿Y POR QUÉ EL 68 NO SE OLVIDA?, MAURICIO DE MARIA<br />

Y CAMPOS: UNA VENTANA A LAS BELLEZAS DE SUDÁFRICA, ILÁN SEMO: ¿LA ERA POSIDENTITARIA?<br />

1


INDICE<br />

3 Carta del Rector,<br />

Dr. José Morales Orozco, S. J.<br />

4 Democracia y compromiso social,<br />

por Miguel Ángel Granados Chapa<br />

6 Gigantismo y productividad,<br />

por Gabriel Zaid<br />

10 Para qué sirven las estatuas<br />

y otros poemas,<br />

por José Emilio Pacheco<br />

12 La calidad académica<br />

como pertinencia social,<br />

por David Fernández, S. J.<br />

20 El éxito se basa en la constancia<br />

y en el trabajo: Roberto Hernández,<br />

por Carlos Deveaux Homs<br />

26 Héctor García: Fotógrafo de la luz;<br />

cronista de la realidad social,<br />

por Beatriz Palacios<br />

30 ¿La era posidentitaria?,<br />

por Ilán Semo<br />

32 ¿Y por qué el 68 no se olvida?...,<br />

por Sergio Aguayo Quezada<br />

36 Literatura, periodismo y realidad<br />

social: entrevista con Elena Poniatowska,<br />

por Juan Domingo Argüelles<br />

40 Los alumnos de la Ibero ante la crisis<br />

financiera mundial<br />

42 Una ventana a las bellezas de Sudáfrica,<br />

por Mauricio de Maria y Campos<br />

44 La comida está de alivio,<br />

por Paco Ignacio Taibo I<br />

46 ¿Qué leer y por qué?<br />

48 ¿Qué escuchar y por qué?<br />

CARTA DEL RECTOR<br />

El anhelo de contribuir al mejoramiento de la sociedad<br />

ha constituido el horizonte de sentido para el quehacer<br />

de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong> desde su fundación.<br />

En este marco nace , Revista de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong>,<br />

con el compromiso de abrir un nuevo espacio para la expresión del<br />

pensamiento, la cultura, el conocimiento y el saber en general, a fin<br />

de contribuir al debate constructivo, que exige de cada uno de nosotros<br />

la participación para lograr una sociedad libre, justa, solidaria<br />

y productiva.<br />

Recientemente, el Padre Adolfo Nicolás, S. J., Superior General<br />

de los jesuitas, recordaba que el éxito de una institución educativa<br />

confiada a la Compañía de Jesús debía medirse por lo que sus alumnos<br />

llegan a ser una vez que la han abandonado. Nuestra propuesta educativa,<br />

por ello, no está circunscrita al desarrollo de competencias académicas,<br />

sino que se enfoca a la formación de personas con alta calidad humana,<br />

ciudadanos comprometidos y grandes profesionales.<br />

No resulta casual, por esto, el hecho de que el primer número<br />

de nuestra revista esté dedicado al Compromiso Social, pues la educación<br />

es hoy determinante frente a los tres principales desafíos que enfrenta<br />

México: la superación de la desigualdad económica, la instauración<br />

de una cultura plenamente democrática y la convivencia armónica<br />

en el respeto a las diversas y verdaderas libertades.<br />

Esta publicación que hoy comienza, y que llegará a toda la comunidad<br />

de la UIA y a muchos otros ámbitos académicos y sociales que nos<br />

interesan, tiene entre sus principios irrenunciables los de ser una revista<br />

plural y de calidad, abierta a la libertad plena, el compromiso con la verdad<br />

y el respeto irrestricto a la expresión personal y la responsabilidad<br />

individual de lo suscrito.<br />

Nos sentimos satisfechos, orgullosos y agradecidos de haber hallado<br />

el eco deseado entre los consejeros editoriales, colaboradores, estudiantes,<br />

ex alumnos, asesores y simpatizantes de la labor de la UIA, para hacer<br />

realidad esta obra común a la que se sumarán muchos más en el futuro,<br />

para mejorarla, consolidarla y mantenerla siempre en renovación.<br />

LA VERDAD NOS HARÁ LIBRES.<br />

Dr. José Morales Orozco, S. J.<br />

Rector<br />

DIRECTORIO<br />

UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO Dr. José Morales Orozco, S. J. RECTOR Dr. Javier Prado Galán, S. J. VICERRECTOR ACADÉMICO<br />

REVISTA DE LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CONSEJO EDITORIAL Juan Pablo Franco Ávalos, Víctor Gavito, Miguel Ángel Granados Chapa, Vicente Leñero, José Morales Orozco,<br />

S. J., María Nieves Noriega de Autrey, Paola Ortiz Machain, Eugenio Páramo Ortega, S. J. Javier Prado Galán, S. J. COMITÉ DE ASESORES Carlos Alvarado Santoyo, José Carreño Carlón, Carlos<br />

Lugo Galera, Carlota Peón, Gilberto Prado Galán, Alberto Ruiz, Ilán Semo, Helena Varela, Gabriela Warkentin de la Mora DIRECTOR Carlos Deveaux Homs DIRECTOR EDITORIAL Juan Domingo<br />

Argüelles ASISTENTE DE EDICIÓN Beatriz Palacios ADMINISTRACIÓN Áurea Maristany INFORMACIÓN Angélica Cortés, Francelia Vargas REDACCIÓN Carlos Mario Castro, Ana Langner<br />

DISEÑO Gloria Martínez<br />

GRUPO MEXICANO DE MEDIOS, S.A DE C.V.<br />

SOCIOS DIRECTORES Elías González Rogel, Ricardo Rubio Martínez GERENTE EDITORIAL Sergio Albarrán Vaca DISEÑO Manuel Hernández Fernández del Castillo COMERCIALIZACIÓN<br />

Jorge Hernández Ambriz, Israel Villanueva Villegas ATENCIÓN A CLIENTES Lupita Espínola Medina, Yazmín Hernández López VENTAS PUBLICIDAD (55) 5291-5577 CORREO ELECTRÓNICO<br />

ventas@gmmedios.com.mx<br />

, Revista de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong> es una publicación trimestral, febrero-abril de 2009, de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong> Ciudad de México y de Grupo Mexicano de Medios, S. A. de C.V., bajo la responsabilidad<br />

de la Dirección de Comunicación Institucional de la UIA. Editor responsable: Carlos Deveaux Homs, carlos.deveaux@uia.mx. Número de Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional de Derechos de Autor (en trámite).<br />

Número de Certificado de Licitud de Título (en trámite). Número de Certificado de Licitud de Contenido (en trámite). Domicilio de la publicación: Prolongación Paseo de la Reforma 880, Lomas de Santa Fe, México, D. F., C. P.<br />

01219. Tel. 5950 4197 y 5950 4198. Fax: 5950 4316. Imprenta: Offset Multicolor, S. A. de C. V., Calzada de la Viga 1332, 09430 México, D. F. La responsabilidad de los artículos publicados refleja, de manera exclusiva, la opinión de<br />

sus autores y no necesariamente el criterio de la institución. No se devuelven originales no solicitados ni se entablará correspondencia al respecto. Prohibida la reproducción parcial o total, por cualquier medio o procedimiento,<br />

del contenido de la revista, sin autorización previa y expresa, por escrito, de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong>. Año I, número 1, febrero-abril de 2009. Portada: Mirada insólita (fotografía de Héctor García, 1972). ISSN en trámite.<br />

3


4<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> meditaciones<br />

›DEMOCRACIA<br />

Y <strong>COMPROMISO</strong><br />

<strong>SOCIAL</strong> Miguel Ángel Granados Chapa<br />

Detalle de ¡Córrele!, de Héctor García, México, D. F., 1947.<br />

Inmersa en un sistema político en cuya cima se hallaba un Presidente de la República dotado de poderes incontrastables, al<br />

mando de un partido dominante casi único, la sociedad mexicana añoró durante décadas una experiencia que nunca había<br />

vivido, la de la democracia electoral en donde los votos deciden quiénes gobiernan tras una contienda equitativa de partidos<br />

que no monopolizan el poder ni concentran las posibilidades de la victoria y la derrota, sino que a veces ganan y a veces<br />

pierden, y nunca para siempre.<br />

Tan distante estaba esa imagen deseada, que se convirtió en un espejismo, una trampa mental y moral. Salvo quienes en distintos<br />

momentos del siglo XX eligieron la confrontación armada con ese propósito, la mayoría de los mexicanos supusimos que la<br />

transformación social de México dependía de que ejerciéramos la libertad del sufragio, al lado de otros derechos públicos como el de<br />

reunión y el de expresión. Dadnos la democracia electoral y todo lo demás vendrá por añadidura: en eso parecía sintetizarse nuestro<br />

reclamo. Pero apenas avanzamos en esa dirección quedó al descubierto, para infortunio de todos y desesperanza de muchos, que un<br />

sistema electoral respetuoso de la voluntad de las personas era apenas un requisito necesario pero no suficiente para que la sociedad<br />

se diera a sí misma poderes que emprendieran las transformaciones urgentes y largamente aplazadas.<br />

Para colmo, el progreso social hacia la contienda electoral eficaz encontró pronto sus límites y engendró sus propios demonios.<br />

Sucesivas reformas electorales, iniciadas o admitidas por el presidencialismo que accedió a acotarse a sí mismo, permitieron<br />

el fortalecimiento del sistema de partidos y la distribución del poder. Así, a partir de 1989 los ciudadanos pudieron elegir gobernadores<br />

entre candidatos distintos de los del PRI, al punto de que hoy éste conserva el dominio de “sólo” 17 entidades, casi la mitad<br />

del total, a diferencia de lo que ocurría hace apenas dos décadas. Hace apenas una que el partido oficial dejó de controlar el Poder<br />

Legislativo federal. Y hace ocho años se produjo el relevo de partidos en la institución presidencial.


Dos factores esenciales para esa distribución del poder<br />

inimaginable en una era en que el PRI era el partido invencible,<br />

cuya omnipotencia contrastaba con la impotencia de sus<br />

adversarios, fueron los partidos y los órganos electorales. Pero<br />

demasiado pronto unos y otros dieron de sí, se convirtieron<br />

en lastre de la transformación que estuvieron llamados a protagonizar.<br />

El financiamiento público a los partidos, necesario<br />

para equilibrar la fuerza de la oposición con la del gobierno y<br />

su partido, envenenó la vida partidaria y la convirtió en arena<br />

de disputas internas por el dinero, que se tradujo en creciente<br />

distanciamiento de las necesidades de la sociedad. En una afirmación<br />

general que, por lo mismo requiere de matices, puede<br />

decirse que los partidos son hoy aparatos burocráticos que viven<br />

para sí y no para los ciudadanos.<br />

Los órganos electorales, que entre 1996 y 2003 propiciaron<br />

el desarrollo de comicios bien arbitrados en que los<br />

votos se contaban y se contaban bien, se deterioraron en el<br />

trienio siguiente, y con sus insuficiencias, sesgos y aun ilegalidades<br />

contribuyeron al retorno de la desconfianza ciudadana en<br />

materia electoral. Ante una elección muy reñida, en que el re-<br />

sultado formal consistió en una diferencia mínima entre los dos<br />

candidatos presidenciales más votados (0.51 por ciento, 230 mil<br />

votos en un universo de 42 millones de sufragios) el Instituto<br />

Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la<br />

Federación quedaron por debajo de la exigencia planteada por<br />

la elección misma y por los reclamos de la sociedad.<br />

De ese modo, hemos involucionado. Cuando supusimos<br />

que al éxito de la democracia electoral sucedería la ventura de<br />

la democracia plena, cabal, al menos entendida de la manera<br />

módica en que la proclama la Constitución (no sólo como<br />

estructura jurídica y régimen político sino como un sistema de<br />

vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y<br />

cultural del pueblo) nos encontramos con que es preciso volver<br />

a empezar. Pero tal vez hemos aprendido la lección. Quizá hoy<br />

sabemos que no es necesario, ni prudente, proceder por etapas,<br />

sino que es preciso el avance simultáneo en los diversos ámbitos<br />

de la democracia. En un país atenaceado por la pobreza y la inequidad,<br />

la democracia que no persiga eliminar esos lastres, que<br />

no camine hacia el bien general (el bien estar y el bien ser) y no<br />

equilibre a la sociedad para que no haya opulencia insultante al<br />

lado de miseria degradante, no es una democracia.<br />

Hace falta incorporar a las formas democráticas (al<br />

mismo tiempo que se las restaure) contenidos impregnados<br />

por diversas formas del compromiso social. Se requiere<br />

establecer ese compromiso entre el gobierno y los gobernados,<br />

dentro de los partidos, en la vida social. Entendido<br />

como la conjunción de voluntades que conciba a las personas<br />

como centros de imputación de derechos y deberes<br />

sociales, no sólo políticos, el compromiso social debe ser<br />

un instrumento para superar los obstáculos crecientes a la<br />

vida humana plena, para devolver a la sociedad la capacidad<br />

de convivencia en que se expresa la vocación gregaria de<br />

las personas.<br />

Definir e instrumentar las diversas formas de compromiso<br />

social es tarea que concierne en muy amplia medida a la<br />

sociedad, a los ciudadanos, al pueblo, a la gente o como quiera<br />

que nos nombremos a nosotros mismos. Durante las décadas<br />

del dominio autoritario priísta, causa y efecto de esa manera de<br />

gobernar que prescindía de los ciudadanos fue la invertebración<br />

social, la nula o escasa existencia de grupos comunitarios. Los<br />

había para fines productivos o de esparcimiento o de propa-<br />

En un país atenaceado por la pobreza y la<br />

inequidad, la democracia que no persiga eliminar<br />

esos lastres, que no camine hacia el bien general<br />

(el bien estar y el bien ser) y no equilibre a la<br />

sociedad para que no haya opulencia insultante al<br />

lado de miseria degradante, no es una democracia.<br />

gación de la fe y de prácticas caritativas. No faltaban en las<br />

ciudades de tamaño medio los “clubes de servicio” trasplantados<br />

de los Estados Unidos que a los convivios de sus socios<br />

agregaban alguna forma de “labor social”. Pero en general los<br />

ciudadanos andaban desperdigados, sin fijarse metas que excedieran<br />

su propia energía.<br />

En la última veintena de años, al contrario de lo<br />

que ocurría bajo el autoritarismo pleno, se han multiplicado<br />

las agrupaciones civiles, llamadas organismos no<br />

gubernamen tales conforme al léxico de la diplomacia internacional,<br />

oenegés por sus siglas. Aunque se han colado<br />

en su universo la charlatanería y la simulación, en general<br />

esas agrupaciones han roto el aislamiento de las personas, la<br />

invertebración de la sociedad. Dedicadas a una amplia variedad<br />

de propósitos (los más de ellos en torno de diversas<br />

maneras de defensa y promoción de los derechos humanos),<br />

constituyen redes de acción ciudadana de las que cabe<br />

esperar que dinamicen el compromiso social, es decir la<br />

conciencia y la acción que conduzcan a eliminar las condiciones<br />

de vida infrahumanas que son el dato dominante de<br />

nuestra estructura social. ●<br />

5


6<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> meditaciones<br />

›GIGANTISMO Y<br />

PRODUCTIVIDADGabriel Zaid<br />

Muchos progresos del siglo XX son progresos<br />

improductivos. Técnicamente pueden<br />

ser maravillosos, pero económicamente<br />

son deficitarios.<br />

Detalle de Nueva York, EUA, de Héctor García, 1971.


