manantiales granada_cero.qxp - Diputación de Granada

manantiales granada_cero.qxp 08/05/2006 15:07 PÆgina 10
Introducción
Desde que la especie humana comienza a hacerse
sedentaria, la selección y evolución de
los asentamientos ha estado condicionada a
la presencia de agua en el territorio. Los primeros
pobladores buscaban asentamientos
con dos características esenciales: facilidad
de defensa y proximidad de agua. En las grandes
llanuras fluviales se disponía de agua en
abundancia pero estaban demasiado expuestas,
eran difíciles de defender. Un abrigo es
una zona donde el territorio era fácil de controlar
y, por tanto, de defender, era un lugar
óptimo, siempre que tuviera algún manantial
próximo del que abastecerse. Nos sorprendería
saber la cantidad de poblaciones actuales
cuya ubicación, remontándonos a culturas
prehistóricas, está justificada tan sólo por un
hecho: la presencia de manantiales en su entorno.
Del mismo modo, los grandes ejes de
comunicación o las rutas de la trashumancia
ganadera presentan unos trazados condicionados
por la existencia o proximidad de manantiales
de los que abastecerse en los lentos
y continuados desplazamientos.
Parece lógico que los manantiales, tan importantes
para la vida humana, especialmente
en entornos semiáridos o comarcas de orografía
abrupta, hayan sido elementos de atracción
desde los inicios de la humanidad, convirtiéndose,
muchas veces, en objeto de leyendas,
escenificaciones mitológicas y base de cuentos
populares y tradiciones. Quién no ha oído
hablar del brote de agua en una piedra seca al
ser tocada por la varilla de un santo del lugar,
o de los paisanos que han dejado de contarlo
al aventurarse en un nacimiento de agua del
que no salieron jamás, o del manantial que hacía
automáticamente casaderas a las solteronas
del lugar con sólo bañarse, por no hablar
de los milagrosos remedios terapéuticos, fundados
o no, de la mayor parte de los manantiales.
En la actualidad los manantiales siguen
despertando nuestra atención. O son preciados
bienes que solucionan nuestros problemas
de abastecimiento de agua para
usos domésticos o agrícolas, o son, en
cualquier caso, elementos naturales que
generan espacios de interés ecológico, configurándose
la mayor parte de las veces como
zonas de alto valor recreativo o social, e
incluso turístico.
La existencia de manantiales en el territorio
no responde a la casualidad ni al empeño
popular o a la intervención divina; responde
a factores naturales específicos que
se encarga de estudiar una rama del saber,
la Hidrogeología. El esquema de funcionamiento
de un manantial es relativamente fácil
de entender si lo imaginamos como el rebosadero
puntual de un gran embalse
subterráneo, aunque no todos son iguales;
es más, todos son diferentes y responden a
unas condiciones locales concretas.
En los capítulos 2 y 3 trataremos de hacer
más comprensibles los fundamentos
que condicionan la existencia de manantiales
en el territorio, para pasar, posteriormente,
a realizar una descripción, de manera
sistematizada, de las características
peculiares de los manantiales más significativos
de la provincia.
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