“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY

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REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO
Ustedes como madres, ya comprenden. Las madres
comprenden eso, saben que han venido a ser instrumentos de
Dios para traer vida, vida humana a este mundo; y eso es un
privilegio grande, que Dios le ha dado a toda mujer.
Y la raza humana está en pie sobre la Tierra; y quizás
muchas personas pensaban muchos miles de años atrás, que
la raza humana iba a desaparecer de momento, pero hoy en
día, dicen que hay más gente que la que había en otros siglos
pasados.
Así que las madres han estado llevando a cabo su función
como madres, muy bien; y que hoy en día hay mucha gente,
a las cuales se les puede dar a conocer el Programa de Dios.
Es realmente algo grande lo que Dios hizo, cuando hizo a la
mujer del costado del hombre: Lo más grande que Dios hizo
para el hombre, después que hizo al hombre, fue a la mujer.
Por lo tanto, todo hombre, todo esposo, debe comprender
que tiene a su lado la cosa más grande que Dios hizo, después
que hizo al hombre, que fue a la mujer.
Muchas veces muchas personas, quieren tener muchas cosas
grandes o quieren tener una cosa grande, obtener una cosa
grande; y sin embargo, cuando un joven se enamora y se casa,
ha obtenido la cosa más grande que Dios hizo para el hombre.
Y la mujer cuando se ha casado y tiene un esposo, mire, tiene
la cosa más grande que Dios ha hecho.
Así que el hombre tiene la cosa más grande que Dios hizo
para él; y la mujer tiene la cosa más grande que Dios ha
hecho, con los cuales Dios está desarrollando un Programa
grande, que tiene para toda la eternidad.
El ser humano todavía no sabe ni lo que es él en su esencia.
No sabe todavía ni lo que representa en el Programa de Dios.
Por eso es que Dios a través de los siglos le ha estado
hablando a la raza humana, a través de los Mensajeros que ha
enviado, para darle a conocer el Programa Divino, para que el
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hombre entienda, que él no está aquí por mera casualidad,
como algunas personas piensan; sino que está aquí por un
Programa Divino; porque el Creador lo ha traído aquí a la
Tierra, y no lo ha colocado al hombre sólo, sino que lo ha
colocado junto a la mujer aquí en la Tierra, para que se
multipliquen y la Tierra esté poblada, y el Programa de Dios
sea anunciado entre los seres humanos.
Y algún día el ser humano ha de tener en la eternidad una
vida que no cesará, que no se parará.
Hoy en día tenemos algunos problemas, la raza humana
tiene algunos problemas, y es a causa del cuerpo terrenal que
poseemos: que se nos enferma, se nos debilita, tenemos todos
los días que estar dándole comida; porque sino, se debilita,
después se enferma y después se muere.
Tenemos que entonces luchar, trabajar; y para tener unos
buenos trabajos, tenemos entonces que estudiar, prepararnos
bien en las escuelas, en las universidades, para así tener los
mejores trabajos que produzcan dinero, aunque no todo el que
estudia mucho gana mucho, sino el que estudia y sabe usar
bien lo que estudió, y no es un vago, puede entonces obtener
más de lo que pueden obtener otras personas.
Pero tenemos que estar luchando, unos de una forma, otros
de otra, en diferentes trabajos; para todos los seres humanos
hay trabajo, y tenemos que luchar, trabajar, ganar dinero,
comprar alimento, comprar ropa, y así vivir en esta Tierra.
Ese es el ciclo humano de la vida terrenal, en lo que el
Programa Divino pasa a otra etapa. Estamos todavía en esa
etapa en donde el Proverbista dijo que era vanidad. Pero
aunque es una rutina la que tenemos: de levantarnos en la
mañana, salir a trabajar, luego de haber desayunado, salir a
trabajar, y luego regresar del trabajo, luego cena, luego
bañarnos, descansar, dormir; luego de dormir, volver a
levantarnos para trabajar de nuevo. Es una rutina la que hay.