A<br />

principios del siglo XIX, la mayor parte de la población<br />

mundial trabajaba por su cuenta. No vendía<br />

su tiempo marcado en un reloj a la puerta de instalaciones<br />

ajenas. Trabajaba en su casa o en lo suyo:<br />

vendía productos y servicios producidos con los recursos<br />

familiares. Tener empleo no era lo más común, ni parecía<br />

deseable. Era como caer en la servidumbre.<br />

En particular, buscar empleo en el gobierno parecía una<br />

falta de sentido común, casi una enfermedad mental, para la cual se<br />

usaba un nombre burlesco: empleomanía. En 1827, José María Luis<br />

Mora publicó un notable Discurso sobre los perniciosos efectos de la<br />

empleomanía que parece escrito para hoy. Sin embargo, lo que hoy<br />

parece una locura es trabajar por cuenta propia.<br />

Hacia 1970, en los grandes países capitalistas, la mayor<br />

parte de la población ya no tenía su propio capital para trabajar:<br />

tenía un empleo. En los socialistas, trabajaba para el gobierno.<br />

La economía mundial se había burocratizado. El trabajo sólo se<br />

concebía bajo la dependencia de jefes que a su vez tienen jefes,<br />

que a su vez tienen jefes: en jerarquías piramidales prometedoras<br />

de ascensos. Producir en otros escenarios era vivir al margen del<br />

progreso, cuando no de la ley.<br />

La nueva normalidad fue definida por John Keneth Galbraith<br />

en The new industrial state (1967): “Con excepción de los<br />

románticos patológicos, todos ahora reconocen que ésta no es<br />

la era del pequeño empresario”. En su opinión, la empresa del<br />

futuro sería “muy, muy grande”. Años después, The Economist<br />

señaló que Galbraith había anunciado esa tendencia precisamente<br />

cuando empezaba a declinar.<br />

La energía barata subsidia el gigantismo. Las burocracias de<br />

la Antigüedad dependían de la energía humana barata: la esclavitud,<br />

la servidumbre y los impuestos. Pero la energía humana no<br />

es tan barata como la energía fósil. La explotación humana, como<br />

la animal, tiene costos de mantenimiento que limitan el margen<br />

explotable y la concentración posible. Los primeros gigantismos<br />

nunca llegaron a tener la escala que permite la explotación de los<br />

recursos naturales, especialmente el carbón y el petróleo.<br />

Durante casi un siglo, los precios del petróleo fueron bajos<br />

y estables. En 1973, la renovación de la guerra contra Israel<br />

y el monopolio de la OPEP los hicieron subir de 3 dólares a 12<br />

en unos cuantos meses, y a 35 en 1979. El nuevo gigantismo se<br />

tambaleó. Las grandes empresas, las grandes ciudades y el sector<br />

público vivieron situaciones turbulentas y difíciles.<br />

El gigantismo tiene rendimientos decrecientes. El poder<br />

político y la destrucción ecológica pueden reforzarlo mientras<br />

no se generaliza. No es lo mismo que el empleo piramidado en<br />

grandes estructuras administrativas ocupe el 1% de la población,<br />

que el 10%, que el 30%. El progreso improductivo no puede<br />

avanzar indefinidamente, porque concentra recursos cada vez<br />

más costosos y menos productivos.<br />

La concentración del poder en burocracias públicas y<br />

privadas recibió un subsidio extraordinario, pero no renovable,<br />

con la energía fósil, cuyo despilfarro empezó en el siglo XIX y<br />

terminará en el XXI. Esos grandes depósitos de energía barata (el<br />

carbón, el petróleo), que se acumularon durante millones de años<br />

para ser consumidos en dos o tres siglos, han servido para que<br />

parezcan económicas muchas cosas que no lo son.<br />

Muchas economías de escala consisten simplemente en<br />

economizar trabajo despilfarrando energía o capital. Al escasear la<br />

energía y el capital baratos, cambian todos los cálculos y se reduce<br />

la escala de operación justificable. No parece casualidad que en<br />

el censo de 1980, por primera vez en la historia de los Estados<br />

Unidos, las grandes ciudades dejaran de crecer. Esto no puede<br />

desconectarse de lo que sucedió después del censo de 1970: el<br />

aumento en los precios de la gasolina, la calefacción y la electricidad,<br />

el aumento en las tasas de interés, la quiebra municipal de<br />

Nueva York, la negativa del gobierno federal a absorber el déficit<br />

de las grandes ciudades, la rebeldía de los contribuyentes al aumento<br />

de impuestos municipales. Cuando el gigantismo deja de<br />

recibir subsidios, deja de crecer.<br />

Muchos progresos del siglo XX son progresos improductivos.<br />

Técnicamente pueden ser maravillosos, pero<br />

económicamente son deficitarios. Para sostenerse, necesitan<br />

energía barata, recursos naturales baratos, crédito barato y, en<br />

general, capital barato. Pero no todos los juguetes maravillosos<br />

son improductivos. Hay otros que economizan energía, que<br />

economizan recursos naturales, que economizan capital. El<br />

teléfono celular, por ejemplo, es un progreso digno de la mejor<br />

tradición: la que aumenta la productividad del trabajo con<br />

inversiones mínimas. Esta tradición viene de los pueblos que<br />

hoy se llaman subdesarrollados: los que inventaron el anzuelo,<br />

la rueda, la aguja, el alfabeto y tantas otras cosas que seguimos<br />

usando. En los tiempos modernos, los pueblos que hoy se llaman<br />

desarrollados inventaron otra maravilla: la bicicleta.<br />

La bicicleta es un progreso sumamente productivo. Con<br />

una inversión mínima, permite moverse cuatro veces más aprisa<br />

que a pie, a un costo calórico cinco veces menor por kilómetro<br />

recorrido. En cambio, un automóvil puede correr diez veces más<br />

aprisa que una bicicleta (suponiendo que todos sean tan amables<br />

de hacerse a un lado y dejar la vía libre), pero el costo en calorías<br />

por pasajero-kilómetro no es menor, sino treinta veces mayor<br />

que andar a pie. Y la inversión no es tan pequeña. Como si fuera<br />

poco, el automóvil contamina y mata a muchas personas.<br />

7


El aura maravillosa del progreso<br />

no facilita los distingos: envuelve todos<br />

los juguetes maravillosos como si fueran<br />

igualmente productivos, celebra todos los<br />

crecimientos como si fueran igualmente<br />

deseables. Pero hay que distinguir las innovaciones<br />

que ahorran trabajo, a costa<br />

de subemplear o despilfarrar el capital socialmente<br />

disponible, de las que permiten<br />

producir lo mismo o más con menos capital,<br />

equipo, materias primas y energía. Hay<br />

que distinguir las maravillas faraónicas de<br />

las miniaturizantes. Hay que distinguir el<br />

crecimiento vertical, piramidal, centralizado,<br />

que por lo general produce menos con los<br />

mismos recursos, del crecimiento horizontal,<br />

descentralizado, comunitario o federativo.<br />

Hay que distinguir la productividad que<br />

favorece la autonomía personal de la que<br />

reduce la autonomía personal. Hay que dis-<br />

tinguir la educación que produce burócratas<br />

de la que produce innovadores, emprendedores,<br />

profesionistas independientes, artistas<br />

y artesanos.<br />

Suele creerse que las empresas<br />

pequeñas son menos eficientes que las<br />

grandes. Si por eficiencia se entiende la cantidad<br />

de producción por persona ocupada,<br />

es verdad. Pero si se entiende la cantidad<br />

producida en proporción a los recursos, las<br />

pequeñas son más eficientes. En las tabulaciones<br />

de los censos económicos que se<br />

presentan por tamaño del establecimiento<br />

(número de personas ocupadas), puede<br />

observarse que la productividad laboral<br />

(valor agregado por persona) aumenta con<br />

el tamaño, mientras que la productividad<br />

de la inversión (valor agregado en proporción<br />

al total de los activos) disminuye. Esta<br />

asimetría explica otra: las grandes empresas<br />

pueden pagar salarios altos, las pequeñas<br />

pueden pagar intereses altos.<br />

Las economías de escala consisten<br />

sobre todo en economizar trabajo, no recursos.<br />

El gigantismo concentra muchos<br />

recursos en muy pocas personas y aumenta<br />

así la productividad de su personal, a costa<br />

8<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> meditaciones<br />

de reducir la productividad de sus recursos.<br />

Si una parte de los recursos destinados<br />

al crecimiento piramidal se asignaran<br />

al crecimiento horizontal, generarían más<br />

empleos y producirían más.<br />

Alguna vez, una revista de negocios<br />

creyó entender en esta afirmación<br />

que las grandes empresas (naturalmente)<br />

son más eficientes, pero como las pequeñas<br />

son más numerosas, entre todas juntas<br />

producen más. No es así. Las grandes<br />

empresas, aunque son pocas, producen<br />

más que todas las pequeñas juntas. También<br />

producen más por hombre. Pero producen<br />

menos con respecto a los recursos<br />

que concentran.<br />

En aquel momento, las empresas<br />

que ocupaban más de 750 personas ocupaban<br />

ocho veces más capital por persona<br />

que las microempresas que ocupaban me-<br />

nos de seis personas; pero no producían<br />

ocho veces más por persona sino cuatro<br />

veces más. Es decir: producían la mitad<br />

por unidad de inversión. Con la misma<br />

inversión, se podían crear 750 empleos<br />

en una empresa grande o 6,000 en 1,200<br />

microempresas de 5 personas. Y si bien las<br />

750 personas producirían lo mismo que<br />

3,000 en 600 microempresas, sólo producirían<br />

la mitad que 6,000 en 1,200. En<br />

una población de 6,000 personas ocupables,<br />

equipar a 750 personas en una sola<br />

gran empresa dejaría sin empleo a 5,250<br />

y produciría la mitad.<br />

Otra forma de ver lo mismo es<br />

que crear un empleo en una gran empresa<br />

cuesta millones de pesos (como puede<br />

comprobarse en las cifras de “Las 500 mayores<br />

empresas” que publica Expansión).<br />

En las medianas y pequeñas empresas, basta<br />

con la décima parte para crear un empleo.<br />

En el autoempleo, basta la centésima.<br />

El progreso improductivo tiende a<br />

concentrar los recursos donde producen<br />

menos. En el sexenio de 1988 a 1994, la<br />

política modernizadora y una coyuntura<br />

internacional favorable lograron que la<br />

inversión extranjera en México aumentara<br />

528% y la inversión fija bruta 54%.<br />

Pero el PIB no aumentó más que 18% (la<br />

tercera parte de 54%) y el empleo formal<br />

4% (la tercera parte del crecimiento de la<br />

población). La productividad laboral de<br />

los empleos formales aumentó 13%, pero<br />

la productividad de la inversión fija bruta<br />

disminuyó 23%. Y en todo el sexenio no<br />

se creó más que un millón de empleos<br />

formales. Así funciona el progreso improductivo.<br />

Las concentraciones de recursos,<br />

de poder y de prestigio se refuerzan<br />

mutuamente. El gigantismo sirve para<br />

negociar, imponerse, piramidar y acumular<br />

improductivamente recursos que<br />

aumenten la productividad laboral y<br />

los sueldos de su personal. A lo cual se<br />

suma el prestigio de pertenecer a grandes<br />

Hay que combatir la idea de que el único escenario<br />

digno del progreso es el gigantismo. Hay que apoyar<br />

a los millones de mexicanos que, afortunadamente,<br />

todavía creen en trabajar por su cuenta.<br />

instituciones y empresas. La seguridad<br />

económica, las instalaciones de lujo, los<br />

viajes y gastos pagados, prestigian la integración<br />

al gigantismo. Este prestigio de la<br />

dependencia (la “jaula de oro” que lleva<br />

a “la ignominia antes que la renuncia”)<br />

parecía ridículo cuando lo prestigiado era<br />

la independencia y muchos orgullosamente<br />

decían: Prefiero ser cabeza de<br />

ratón que cola de león.<br />

A la sociedad le conviene prestigiar<br />

la independencia y las operaciones<br />

en pequeño. Hay que combatir la idea<br />

de que el único escenario digno del progreso<br />

es el gigantismo. Hay que apoyar<br />

a los millones de mexicanos que, afortunadamente,<br />

todavía creen en trabajar por<br />

su cuenta. No sólo porque la autonomía<br />

es un ideal digno del ser humano, sino<br />

porque nunca habrá suficiente capital<br />

para absorberlos como ejecutivos o funcionarios.<br />

En particular, es un desperdicio<br />

preparar universitarios para que busquen<br />

empleos maravillosos (y se lleven un<br />

chasco). Lo práctico es prepararlos para la<br />

autonomía creadora que genera empleos<br />

para otros. ●


10<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> la llama inextin g uible<br />

›PARA QUÉ<br />

SIRVEN LAS<br />

ESTATUAS<br />

Y OTROS<br />

POEMAS<br />

José Emilio Pacheco<br />

El gran poeta, narrador y ensayista José Emilio<br />

Pacheco cumple en 2009 su setenta aniversario,<br />

el cual celebramos con el reconocimiento<br />

que merece su trayectoria literaria y su calidad<br />

humana. Es un honor que, en las páginas del<br />

primer número de , José Emilio Pacheco haya querido<br />

entregar a los lectores estos poemas inéditos que se enmarcan<br />

en el tema del compromiso social que acoge en nuestra<br />

revista, además de la reflexión, el fuego de la palabra poética.<br />

Jaque, de Héctor García, 1958.<br />

Para qué sirven<br />

las estatuas<br />

Fotografía de Rogelio Cuéllar.<br />

Nadie ha de permitir que lo condenen<br />

a una segunda forma de muerte<br />

Si deja que lo empareden a la intemperie<br />

Y lo conviertan en estatua efímera.<br />

¿Para qué sirven las estatuas?<br />

Para dar<br />

Compasión a los árboles,<br />

Risa a los transeúntes,<br />

Letrina a las palomas y otras aves;<br />

Para que los airados<br />

Pinten sus maldiciones al poder;<br />

Para que finalmente las derriben<br />

Y las hagan pedazos<br />

Las multitudes que en su furia son<br />

El gran juicio final,<br />

El veredicto de la historia.


Leyenda<br />

Todos quisimos la corona del rey<br />

Y nadie pudo hallarla en el bosque.<br />

Pero en su busca nos entrematamos.<br />

Por sanguinarios les dimos asco a las fieras.<br />

Siglos después cuando encontré la corona<br />

Vi que era sólo un puñado de polvo.<br />

Lamento de Pol Pot<br />

en su lecho de muerte<br />

Intenté hacer el bien, propagar la bondad,<br />

Sembrar la justicia, urdir la dicha de todos.<br />

Con tan noble propósito engañé,<br />

Asesiné. Encarcelé, torturé, oprimí.<br />

Yo que era compasivo y solidario<br />

Me convertí en uno más de los monstruos.<br />

Ahora sólo puedo pedir perdón.<br />

Sin embargo los muertos no resucitan,<br />

Las heridas nunca se curan.<br />

Así al buscar el Bien y la Verdad<br />

Aumenté con la suma de mis crímenes<br />

El plural sufrimiento de este mundo.<br />

Fundaciones<br />

Cuando se funda una ciudad lo primero que erigen<br />

Son los lugares del poder:<br />

El palacio, la sede del comercio,<br />

El mercado, la iglesia, los cuarteles,<br />

El tribunal, la cárcel y el patíbulo.<br />

En seguida levantan<br />

El burdel, el panteón y el matadero.<br />

Tezontle<br />

Lo que estalla o crepita a cada paso,<br />

Algo como un chasquido o el rumor<br />

Del tiempo al deshacerse…<br />

Los jardines de grava que hay en México,<br />

Senderos de tezontle desmenuzado<br />

En que se pulverizan los instantes.<br />

Hoy espuma de piedra y antes lava<br />

En la boca del Xitle hace dos mil años,<br />

Tezontle del Ajusco que da siempre<br />

La sensación de caminar en fuego.<br />

Vamos por la vereda como sobre un volcán al acecho.<br />

La ciudad toda, cráter que hierve en cólera<br />

A la espera del estallido.<br />

El vencedor<br />

El primer hombre al que maté cayó en Tolemaida.<br />

Trató de protegerse con el escudo<br />

Pero mi lanza fue más rápida.<br />

Se tambaleó, vomitó sangre<br />

Y me miró,<br />

Me miró en silencio.<br />

Me dejó a solas con mi triunfo y su muerte.<br />

11


12<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> examen<br />

›LA CALIDAD<br />

ACADEMICA COMO<br />

PERTINENCIA <strong>SOCIAL</strong><br />

La escuela, de Héctor García, 1950.<br />

David Fernández, S. J.*<br />

Rector de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong> Puebla<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Una universidad jesuita es siempre una universidad<br />

histórica, esto es, conformada en su<br />

identidad y sus funciones según las exigencias<br />

de la concreta realidad en la que se inserta.<br />

No existe un modelo único de universidad<br />

jesuita, ni los modelos que existen lo son para siempre. La<br />

calidad e idoneidad de una institución universitaria de la<br />

Compañía de Jesús se mide, consecuentemente, en relación<br />

con la respuesta que da a las necesidades históricas<br />

del entorno en cada tiempo y lugar, es decir, por un criterio<br />

esencialmente político de pertinencia social.<br />

En este sentido, la universidad jesuita se desmarca<br />

de las concepciones que el mercado universitario ha<br />

puesto en boga en relación con la calidad académica y<br />

con la función social de la universidad. La universidad<br />

ignaciana tiene la experiencia histórica de la realidad<br />

que la rodea y experimenta la exigencia ética de trabajar para transformarla. En<br />

nuestro país, esa realidad la hemos experimentado como injusta e irracional, y la<br />

exigencia ética la vivimos como el impulso a trabajar a favor de aquellos cambios<br />

que propicien una realidad más justa, libre, solidaria y racional. Esto lo queremos<br />

hacer universitariamente, y con espíritu cristiano.<br />

La universidad jesuita pretende cambiar la sociedad y es el cambio social el<br />

que configura su modo de ser universidad. Esto supone, en términos de Ignacio<br />

Ellacuría, una historización de la actividad universitaria, lo que no significa abandonar<br />

lo universitario a favor de lo estrictamente político, sino procurar una mejor<br />

orientación de lo que es rigurosamente universitario. A la universidad jesuita no le<br />

interesa el saber por el saber, ni siquiera formar profesionales por formarlos, sino<br />

cultivar la realidad local, regional y nacional, y la formación de aquellos que puedan<br />

contribuir a hacer de esa realidad una realidad más humana y equitativa.<br />

Desde la experiencia de la <strong>Universidad</strong> Centroamericana José Simeón<br />

Cañas, de El Salvador, mirando los retos particulares que nos propone la situación<br />

latinoamericana en general, y mexicana en particular, proponemos para su<br />

discusión esta serie de reflexiones sobre la necesaria correspondencia entre la calidad<br />

académica y la pertinencia social, elemento constitutivo de toda universidad<br />

cristiano-ignaciana.


LA CALIDAD ACADÉMICA<br />

Y LA PERTINENCIA <strong>SOCIAL</strong><br />

Una universidad jesuita será mejor universidad en la medida en que<br />

entienda mejor la realidad en la que se inserta y contribuya a transformarla<br />

con mayor eficacia. Una universidad de la Compañía será<br />

de mayor calidad en la medida en que forme a los profesionales que<br />

la sociedad necesita para edificar y animar una sociedad más humana,<br />

más solidaria. La calidad académica de una institución ignaciana<br />

será mayor en tanto sus conocimientos y saberes surjan de la realidad<br />

social a la que se debe y respondan de manera más adecuada a las<br />

necesidades que esa realidad le plantea. Una universidad nuestra será<br />

excelente académicamente cuando su docencia, su investigación y su<br />

vinculación social sean pertinentes socialmente.<br />

La calidad académica suele ser confundida por el mercado y<br />

por los mismos alumnos con la exigencia académica sobre los estudiantes<br />

(entre más agobio, mayor calidad) o, incluso, con el costo de<br />

las colegiaturas (mientras más caro, mejor). Sin dejar de reconocer<br />

que la exigencia y la relación costo-beneficio tienen un papel en la<br />

valoración de la calidad de una institución educativa, para nosotros,<br />

en cambio, calidad académica es, principalmente, pertinencia social:<br />

transmitir, construir, gestionar, conocimientos que tengan que ver<br />

con la concreta realidad socioprofesional<br />

de las carreras, con la<br />

particular realidad sociopolítica<br />

del país, y con el proyecto futuro<br />

de nuestros pueblos. Una universidad<br />

de calidad es, pues, aquella<br />

que es pertinente para el entorno,<br />

para su contexto concreto, desde<br />

un saber riguroso, avanzado y<br />

flexible.<br />

Por pertinencia social de<br />

la universidad entendemos entonces<br />

el hecho y la necesidad de<br />

estar conformada de algún modo por lo que son la realidad y las<br />

necesidades sociales en las que se inserta la institución y la necesidad<br />

de conformar en alguna medida esa realidad social. La pertinencia<br />

social compete primariamente a la universidad como tal y en segundo<br />

grado, a sus unidades estructurales.<br />

De esta manera, la respuesta a las necesidades de la sociedad<br />

—la pertinencia del saber universitario— ha de tener la prioridad<br />

en la planeación institucional y el máximo rango en la operación<br />

cotidiana de la institución. Se trata, en síntesis, de poner a la universidad<br />

como totalidad, aunque a través de sus partes, al servicio de la<br />

trasformación social, en beneficio de los pobres y los excluidos, que<br />

son la mayoría.<br />

LA NECESIDAD DE HISTORIZAR<br />

A LA UNIVERSIDAD<br />

Partimos del hecho macizo de que las universidades en cualquier situación<br />

son elementos activos y pasivos de la estructura social. No son<br />

entes separados. En nuestros países, la realidad es que generalmente<br />

son, más que instrumentos del saber, instrumentos de la dominación.<br />

No hay neutralidad universitaria. La metáfora de la universidad<br />

como “torre de marfil”, aunque sea una metáfora crítica, es, en el<br />

fondo, ideológica, es decir, falsa. La pretensión de neutralidad científica<br />

o profesionalizante que niega la realidad sistémica de la universidad<br />

con el todo social oculta, en realidad, su funcionamiento como instrumento<br />

politizado al servicio de la estructura dominante. Quienes<br />

pretenden que la universidad sea una institución neutral postulan que<br />

la universidad debe dedicarse, dicen, a ser universidad; lo cual supone<br />

en realidad anular la dimensión crítica de ésta, en beneficio de las<br />

fuerzas que conducen dominantemente la totalidad de lo social.<br />

Por esto, es necesario más bien asumir la dimensión política<br />

inevitable de la universidad, pero desde el polo contrario al de la<br />

dominación, desde la voluntad de transformar la sociedad para hacerla<br />

más justa y equitativa. Repolitizar la universidad desde quienes padecen<br />

la realidad, sería la divisa.<br />

En esta repolitización, es claro que el carácter universitario<br />

debe determinar la forma de acción política de la universidad (una<br />

universidad es una universidad, no un partido político ni una ONG),<br />

mientras que lo político debe determinar la forma de cumplir con lo<br />

universitario. Dicho de otro modo, lo prioritario a la hora de orientar<br />

el qué hacer debería venir de las exigencias de la realidad, mientras<br />

que la prioridad a la hora de orientar el modo de hacerlo vendría de<br />

las exigencias de lo académico.<br />

El saber y el saber acomodado a una determinada situación<br />

social son una necesidad de la sociedad y de su trasformación hacia<br />

la justicia. Pero un saber y un saber hacer que no respondan a lo que<br />

La universidad jesuita se desmarca<br />

de las concepciones que el mercado<br />

universitario ha puesto en boga en<br />

relación con la calidad académica y<br />

con la función social de la universidad.<br />

aquí y ahora es una determinada sociedad en su conjunto, sobre todo<br />

cuando esa sociedad sufre deficiencias fundamentales, no constituyen<br />

un saber universitario. No lo constituyen porque no tienen referencia<br />

concreta a la sociedad en que se da la universidad, por más que pudiera<br />

considerarse como teóricamente académico.<br />

Adicionalmente, desde el punto de vista epistemológico, un<br />

saber sin referencia a la praxis carece de comprobación interdisciplinar,<br />

que es uno de los requisitos para que un saber sea universitario;<br />

más aún, como dice Ellacuría en un ensayo sobre <strong>Universidad</strong> y<br />

