Descargar VillaLibre 5 en pdf - CediB
Descargar VillaLibre 5 en pdf - CediB
Descargar VillaLibre 5 en pdf - CediB
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
36<br />
V ILL A L IBR E • Cuadernos de e s tudios s o c iale s ur banos • Número 5 - 2010<br />
mos un mundo impregnado de dis<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to y pluralismo, y que la id<strong>en</strong>tificación<br />
y compr<strong>en</strong>sión de nuestros difer<strong>en</strong>dos y peculiaridades es condición<br />
sine qua non para alcanzar la tolerancia.<br />
En cuanto a la arquitectura –d<strong>en</strong>tro de este panorama- ella estaría llamada<br />
a alejarse de la soberbia red<strong>en</strong>tora –característica de los años heróicos-<br />
y pasar a desempeñar un papel más modesto y significante. Los petulantes<br />
arquitectos podemos olvidarnos de la persecución de aquellas quiméricas<br />
megainterv<strong>en</strong>ciones que transformarían la sociedad, las ciudades o los barrios.<br />
En nuestro fallido int<strong>en</strong>to de transformación olvidamos que las herrami<strong>en</strong>tas<br />
con que trabajamos el espacio y la mesa no son apropiadas para<br />
hacerle fr<strong>en</strong>te a todas las fuerzas, que interactúan <strong>en</strong> campos tan disímiles<br />
con el nuestro. Esto nos ha llevado una y otra vez a pasar de manipuladores<br />
a manipulados. Toda invasión nuestra a campos aj<strong>en</strong>os siempre ha terminado<br />
<strong>en</strong> promesas red<strong>en</strong>toras, con las cuales int<strong>en</strong>tamos paralogizar a una<br />
sociedad escéptica. Definitivam<strong>en</strong>te debemos abandonar toda apología de<br />
la supremacía de lo g<strong>en</strong>eral sobre lo particular, del erudito Plan Regulador<br />
G<strong>en</strong>eral, del metarrelato ya que “el gran relato ha perdido su credibilidad, sea<br />
cual sea el modo de unificación que se le haya asignado: relato especulativo,<br />
relato de emancipación” (4). Lo modesto y significante de la arquitectura estaría,<br />
<strong>en</strong>tonces, <strong>en</strong> volver los ojos a la persona real y no idealizada, a la pequeña<br />
escala, a la memoria, al ev<strong>en</strong>to, a lo cotidiano.<br />
La arquitectura, por pret<strong>en</strong>der ser la salvadora de la humanidad, ¿es<br />
posible que se olvide de su propia es<strong>en</strong>cia? ¿Es posible que, por un afán protagónico,<br />
quiera responsabilizarse y empecinarse <strong>en</strong> resolver muchos de los<br />
problemas que no le conciern<strong>en</strong> única y exclusivam<strong>en</strong>te a ella (v. gr. la vivi<strong>en</strong>da<br />
popular), y que <strong>en</strong> éste int<strong>en</strong>to, la arquitectura, deje de ser arquitectura?<br />
Esto último es lo que nos está sucedi<strong>en</strong>do. La mil<strong>en</strong>aria cultura arquitectónica,<br />
por una involución s<strong>en</strong>il de nuestra memoria moderna, se ha convertido<br />
<strong>en</strong> la estrategia para pegar más o m<strong>en</strong>os ladrillos y conformar “abrigos<br />
primitivos” o falacias consumistas. El urbanismo no ha sido la excepción. Ha<br />
sido oprobiado por fuerzas empeñadas <strong>en</strong> obt<strong>en</strong>er un máximo r<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to<br />
económico <strong>en</strong> el comercio del suelo. Trivialm<strong>en</strong>te, lo han convertido <strong>en</strong> un