Observe a su gato - Fieras, alimañas y sabandijas
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44 DESMOND MORRIS<br />
ninguna reacción que apoye ese punto de vista. Si el olor<br />
dejado en los mojones fuese verdaderamente amenazador<br />
para otros <strong>gato</strong>s, debería intimidarlos cuando lo oliesen.<br />
Deberían retroceder muertos de miedo y de pánico, y luego<br />
alejarse. Pero <strong>su</strong> respuesta es exactamente la contraria. En<br />
vez de retirarse, se sienten atraídos por las marcas, y las<br />
olisquean con el mayor interés.<br />
Así, pues, si no son amenazadoras, ¿qué significan las<br />
marcas territoriales? ¿Qué señales conllevan? La respuesta<br />
es que funcionan como los periódicos respecto de nosotros.<br />
Cada mañana leemos el diario y nos mantenemos<br />
informados de cómo van las cosas en el mundo de los<br />
humanos. Los <strong>gato</strong>s deambulan por <strong>su</strong>s territorios y, al<br />
olisquear las marcas de olor, se enteran de todas las<br />
novedades acerca de las ¡das y venidas de la población<br />
felina. Comprueban cuánto tiempo ha pasado desde <strong>su</strong><br />
última visita (por el grado de debilitamiento de <strong>su</strong> última<br />
micción) y “leen” por el olor quién más ha pasado por allí y<br />
ha efectuado <strong>su</strong> rociadura, y cuánto tiempo hace de ello.<br />
Cada rociado lleva también consigo una considerable<br />
información del estado emocional y la identidad del<br />
individuo. Cuando un <strong>gato</strong> decide dejar otra rociada realiza<br />
el equivalente felino de escribir una carta al The Times,<br />
publicar un poema o dejar una tarjeta de visita,<br />
compendiado en un chorro de orina.<br />
Puede argüirse que el concepto de señalización de olor es<br />
inverosímil y que el rociado hecho por los <strong>gato</strong>s es,<br />
simplemente, el método de desembarazarse de <strong>su</strong>s orines y<br />
que, por lo tanto, carece de otra significación. Si un <strong>gato</strong><br />
tiene la vejiga llena la vaciará; si la vejiga está vacía no<br />
habrá el menor rociado. Pero los hechos contradicen esto.<br />
Cuidadosas observaciones han mostrado que los <strong>gato</strong>s<br />
llevan a cabo acciones regulares de vaciado, de modo<br />
rutinario y sin tener en cuenta el estado de <strong>su</strong>s vejigas. Si<br />
se da el caso de que están llenas, entonces cada chorro será<br />
grande. Si está casi vacía, entonces se racionará la orina. El<br />
número de chorritos y las áreas territoriales en las que<br />
marcará <strong>su</strong> olor seguirán siendo las mismas, sin importar el<br />
mucho o poco líquido que el <strong>gato</strong> haya bebido. Asimismo, si