Política: los saberes verdaderamente reales, esto es, los saberes que<br />

surgen de la realidad y van a la realidad, incluso los que se estiman<br />

como muy teóricos, no tienen radicalidad y fecundidad suficientes<br />

si no tienen como matriz fundamental la realidad circundante, que<br />

en su carácter de circundante ofrece el máximo de realismo fecundo.<br />

Esto no excluye que se reconozcan formas de saber universitario<br />

muy distintas entre sí, de modo que su vinculación a la realidad sea<br />

también muy diversa; la diversidad de contenido y método hacen<br />

que ocupen un lugar y una posición distinta en la totalidad del<br />

saber universitario. Lo que debe responder a la realidad social es<br />

formalmente la totalidad multidisciplinar de la universidad, aunque<br />

también algunas de las partes de esa totalidad; pero aun las formas<br />

menos inmediatistas de saber, se han de poner al servicio de esa incidencia<br />

sobre la realidad social de un modo tal vez indirecto pero<br />

esencial.<br />

13


En una sociedad como la nuestra, en la<br />

que las necesidades sociales son enormes, en<br />

la que la realidad social se presenta como un<br />

desorden establecido (factor teórico) y como<br />

injusticia institucional (factor ético), la obligación<br />

teórica y ética de responder con pertinencia<br />

a lo social se convierte en obligación<br />

teórica y ética de incidir en lo político, por<br />

supuesto, de manera universitaria.<br />

Consecuentemente, una necesidad de<br />

nuestra misión fe-justicia es tener universidades<br />

que reúnan a dialogar a quienes son más capaces<br />

de saber, y hacer que estos se dediquen<br />

realmente a saber, y a saber lo que se debe y se<br />

necesita.<br />

Veamos ahora cada una de las funciones<br />

sustantivas de la universidad desde esta óptica.<br />

LA DOCENCIA<br />

Es la base material de la actividad de nuestras<br />

universidades. Sin alumnos no habría<br />

universidad, aunque los alumnos no son el<br />

sentido último o la razón formal de una institución<br />

universitaria de la Compañía de<br />

Jesús. La docencia es el elemento más necesario,<br />

pero no el más valioso, aunque sea<br />

también principio de valor.<br />

Para que la docencia sea valiosa se requiere<br />

que ésta se guíe desde el objetivo de ser<br />

también pertinente socialmente. Es decir, que<br />

transmita y cree los saberes necesarios para la<br />

atención de las necesidades sociales, en función<br />

de la evolución y la transformación de<br />

la sociedad. Supone una permanente tensión<br />

entre lo que reclaman los alumnos y lo que<br />

reclama la sociedad y su transformación. Los<br />

alumnos, por ejemplo, querrían en su mayoría<br />

instalarse y lucrar en una sociedad que estimamos<br />

injusta, mientras que una universidad<br />

pertinente pretendería cambiar esa sociedad.<br />

Si se anula esta tensión correríamos el peligro<br />

de poner a la universidad al servicio de una<br />

praxis social equivocada —el mantenimiento<br />

y profundización de la injusticia—, o bien a<br />

perder nuestra base material de existencia al<br />

sacrificar las necesidades de los alumnos.<br />

De esta manera, hacer de la docencia<br />

una docencia socialmente pertinente tendría<br />

que ser un principio central de la reforma<br />

académica permanente de la universidad. Es<br />

verdad que en los hechos es la docencia la<br />

que dirige la marcha de la universidad. Pero<br />

con un enfoque meramente profesionalizante,<br />

es decir, centrado sólo en las necesidades del<br />

alumno y sin responder a las necesidades de la<br />

sociedad, tendríamos una mala docencia tanto<br />

desde el punto de vista técnico como desde<br />

14<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> examen<br />

el punto de vista ético. Desde el punto de<br />

vista ético porque los profesionales servirían<br />

solamente para fortalecer el estado injusto<br />

de cosas, y desde el punto de vista técnico,<br />

porque sin la pertinencia social, la docencia<br />

se vuelve inoperante, irrelevante, repetitiva,<br />

vieja y, en el mejor de los casos, abstracta. La<br />

buena docencia depende de la buena orientación<br />

universitaria, de su pertinencia social.<br />

Es ya comúnmente aceptado el aserto<br />

centroamericano de que desde una universidad<br />

jesuita lo que se debe enseñar y lo que<br />

se debe aprender es la gran asignatura de la<br />

realidad histórica del país y la región. Pero,<br />

entre otras cosas, esto quiere decir que cada<br />

materia que se imparta ha de ser configurada<br />

conforme a las demandas de la realidad local<br />

y nacional, que ha de ser como el fundamento<br />

y lugar de aplicación de cualquier materia;<br />

la realidad concreta no sólo configura cada<br />

una de las materias, sino que las unifica y les<br />

da su auténtico carácter transdisciplinario.<br />

La docencia pertinente debe crear<br />

profesionales nuevos o renovados. Estos lo<br />

serán si toda su carrera se constituye como<br />

nueva por el manejo novedoso que hace de<br />

su instrumental, orientado a lo que en realidad<br />

necesita el país y la región. El problema<br />

de la docencia es el de su comprensión desde<br />

la realidad y para un cambio profundo de esa<br />

realidad: así, el profesor ha de dominar de tal<br />

modo la propia profesión que la pueda poner<br />

en relación directa con la estructura social y<br />

con la marcha del proceso histórico.<br />

La docencia es también principio de<br />

valor, se decía arriba. Esto quiere decir que<br />

genera unos valores que sólo se dan mediante<br />

la dinámica de la docencia. La UCA los enumeraba<br />

como sigue:<br />

• Es estímulo a la preparación académica.<br />

• Es uno de los controles de la capacidad,<br />

dedicación, enfoque y compromiso del docente<br />

y de su producción académica.<br />

• Ayuda a la creación de un estilo mental<br />

crítico y dispuesto a dar razón de lo que<br />

afirma.<br />

• Supone un contacto con la pluralidad de<br />

personas y pensamientos, lo que enriquece<br />

a los académicos universitarios.<br />

• Garantiza la existencia de una pluralidad<br />

de profesionales y académicos, así como de<br />

un conjunto de métodos y conocimientos<br />

diversos.<br />

• Puede formar profesionales honestos para<br />

la transformación social.<br />

Conviene aclarar, por último, que la<br />

necesidad de que sean pertinentes socialmente<br />

no anula la especificidad y el dinamismo propios<br />

de cada una de las disciplinas, antes bien,<br />

exige esa especificidad y ese dinamismo para<br />

que sean cabalmente universitarias.<br />

La obligación teórica y ética de<br />

responder con pertinencia a lo<br />

social se convierte en obligación<br />

teórica y ética de incidir en lo<br />

político, por supuesto, de manera<br />

universitaria.<br />

LA INVESTIGACIÓN<br />

Es evidente que sólo una investigación seria,<br />

con una dedicación sólida, es necesaria no sólo<br />

para que la docencia sea la requerida sino para<br />

que toda la universidad se oriente de manera<br />

pertinente a incidir en la sociedad que la rodea.<br />

Pero, al mismo tiempo, es esta necesidad<br />

de pertinencia la que ha de constituirse en la<br />

medida y el control de esa investigación, esto<br />

es, lo que la investigación signifique para la sociedad.<br />

La necesidad de pertinencia social es la<br />

que se convierte en rectora de la investigación,<br />

pero, al mismo tiempo, sólo con la investigación<br />

se llega a saber críticamente lo que la<br />

universidad debe realizar en su atención a las<br />

necesidades sociales y para el cambio racional<br />

de la realidad.<br />

Es inequívoco: en la investigación está<br />

la raíz de la historicidad del quehacer universitario.<br />

Desde la investigación la universidad<br />

conocerá dónde está la realidad social, qué<br />

es lo que esa realidad necesita y cuáles son<br />

los medios para resolver esas necesidades. La<br />

investigación, entonces, debe ser histórica,<br />

política, orientada a la transformación. Esto<br />

no por reducir todo a lo político e histórico,


sino porque lo político e histórico nos llevan<br />

a la comprensión y el encuadramiento exactos<br />

de lo que es lo económico, lo técnico, lo<br />

cultural, lo científico.<br />

La investigación en una universidad de<br />

la Compañía de Jesús ha de entenderse desde<br />

un principio como una totalidad con diversas<br />

partes y funciones, ordenadas las unas a<br />

las otras, cuyo producto total y final ha de ser<br />

eficaz para incidir en la realidad social en la dirección<br />

deseada.<br />

Así, el objetivo central de una investigación<br />

pertinente es llegar a identificar e<br />

interpretar los puntos clave de la situación social<br />

en orden a intervenir universitariamente<br />

en ellos en la dirección del cambio deseado.<br />

Esclarecer científicamente una situación dada<br />

y sus causas, y construir alternativas teóricas y<br />

prácticas a esa situación, es el contenido concreto<br />

de la intervención universitaria.<br />

La experiencia latinoamericana dicta<br />

que en el terreno de la investigación suele<br />

darse una tensión entre lo coyunturalmente<br />

urgente y lo estructuralmente necesario. Si<br />

bien esta tensión puede generar variaciones<br />

y desajustes, es claro que la universidad debe<br />

priorizar a largo plazo la investigación que<br />

atienda a las necesidades estructurales de la<br />

realidad por encima de los requerimientos<br />

coyunturales, por rentables que sean.<br />

Finalmente, la investigación debe llevar<br />

a un producto eficaz, es decir, útil para<br />

la acción social transformadora. Por esto<br />

es necesario determinar las orientaciones,<br />

principios y prioridades que la rijan, y no<br />

dejarla al gusto, conveniencia o facilidad de<br />

cada investigador. Ultimadamente, se trata<br />

de construir la investigación institucional de<br />

la universidad, más que desarrollar la investigación<br />

personal de sus miembros.<br />

LA VINCULACIÓN<br />

Esta función universitaria tiene la misión central<br />

de ayudar a cumplir la obligación histórica<br />

de pertinencia social. Mediante ella se busca la<br />

incidencia inmediata y real del quehacer universitario<br />

en la sociedad. Por vinculación debe<br />

entenderse, entonces, la acción directa de la universidad<br />

sobre la estructura social y su relación<br />

con otros agentes sociales transformadores.<br />

En definitiva, la función de vinculación<br />

trata acerca del cómo poner a la universidad fuera<br />

de sí misma, en la realidad concreta, y acerca<br />

de cómo traer la realidad dentro de la universidad.<br />

Por ello exige una inserción universitaria en<br />

la realidad social, y una articulación con aquellas<br />

fuerzas que empujan el cambio social deseado.<br />

16<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> examen<br />

No debiera, entonces, entenderse meramente<br />

como llevar la universidad a grupos humanos<br />

fuera del recinto universitario, ni siquiera a grupos<br />

que normalmente no accederían a ella. Se<br />

trata, ultimadamente, de hacer de la universidad<br />

un actor social que incida en el cambio de la<br />

realidad en la que se inserta.<br />

Adicionalmente, la vinculación permite<br />

experimentar modelos novedosos de<br />

producción, intercambio, divulgación, organización<br />

y relación entre colectivos sociales<br />

que validen el conocimiento interdisciplinario<br />

de la universidad. Genera, también, mecanismos<br />

experienciales por los que la realidad de<br />

los pobres y excluidos se hace presente en el<br />

quehacer universitario, al mismo tiempo que<br />

realiza un esfuerzo racional para descubrir las<br />

conexiones esenciales y las leyes fundamentales<br />

que rigen el acontecer popular.<br />

LOS INDICADORES DE<br />

CALIDAD COMO CONDICIÓN<br />

DE POSIBILIDAD<br />

Una vez expuesto el marco global mediante<br />

el cual ha de valorarse la calidad académica<br />

de una institución universitaria, conviene<br />

decir ahora que la calidad académica que se<br />

pretende, supone que la institución funciona<br />

adecuadamente, en torno a expectativas,<br />

exigencias y estándares elevados. Esto quiere<br />

decir que, desde esta perspectiva, lo que se<br />

suele enumerar como indicadores de cali-<br />

Archivo de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong>.<br />

dad académica son, en realidad, condiciones<br />

de posibilidad para que la calidad académica<br />

fundamental, entendida como pertinencia<br />

social, pueda verificarse. Esto no quita importancia<br />

a cada uno de esos indicadores; por<br />

el contrario, les dota de consistencia y de relevancia.<br />

Enuncio algunos de ellos, a fin de<br />

tenerlos presentes como imprescindibles para<br />

que haya pertinencia institucional:<br />

• Los docentes se encuentran calificados académicamente.<br />

• Los profesores asisten a clases con puntualidad.<br />

• Los profesores entregan su programa al inicio<br />

del curso.<br />

• El curso se evalúa conforme a lo planteado<br />

originalmente.<br />

• Los profesores preparan sus clases y están<br />

actualizados. Incorporan en su docencia<br />

los resultados de las investigaciones institucionales.<br />

• Los profesores hacen trabajar productivamente<br />

a sus alumnos.<br />

• Los alumnos dedican tiempo suficiente al<br />

estudio y participan activamente en las sesiones.<br />

• Los docentes salen bien evaluados por sus<br />

alumnos y por sus pares.<br />

• Hay experiencias de campo significativas.<br />

• Las experiencias profesionales y de servicio<br />

social son relevantes y retadoras.<br />

• Los laboratorios son suficientes y actualizados.<br />

• Los investigadores dedican tiempo a la


18<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> examen<br />

La pertinencia social<br />

de la universidad<br />

y su repolitización<br />

deben ser conducidas<br />

por las necesidades<br />

objetivas de los grupos<br />

sociales mayoritarios,<br />

empobrecidos<br />

y excluidos del<br />

desarrollo.<br />

investigación socialmente pertinente sobre temas relevantes.<br />

• Los responsables de la vinculación están en relación<br />

con los movimientos sociales de la región, y problematizan<br />

la actividad universitaria con datos y demandas<br />

provenientes de la realidad.<br />

• Existen procesos de internacionalización de la universidad.<br />

• Hay intercambios académicos.<br />

• Hay foros, conferencias, congresos y publicaciones,<br />

propios de la universidad.<br />

• Los programas académicos se encuentran acreditados<br />

por organismos externos a la institución.<br />

• Los egresados evalúan positivamente su paso por la<br />

universidad y aplican en su vida profesional los conocimientos<br />

y competencias aprendidos.<br />

• La deserción de los alumnos de su carrera es relativamente<br />

baja.<br />

• La eficiencia terminal es alta.<br />

• La relación de alumnos por académico de tiempo es<br />

elevada.<br />

LA PERSPECTIVA DE LAS MAYORÍAS<br />

POBRES Y EXCLUIDAS<br />

Una última consideración: la sociedad es un conjunto<br />

de grupos humanos con intereses divergentes e, incluso,<br />

encontrados. En nuestra situación concreta la pertinencia<br />

social de la universidad y su repolitización deben ser<br />

conducidas por las necesidades objetivas de los grupos<br />

sociales mayoritarios, empobrecidos y excluidos del desarrollo.<br />

Estas necesidades son deducibles por la propia<br />

realidad objetiva de esos conjuntos humanos, pero también<br />

son cognoscibles en la voluntad expresa de esas<br />

mayorías, manifiesta en las organizaciones y movimientos<br />

populares.<br />

Para argumentar la necesidad de orientar la universidad<br />

desde las necesidades populares Ellacuría esgrimía<br />

tres tipos o niveles de argumentación:<br />

1. La fundamentación teórica se basa en que son las<br />

mayorías y su realidad objetiva el lugar adecuado para<br />

apreciar la verdad o falsedad de un sistema social determinado.<br />

2. La fundamentación ética que consiste en que se estima<br />

como obligación moral básica la de ponerse a favor de<br />

los injustamente oprimidos y contra los opresores.<br />

3. La fundamentación teológica, desde un punto de vista<br />

cristiano, consiste en que el cristianismo considera a<br />

los pobres y a los excluidos como lugar privilegiado<br />

para reconocer y realizar la salvación.<br />

Configurar la acción universitaria desde los intereses<br />

de los grupos sociales mayoritarios implica muchas<br />

cosas a todos los niveles de la vida universitaria. Yendo de<br />

lo más externo a lo más central, podríamos mencionar:<br />

• Un estilo austero en el campus y en las actividades institucionales.<br />

• Maximización de la eficacia en el uso de los recursos humanos<br />

y materiales.<br />

• Proyección de una imagen externa congruente con esta<br />

opción.<br />

• Selección adecuada de personal, conforme a un perfil<br />

de afinidad.<br />

• Realización del trabajo universitario con pasión y entrega.<br />

• Enfoque de la docencia hacia la preparación de profesionales<br />

conscientes y de agentes de transformación social.<br />

• Enfoque de la investigación hacia la realidad local, regional<br />

y nacional, para buscar lo que más ayude para<br />

una vida digna de la gente.<br />

• Liberación de recursos humanos y materiales para entrar<br />

en contacto con las realidades populares.<br />

• Establecer canales para que los pobres y excluidos se<br />

hagan presentes en la universidad y para que la universidad<br />

se haga presente entre los pobres y excluidos.<br />

• Poner signos del compromiso real de la universidad con<br />

las mayorías populares.<br />

CONCLUSIÓN<br />

La politización adecuada de la universidad y su excelencia<br />

académica en lugar de excluirse se potencian<br />

mutuamente. Esta potenciación puede hacerse desde el<br />

concepto de pertinencia social del saber universitario. De<br />

ello puede surgir tanto una mejor universidad como una<br />

mejor política para nuestros países. ●<br />

*Texto elaborado sobre las ideas y la experiencia universitaria de Ignacio<br />

Ellacuría, S. J.


20<br />

LIDER IBERO<br />

ENTREVISTA CON ROBERTO HERNÁNDEZ<br />

›EL EXITO<br />

SE BASA<br />

EN LA<br />

CONSTANCIA<br />

Y EN EL<br />

TRABAJO<br />

Carlos Deveaux Homs<br />

Fotografía de Yolitzma Iñiguez, 2009.


Nacido en Tuxpan, Veracruz, en 1942, Roberto Hernández Ramírez es una de<br />

las personas más exitosas de México y, sin duda alguna, un líder en los ámbitos<br />

nacional e internacional; un Líder Ibero, pues egresó de la <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Iberoamericana</strong> en 1964, de la Licenciatura en Administración de Empresas y,<br />

siguiendo sus intereses profesionales, muy pronto destacó como hombre de<br />

negocios, sin mantenerse ajeno al compromiso social.<br />

Ha sido cofundador de Acciones y Valores de México, presidente del Consejo de Administración<br />

de la Bolsa Mexicana de Valores, presidente de la Asociación de Bancos de México,<br />

director general del Banco Nacional de México y, desde 1991 y 2001, respectivamente, es presidente<br />

del Consejo de Administración de Banamex, y miembro del Consejo de Administración de<br />

Citigroup.<br />

Entre otras múltiples actividades vinculadas a su profesión y a su interés en el ámbito<br />

social, es miembro del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, del Patronato Económico<br />

y de Desarrollo de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong>, del Patronato del Museo Dolores Olmedo,<br />

de la <strong>Universidad</strong> de las Américas-Puebla, del Patronato del Hospital Infantil de México “Federico<br />

Gómez”, del Instituto<br />

de Fomento e Investigación<br />

Educativa y copresidente Sin duda, la Ibero no ha dejado<br />

de Fomento Cultural Ba-<br />

de mejorar, lo que al paso<br />

namex, Fomento Ecológico<br />

del tiempo nos ubica en un<br />

Banamex y Fomento Social momento, podemos decir, de<br />

Banamex.<br />

gran luminosidad.<br />

Su interés por el<br />

arte, la naturaleza y la<br />

educación lo llevó a aceptar invitaciones para formar parte de instituciones como el Museo<br />

Nacional de Arte, World Monuments Fund, University of Cambridge, The Nature Conservacy<br />

Board, David Rockefeller Center for Latin American Studies at Harvard, entre otras muchas.<br />

Presidente de la Junta de Directores del Club de Banqueros de México, A. C., y consejero<br />

del Centro Mexicano para la Filantropía, Roberto Hernández tiene una gran vocación en<br />

cuanto al compromiso social, de ahí que participe activamente en diferentes organismos enfocados<br />

a apoyar actividades como el arte, la educación, la cultura, la ecología y la economía.<br />

