El arte poética, Aristóteles, traducción de José Goya y Muniain (ed ...
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ARISTÓTELES<br />
12 0 o insertar relaciones <strong>de</strong> un episodio en otro: Ha parecido hacer esta paráfrasis<br />
para mejor inteligencia <strong>de</strong>l texto.<br />
121 y aun el episodio entero <strong>de</strong> una pieza diversa: Tales son nuestros entremeses.<br />
Estas y otras impropi<strong>ed</strong>a<strong>de</strong>s cometen los poetas por dar gusto a los mirones,<br />
que luego se cansan <strong>de</strong> cosas serias. No sé por qué nuestra nación es<br />
tan calificada <strong>de</strong> seria, gustando tanto <strong>de</strong> reír, que a duras penas sufriría una<br />
trag<strong>ed</strong>ia sin gracioso. Mas no por eso se ha <strong>de</strong> echar la culpa, que no tienen,<br />
a los mejores poetas: échenla a los mirones; que si interdum vulgus rectum vi<strong>de</strong>t,<br />
est ubi peccat. Horat. Sería <strong>de</strong> <strong>de</strong>sear que, en punto a entremeses, sainetes<br />
y episodios, leyesen los poetas y representantes lo que con tanto juicio y religión<br />
escribía nuestro Montiano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la p. 39 <strong>de</strong> su Discurso II.<br />
12 2 y <strong>de</strong>l que posea el primor <strong>de</strong> este <strong>arte</strong>: Los oradores romanos no se <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñaban<br />
<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r el modo <strong>de</strong> accionar en la escuela <strong>de</strong> los farsantes Esopo<br />
y Roscio. Representaba éste con tanta propi<strong>ed</strong>ad, gracia y donaire, que <strong>de</strong>cía<br />
Cicerón (pro Quinctio): Vi<strong>de</strong>ri ore durissimo esse, qui prœsente eo gestum agere<br />
conaretur: qui vero cum ipso conten<strong>de</strong>rent, eos, etiam siquid antea recti aut venusti<br />
habere visi sunt, id amittere... Etenim, quum artifex ejusmodi sit, ut solus<br />
dignus vi<strong>de</strong>atur esse, qui in scena spectetur; tum vir ejusmodi est, ut solus dignus<br />
vi<strong>de</strong>atur, qui eò non acc<strong>ed</strong>at. Don<strong>de</strong> querría yo se notase no menos esto último<br />
por los cristianos que lo primero por los representantes. Cuanto a Esopo, fue<br />
tan eficaz en persuadir y tan compuesto en el accionar, que, como Roscio, era<br />
reputado por el más docto en el <strong>arte</strong>, así él fue tenido por el más grave: Quœ<br />
gravis æsopus, quœ doctus Roscius egit. Horat. Epist. 2, I. Lecciones excelentes<br />
sobre el a<strong>de</strong>mán y gesto han dado varios españoles citados por Montiano e<br />
ilustrados en el mismo Discurso II, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la p. 69.<br />
12 3 por la ignorancia <strong>de</strong> estos a<strong>de</strong>manes ninguna tacha resulta en la <strong>poética</strong>: La<br />
razón es clara, por tocar esto a los actores y no al poeta.<br />
12 4 repren<strong>de</strong> Protágoras; que en vez <strong>de</strong> suplicar, mandaba el que dijo: Canta,<br />
diosa, el enojo: Este Protágoras censuraba el primer verso <strong>de</strong> la ilíada, porque,<br />
invocando a la diosa, usa el poeta <strong>de</strong>l modo imperativo, como si por él no se<br />
pudiese suplicar aún al Dios verda<strong>de</strong>ro, diciendo nosotros cada día: Deus, in<br />
adjutorium meum inten<strong>de</strong>: Adjuva nos, Deus, salutaris noster, y otras palabras<br />
semejantes con toda humildad y reverencia. Que si aquel <strong>de</strong>licado filósofo<br />
reprendiera el <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> su lengua griega (así como también <strong>de</strong> la latina, y<br />
acaso <strong>de</strong> todas las <strong>de</strong>más) en el tutear a Dios, abatiendo el Señor o Don, que<br />
nosotros <strong>de</strong>cimos, con el turuleque; como cuando, v. g., en latín se dice: tu,<br />
Domine; tú, Señor, aún se podría sufrir, y cierto que hay harta disonancia en<br />
que a superiores, iguales e inferiores hayamos <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> una misma manera.<br />
No suce<strong>de</strong> así en la riquísima y discretísima lengua vascongada, cuyos<br />
verbos llevan en su misma conjugación el modo propio, distinguiendo cada<br />
una <strong>de</strong> las tres dichas clases, y aun en la ínfima, o cuando hablamos con in-<br />
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