Su capacidad de liderazgo en el ámbito financiero lo ha llevado a convertirse en uno<br />

de los profesionistas, egresados de la UIA, más importantes de México. La Revista de la <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Iberoamericana</strong> tiene el orgullo de inaugurar la sección Líder Ibero con el aleccionador<br />

testimonio de quien es hoy uno de los hombres más influyentes de nuestro país. Este testimonio,<br />

recogido mediante la entrevista, nos ofrece, de viva voz, las recordaciones, la reflexión y<br />

la pasión vocacional de Roberto Hernández Ramírez.<br />

21


22<br />

LIDER IBERO<br />

LA UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA,<br />

INSTITUCIÓN EDUCATIVA PLURAL<br />

Haber estudiado en la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong> fue<br />

una experiencia que me dejó lecciones para toda la vida.<br />

Es una institución educativa plural, en la que se promueven<br />

una serie de valores y el respeto a las diversas<br />

formas de pensamiento en un ambiente de gran camaradería.<br />

Al hacer una valoración de su trayectoria, encuentro<br />

que la UIA ha buscado que su crecimiento sea más<br />

cualitativo que cuantitativo, tratando de conservar el sentido<br />

de pertenencia, sus valores y la calidad educativa, todo<br />

lo cual me parece muy afortunado. Doy por sentado el<br />

sello humanista de su formación que se traduce en profesionistas<br />

preocupados por su realidad. A pesar del énfasis<br />

en lo cualitativo, la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong> es una<br />

institución grande,<br />

con cerca de 11,000<br />

Haber estudiado<br />

en la <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Iberoamericana</strong><br />

fue una experiencia<br />

que me dejó<br />

lecciones para<br />

toda la vida.<br />

alumnos, sin contar<br />

los matriculados,<br />

en los otros campus<br />

de Puebla, Torreón,<br />

Tijuana, León, Acapulco<br />

y el ITESO.<br />

Sin duda, la<br />

Ibero no ha dejado<br />

de mejorar, lo que al<br />

paso del tiempo nos<br />

ubica en un momento,<br />

podemos decir,<br />

de gran luminosidad.<br />

Para mí ha sido muy<br />

satisfactorio haber<br />

conservado a lo largo de mi trayectoria profesional los vínculos<br />

con la UIA, buscando, de alguna forma, retribuir lo<br />

que mi alma máter me aportó. De esta forma me tocó en<br />

suerte ser presidente del Patronato Económico de la Ibero<br />

cuando empezamos la campaña financiera para el proyecto<br />

de Santa Fe; después fui presidente del Patronato de Fomento<br />

de Investigación y Cultura Superior, A. C. (FICSAC); y<br />

más tarde miembro de UIAC, que es la única agrupación<br />

conformada por jesuitas y laicos en igual número.<br />

EL CAMINO DEL LIDERAZGO<br />

Mucha gente ha abordado este tema, y de entre la serie<br />

de elementos que se han señalado como características<br />

de un líder, encuentro que es fundamental la capacidad<br />

para entusiasmar a otros de sus ideas y que, a partir de<br />

ello, logre que se sumen en favor del proyecto que ha<br />

propuesto. Tiene que haber delivery; el líder debe entregar<br />

lo que está ofreciendo, dar los resultados esperados para<br />

así poder alcanzar el éxito. Al delivery se suma lo que se<br />

conoce como accountability, es decir, una forma de medir<br />

los resultados, de una manera responsable, que pueden ser<br />

más visibles con el paso del tiempo.<br />

También cuenta el estar en el lugar y tiempo adecuados.<br />

Algunas veces ello se atribuye a la suerte, pero no<br />

es así. Si se analiza cómo se alcanza el éxito, éste se basa en<br />

la constancia, el trabajo y en caminar sobre la misma línea,<br />

lograr que los procesos en los que se está involucrado<br />

maduren para que se puedan obtener frutos, porque hay<br />

muchos esfuerzos, trabajos e ideas que se siembran aun<br />

sabiendo que uno no podrá ver lo cosechado. Un buen<br />

ejemplo de ello es la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong>: mucha<br />

gente se involucró en el proyecto, invirtió dinero, tiempo<br />

y esfuerzo y sólo algunos pudieron verlo madurar. Sin<br />

embargo, el resultado nos debe hacer sentir satisfechos<br />

a todos.<br />

LOS RETOS DE MÉXICO ANTE<br />

LA CRISIS FINANCIERA MUNDIAL<br />

Aunque todas las crisis tienen características diferentes,<br />

la banca al ser un intermediario que trabaja con dinero<br />

del público, que está apalancado, es el catalizador de las<br />

crisis económicas. En tiempos normales el promedio de<br />

las razones de apalancamiento deben estar 12 a 1, es decir,<br />

doce veces de crédito por uno de capital.<br />

Generalmente las crisis traen aparejado un detonante<br />

dentro del sector financiero, que no necesariamente<br />

tiene un efecto de muy corto plazo en el mundo real.<br />

Déjenme ilustrar con la crisis más reciente, la que estamos<br />

viviendo. El origen se da en el sector de los bienes raíces.<br />

En países como Inglaterra, España e Irlanda, a raíz de la<br />

crisis en los bienes raíces, el incremento de su valor se<br />

fue dando mucho más que proporcionalmente al costo<br />

de la construcción. Hubo sobredemanda de un bien, sin<br />

que necesariamente hubiera relación con el costo de producción<br />

de éste. Curiosamente Estados Unidos no fue<br />

el país donde subieron más los bienes raíces; varios índices<br />

internacionales indican que Estados Unidos se quedó<br />

aproximadamente en la mitad de los incrementos que se<br />

registraron en Europa.<br />

Es hasta después de año y medio de crisis en el sector<br />

financiero que las repercusiones se reflejan en el mundo<br />

real. Como consecuencia se prevén resultados negativos<br />

en el último trimestre de 2008 y cuando menos los dos<br />

primeros trimestres de 2009. La tendencia apunta al crecimiento<br />

del desempleo, la baja del consumo y la menor<br />

producción industrial.<br />

Si las medidas que estamos tomando para revertir<br />

esta tendencia funcionan como esperamos, posiblemente<br />

podremos ver resultados positivos hacia mediados de 2009<br />

y se podrá empezar a frenar el desempleo y la caída de la<br />

demanda.<br />

Actualmente, México está en un buen momento en<br />

cuanto a sus finanzas públicas. Las cuentas, las reservas y el<br />

superávit se encuentran bien, y por lo mismo, es decir, porque<br />

todo lo hemos hecho bien, existe resistencia a aceptar que la<br />

crisis mundial nos afectará. Pero somos parte de una economía<br />

totalmente globalizada, y nuestra interacción se da por el<br />

comercio, las comunicaciones, etcétera. Y en consecuencia<br />

tendremos efectos locales de las turbulencias mundiales.


Precisando, la caída de las bolsas en China, Rusia<br />

o Brasil, afecta la psicología de los inversionistas de<br />

nuestro país, y al mismo tiempo los inversionistas globales<br />

se empiezan a retirar y crean presiones en el peso. Por<br />

otra parte la naturaleza global de la crisis la vuelve diferente<br />

a todas las que hemos vivido, pero en términos<br />

de comunicación es mucho más difícil explicarle a la<br />

gente cómo, habiendo hecho bien las cosas en nuestro<br />

país, estamos entrando en crisis. Efectivamente gracias<br />

a las medidas tomadas por la Secretaría de Hacienda,<br />

como la cobertura de los precios del petróleo, por citar<br />

un ejemplo notable, vamos a poder demorar un poco<br />

las repercusiones desde el punto de vista del sector<br />

público, lo que nos va a dar un margen para poner en<br />

marcha políticas anticíclicas que básicamente tendrán<br />

que aplicarse en el renglón de infraestructura. Pero esto<br />

no quiere decir que no vamos a sufrir el efecto de la<br />

crisis mundial. Hay que reconocer que formamos parte<br />

de un mundo globalizado y, que si hay una crisis en el<br />

resto del mundo, tenemos que prepararnos para cuando<br />

lleguen sus efectos negativos a nosotros. Por lo pronto,<br />

en México ya estamos viendo cómo cae la demanda de<br />

productos como automóviles o aparatos electrónicos.<br />

Somos parte de una<br />

economía totalmente<br />

globalizada, y nuestra<br />

interacción se da<br />

por el comercio, las<br />

comunicaciones, etcétera.<br />

Y en consecuencia<br />

tendremos efectos locales<br />

de las turbulencias<br />

mundiales.<br />

INVESTIGACIÓN Y AVANCES<br />

TECNOLÓGICOS<br />

Fotografía de Yolitzma Iñiguez, 2009.<br />

Hablando en lo general y por ello, con honrosas excepciones,<br />

en México estamos fuera de los avances<br />

tecnológicos. Duele decirlo, pero debemos afrontar la<br />

realidad si es que queremos avanzar: en nuestro país no<br />

tenemos la mentalidad de pensar que la investigación y<br />

los avances tecnológicos son una vía para el desarrollo<br />

y el crecimiento. Las evidencias son lastimosas; cito dos.<br />

En algunas escuelas científicas e institutos de investigación,<br />

repiten experimentos o se ensayan pruebas que<br />

ya están desarrolladas y documentadas en otros lugares.<br />

Otro ejemplo, las universidades registran un número decreciente<br />

de alumnos en las carreras de ingeniería. Hace<br />

cuarenta años, por citar un periodo de fuerte industrialización<br />

en México, aspirábamos a realizar mucho más en<br />

este rubro.<br />

Es muy difícil tener un avance tecnológico por<br />

generación espontánea. En México hay genios, excelentes<br />

profesionista y profesores dignos de cualquier universidad<br />

del mundo, pero es muy difícil que con el apoyo que<br />

tienen, con los recursos que se destinan a la materia, se<br />

23


24<br />

LIDER IBERO<br />

llegue a algún avance o investigación de consumo global. Para<br />

lograr niveles competitivos tendremos que replantear nuevos<br />

esquemas, por ejemplo, generar claustros de investigación. Existe<br />

además, paradójicamente, una inhibición para publicar lo que<br />

se está investigando, lo cual es una falta de disciplina.<br />

Por ello hay que aportar nuestro grano de arena en ese<br />

sentido. En Banamex estamos en proceso de fondear un edificio<br />

destinado a la investigación. Ya tenemos los recursos y los convenios<br />

para echar a andar el proyecto, pero con realismo. Son<br />

actividades a las que hay que invertirles mucho y los resultados<br />

se verán a largo plazo. Apunto un tema para la reflexión: como<br />

país destinamos demasiados recursos a la burocracia y al gasto<br />

corriente, y no se está invirtiendo lo que se debería en investigación.<br />

¿Cuánto tendremos que esperar a los visionarios que<br />

vengan a hacer los cambios que necesitamos?<br />

BANAMEX Y SU <strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong><br />

CON MÉXICO<br />

Banamex tiene una vocación importante en tres ámbitos: cultural,<br />

social y ecológico. Por ello tenemos una fundación para el<br />

impulso de actividades para el desarrollo y fomento de cada una<br />

de estas áreas. Teniendo como centro México, algunos proyectos<br />

coinciden, sobre todo en lo social y lo cultural, como el<br />

Para decirlo en forma breve, nos<br />

concentramos en la educación de<br />

calidad y el combate a la pobreza a<br />

través de dos vertientes: obras de<br />

bienestar social (salud, educación,<br />

agua potable) y el impulso a la<br />

productividad y al empleo.<br />

apoyo a las artesanías y el rescate de tradiciones. Para decirlo<br />

en forma breve, nos concentramos en la educación de calidad<br />

y el combate a la pobreza a través de dos vertientes: obras de<br />

bienestar social (salud, educación, agua potable) y el impulso a<br />

la productividad y al empleo. El tercer campo de acción se relaciona<br />

con el medio ambiente. En este rubro estamos trabajando<br />

en materia de reforestación y agua, áreas naturales protegidas y<br />

especies en peligro de extinción.<br />

En el rubro social hemos puesto en marcha muchos y<br />

muy importantes proyectos, por ejemplo, fuimos los creadores<br />

de los fondos de desastres naturales. Para ello impulsamos el<br />

“uno por uno”, para multiplicar los recursos en beneficio de<br />

los damnificados. Ejemplo: ante un temblor abrimos cuentas,<br />

captamos las aportaciones del público y hacemos un matching<br />

fund. Con estos recursos, organizamos equipos para llevar a cabo<br />

los trabajos que se requieran, por ejemplo de autoconstrucción<br />

de vivienda o simplemente para paliar la emergencia. Dejando<br />

claro que el énfasis de nuestra acción en el caso de los desastres,<br />

se da después de ocurridos estos. Nos concentramos en recons-<br />

trucción de vivienda, de caminos, de las actividades productivas<br />

y al apoyo para la restauración del medio ambiente.<br />

Para ilustrar lo diverso de las acciones en el rubro social:<br />

realizamos equipamiento y reconstrucción de escuelas y<br />

viviendas; hemos instalado desayunadores y comedores infantiles<br />

en lugares alejados, además de albergues permanentes en<br />

zonas de serranía o de difícil acceso. Evidentemente estas acciones<br />

están orientadas a poblaciones con recursos escasos o<br />

de pobreza extrema.<br />

Buscamos en todos estos proyectos que quienes aportan<br />

recursos y la población en general vean cómo y dónde<br />

se invierte el dinero con total transparencia y de esta manera<br />

alentarlos a que sigan contribuyendo. Fuimos, junto con<br />

Televisa, los iniciadores del Teletón; pertenecemos a diferentes<br />

patronatos, entre ellos el del Hospital Infantil de México, y<br />

colaboramos en muchos otros proyectos de desarrollo como<br />

el rescate de haciendas, que no es sólo con un fin turístico,<br />

sino que persigue también el rescate de la historia de los pueblos.<br />

Se apoya a los marginados con talleres, con ayuda para<br />

construcción y ordenamiento de los pueblos, con acciones en<br />

favor de mejor salud y escuelas. Al cabo de 15 años de acción<br />

permanente se ha logrado continuar el esfuerzo para construir<br />

un proyecto integral.<br />

En cuanto a la parte cultural, me honra ser presidente<br />

del patronato del Museo Nacional<br />

de Arte (Munal), ya que<br />

durante varios años mi acción se<br />

enfocó a la promoción del gran<br />

proyecto Munal 2000. Con ello<br />

conseguimos la remodelación<br />

del Museo, logrando, lo digo con<br />

orgullo, que estuviera al nivel de<br />

los mejores del mundo, y junto<br />

con varios amantes del arte<br />

continuamos vinculados al Museo<br />

apoyando su mantenimiento<br />

e impulsando acciones diversas.<br />

Realizamos exposiciones, para<br />

mostrar el gran acervo que tenemos<br />

en bodega; lo exhibimos en diversas regiones del país, y en<br />

muchos casos estas muestras están orientadas a artistas de la localidad<br />

o al rescate y estudio de diversos artistas, pero siempre<br />

con una visión internacional.<br />

Otra acción que muestra lo versátil y apasionante que<br />

puede ser el impulso a la cultura en su sentido más amplio: un<br />

rescate muy importante de la Huasteca potosina. En Xilitla<br />

promovimos un patronato, adquirimos la reserva natural para garantizar<br />

su preservación y estamos trabajando en la restauración<br />

de la parte ecológica y en la consolidación de todo el ecosistema<br />

que tenemos en medio de la selva. Además, en Veracruz, Yucatán y<br />

Chiapas hemos restaurado muchos conventos e iglesias, así como<br />

en Oaxaca, donde el Convento de Santo Domingo es ejemplo de<br />

estos esfuerzos. No es una tarea fácil darles seguimiento a todos<br />

estos proyectos y generar que el público los visite, pero verlos madurar<br />

es en lo personal muy satisfactorio. En este sentido, reitero<br />

que el éxito se basa en la constancia y en el trabajo. Puede haber<br />

buena suerte, que nunca está de más, pero si no hay trabajo ni<br />

constancia en lo que se anhela, el éxito nunca llegará. ●


26<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> mirador<br />

›HECTOR<br />

GARCIA<br />

FOTÓGRAFO DE<br />

LA LUZ; CRONISTA DE LA<br />

REALIDAD <strong>SOCIAL</strong><br />

Beatriz Palacios<br />

La obra de Héctor García, más allá<br />

de su labor como reportero gráfico,<br />

es reconocida por su visión comprometida<br />

con la sociedad, por ser<br />

testimonio de la marginación y la<br />

injusticia. Recorrió diversos países de Europa, África, Asia y América donde retrató desde los movimientos vallejista y del 68, hasta<br />

el asalto al Cuartel Moncada y los conflictos en Medio Oriente, entre muchos otros acontecimientos.<br />

Fiel cronista gráfico de todo lo que ha dejado huella en el acontecer de México y el mundo, el fotógrafo de la calle, como<br />

se le conoce, nació en la ciudad de México en 1923. Estudió en el Instituto Politécnico Nacional y en la Academia de Artes y<br />

Ciencias Cinematográficas, donde fue discípulo de Manuel Álvarez Bravo y Gabriel Figueroa.<br />

Desde 1945 trabajó como periodista gráfico para diversas publicaciones y agencias informativas de México y del extranjero,<br />

entre ellas Life y Paris Match, en las que tuvo ocasión de trabajar junto a Henri Cartier-Bresson, que a decir del propio Héctor<br />

García, fue “un verdadero gigante y pionero del fotorreportaje”.<br />

Sus imágenes han sido exhibidas en cerca de un centenar de exposiciones realizadas dentro y fuera del país y forman parte<br />

de importantes colecciones públicas y privadas, entre las que destacan la del Museo Nacional de Antropología e Historia y la del<br />

Museo de la Fotografía, en México, así como la de la Bibliothèque Nationale, en París; The Library of Congress, en Washington,<br />

y el Museo del Vaticano.<br />

Ha merecido en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo; en 2002 le fue otorgado el Premio Nacional de Bellas<br />

Artes, el más alto reconocimiento que concede el gobierno mexicano, y en 2007, en el marco de la Feria Internacional del Libro<br />

de Guadalajara, le entregaron el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez.<br />

Parte de esta obra se encuentra publicada en libros como Escribir con luz, Diego Rivera de carne y hueso, México sin retoque,<br />

Un día en la gran ciudad de México y Cámara oscura, entre otros, y a principios de 2008 comenzó a circular el volumen Chiles verdes,<br />

publicado por la UAM-Xochimilco, que es una selección realizada por Dionicio Morales de los textos que Héctor García escribió<br />

mes con mes desde hace más de una década en su columna del mismo nombre en la revista Gentesur, en la que abordó desde<br />

acontecimientos de actualidad histórica o cultural y el fenómeno de la fotografía, hasta un recorrido por las personalidades que<br />

conoció, con las cuales conservó una gran amistad.<br />

En la siguiente conversación, Héctor García, a quien Diego Rivera definió como “un excelente artista que expresa con<br />

emoción, belleza, plenitud de forma y profunda sensibilidad y comprensión humanas, la vida que lo rodea”, nos ofrece un acercamiento<br />

a su particular visión sobre su labor como fotógrafo.<br />

Adelantado a su<br />

tiempo<br />

El maestro Héctor García es un fotógrafo con olfato, con un tremendo<br />

instinto de oportunidad periodístico, y un innovador. Un ojo curioso lo<br />

define. Adelantado a su tiempo, creó nuevas publicaciones, una agencia y<br />

hoy su fundación. Con profunda admiración por su trabajo, le mando un<br />

abrazo fraterno.<br />

[ULISES CASTELLANOS. Testimonio recogido por<br />

JDA, el 18 de diciembre de 2008]<br />

Entre el progreso y el desarrollo, de Héctor García, ciudad de México, 1950.


ENTREVISTA CON HÉCTOR<br />

Y MARÍA GARCÍA<br />

ME INTERESA MOSTRAR LA<br />

REALIDAD <strong>SOCIAL</strong>:<br />

HÉCTOR GARCÍA<br />

¿Cómo podría definir la fotografía?<br />

La fotografía es luz. Pero el instante<br />

que viene con esa luz va a convertirse en algo<br />

que no sabemos, va a ser lo que le toque ser. Y<br />

con esa luz venimos todos.<br />

Cada fotografía es única, es algo que<br />

no puedo hacer de nuevo.<br />

¿Qué es lo que lo mueve a sacar<br />

la cámara y captar una imagen?<br />

Lo que siento en un instante, en mi<br />

corazón. Casi todo me interesa, pero sobre<br />

todo los niños.<br />

Tiene fotografías que son<br />

estéticamente muy bellas, pero<br />

al mismo tiempo muy crudas...<br />

Sí, y especialmente eso me interesa<br />

mostrar: la realidad social.<br />

En la entrada de su Galería-<br />

Fundación hay una escultura con<br />

la imagen de Niño en el vientre<br />

de concreto, ¿qué representa para<br />

usted esta fotografía?<br />

Es el instante en que nacemos, está<br />

diciendo “voy al mundo”. Es cuando el niño<br />

viene a la luz, viene a la vida, con dolor. Eso<br />

es lo que yo siento. Y esto te lo digo sólo a ti;<br />

es único. Tienes suerte.<br />

¿Cómo valora la creación de la<br />

Fundación donde está todo su<br />

trabajo reunido?<br />

Con esto le estoy dando a la humanidad<br />

la buena y la mala. Digo que vengo a<br />

trabajar. Los compañeros quieren también<br />

este edificio, porque es un lugar para trabajar<br />

juntos, para dar al mundo, a los niños y a los<br />

viejos, cosas maravillosas.<br />

¿Qué opinión tiene del trabajo de<br />

los jóvenes fotógrafos?<br />

Yo lo veo maravilloso, es muy bueno.<br />

En esta profesión tienen que sentir dolor en el<br />

pecho, en el corazón. Si sienten ese dolor, en ese<br />

momento la luz entra.<br />

Niño en el vientre de concreto, de Héctor García,<br />

ciudad de México, ca. 1953.<br />

En su libro Chiles verdes usted creó<br />

imágenes con palabras...<br />

¿Verdad que sí? Eso mismo es el libro.<br />

De todos los personajes que<br />

aparecen en su libro, y con los que<br />

tuvo una relación cercana,<br />

¿a quiénes recuerda especialmente?<br />

El Dr. Atl era un gran amigo y un artista<br />

extraordinario. Reía mucho. Lo conocí<br />

cuando yo era un niño y él me dio de comer;<br />

fue como si me dieran el pan de Dios. Cuando<br />

veo sus cuadros, sus paisajes, me dan ganas<br />

de llorar. Él tenía una luz especial. Todavía<br />

siento que su espíritu ronda por el Paricutín.<br />

Después de más de 60 años de<br />

labor como fotógrafo ¿se siente<br />

satisfecho con su trabajo y con los<br />

reconocimientos que ha recibido<br />

por ello?<br />

Sí, y disfruto los premios, porque puedo<br />

celebrar con mi familia y amigos con un<br />

trago y una buena comida.<br />

¿Le falta algo por hacer?<br />

Yo sigo trabajando. Siempre traigo<br />

mi cámara conmigo y tomo fotografías de<br />

todo lo que llama mi atención, y las mando<br />

a los periódicos para que se publiquen.<br />

Su formidable<br />

sensibilidad<br />

poética<br />

Trabajé muchos años al lado de Héctor y su mujer, María.<br />

Recuerdo haber sido testigo de las primeras fotos que<br />

tomó María, quien es también una gran fotógrafa. Esto fue<br />

hace muchísimo tiempo, y hoy seguimos siendo grandes<br />

amigos. Héctor siempre fue un fotógrafo muy atrevido, a tal<br />

grado que un día fuimos los dos a parar a la cárcel, porque<br />

unos policías no querían que Héctor tomara una foto y,<br />

cuando le iban a arrebatar la cámara, me la dio a mí para<br />

que la escondiera. De todos modos me la quitaron y nos<br />

detuvieron. Héctor me acompañó también muchas veces<br />

cuando entrevisté a Jesusa Palancares, y tomó bastantes<br />

fotografías. Por cierto, yo estuve presente cuando él realizó<br />

una de sus fotos más famosas, Niño en el vientre de<br />

concreto, pues el primer niño que se metió en el nicho<br />

fue mi hijo Mane, y después el papelerito al que Héctor<br />

inmortalizó con su formidable sensibilidad poética.<br />

[ELENA PONIATOWSKA. Testimonio<br />

recogido por JDA, el 9 de diciembre de 2008]<br />

Una nueva<br />

estética donde<br />

el centro es la<br />

preocupación<br />

social<br />

Sin duda estamos ante un fotógrafo extraordinario. Héctor<br />

tiene un sentido poco común para encontrar las imágenes<br />

realmente valiosas y en segundos dar con el ángulo y la luz<br />

adecuados. Es un artista natural, nació creador, la cámara<br />

fue inventada para él, es su instrumento esencial, o su arma<br />

de guerrero. En la fotografía está en su elemento. Nos ha<br />

mostrado al país en toda su desnudez y grandiosidad; lo<br />

que llama la atención es su sencillez, su modestia: parece<br />

no percatarse de su genio y de la importancia de su obra:<br />

renovó el fotoperiodismo y lo hizo un arte acabado,<br />

perfecto, sublime, una nueva estética donde el centro es la<br />

preocupación social.<br />

[RENÉ AVILÉS FABILA. Testimonio<br />

recogido por JDA, el 11 de diciembre de 2008]<br />

27


MARÍA GARCÍA Y LA FUNDACIÓN-<br />

GALERÍA: ESFUERZO Y HOMENAJE<br />

María García, esposa y compañera de profesión<br />

de Héctor García, se dio a la tarea de crear la<br />

Fundación-Galería que el maestro siempre había<br />

deseado, donde se pudiera conservar su legado fotográfico<br />

y mostrarlo a las nuevas generaciones. Con<br />

gran generosidad, la familia García invirtió en este<br />

proyecto todo su patrimonio para finalmente abrir<br />

las puertas de la Fundación al público el 28 de<br />

octubre de 2008.<br />

¿Cómo surge la Fundación Héctor<br />

García?<br />

Inicialmente Héctor no pensó en hacer<br />

una fundación, sino más bien una galería,<br />

y en una ocasión le dijo a una tía: “La harán<br />

cuando yo me muera”. En ese momento yo<br />

dije: “No. Es ahora o nunca”.<br />

La casa donde está la Fundación ya<br />

tenía muchos años que estaba en venta y nadie<br />

la compraba. Incluso Héctor<br />

intentó adquirirla en varias ocasiones,<br />

pero regateaba y no llegaba<br />

a un acuerdo con los dueños. Entonces<br />

un día fui a la casa con la<br />

intención de comprarla y justo en<br />

ese momento llegó otro cliente;<br />

pero yo insistí en que la quería y<br />

al final me la vendieron.<br />

Después pensé en sólo<br />

mandarla a pintar, pero una persona<br />

me dijo: “oye, si tienes un<br />

amigo que es fotógrafo y arquitecto,<br />

¿por qué no lo llamas?”<br />

Y así lo hice. Le dije a Enrique<br />

Villaseñor que había comprado<br />

la casa para hacer la galería que<br />

quería Héctor y su bóveda para<br />

guardar todos sus negativos. Platicamos<br />

varias ocasiones e hizo<br />

el proyecto, adaptándose al presupuesto<br />

mínimo con el que<br />

contábamos en ese momento.<br />

El resultado fue extraordinario;<br />

se le hicieron las<br />

adecuaciones necesarias a la casa<br />

y quedó como una galería de<br />

primer mundo. Jamás nadie pensó<br />

que yo podría lograr hacerlo con<br />

esta calidad.<br />

La Fundación es un<br />

proyecto totalmente mío, la inversión<br />

es nuestra, y voy a pedir<br />

apoyos para poder mostrar paulatinamente<br />

todo el material que<br />

28<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> mirador<br />

Una<br />

lección de<br />

compromiso<br />

y entusiasmo<br />

La obra de Héctor García es reflejo de la pasión<br />

por la vida. En varias décadas documentó la<br />

esencia de este país: movimientos sociales, la<br />

vida política y cultural, el México indígena, la vida<br />

cotidiana, entre otros temas. Su obra es memoria<br />

histórica para la presente y las futuras generaciones.<br />

Héctor García es maestro del llamado<br />

“Nuevo fotoperiodismo”, que inicia a finales de<br />

los años setenta. Es inspiración para la presente<br />

generación de fotógrafos documentales. En el<br />

futuro su pensamiento y su obra serán atinadamente<br />

difundidas por medio de la Fundación<br />

Héctor García. La fotografía de Héctor es una lección<br />

de compromiso y entusiasmo. El valor de su<br />

obra es incalculable.<br />

[MARCO ANTONIO CRUZ.<br />

Testimonio recogido por JDA, el 11<br />

de diciembre de 2008]<br />

tenemos y para cubrir otro tipo<br />

de necesidades; requerimos de un<br />

vigilante, una secretaria, muebles<br />

para conservar el material, en fin,<br />

una serie de cosas para que pueda<br />

funcionar adecuadamente.<br />

Este espacio es único. Sólo<br />

Cartier-Bresson tiene su galería en<br />

París, y ahora Héctor García tiene<br />

la suya. Es un lugar que merece y<br />

que se lo ganó con base en esfuerzo<br />

y trabajo, y en su arte y su genio.<br />

¿Qué actividades se<br />

realizarán en este espacio?<br />

Tengo muchos proyectos.<br />

Quiero hacer exposiciones de<br />

Manuel Álvarez Bravo, de Nacho<br />

López, de Gabriel Figueroa, y de<br />

todos los artistas de su época, de<br />

los que fueron sus maestros. También<br />

visitas guiadas para que la<br />

gente joven venga a conocer el<br />

trabajo de los grandes maestros,<br />

además de coloquios y cursos de fotografía de alto<br />

nivel. Estoy trabajando en todo eso, a ver qué logro<br />

hacer. Pero si ya tuve la fuerza de comenzar y todo me<br />

ha salido así de bien, pues voy a seguir.<br />

Además vamos a tener una exposición permanente<br />

de Héctor. Ahora están expuestos los<br />

iconos que él escogió, pero pienso cambiarla periódicamente,<br />

porque lo que se conoce de su trabajo<br />

es mínimo. Tengo exposiciones de China, Europa,<br />

Japón, Sudamérica, Medio Oriente, y muchas cosas<br />

de México que deben difundirse, y así mostrar el<br />

país que él vio.<br />

Ciudad de México, de Héctor García, ca. 1958.<br />

Héctor García es autor de imágenes<br />

memorables, como la de Siqueiros en<br />

Lecumberri, que incluso motivó a Pablo<br />

Neruda a escribirle un poema. Entre esas<br />

miles de fotografías, ¿hay algunas que<br />

tengan especial significado?<br />

A Héctor le gusta fotografiar todo, pero especialmente<br />

lo que es injusto, lo que con su foto puede<br />

hacer reaccionar a la gente. Le gusta mucho la fotografía<br />

de los niños, incluso hubo una exposición a<br />

la que después le pusieron Los hijos de Héctor García, y<br />

dentro de éstas están Paso a la luz, que es una niña que<br />

va cruzando una puerta, Niño en el vientre de concreto<br />

y Ése soy yo, que es un niño comiéndose un taco, que<br />

André Malraux calificó como la imagen más cruel de<br />

nuestra historia. También hay otra foto, el Zapatista,<br />

de la que Elena Poniatowska dijo que la única tierra<br />

que ganó ese hombre es la que tiene en las arrugas.<br />

Héctor tiene un ojo increíble, único, y en una sola<br />

foto lo dice todo. ●


30<br />

MEDITACIONES<br />

›¿LA ERA<br />

POSIDENTITARIA?<br />

Detalle de Fiesta de Día de Muertos, de Héctor García, Janitzio, Michoacán, ca. 1952.<br />

Ilán Semo<br />

En 2008, los censos estadísticos confirmaron dos<br />

tendencias que eran predecibles.<br />

Según el recuento que realiza cada año<br />

ARDA (The Association of Religion Data Archives),<br />

los estadounidenses han ido cambiando de credos<br />

e identidades religiosas en los últimos tiempos. Los católicos<br />

y los musulmanes son las “minorías” que han crecido con<br />

mayor rapidez. En una demografía que subdivide a las “profesiones<br />

de fe” en varios centenares de ritos e iglesias —tan<br />

sólo los protestantes están fragmentados en varias decenas de<br />

“cultos”— ya representan en algunos estados de la Unión<br />

“mayorías relativas” en el conjunto total de los creyentes.<br />

Aunque parezca paradójico, el universo del protestantismo<br />

tiene un rasgo en común con el islam: son religiones<br />

insulares, ninguna de ellas alberga un poder o una autoridad<br />

central. Sus creyentes se distribuyen en miles de fragmentadas<br />

comunidades que se distinguen y diferencian no sólo por<br />

sus rituales y vocaciones sino (sobre todo) por sus inclinaciones<br />

políticas y sus afinidades ideológicas. Sin embargo, la<br />

distancia entre ambas es abismal: el islam es (en cierta manera<br />

al igual que el catolicismo) una variante del politeísmo, es<br />

decir, un credo constituido por una multitud de deidades.<br />

Los registros censales muestran también que el símbolo<br />

que congrega hoy en Estados Unidos al mayor número<br />

relativo ascendente de adherentes pertenece al catolicismo:


la Virgen de Guadalupe. Entre los católicos que emigran de<br />

América Latina y los nuevos adherentes que provienen de<br />

las más disímbolas identidades (11% en total), el guadalupanismo<br />

se ha convertido en un credo central en parte del<br />

abigarrado mosaico religioso de Estados Unidos.<br />

La otra estadística reveladora confirma el crecimiento<br />

del protestantismo en México. Los números varían<br />

de censo en censo. Pero en 2008, cuando menos 18% de<br />

todos los creyentes (casi uno de cada cinco) habían optado<br />

por alguno de los diferentes cultos de sus congregaciones<br />

(en 1980 sumaban tan sólo 7%).<br />

Visto desde la perspectiva de sus prácticas y sus<br />

rituales, el guadalupanismo born in USA tiene poco o<br />

nada que ver con el guadalupanismo mexicano. En Los<br />

Ángeles o en Tucson, Guadalupe es una virgen que cada<br />

comunidad se apropia a partir de fusiones culturales locales<br />

y rituales inéditos que no pasan necesariamente por<br />

la sanción de la Iglesia. De igual manera, los códigos y la<br />

experiencia del protestantismo en México se asemejan<br />

más a los del catolicismo que a los que marcaron su diseminación<br />

original.<br />

Hablar por ello<br />

de la “latinización” de la<br />

cultura estadounidense<br />

o de la “norteamericanización”<br />

de la cultura<br />

mexicana es en cierta<br />

manera un anacronismo.<br />

Lo único que se<br />

podría aventurar es que<br />

nos hallamos frente al<br />

nacimiento de nuevas<br />

religiones, que han perdido<br />

gradualmente los<br />

nexos con su origen.<br />

Términos como los de<br />

“mestizaje”, “sincretismo”<br />

o “hibridación”, que aluden a un universo semántico y<br />

conceptual de una era donde la producción de culturas nuevas<br />

se entendía como una reformulación de las ya instituidas,<br />

se han vaciado prácticamente de sentido. Simplemente ya no<br />

logran describir lo que se proponían desdibujar, ni tampoco<br />

expresar lo que debían expresar.<br />

La razón es sencilla y compleja a la vez: vivimos en<br />

un mundo donde las identidades cambian, mutan, desaparecen<br />

o se reformulan con mayor rapidez que el tiempo que<br />

requieren para convertirse en hábitos consumados o formas<br />

sociales duraderas. Mucho antes de que una comunidad<br />

logre producir referentes estables, rituales predecibles y memorias<br />

instituidas, el cambio impredecible de su espacio de<br />

experiencia habrá de sustraer los fundamentos que permiten<br />

transferir una cultura de una generación a la siguiente.<br />

Lo único seguro es que los hijos se educarán en un mundo<br />

radicalmente distinto al de los padres. Y el malestar que esto<br />

produce todavía no tiene formas de ser superado.<br />

Hoy las únicas identidades que logran sortear los<br />

retos de su sobrevivencia son en cierta manera las aidentidades,<br />

las no-identidades, que se muestren capaces de mutar,<br />

transformarse y reciclarse hasta volverse irreconocibles para<br />

sí mismas.<br />

La producción actual de identidades se ha convertido<br />

en un ejercicio aleatorio de elecciones y decisiones<br />

que define a sus sujetos como pasajeros no de un tren que<br />

nunca se puede desabordar, como sucedía hasta hace dos<br />

décadas, sino compañeros fortuitos de viaje que van de<br />

una estación a otra para cambiar de trenes que los conectan<br />

con redes que se acoplan y desacoplan, cuyo único<br />

sentido es simplemente no quedarse fuera del tren o sin<br />

tren alguno.<br />

Un estudio reciente sobre la tipología de los géneros<br />

(a diferencia del binomio de los sexos) tal y como<br />

aparece en los anuncios clasificados personales en Estados<br />

Unidos logró hacer un recuento de 48 identidades<br />

distintas: heterosexuales monogámicos, heterosexuales<br />

poligámicos, heterosexuales unirraciales, heterosexuales<br />

multirraciales, bisexuales monogámicos, bisexuales<br />

Vivimos en un mundo donde<br />

las identidades cambian, mutan,<br />

desaparecen o se reformulan<br />

con mayor rapidez que el tiempo<br />

que requieren para convertirse<br />

en hábitos consumados o<br />

formas sociales duraderas.<br />

multigámicos, homosexuales unirraciales, homosexuales<br />

multirraciales, etcétera, etcétera. El artículo asegura que<br />

este recuento sólo es válido para el año 2006, porque<br />

seguramente en los próximos años las “identidades de género<br />

serán muy distintas”.<br />

Las antiguas identidades están definidas por conceptos<br />

como “el mestizaje” o las “culturas híbridas” han<br />

devenido en un proceso incesante de producción y destrucción,<br />

de constitución y disolución de culturas fusión<br />

que no aguardan (ni pueden aguardar) el futuro predecible<br />

y supuestamente estable que les prometían las signaturas<br />

culturales de la era moderna.<br />

Acaso lo que observamos es el paso a una era<br />

posidentitaria, en que las apelaciones identitarias se han<br />

vuelto líquidas, es decir, apelaciones que no logran asegurar<br />

su forma durante un tiempo duradero.<br />

¿Tendrá el concepto de identidad algún sentido<br />

todavía? ●<br />

31


32<br />

EXAMEN<br />

›¿Y POR QUE<br />

EL 68 NO SE<br />

OLVIDA?...<br />

…Porque el Movimiento<br />

Estudiantil de 1968<br />

fue el parteaguas de la inacabada transición<br />

a la democracia. Impactó tanto porque<br />

llegó de sorpresa. Se sabía que había algunas<br />

inconformidades, pero nadie anticipaba<br />

su profundidad y amplitud. El gobierno<br />

aplastó las movilizaciones, pero fue incapaz<br />

de frenar las fuerzas que siguieron carcomiendo,<br />

sin destruirlo del todo, al viejo régimen.<br />

Sustentaré la afirmación con cinco enunciados<br />

que se relacionan, de diferentes maneras,<br />

con la lentísima jornada hacia un régimen<br />

democrático.<br />

Sergio Aguayo Quezada


EXORCIZANDO AL MIEDO<br />

Aquellos meses hicieron trizas el mito de que la pasividad forma<br />

parte integral del DNA mexicano. Retrocedamos en el tiempo.<br />

Durante el siglo XX los fraudes, la represión y los silencios habían<br />

alimentado la pasividad. Uno de los aspectos más terribles del<br />

fraude de 1929, escribió Mauricio Magdaleno, fue “salir sin el<br />

menor disimulo a la calle y hablar y gritar rabiosamente nuestra<br />

desesperación. Nadie nos hizo caso, como si lo de 1929 no hubiese<br />

existido nunca”. Lo mismo sucedió en 1952 cuando, según<br />

Carlos Martínez Assad, la “vergüenza de la derrota les hizo seguir<br />

[a los henriquistas] la conspiración silenciosa impuesta por los<br />

vencedores”.<br />

El viejo régimen era muy hábil en el manejo de la fuerza<br />

y el castigo. Las reglas eran difusas, y variaban con el gobernante<br />

en turno, pero todas y todos traían grabado, en su epidermis y<br />

en la profundidad del inconsciente, la existencia de límites, y las<br />

consecuencias pagadas por quien los trasgredía. Primero venía la<br />

advertencia amable seguida por algún coscorrón entre hostil y<br />

amistoso, el cual podía convertirse en golpiza para escalar y llegar,<br />

en casos extremos, a la tortura, la desaparición y la masacre.<br />

El 68 le dio una estocada directa al miedo; durante poco más<br />

de tres meses, las calles fueron<br />

tomadas por centenares de miles<br />

de personas que proclamaban<br />

sus ilusiones y/o vociferaban sus<br />

frustraciones. Aquella generación<br />

tenía un dilema…<br />

¿BALAS O VOTOS?<br />

En el 68 se expresaron dos propuestas<br />

sobre el método a seguir<br />

para combatir al autoritarismo.<br />

Por un lado estaban los convencidos,<br />

en izquierda y derecha, de que la violencia era la única<br />

vía dejada por un gobierno intolerante y represor. Esa corriente<br />

se enfrentó al aparato represor que reaccionó con una violencia<br />

que provocó la Guerra Sucia.<br />

Una aclaración antes de seguir adelante. Como la insurgencia<br />

armada de aquellos años salió de organizaciones de<br />

izquierda, hay la creencia de que la vía armada es patrimonio<br />

exclusivo de esa corriente. No es el caso. Luis H. Álvarez menciona<br />

en sus memorias los esfuerzos que debieron hacer para<br />

contener, en diferentes momentos, a los panistas que se inclinaban<br />

por el recurso de la violencia.<br />

En el 68 salió el rencor acumulado. Los estudiantes<br />

le mentaron la mano, ¡en público!, al presidente, quien les respondió<br />

en sus memorias con un sonoro “hijos de la chingada”.<br />

Sin embargo, cuando se revisan los múltiples desplegados elaborados<br />

durante aquellos meses, es evidente que la mayoría de<br />

quienes protestaban deseaban un cambio pacífico, que transformara<br />

a México en país democrático. Entre sus representantes<br />

más preclaros estaría el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra,<br />

quien protestó por la violación de la autonomía universitaria, y<br />

encabezó una marcha contra la violencia gubernamental legitimando,<br />

así, la toma de las calles, y sentando las bases para una<br />

alianza entre estudiantes y profesores. Pero el movimiento del<br />

68 se conecta con las luchas por la democracia, electoral y participativa,<br />

a través del pliego petitorio de seis puntos presentado<br />

al gobierno. En otras palabras, la radicalidad del 68 estuvo en la<br />

exigencia de “un ‘transitorio’, que señalaba el medio por el cual<br />

debían solucionarse las seis demandas: diálogo público”.<br />

En lugar de la solemnidad, el secreto y las medias palabras<br />

propias del sistema político, la juventud exigía una transparencia<br />

total, absoluta, irreverente, subversiva. Una petición salida<br />

de asambleas multitudinarias donde se practicaba la democracia<br />

participativa, media hermana de la democracia electoral o representativa.<br />

En 2009 mantienen la misma exigencia.<br />

LA EMANCIPACIÓN DE INTELECTUALES<br />

Y PERIODISTAS<br />

El movimiento del 68 retó a los intelectuales y a los medios<br />

de comunicación. La mayoría se plegó a las directrices del<br />

régimen, pero hubo una minoría de académicos y periodistas<br />

que ejercieron su independencia e iniciaron una colaboración<br />

que se fue retroalimentando y haciendo posible un ingrediente<br />

indispensable de la democracia: la libertad de expresión.<br />

En 2009 persiste la tentación<br />

de la violencia y seguimos<br />

esperando que la democracia<br />

funcione y que los partidos<br />

representen nuestros intereses.<br />

“A principios de agosto de 1968 —escribe el director<br />

de Excélsior, Julio Scherer— y en ascenso el movimiento estudiantil,<br />

Daniel Cosío Villegas se aproximó al diario. De la manera<br />

más natural me hizo saber su deseo de incorporarse a la sección<br />

editorial de Excélsior”. Y desde esas páginas Cosío Villegas y<br />

otros empezaron a criticar al poder convirtiéndose en uno de<br />

los paradigmas a seguir demostrando, en la práctica, la posibilidad<br />

de disentir… y sobrevivir. Fue uno de los espaldarazos más<br />

estratégicos a la vía pacífica.<br />

LA FRACTURA EN EL INTERIOR<br />

DEL APARATO DE SEGURIDAD<br />

El 2 de octubre en Tlatelolco hubo una masacre desencadenada<br />

por un grupo de francotiradores que dispararon desde las alturas;<br />

el ejército fue acusado en diversos sectores de asesinar a<br />

inocentes.<br />

La crítica caló fuerte en el interior de las fuerzas armadas<br />

que hicieron saber, de manera discreta, pero inequívoca,<br />

que habían sido metidos en una trampa. En 1970 el teniente<br />

coronel Manuel Urrutia publicó un libro interesantísimo<br />

porque incluye entrevistas con el entonces secretario de la<br />

33


34<br />

EXAMEN<br />

Defensa, Marcelino García Barragán, entre otros militares.<br />

Ninguno culpó a los estudiantes de ser los francotiradores, todos<br />

hablaban de una emboscada y sólo insinuaron la identidad<br />

de los iniciadores del caos.<br />

Años después Julio Scherer García y Carlos Monsiváis<br />

aclararon el misterio cuando publicaron un texto del<br />

ex secretario de la Defensa, Marcelino García Barragán. Los<br />

francotiradores formaban parte de una maquinación siniestra:<br />

Gustavo Díaz Ordaz le ordenó a su jefe del Estado Mayor Presidencial,<br />

el general Luis Gutiérrez Oropeza, que enviara a un<br />

grupo de guardias presidenciales a los edificios que todavía rodean<br />

la Plaza de las Tres Culturas. Llevaban la orden de disparar<br />

En el 68 se expresaron<br />

dos propuestas sobre el método<br />

a seguir para combatir al<br />

autoritarismo.<br />

contra la multitud para, de esa manera, culpar a los estudiantes<br />

de iniciar la balacera y justificar, así, la detención de los líderes<br />

del movimiento, y el despliegue de la fuerza que acabaría con<br />

las protestas. Díaz Ordaz ya había aplicado el mismo esquema<br />

en Chilpancingo y San Luis Potosí; pero en Tlatelolco se descarriló<br />

el plan y la historia tomó un rumbo no anticipado.<br />

LA RUPTURA DEL CONTROL INFORMATIVO<br />

Y LAS FISURAS DE LA COMUNIDAD<br />

INTERNACIONAL<br />

Días antes del 2 de octubre los estudiantes se habían enfrentado en<br />

Tlatelolco a las fuerzas de seguridad, y es posible que en la planificación<br />

de la masacre el gobierno hubiera anticipado la misma<br />

belicosidad.<br />

Sin embargo, la tarde del 2 de octubre el movimiento<br />

estudiantil mostró su expresión pacífica, mientras que la violencia<br />

gubernamental fue difundida por el mundo entero. No<br />

contaban con que en la Plaza de las Tres Culturas habría, esa<br />

tarde, a través de 14 agencias noticiosas internacionales, 20<br />

corresponsales y 62 enviados de medios extranjeros que coincidieron<br />

en el salvajismo y la barbarie oficiales.<br />

Se tambaleó la historia oficial sobre un enfrentamiento<br />

entre estudiantes agresivos y las fuerzas encargadas de mantener el<br />

orden. La versión gubernamental terminaría de hacerse pedazos<br />

con la publicación de varios libros entre los cuales destacan Los<br />

días y los años de Luis González de Alba y La noche de Tlatelolco<br />

de Elena Poniatowska. Desde otra perspectiva, la interacción de<br />

los líderes estudiantiles con los medios internacionales sería otra<br />

etapa en el proceso de apertura al mundo y subrayaría la importancia<br />

para la oposición de presentar sus puntos de vista en el<br />

exterior. Nunca antes había pasado algo igual.<br />

El 2 de octubre traería consecuencias muy importantes<br />

para la transición. Buena parte de la sociedad capitalina<br />

rechazó el uso de las armas, y cambió su opinión sobre el<br />

presidente a raíz de ese hecho. De acuerdo con un raro par<br />

de encuestas ordenadas por Gobernación, antes de Tlatelolco<br />

el 60% de los capitalinos calificaba al presidente como un<br />

gobernante “comprensivo”; la cifra cayó a un 10% después<br />

del hecho. Por el 2 de octubre, el 50% calificó al presidente<br />

como “rígido”. Una conclusión es inevitable: la población no<br />

deseaba la violencia.<br />

El hecho también modificó la actitud de las fuerzas armadas.<br />

Por la emboscada en Tlatelolco el ejército se embarcó en<br />

una revolución silenciosa, durante<br />

la cual revisó su misión, y em-<br />

pezaron a negarse a ser utilizados<br />

como represores de manifestantes<br />

pacíficos. Con la enorme lentitud<br />

de algunos cambios históricos,<br />

las fuerzas armadas dejaron de<br />

hacer las funciones de policía<br />

política y empezaron a dialogar<br />

con personajes representativos de<br />

la sociedad. Eso iría reduciendo la<br />

utilización de la fuerza gubernamental<br />

para enfrentar conflictos políticos.<br />

La masacre de aquella tarde empujó a la insurrección<br />

a miles de jóvenes convencidos de que la vía pacífica era un<br />

callejón sin salida. Pero incluso ellos terminarían contribuyendo<br />

a la transición pacífica. La guerrilla mexicana quería derrocar al<br />

régimen pero tenía escasísimas posibilidades de tener éxito. Sus<br />

casi dos mil combatientes estaban divididos, tenían poca capacidad<br />

militar y una desigual preparación ideológica. La base social<br />

de la guerrilla urbana era frágil; la rural tenía un mayor respaldo<br />

popular pero operaba en regiones aisladas de un solo estado.<br />

Finalmente, era una insurgencia ignorada por la izquierda mundial<br />

que prefirió dar el espaldarazo a las autoridades mexicanas.<br />

En síntesis, la guerrilla mexicana nunca fue una amenaza real a<br />

la seguridad del Estado.<br />

Pese a ello, el gobierno aplastó a la insurgencia con un<br />

excesivo uso de la fuerza y violó masivamente los derechos humanos.<br />

La tragedia humanitaria se facilitó por la indiferencia<br />

de la sociedad mexicana y la comunidad internacional que,<br />

con unas cuantas excepciones, sancionó implícitamente la brutalidad<br />

empleada por el Estado mexicano. Todos estos hechos<br />

desencadenaron una revolución pacífica a favor de los derechos<br />

humanos; con el tiempo esta sería una de las columnas tras la<br />

exigencia de elecciones libres y confiables.<br />

Hubo éxito y vino la alternancia sin que la democracia<br />

funcionara del todo. En 2009 persiste la tentación de la violencia y<br />

seguimos esperando que la democracia funcione y que los partidos<br />

representen nuestros intereses y… también hay avances que reportar:<br />

la represión se ha reducido y hay espacios para ejercer libertades<br />

básicas y siguen utilizándose los métodos pacíficos para hacer posible<br />

la aspiración de los centenares de miles de jóvenes que salieron a la<br />

calle en 1968. Dicho esto, buena parte de esas aspiraciones siguen sin<br />

ser satisfechas; por eso es que el 68 no se olvida. ●


36<br />

<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> palabra viva<br />

› LITERATURA,<br />

PERIODISMO Y<br />

REALIDAD <strong>SOCIAL</strong><br />

ENTREVISTA CON ELENA PONIATOWSKA<br />

Juan Domingo Argüelles<br />

Nacida en París el 19 de mayo de 1932, Elena Poniatowska Amor llegó a México a los<br />

diez años de edad. Mexicana por herencia y por residencia, muy joven se inició en el<br />

periodismo y, casi inmediatamente después, en la literatura. Su obra tanto periodística<br />

como literaria está estrechamente vinculada al compromiso social, desde sus<br />

primeros escritos que datan de 1953.<br />

En 1954 publicó su primer libro,<br />

Lilus Kikus, un breve volumen de<br />

cuentos, y en 2006 El tren pasa primero,<br />

inspirado en la lucha social de los<br />

ferrocarrileros mexicanos, que obtuvo<br />

un año después el Premio Internacional<br />

de Novela Rómulo Gallegos.<br />

Autora de una vasta obra literaria y<br />

periodística, ha cultivado el cuento, la<br />

novela, el reportaje, la crónica, el ensayo,<br />

la entrevista y la poesía. Además<br />

de los ya mencionados, son sobresalientes<br />

sus libros Todo empezó en<br />

domingo (1960), Hasta no verte Jesús<br />

mío (1969), La noche de Tlatelolco<br />

Elena Poniatowska (al centro), con su madre y su hija. Fotografía de Rogelio Cuéllar.<br />

(1971), De noche vienes (1979), Fuerte<br />

es el silencio (1980), ¡Ay vida, no me mereces! (1985), La Flor de Lis (1988), Nada, nadie: las voces del<br />

temblor (1988), Tinísima (1992), Luz y luna, las lunitas (1994), La piel del cielo (2001) y Rondas de la<br />

niña mala (2008). Entre 1990 y 2003 reunió, en ocho volúmenes, sus entrevistas con personalidades<br />

del arte y la cultura, con el título general Todo México.


¿Cómo asume Elena Poniatowska,<br />

desde la literatura, el compromiso<br />

social?<br />

Siempre me impresionó lo que decían<br />

de José Revueltas, a quien todos queríamos y<br />

admirábamos: que no había sido un gran escritor,<br />

a pesar de su indudable talento, porque<br />

entregó más tiempo a los compromisos sociales<br />

y políticos que a la literatura; que de haberse<br />

dedicado más a la escritura y menos a la política,<br />

hubiera sido un gran escritor. Y creo que, de algún<br />

modo, esto es cierto.<br />

En mi caso, yo nunca he partido de la<br />

premisa de que soy o que quiero ser una gran<br />

escritora, y ello quizá se deba a que mis inicios<br />

en la escritura se dieron en el periodismo.<br />

No negaré, sin embargo, que me gustaría escribir<br />

una gran novela, como supongo que lo<br />

desea todo novelista, del mismo modo que,<br />

supongo, un poeta ambiciona escribir un gran<br />

poema. Por supuesto, desearlo es una cosa, y<br />

conseguirlo, otra.<br />

Escribir ha sido mi vida. El periodismo<br />

me llevó a la escritura<br />

diaria, sin más pretensiones<br />

que informar y<br />

decir, en una nota, en<br />

un reportaje, en un<br />

artículo, en una entrevista,<br />

algo útil a los<br />

lectores. La literatura<br />

es, desde luego, muy<br />

diferente. Escribir una<br />

novela es un acto de<br />

soledad, y debo decir<br />

que me aterra mucho<br />

la soledad ante<br />

la mesa de trabajo.<br />

La gran aventura empieza<br />

sobre esa mesa<br />

donde hay papeles<br />

de diversos temas y,<br />

de repente, el tema<br />

que buscamos surge<br />

de lo impalpable; no<br />

de lo que está en la<br />

mesa, sino de lo que está en nuestra memoria<br />

y en nuestra inteligencia. Esto no quiere<br />

decir que, cuando escribimos una novela, no<br />

esté presente en nosotros la tragedia diaria de<br />

la realidad.<br />

¿Cómo juzgas hoy tu profesión<br />

periodística?<br />

Tal y como lo he conversado varias<br />

veces contigo y con otras personas, yo he<br />

hecho periodismo sin parar, durante casi toda<br />

mi vida. Llevo 55 años en los periódicos. Creo<br />

que fue Chateaubriand el que dijo que para<br />

escribir literatura se requerían manos limpias y<br />

tranquilidad, para que estés en contacto contigo<br />

mismo. En cambio, el periodismo es como<br />

escribir en una estación del ferrocarril, llena de<br />

ruido y de trajín.<br />

Respecto de tu novela-biografía<br />

Hasta no verte Jesús mío, ¿cómo<br />

llega a ti Jesusa Palancares o de<br />

qué modo llegas tú a ella, para<br />

reconstruir la historia de ese<br />

personaje popular tan entrañable?<br />

Ése es un regalo de Dios; de la divina<br />

providencia. Jesusa es una mujer a la que yo<br />

oí hablar y me pareció maravilloso lo que<br />

platicaba y cómo lo decía: la fuerza con la que<br />

expresaba las cosas y cómo las sentía. Trabajaba<br />

de lavandera y tenía una gran sabiduría.<br />

Además, me llamó mucho la atención el que<br />

hubiese sido soldadera y conocido a Zapata y<br />

a Carranza. La busqué para que me platicara<br />

de su vida, con un enorme miedo de que ella<br />

se negara a conversar o que me rechazara. Y<br />

fue esto, exactamente, lo que pasó. Se negó a<br />

hablar, me rechazó, y sólo me aceptó, tiempo<br />

después, luego de ponerme a prueba. Me<br />

pidió que sacara a asolear sus gallinas a la calle<br />

y que lavara los overoles que ella tenía que<br />

lavar: unas prendas tan sucias, tan percudidas<br />

que parecían de cartón; y lo tenía que hacer<br />

sobre una tablita, en su pequeño cuarto,<br />

porque ella no quería ir a los lavaderos. Me<br />

decía: “¡Usted es una catrina de esas que no<br />

sirven para nada!”.<br />

Luego de mucho insistir y después<br />

de haber pasado por todas esas pruebas,<br />

acabó aceptándome, entre refunfuños y, con<br />

el tiempo, poco a poco, nació cierto cariño.<br />

Las primeras veces ni siquiera me invitaba<br />

a pasar, y cuando yo iba acompañada por<br />

ejemplo de Héctor García o le comentaba<br />

que algunas amigas querían conocerla, rápido<br />

atajaba: “Ya no me ande trayendo tanta gente,<br />

ni que no tuviera quehacer”. Yo siempre<br />

he dicho que Hasta no verte Jesús mío es un<br />

relato que le pertenece a ella. Yo quería que<br />

el libro apareciera con su nombre y con el<br />

mío, en coautoría, pero ella me dijo que no,<br />

y me dio el siguiente argumento: “Usted no<br />

entiende ni la mitad de lo que yo le cuento”.<br />

Era muy enojona, inconforme, rejega, brava.<br />

Su nombre verdadero era Josefina Bórquez y<br />

yo se lo cambié a Jesusa Palancares. Por Jesús,<br />

obviamente.<br />

¿Crees en Dios?<br />

Recuerda que yo me eduqué en un<br />

convento de monjas en Estados Unidos, el<br />

Convento del Sagrado Corazón de Jesús, y<br />

antes tuve también una educación religiosa,<br />

pero yo creo que lo que más me ha marcado<br />

es la fe: la mía y la de los otros. Por ejemplo,<br />

la fe que ponía en Dios mi nana Magdalena<br />

Castillo, y la fe de mi mamá (Paulette Dolores<br />

Amor) que, aunque no era una mujer muy<br />

religiosa, al final de su vida supo aguantar,<br />

gracias a su fe, la muerte de su hijo, mi hermano<br />

Jan, que murió a los 21 años de edad y a<br />

quien yo dedico, precisamente, Hasta no verte<br />

Jesús mío. Mi madre se liberó del sufrimiento<br />

cuando, en un acto de fe, concluyó que Jan<br />

había partido a una mejor vida y que, quizá,<br />

si se hubiera quedado a vivir sobre esta tierra<br />

hubiera padecido mayores penas, mayores<br />

sufrimientos.<br />

¿Qué me dices de La noche de<br />

Tlatelolco luego de cuarenta años?<br />

Lo veo del siguiente modo: he escuchado<br />

muchas veces que los jóvenes de hoy<br />

no son iguales que los de hace cuarenta años,<br />

en cuanto a la natural rebeldía y la oposición<br />

a la injusticia y al autoritarismo. Según esto,<br />

los jóvenes de antes eran mucho más combativos.<br />

Pero no es verdad. Los jóvenes siguen<br />

siendo combativos y se oponen con valentía<br />

al autoritarismo y a la injusticia.<br />

En este sentido, ¿La noche de<br />

Tlatelolco sigue vigente?<br />

En estos últimos meses eso se ha<br />

hecho más evidente, por las conmemoraciones<br />

de los cuarenta años del movimiento<br />

estudiantil. Cuatro décadas después, se ha reactivado<br />

el interés por el esclarecimiento de<br />

la historia; han aparecido nuevos testimonios<br />

y se han desclasificado documentos, se han<br />

escrito nuevos libro s, entre ellos uno espléndido<br />

de Carlos Monsiváis, El 68, la tradición<br />

de la resistencia. En general, hay mucha más<br />

información: documentales, conferencias, entrevistas<br />

con los líderes, rescate de material<br />

fotográfico y filmado de gente que ya murió,<br />

como Leobardo López Arreche. No hay duda:<br />

el 68 sigue vivo.<br />

¿Hemos estado perdiendo la<br />

memoria histórica en México?<br />

Sí, eso creo. En general, los ricos, los<br />

políticos, los grandes empresarios, siempre<br />

tienen alguien a su servicio que escribe sobre<br />

sus vidas. Hay libros sobre Ruiz Cortines, López<br />

Mateos, Carlos Slim, etcétera, pero acerca<br />

de los héroes populares o los próceres sociales<br />

se escribe siempre muy tarde, si es que se<br />

escribe. Hay muchos que se quedan en la oscuridad,<br />

casi en el olvido. Por eso los jóvenes<br />

no saben quién fue Demetrio Vallejo.<br />

37


<strong>COMPROMISO</strong> <strong>SOCIAL</strong> palabra viva<br />

El país que yo deseo es uno en el que<br />

no haya tan gigantesco abismo entre una<br />

clase social y otra, entre el mundo de los<br />

que tienen mucho y el mundo de los que<br />

no tienen nada o casi nada.<br />

¿Cuál es el país que deseas?<br />

Esto lo tengo muy claro: el país que yo<br />

deseo es uno en el que no haya tan gigantesco<br />

abismo entre una clase social y otra, entre el<br />

mundo de los que tienen mucho y el mundo<br />

de los que no tienen nada o casi nada. El<br />

México que yo deseo es ese en el que todo<br />

el mundo se vaya a dormir habiendo comido<br />

más o menos lo mismo, y en el que no haya<br />

tantas injusticias como las que vemos a<br />

diario: un México en el que todos alcancen<br />

escuela y universidad, y en el que haya salud<br />

y bienestar para todos. Hoy es más que<br />

evidente que habitamos un país donde un<br />

sector privilegiado ignora, casi por completo,<br />

o tal vez finge ignorar, las circunstancias tan<br />

desfavorables en las que vive la gran mayoría<br />

de los mexicanos.<br />

¿Qué tan importante es, en este<br />

proceso de cambio, el desarrollo<br />

educativo para alcanzar ese país<br />

deseado?<br />

Muy importante, por supuesto. La<br />

educación debería ser para todos, pero desde<br />

luego en México la educación es un privilegio,<br />

porque todavía existe mucha gente que<br />

no sabe leer ni escribir o que pertenece a<br />

esa enormidad del analfabetismo funcional.<br />

No te estoy diciendo nada nuevo, porque<br />

tú mismo has estudiado este tema y sabes a<br />

lo que me refiero. Lo terrible es que, desde<br />

mi punto de vista, en este ámbito no hemos<br />

avanzado demasiado desde que José Vasconcelos<br />

repartió los clásicos universales en todo<br />

el país, incluido el México rural.<br />

Desde tu posición de escritora, ¿cómo<br />

entiendes el compromiso social?<br />

El primer compromiso de un escritor<br />

es escribir bien, porque si un escritor hace las<br />

cosas mal a nadie le sirven. Para un escritor,<br />

es importante que sus libros se puedan leer<br />

y despierten algún interés y quizá alguna<br />

reflexión. Sin embargo, en un país como el<br />

nuestro es muy difícil, incluso para un escritor,<br />

apartarse del compromiso social, porque la<br />

38<br />

realidad exterior está también en tu casa, se<br />

adentra en tu vida, te mira hacer el amor,<br />

comer, dormir; se te planta en frente. Entonces,<br />

¿cómo puedes escribir una novela, un cuento<br />

o un poema, exclusivamente sobre tus estados<br />

de ánimo, sobre tu intimidad, cerrando los<br />

ojos ante la realidad cuando, por ejemplo, ha<br />

ocurrido un terremoto o te percatas que hay<br />

mucha gente que vive hacinada y sin comer,<br />

muriéndose de frío, pasando mil penalidades,<br />

etcétera? En este sentido, aunque el primer<br />

compromiso del escritor sea el de escribir<br />

bien, también es válido que en situaciones<br />

como las que describo, ese escritor guarde<br />

incluso su máquina, su computadora o su<br />

bolígrafo y vea en qué puede ser más útil, o<br />

bien utilice esas mismas herramientas para un<br />

fin menos privado.<br />

¿En qué momento percibiste<br />

la injusticia social en México?<br />

Creo que el hecho de no haber nacido<br />

en México, de haber llegado aquí a los<br />

10 años de edad, me dio una conciencia de<br />

la injusticia social que quizá no me parecía<br />

tan obvia en los años cuarenta, a pesar de que<br />

ya me percataba, desde la infancia, que, en<br />

la calle, había muchos niños y muchas niñas<br />

sin zapatos y con andrajos por toda vestimenta.<br />

Desde que llegué a México percibí<br />

que la pobreza se miraba también en la cara,<br />

porque a una niña como yo, de clase privilegiada,<br />

a la que nunca le faltó nada —y creo que<br />

a cualquier niño con cierto grado de comodidad—,<br />

tenían que llamarle la atención esos<br />

tremendos contrastes.<br />

En 2009 se cumplen 55 años de Lilus<br />

Kikus, tu primer libro. ¿Cómo era<br />

la Elena Poniatowska que escribió<br />

Lilus Kikus y cómo es hoy la Elena<br />

Poniatowska de las Rondas de la niña<br />

mala, tu libro más reciente, publicado<br />

en 2008?<br />

En esencia es la misma, en muchas cosas.<br />

Por ejemplo, en la costumbre y yo diría<br />

que en la vocación de formular preguntas más<br />

que en el tener las respuestas. Lo<br />

que sí hay es más desencanto y no<br />

sólo de mi parte, sino de parte de un enorme<br />

sector del país. Advierto hoy en México un<br />

desencanto que antes no había. También debo<br />

advertir que en la época de mi primer libro,<br />

yo tenía una cierta inconciencia de la realidad,<br />

es decir una mirada más ingenua de las<br />

cosas. Ahora no. Ese candor ha desaparecido.<br />

No tengo, y creo que no tenemos, más opción<br />

que observar y concentrarnos en la realidad,<br />

porque de ello depende mucho nuestra vida.<br />

¿A qué atribuyes ese desencanto?<br />

En gran medida a la imposibilidad o a<br />

las grandes dificultades para realizar algo en la<br />

vida. Vivimos en una realidad que actúa contra<br />

nosotros. El trabajo es agobiante y prácticamente<br />

insatisfactorio. Vivimos en medio de la angustia,<br />

que es nuestra más cercana compañera, llenos<br />

de adrenalina y con un sentimiento de miedo a<br />

fracasar. Yo diría que la realidad en México es un<br />

torbellino. La sensación es que en vez de estar<br />

tú gobernando tu vida, la vida te está usando y<br />

desgastando a ti, sin mayor satisfacción.<br />

¿La verdad nos hace libres?<br />

La verdad íntima nosotros nos la inventamos.<br />

Pero la verdad política y la verdad<br />

social es difícil saberlas. Nuestros vínculos con<br />

los demás se fundan en la relatividad. Cada vez<br />

estoy más convencida de que la vida está hecha<br />

de instantes. Lo digo hoy, claro, a mi edad, 76<br />

años: vida hecha de instantes que se superponen<br />

unos a otros y que me hacen atravesar el día y<br />

llegar a la noche para volver a empezar.<br />

¿Cuál es la verdad que necesita<br />

este país?<br />

Creo que este país debería tener una<br />

verdad política y sobre todo una verdad social.<br />

La una está ligada a la otra. La verdad es<br />

que todos los mexicanos deberían tener las<br />

mismas oportunidades y los mismos derechos;<br />

esas oportunidades y esos derechos de los que<br />

hoy gozan tan sólo los más afortunados. Esta<br />

es la verdad que necesitamos y que, desafortunadamente,<br />

a veces parece muy lejos de<br />

alcanzar. ●


40<br />

GENTE QUE CAMBIARA AL MUNDO<br />

›LOS ALUMNOS<br />

DE LA IBERO<br />

ANTE LA CRISIS<br />

FINANCIERA<br />

MUNDIAL En el segundo semestre de 2008, una<br />

crisis financiera mundial sacudió a los<br />

mercados y cobró tales dimensiones<br />

para la economía de los Estados<br />

Unidos que la Reserva Federal tuvo<br />

que rescatar a las entidades hipotecarias<br />

más grandes de esa nación. En<br />

septiembre ya se hablaba de pánico<br />

financiero y de colapso económico<br />

Fotografía de Julio César López.<br />

en todo el mundo. En su libro<br />

El nuevo paradigma de los mercados<br />

financieros (Taurus, 2008), el inversionista, filántropo y activista político<br />

liberal George Soros advirtió que “ésta es la peor crisis financiera<br />

desde 1930” y que todavía pasará algún tiempo para superarla siempre<br />

y cuando se le enfrente con inteligencia para, ante todo, calmar las<br />

turbulencias bursátiles y tranquilizar las operaciones de los mercados<br />

y los bancos. Para Soros, “el estallido de la crisis financiera de 2008<br />

puede fijarse oficialmente en agosto de 2007, pues fue cuando los bancos<br />

centrales tuvieron que intervenir para proporcionar liquidez”. Ante el<br />

panorama aún incierto, son muchos los que se preguntan y tratan de<br />

responder qué ocurrió y cómo seguirá impactando esto en la sociedad<br />

globalizada. Entre estas reflexiones, recogemos algunos aportes de cuatro<br />

estudiantes de la UIA, atentos al acontecer de esta realidad ineludible.


LO MÁS GRAVE<br />

ES EL DESEMPLEO:<br />

Laura Ruiz Martínez<br />

La crisis financiera mundial es el producto de una reacción<br />

en cadena entre los bancos que dan préstamos e<br />

hipotecas sin la seguridad de que podrán ser devueltos;<br />

personas que compran a crédito y luego ya no tienen forma<br />

de pagar, etcétera. Estamos hablando de préstamos<br />

sobre préstamos que al final nadie puede cubrir. También<br />

es producto de la codicia de empresarios que al jugar en<br />

la bolsa de valores inflan el valor de sus empresas con el<br />

dinero de inversionistas que compran acciones que no<br />

tienen ningún respaldo físico de su costo.<br />

Todas estas fallas provocan la recesión económica<br />

que estamos sintiendo actualmente. Por otra<br />

parte, el temor de la crisis y la falta de flujo de efectivo<br />

provocan que las personas dejen de comprar y busquen<br />

ahorrar lo más posible y, como consecuencia<br />

de todo esto, las empresas al vender menos reducen<br />

la producción y recortan personal, sube la tasa de<br />

desempleo y el mercado se estanca porque ya nadie<br />

puede comprar. Este es el panorama mundial que ya<br />

se resiente en México. Las noticias anuncian, cada día,<br />

la quiebra de empresas o la salida del mercado de<br />

ciertos productos. Es importantísimo tomar medidas<br />

urgentes, sobre todo para superar la situación más<br />

grave, representada por el gran número de personas<br />

que se están quedando sin empleo.<br />

[Laura Ruiz Martínez,<br />

Diseño Gráfico, octavo semestre]<br />

EL EFECTO NO SÓLO<br />

SERÁ ECONÓMICO:<br />

Jacqueline Gesund Kattan<br />

En la actualidad el mundo se está enfrentando a una<br />

crisis financiera y económica que también afectará a<br />

nuestro país a corto o largo plazo. El efecto de esta crisis<br />

no sólo se apreciará en términos económicos, como<br />

se ha venido observando con el constante incremento<br />

del valor del dólar ante el valor del peso mexicano, sino<br />

que también tendrá una gran repercusión dentro de la<br />

organización política, social e incluso cultural tanto de<br />

nuestro país como del resto del mundo.<br />

Como joven universitaria, creo que la respuesta<br />

a esta situación no sólo se encuentra en<br />

manos de cada país, ni de la comunidad internacional.<br />

También nosotros como individuos,<br />

ciudadanos de México y del mundo podemos hacer<br />

algo. Tenemos que comenzar a concienciar<br />

acerca de nuestros gastos e inversiones y tratar de<br />

que el consumismo reinante en gran parte de Occidente<br />

no nos maneje.<br />

[Jaqueline Gesund Kattan,<br />

Historia, primer semestre]<br />

CRISIS ES TAMBIÉN<br />

OPORTUNIDAD Y RETO:<br />

Daniel Berezowsky Ramírez<br />

En China, la palabra crisis tiene dos acepciones. Una<br />

de ellas es igual a la que nosotros entendemos; la<br />

otra tiene un sentido positivo: crisis es oportunidad y<br />

reto. Esta última es mi visión del proceso económico<br />

por el que está pasando el mundo, y específicamente<br />

México. Toda crisis es un reacomodo de fuerzas y de<br />

posiciones; en este caso, habrá Estados que resulten<br />

favorecidos y otros que sufran (o que incluso, ya están<br />

sufriendo) un severo golpe no sólo económico sino<br />

político. Específicamente para México, es un gran reto.<br />

El problema, sin embargo, es que el Programa para<br />

Impulsar el Crecimiento y el Empleo que anunció el<br />

presidente Calderón en octubre, tiene profundos problemas<br />

de conceptualización. Más que una serie de<br />

medidas para contrarrestar el efecto de la disminución<br />

del turismo, las remesas, el precio del petróleo y la<br />

inversión extranjera, se enfocó en mantener el gasto<br />

programable en el que había incrementado más de<br />

30% las partidas de seguridad. Las inversiones que se<br />

proponen en el PICE podrían ser una catapulta a largo<br />

plazo, pero es muy importante que se establezcan los<br />

candados burocráticos y de gasto adecuados para que<br />

los recursos, que a fin de cuentas provienen de una<br />

deuda que se le traspasó por completo a Pemex, no<br />

sean desviados ni erogados en gasto corriente.<br />

Una recesión económica, por definición,<br />

es periódica; no será algo permanente y no será<br />

algo imposible de contrarrestar. Sin embargo,<br />

como es evidente, es y será un periodo en el que<br />

habrá que aumentar la cautela respecto a gastos<br />

innecesarios. Me preocupa particularmente que no<br />

exista un control adecuado sobre los créditos que<br />

se otorgan ni una cultura de ahorro en la sociedad<br />

Archivo de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong>.<br />

mexicana. Creo que hay importantes avances cuando<br />

se aprueban reformas como las que ocurrieron<br />

en el Congreso recientemente, pero es necesario<br />

profundizar aún más en asuntos como éste para<br />

evitar que nos suceda lo que ocurrió en Estados<br />

Unidos en 2008.<br />

[Daniel Berezowsky Ramírez,<br />

Ciencias Políticas<br />

y Administración Pública, quinto semestre]<br />

TODO CAMBIO<br />

ES NECESARIO<br />

E INEVITABLE:<br />

Eduardo Díaz Adán<br />

Hoy en día no se puede hablar de un mundo en el<br />

cual los países se mantengan completamente aislados<br />

uno del otro; la globalización, principalmente<br />

la económica, ha llevado a un efecto dom inó, en<br />

el que cualquier suceso que tenga un impacto fuera<br />

de la lógica cotidiana, en la que se mueven los<br />

mercados internacionales, inevitablemente afectará<br />

a toda economía que se halle dentro del esquema<br />

global.<br />

Lo que sucede actualmente con la crisis financiera<br />

y económica no es más que un período de<br />

reorganización y replanteamiento drástico, para que<br />

se pongan en marcha nuevas estructuras económicas<br />

dentro del orden mundial. Todo cambio es necesario<br />

e inevitable y en el caso de la actual crisis, ésta terminará<br />

por resolverse cuando se dé la reestructuración<br />

económica debida, a nivel mundial.<br />

[Eduardo Díaz Adán, Comunicación]<br />

●<br />

41


42<br />

EL VIAJERO ILUSTRADO<br />

›UNA VENTANA<br />

A LAS BELLEZAS<br />

DE SUDÁFRICA<br />

Mauricio de Maria y Campos<br />

Director del IIDSESS de la <strong>Universidad</strong> <strong>Iberoamericana</strong><br />

y ex embajador de México en Sudáfrica


Todo turista en Sudáfrica suele visitar cuando<br />

menos Ciudad del Cabo, realizar algún safari<br />

fotográfico y hacer una breve parada en Johannesburgo,<br />

aunque sea al aeropuerto como<br />

punto de entrada y salida al país.<br />

Ciudad del Cabo es uno de los escenarios<br />

naturales junto al mar, más bellos<br />

del mundo; comparable con Río de Janeiro,<br />

Sydney y San Francisco. Más allá de ser una<br />

ciudad con mucha vida y movimiento, las<br />

playas, montañas, jardines botánicos y poblaciones<br />

que rodean a Ciudad del Cabo son un<br />

gran atractivo internacional. Tal vez la mejor<br />

manera de gozar el paisaje sea tomando el funicular<br />

a Table Mountain —la montaña plana<br />

como mesa— en cuya cumbre existe un jardín<br />

observatorio de la ciudad y sus alrededores.<br />

La península del Cabo de Buena<br />

Esperanza —donde se encuentra ubicada—,<br />

con sus numerosas bahías, playas, pingüinos y<br />

focas y su faro en la punta extrema del continente<br />

africano, permiten disfrutar de paisajes,<br />

fauna y flora deslumbrantes.<br />

Pero en sus alrededores también están<br />

anidados, en pequeños valles, rodeados de verdes<br />

montañas, los viñedos, campos de olivos y<br />

granjas frutales de Stellenbosch, Paarl y Frankschoek<br />

que se extienden a otros valles más<br />

lejanos, cercanos a la costa de la Provincia del<br />

Cabo Occidental y hacen la delicia del catador<br />

de vinos y el gourmet en románticos hoteles y<br />

restaurantes a precios muy accesibles. De hecho,<br />

la Ruta de los Jardines, los 1,500 kilómetros de<br />

costa al este de Ciudad del Cabo, hasta llegar al<br />

puerto de Durban —el más grande del país—<br />

están marcados por pequeñas y hermosas bahías,<br />

donde se pueden observar ballenas y tiburones<br />

blancos (Hermannus), lagunas marinas para el<br />

cultivo de ostras (Knysna) y mejillones (Mossel<br />

Bay), granjas de avestruces (Outdshorn) y parques<br />

especializados para observar aves, monos<br />

y elefantes.<br />

Por ello cuando se visita Ciudad del<br />

Cabo hay que buscar el tiempo para pasar ahí<br />

cuando menos 4 días y cuando menos otros<br />

tantos en la costa este. Si además le gusta a usted<br />

practicar el golf, el buceo y otros deportes<br />

acuáticos o realizar largas caminatas con paisajes<br />

rocosos para observar las aves marinas en las playas<br />

encontrará aquí un mundo deslumbrante.<br />

Los parques de animales para el safari<br />

fotográfico, algunos de los más interesantes y<br />

mejor administrados del mundo, y los hoteles<br />

ubicados en su territorio son siempre un renovado<br />

descubrimiento. En contraste con las visitas<br />

a las llanuras de Kenia y Tanzania, los parques<br />

sudafricanos están cubiertos de matorrales y huizaches<br />

que convierten el safari fotográfico en<br />

una constante búsqueda de animales escondidos.<br />

El parque Kruger —en el noroeste del país— es<br />

del tamaño de Israel y hospeda dentro y, sobre<br />

todo, en sus alrededores más de cien reservas de<br />

animales con una excelente organización y administración.<br />

Los hay de todos precios y paisajes.<br />

Por lo general permiten observar a los 5 Grandes,<br />

los animales más peligrosos y buscados: el león,<br />

el leopardo, el búfalo, el elefante y el rinoceronte.<br />

Ahí puede gozarse de excelentes comidas<br />

y cenas para compensar las “desmañanadas” a<br />

las 4:30 a.m. —hora en que se parte al safari<br />

matutino— y a las 4:00 p.m. al vespertino, con<br />

puesta de sol, gin-and-tonic, café y biltong (carne<br />

seca de res y animales de caza) incluidos.<br />

La región del Parque Kruger es la<br />

más popular para los safaris fotográficos, pero<br />

hay otras regiones en el sur y en el oeste del<br />

país que también son muy socorridas. Existe<br />

incluso la posibilidad de visitar interesantes<br />

parques de animales y jardines botánicos muy<br />

bellos a menos de dos horas de Johannesburgo,<br />

la gran megalópolis sudafricana o Pretoria,<br />

ciudad capital sede del presidente, su gabinete<br />

y las embajadas.<br />

Johannesburgo es una gran ciudad<br />

de origen minero llena de contrastes, pero<br />

con gran vida y movimiento, restaurantes,<br />

teatros y museos —destacando el Museo del<br />

Apartheid. Esta es una visita imprescindible<br />

para entender la vida de Sudáfrica y el combate<br />

al ignominioso régimen discriminatorio<br />

racial del Apartheid. La lucha de Nelson<br />

Mandela y el resto del pueblo africano por su<br />

libertad vibran en cada rincón con atractivos<br />

apoyos audiovisuales.<br />

Los centros comerciales de Johannesburgo<br />

y en particular el de Sandton (el<br />

Santa Fe de Johannesburgo), no pueden dejarse<br />

de visitar, ya que ofrecen múltiples<br />

tentaciones, desde artesanías de todo el continente<br />

hasta diamantes —según el bolsillo.<br />

Por su parte, Pretoria, la capital del<br />

poder ejecutivo, a 45 kilómetros de Johannesburgo<br />

por magnífica carretera (y pronto<br />

comunicada a través de un tren bala), es una<br />

agradable ciudad de poco más de un millón<br />

de habitantes llena de jardines y museos, que<br />

La lucha de Nelson Mandela y el<br />

resto del pueblo africano por su<br />

libertad vibran en cada rincón con<br />

atractivos apoyos audiovisuales.<br />

en octubre se viste de lila con jacarandas que<br />

engalanan todas sus calles.<br />

Ya sea que se decida a visitar Sudáfrica<br />

durante la Copa Mundial de Futbol<br />

de 2010 o que acuda usted antes o después<br />

de este acontecimiento, estas son algunas<br />

regiones y poblaciones que hacen la delicia<br />

del turista. Un segundo viaje lo llevaría<br />

a maravillosos descubrimientos, incluyendo<br />

interesantes países vecinos como Botswana,<br />

Mozambique, Namibia y las imponentes cataratas<br />

Victoria entre Zimbabwe y Zambia,<br />

así como a la posibilidad de un crucero muy<br />

recomendable por las islas del paradisíaco<br />

Océano Índico de África del Sur: Mauricio,<br />

Madagascar, Reunión, las Comores, Zanzíbar<br />

y Mombasa.<br />

Sudáfrica, con largas costas y bellas<br />

montañas a lo largo de un territorio, que es<br />

dos tercios el de México y que goza de climas<br />

y temperaturas muy parecidas a las nuestras, es<br />

mucho más que eso. Es un país de 45 millones<br />

de habitantes en proceso de reconstrucción<br />

económica y social, que constituye hoy día la<br />

capital de África y su puerta de entrada más<br />

importante. No deje de visitarlo. ●<br />

43


44<br />

SABERES sabores<br />

›LA<br />

COMIDA<br />

ESTÁ DE<br />

ALIVIO<br />

Paco Ignacio Taibo I<br />

Gourmet democrático, si es posible decirlo así,<br />

y gran escritor y periodista asturiano-mexicano,<br />

Paco Ignacio Taibo I nació en Gijón en 1924, llegó<br />

a México en 1958 y aquí se quedó, con nosotros, para<br />

siempre. Murió el 13 de noviembre de 2008, pero<br />

su obra, su don de gente, su inteligencia, su espléndido humor<br />

y su emoción permanecen como enseñanzas de vida que nos legó<br />

en los diversos ámbitos. Como homenaje a este hombre singular<br />

y a este escritor y periodista inolvidable, rescatamos un par de páginas<br />

de su gozoso Breviario del mole poblano (1981), hoy agotado,<br />

para iniciar esta sección de y para estar, como él mismo<br />

dijo, de alivio y no de luto, asomándonos a la risueña vida que<br />

disfrutó y compartió. Muchas gracias, querido Paco, por seguirnos<br />

acompañando.


Los ingleses, muchos franceses y algunos españoles<br />

contemplan los calamares en su tinta con<br />

un cierto recelo; sospechan que si el mar se<br />

pone de luto sus razones tendrá.<br />

Este sentimiento de cautela frente a<br />

las comidas negras u oscuras, acaso parte de<br />

los gustos de nuestros ancestros, los simios,<br />

quienes siguen prefiriendo el verde, los colores<br />

amarillentos, rojizos o de un ocre suave.<br />

En una película de Tarzán, he visto a<br />

Chita comerse una chistera, pero habrá que<br />

aceptar que se trató más de un acto compulsivo<br />

y extravagante, que de una verdadera<br />

apetencia alimenticia.<br />

Lo negro suele relacionarse, en Occidente,<br />

con las lágrimas, y cuando yo era niño<br />

existía la costumbre de que los Reyes Magos,<br />

junto con los juguetes, dejaban a los muchachos<br />

traviesos unas piedras de<br />

carbón. Ese carbón era dulce, pero<br />

yo recuerdo haberlo comido sólo<br />

después de atravesar una seria barrera<br />

de obstáculos inhibidores.<br />

Comer cosas negras es<br />

tarea pesada para algunos y para<br />

otros incapacidad total.<br />

Exagerando algo, podríamos<br />

decir que lo negro es alimento<br />

ideal para ciegos, y lujo para esa<br />

minoría que se acerca al caviar de<br />

Beluga sin tener que vender previamente<br />

el automóvil.<br />

Sin embargo, y a pesar<br />

de esto, en la cocina mexicana<br />

abundan los manjares de color<br />

serio y son recibidos con un júbilo<br />

que nadie oculta. Aparece<br />

sobre la mesa el plato colmado<br />

de apetitosas oscuridades y es<br />

recibido con un aplauso nutrido<br />

y exento de recelos.<br />

Los manjares negros en México viajan<br />

en primera, y no son discriminados, ni<br />

aun por los descendientes de sajones; el color,<br />

diría yo, incluso favorece su estatus en las minutas,<br />

ya que suele ser señalado con énfasis.<br />

Así, a la hora de las frutas, se sugiere el zapote<br />

negro, y si usted viaja hasta Oaxaca, le pedirán<br />

que se coma unas tortillas negras.<br />

Incluso el frijol negro tiene muy entusiastas<br />

defensores frente a los frijoles bayos,<br />

los blancos, los pintos y los otros muchos de<br />

variado tono.<br />

Hay un hongo negro que se nutre de<br />

las mazorcas del maíz y que es una delicia;<br />

este hongo se llama huitlacoche, y ya entró<br />

en la gran cocina del brazo de las crepas, en<br />

donde guarece su negrura pero estalla en sabor,<br />

apenas si se muerde la suave envoltura de<br />

harina blanca. En el Restaurante del Lago, en<br />

el Bosque de Chapultepec de la ciudad de<br />

México, ofrecen un pollo relleno de huitlacoche<br />

que es fenomenal.<br />

Y no olvidemos que el chocolate<br />

puede ser tan oscuro como un watusi y que<br />

nació, justamente, por estas tierras mexicas.<br />

En fin, que a la cocina mexicana le<br />

sienta bien el luto y que entre tanta alegría<br />

gastronómica vestida de serio, destaca el mole<br />

que puede llegar a la negrura absoluta (en<br />

Mérida), pero que en Puebla, lugar al que<br />

acude este Breviario, adquiere un tono muy<br />

oscuro que va del rojo acafetado, al negro<br />

amarronado, pero que mantiene dentro de sí<br />

mismo el negro como elemento preponderante<br />

y característico.<br />

Estar de alivio es perder<br />

la pena y asomarse<br />

a la vida.<br />

El mole poblano, si no es tan negro<br />

como la chistera de Chita, sí entra en esa<br />

seriedad que asombra a los degustadores de<br />

países que sólo usan el negro para acudir a<br />

los panteones.<br />

Y acaso sea este hecho, su manifiesta<br />

oscuridad, el que añada una nota curiosamente<br />

extraña; un cierto elemento rechazante y<br />

un problema de aventura.<br />

Acercarse al mole por vez primera sin<br />

un cierto recelo es casi imposible, y alejarse<br />

del mole sin una profunda nostalgia papilar es<br />

cosa para gentes dadas a comidas sin entraña.<br />

El mole, diré para terminar este capítulo,<br />

no es un manjar que está de luto; pero sí un<br />

manjar que está de alivio.<br />

Situación en la que se encontraban<br />

nuestras abuelas cuando salían del negro que<br />

predicaba su afiliación, y aun no se encontraban<br />

suficientemente dispuestas a caer en los<br />

verdes, los rojos y otros colores alegres.<br />

Estar de alivio es perder la pena y asomarse<br />

a la vida.<br />

Si el mole es manjar que está de alivio,<br />

es porque no hay pena que se le resista. ●<br />

45


Carlos Monsiváis<br />

recomienda<br />

Gomorra,<br />

de Roberto Saviano<br />

[Debate, 2008]<br />

46<br />

LA VOZ DEL LIBRO el eco de la lectura<br />

›QUÉ LEER<br />

Y POR QUÉ<br />

Uno de los mejores libros que<br />

he leído en los últimos días y<br />

que recomiendo, enfáticamente,<br />

es Gomorra: Un viaje al imperio<br />

económico y al sueño de poder de<br />

la camorra, de Roberto Saviano.<br />

Lo recomiendo por muchas cosas,<br />

pero sobre todo porque está<br />

extraordinariamente bien escrito,<br />

porque demuestra que es posible<br />

trasladar a la literatura un tema tan<br />

brutalmente sórdido y policiaco,<br />

y porque demuestra también que<br />

la literatura se tiene que adaptar a<br />

las realidades y no las puede dejar<br />

de lado.<br />

CARLOS MONSIVÁIS.<br />

Escritor. Su más reciente<br />

libro es El 68: La tradición<br />

de la resistencia (Era, 2008).<br />

Julieta Fierro<br />

recomienda<br />

La región más<br />

transparente,<br />

de Carlos Fuentes [Alfaguara,<br />

2008, edición conmemorativa]<br />

Sugiero Chéri, de Sidonie Colette,<br />

a quienes disfruten el francés<br />

y deseen enterarse de algunas<br />

formas en que las mujeres vemos<br />

a los hombres. Recomiendo<br />

también Saturday, de Ian McEwan,<br />

porque es apasionante, fresca,<br />

inteligente, impredecible. Y una<br />

relectura obligada es La región<br />

más transparente, de Carlos<br />

Fuentes: existe una nueva edición,<br />

conmemorativa, a cargo de las<br />

Academias de la Lengua, del sello<br />

Alfaguara, donde además de un<br />

glosario aparecen textos de seis<br />

distinguidos académicos.<br />

JULIETA FIERRO.<br />

Astrónoma y escritora.<br />

Uno de sus más recientes<br />

libros es Cartas astrales: Un<br />

romance científico del tercer<br />

tipo (Alfaguara, 2006).<br />

Esta sección de acude a los lectores expertos, a los<br />

apasionados en la lectura, y son ellos los que recomiendan los<br />

siguientes libros que podrían entregar a otros lectores experiencias<br />

imborrables y transformadoras. Agradecemos a Carlos Monsiváis,<br />

Julieta Fierro, Tomás Granados Salinas, Carlos Gómez<br />

Camarena, Héctor de Mauleón, Claudio Isaac, Marco Antonio<br />

Campos y Daniel Goldin su disposición a responder nuestra<br />

encuesta. (JDA)<br />

Tomás Granados<br />

Salinas<br />

recomienda Vidas<br />

perpendiculares,<br />

de Álvaro Enrigue<br />

[Anagrama, 2008]<br />

El libro que recomendaría sin dudar<br />

ni siquiera un instante es Vidas<br />

perpendiculares, de Álvaro Enrigue.<br />

El argumento (un hombre mediocre<br />

que logra recordar sus vidas pasadas,<br />

todas emocionantes), la calidad de la<br />

escritura (hay en ella un amplísimo<br />

registro de tonos, un lenguaje rico<br />

y fresco aun en los arcaísmos, un<br />

humor sutil, guiños constantes a<br />

otros libros y autores, en particular<br />

Quevedo), la estructura (que hilvana<br />

pequeños cuentos, casi todos bien<br />

redondeados), la recreación histórica<br />

(lo mismo la Palestina en tiempos<br />

de Jesucristo que los altos de Jalisco<br />

a mediados del siglo XX): Enrigue<br />

emprendió una aventura ambiciosa y<br />

salió más que airoso.<br />

TOMÁS GRANADOS<br />

SALINAS. Ensayista,<br />

crítico y editor. Director del<br />

suplemento de libros Hoja<br />

por Hoja.<br />

Carlos Gómez<br />

Camarena<br />

recomienda<br />

El lugar de los<br />

encuentros:<br />

Comunicación<br />

y cultura en un<br />

centro comercial,<br />

de Inés Cornejo<br />

[<strong>Universidad</strong><br />

<strong>Iberoamericana</strong>, 2007]<br />

Para quienes hoy ven las películas<br />

en pedacitos o leen los libros a<br />

cachitos y sin orden está El lugar de<br />

los encuentros. Un centro comercial<br />

actualmente se recorre como<br />

nuestras películas y nuestros libros:<br />

sin un orden estricto, circularmente,<br />

fragmentado. Como el<br />

aeropuerto, el<br />

centro comercial<br />

también es un<br />

lugar donde<br />

coinciden la<br />

cultura y la<br />

comunicación.<br />

¿Cómo es su<br />

cultura y qué se<br />

comunica? Para<br />

los morbosos que<br />

quieren explicaciones de lo cotidiano<br />

será una delicia, especialmente<br />

si se habita el no-lugar del centro<br />

comercial. Nuestras maneras de leer<br />

han cambiado también.<br />

CARLOS GÓMEZ<br />

CAMARENA.<br />

Psicoanalista y académico<br />

de la <strong>Universidad</strong><br />

<strong>Iberoamericana</strong>.


Héctor de Mauleón<br />

recomienda<br />

La intimidad como<br />

espectáculo,<br />

de Paula Sibilia<br />

[Fondo de Cultura<br />

Económica, 2008]<br />

El espectáculo de la intimidad, de<br />

Paula Sibilia, es un estudio sobre el<br />

eclipse de la intimidad en tiempos<br />

de Facebook y MySpace, las redes<br />

sociales en donde las vidas privadas<br />

de millones de personas son<br />

exhibidas diariamente sin ningún<br />

pudor. ¿Dónde quedó la intimidad,<br />

un avance de la civilización que<br />

en el siglo XVII permitió a los seres<br />

humanos escapar de la mirada de<br />

los otros e impuso la división de<br />

conceptos entre “vida pública” y<br />

“vida privada”? Para Sibilia, el “show<br />

del yo” en Internet es la respuesta<br />

del hombre a las megalópolis, una<br />

reacción frente a los terrores que<br />

desatan el anonimato y la soledad.<br />

Exhibirse es existir: sólo eres si eres<br />

conocido. El libro de Sibilia analiza<br />

con extraordinaria lucidez un cambio<br />

cultural que parece llevarnos de<br />

vuelta a la Edad Media, bajo la tiranía<br />

de la mirada de “los otros”.<br />

HÉCTOR DE MAULEÓN.<br />

Narrador y editor. Uno de<br />

sus libros más recientes es<br />

Como nada en el mundo<br />

(Planeta, 2006).<br />

Claudio Isaac<br />

recomienda<br />

Pensando<br />

en la izquierda,<br />

de Héctor Aguilar Camín<br />

[Fondo de Cultura<br />

Económica, 2008]<br />

A través de catorce ensayos<br />

agudos, en Pensando en la<br />

izquierda, Héctor Aguilar Camín nos<br />

dibuja un mapa histórico de lo que<br />

es la izquierda mexicana, desde sus<br />

raíces nos explica sus circunstancias<br />

actuales, sus vertientes, sus<br />

pormenores. Un libro que a<br />

muchos puede resultarle sacrílego<br />

o incómodo, pero provechoso para<br />

que el lector desenmarañe este<br />

panorama actual en que la izquierda<br />

se ahoga bajo el peso de las<br />

seudoideologías oportunistas.<br />

CLAUDIO ISAAC. Escritor,<br />

pintor y cineasta. Su más<br />

reciente libro es Cenizas<br />

de mi padre (Juan Pablos,<br />

2008).<br />

Marco<br />

Antonio Campos<br />

recomienda releer<br />

la Flor nueva de<br />

romances viejos,<br />

de Ramón Menéndez Pidal<br />

[Espasa Calpe, 2000]<br />

Para mí ha sido<br />

una delicia leer<br />

de nuevo la Flor<br />

nueva de romances<br />

viejos, que preparó<br />

Ramón Menéndez<br />

Pidal. Hay en<br />

esos romances<br />

españoles la raíz<br />

o la continuidad<br />

épicas, fragmentos definitivos de<br />

la historia española, relatos de<br />

lealtad honorable y de traiciones,<br />

de actos valerosos y de cobardías<br />

abyectas, aun momentos de<br />

delicado erotismo. Por otro lado,<br />

releo también los libros de la<br />

Historia Universal Asimov, sobre<br />

todo los de la historia de Roma<br />

(La república romana, El imperio<br />

romano), que son un modelo<br />

de inteligencia, de síntesis y de<br />

una amenidad tan grande que no<br />

quieres abandonarlos. La historia<br />

viva. Los grandes actores de la<br />

política y de la guerra parece que<br />

los conoces y los has visto muchas<br />

veces en la calle. Por demás,<br />

muchas acciones políticas tienen<br />

una increíble actualidad.<br />

MARCO ANTONIO<br />

CAMPOS. Poeta, narrador,<br />

ensayista y traductor.<br />

Obtuvo en 2008 el Premio<br />

de Poesía Antonio Machado<br />

en España.<br />

Daniel Goldin<br />

recomienda<br />

El ardor de la<br />

sangre y Suite<br />

francesa,<br />

de Irene Nemirovsky<br />

[Salamandra, 2007<br />

y 2006]<br />

Acabo de leer las dos obras<br />

póstumas de Irene Nemirovsky, la<br />

genial novelista rusa judía, emigrada<br />

a Francia y asesinada en Auschwitz<br />

en 1942. El ardor de la sangre es<br />

una novela corta, construida como<br />

una pieza perfecta de ingeniería de<br />

la pasión amorosa, sus escondrijos<br />

y paradojas. Suite francesa es, en<br />

cambio, una obra de largo aliento y<br />

más amplia perspectiva, en la que<br />

se narra el entramado de relaciones<br />

entre los supuestamente amigos y<br />

enemigos en la<br />

Francia ocupada.<br />

Las dos novelas<br />

se desarrollan<br />

fundamentalmente<br />

en el mismo<br />

escenario de la<br />

provincia francesa.<br />

En ella nadie<br />

queda a salvo,<br />

ni por obedecer al amor ni por<br />

negarlo, ni por estar de uno u otro<br />

bando. Nemirovsky es implacable<br />

y aguda, sin embargo no es<br />

desesperanzadora. Es sorprendente<br />

la madurez de una autora de 39<br />

años, que sin duda estaba llamada a<br />

ser una de las grandes del siglo XX.<br />

Las recomiendo ampliamente. Cada<br />

una es una joya. Pero se disfrutan<br />

mejor juntas. La poesía está en el<br />

interlineado.<br />

DANIEL GOLDIN. Editor,<br />

escritor y promotor de la<br />

lectura. Su más reciente<br />

libro es Al otro lado de la<br />

página (Santillana, 2008)<br />

●<br />

47


48<br />

MUSICA PARA CAMALEONES<br />

›QUÉ ESCUCHAR<br />

Y POR QUÉ<br />

Al igual que la sección La voz del libro/<br />

El eco de la lectura, dedicada a libros, Música<br />

para camaleones (que toma su nombre de un<br />

célebre texto de Truman Capote) es una sección<br />

dedicada a la recomendación de obras musicales,<br />

para lo cual se ha invitado a melómanos,<br />

investigadores, expertos, editores, musicólogos<br />

y denodados amantes de la música. En esta<br />

ocasión, agradecemos a María Cristina García<br />

Cepeda, Alejandro Marcovich, Carlos Muñoz<br />

Izquierdo, Benjamín Salcedo V. y Modesto López,<br />

el que con tanta gentileza y generosidad hayan<br />

accedido a compartir con los lectores de<br />

su experiencia y su pasión.<br />

María Cristina García<br />

Cepeda recomienda:<br />

New Year’s Concert<br />

2009, de Daniel Barenboim<br />

& Wiener Philharmoniker [2009]<br />

Recomiendo escuchar el disco del tradicional<br />

Concierto de Año Nuevo que se lleva a cabo<br />

en la ciudad de Viena, en Austria. Desde<br />

hace ya más de seis décadas es toda una<br />

institución y hoy en día es televisado a más<br />

de 50 países en todo el mundo. En esta<br />

ocasión, el pianista y director de orquesta<br />

argentino-israelí, Daniel Barenboim, hace<br />

su debut al frente de la conducción de<br />

la Orquesta Filarmónica de Viena con un<br />

tradicional programa de música ligera de<br />

la familia Strauss y de varios autores más<br />

como Josef Hellmesberger y Franz Joseph<br />

Haydn. Desde el 8 de enero está a la venta<br />

en línea para ser descargado por Internet,<br />

pero también es<br />

posible adquirirlo<br />

ya en la tienda de<br />

discos.<br />

MARÍA<br />

CRISTINA<br />

GARCÍA<br />

CEPEDA.<br />

Directora del<br />

Auditorio<br />

Nacional.<br />

Alejandro<br />

Marcovich<br />

recomienda<br />

In Between<br />

Dreams,<br />

de Jack Johnson<br />

[Brushfire Records,<br />

2005]<br />

En compañía, o hasta<br />

para viajar solos,<br />

mientras manejamos en carretera, el disco que<br />

yo recomiendo es In Between Dreams, del<br />

músico hawaiano Jack Johnson. Este CD aborda<br />

temas sobre el medio ambiente, la guerra y la<br />

obsesión capitalista del negocio como eje de<br />

vida. Canciones como “Better Together”, “Never<br />

Know” y “Good People”, entre otras, pueden<br />

hacernos pasar un rato agradable al tiempo<br />

que reflexionamos sobre los problemas de la<br />

actualidad.<br />

ALEJANDRO MARCOVICH. Compositor,<br />

guitarrista, arreglista, productor<br />

y ex integrante del grupo Caifanes.<br />

Carlos Muñoz<br />

Izquierdo<br />

recomienda Verdi<br />

Gala [Euroarts, 2001]<br />

Recomiendo la grabación de<br />

un concierto, difundido en dos<br />

DVD’s, que fue realizado el 11<br />

de marzo de 2001 en el teatro<br />

Padiglione de Parma, Italia,<br />

para conmemorar el centenario<br />

del fallecimiento de Giuseppe<br />

Verdi. Esa grabación se intitula Verdi Gala,<br />

y reúne un estupendo elenco de artistas<br />

que interpretan diversos fragmentos de<br />

12 de las 28 óperas que debemos a ese<br />

compositor. Independientemente de que<br />

todas las interpretaciones son estupendas,<br />

a mí me impresionó de manera muy especial<br />

la intervención de Marcelo Álvarez, joven tenor<br />

argentino, en el famoso cuarteto de la ópera<br />

Rigoletto. La grabación fue realizada bajo el sello<br />

de Euroarts, y el número de identificación que<br />

aparece en el código de barras<br />

es el 8 8024251057 0.<br />

CARLOS MUÑOZ IZQUIERDO. Investigador<br />

emérito del Instituto<br />

de Investigaciones para el Desarrollo<br />

de la Educación (INIDE), de la UIA.<br />

Benjamín Salcedo V.<br />

recomienda Fantasy<br />

Black Channel,<br />

de Late of the Pier [EMD, 2008]<br />

Cuando lees que el grupo es una<br />

combinación de Frank Zappa con Prince,<br />

difícilmente dejarás pasar la oportunidad de<br />

escucharlo. Perfectamente permeado por la<br />

maravillosa locura de ambos; experimental<br />

y accesible, rítmico pero a la vez diferente.<br />

Uno de los descubrimientos del año.<br />

Este quinteto inglés navega por las aguas<br />

sintetizadas de los Klaxons pero con un gran<br />

respeto por el new wave más exquisito del<br />

estilo que hicieran famosos a Gary Numan<br />

o Ultravox. Original<br />

y desquiciante, sin<br />

convencionalismos.<br />

BENJAMÍN<br />

SALCEDO V.<br />

Director de<br />

Rolling Stone<br />

México.<br />

Modesto<br />

López recomienda<br />

Antonio Preciado,<br />

poeta: entre cantos<br />

y marimbas [Ediciones<br />

Pentagrama, colección La<br />

Palabra, 2008]<br />

Antonio Preciado: ecuatoriano, poeta de<br />

la negritud, hombre latinoamericano. Es<br />

esta una edición<br />

doble (CD/DVD),<br />

que contiene un<br />

documental sobre<br />

la vida y obra de<br />

Preciado, radiografía<br />

de las influencias que<br />

lo hicieron ser quien es<br />

y de la honda huella de<br />

su paso por la cultura<br />

de su patria, y un disco<br />

compacto que recopila, en propia voz,<br />

algunos de sus más celebrados poemas.<br />

Se trata pues de un binomio infaltable para<br />

aquellos amantes<br />

de la palabra y una oportunidad para<br />

conocer la obra de quien el inolvidable<br />

Nicomedes Santa Cruz señalara como<br />

“el gran poeta de la negritud de este<br />

continente”.<br />

MODESTO LÓPEZ. Músico, editor<br />

e investigador musical. Director<br />

de Ediciones Pentagrama.<br />

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