“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY

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REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO
Pero cuando el Programa Divino cambia a otra etapa, por
ejemplo los que terminado su tiempo aquí en la Tierra y
mueren, ellos pasan a otra dimensión, a otro mundo, en donde
hay gente, en donde hay casas, en donde hay de todo; menos
las cosas de rutina de aquí de la Tierra, de trabajar, de comer,
de dormir; nada de eso hay allí en el Paraíso, porque no se
cansan.
Dormimos porque nos cansamos, y necesitamos reponer
nuestros cuerpos; comemos porque nos da hambre; allí no les
da hambre; trabajamos, porque tenemos necesidad. Allí no
hay necesidad; por lo tanto, no hay que trabajar.
Pero con todo y eso los que están allá, dicen que están
esperando por alguien que va ir allá, para buscarlos, porque
ellos van a regresar a la Tierra de nuevo. Y dicen allá:
“Entonces regresaremos a la tierra, tomaremos cuerpos,
nuestros cuerpos,” que será un cuerpo eterno que van a tomar,
un cuerpo incorruptible, que no será un cuerpo que ha de
nacer a través de una madre, y entonces estarán aquí de
nuevo. Y dijeron ellos allá: “Y entonces comeremos.”
Ahora, no estén, que estén pensando mucho allá en la
comida, allá no les da hambre; pero es que como nosotros
comemos acá; imagínese, cuando se recibe algún invitado en
la casa, o cuando una nación recibe a un invitado bien
importante, lo que dicen es que van a tener una fiesta, una
gran comida, una gran cena, en donde van a tener al invitado
de honor.
Y ellos, pues, saben eso; y en los tiempos de ellos, cuando
vivieron aquí en la Tierra, ellos sabían que cuando se recibía
a un invitado de honor, se le tenía una gran fiesta, una gran
comida, una gran cena, y como ellos saben que el Señor
Jesucristo dijo que habrá una gran Cena; pues, ellos va a
tomar todo eso en los dos sentidos.
Así que van a cenar espiritualmente y van también a cenar
COMPENDIO: MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE . . . 39
algunas ocasiones. Más bien la posición de los hijos es mirar
siempre la parte positiva de nuestras madres, y encomiar
[aplaudir] esa parte positiva, y estimularlas a hacer siempre
las cosas positivas de la vida, para que sean ejemplos en esta
Tierra, sean madres felices y madres nobles en esta Tierra.
Siempre la madre espera de sus hijos lo mejor; así como los
hijos esperan lo mejor de sus madres.
Por lo tanto, como hijos ocupemos la posición de hijos
buenos, que honremos a nuestras madres. Y las madres como
madres, ocupen la posición de madres felices, de haber traído
a este mundo a esos hijos que han traído, y educarlos en la
forma correcta, aconsejarles en la forma correcta.
No ser madres legalistas, que le vayan a afectar sin quererlo
a sus hijos; sino madres conscientes, de que ellas también son
hijas, y que pasaron también por esa etapa, por las cuales
están pasando sus hijas y sus hijos.
Sean madres entonces comprensibles a los problemas de sus
hijos, y también a todas las cosas buenas que sus hijos tienen;
y estimulen siempre a sus hijos, y díganle lo bueno que ellos
son, lo mucho que le aman, y el éxito que han de tener en esta
Tierra.
Muéstrele siempre que han nacido para tener éxito en esta
Tierra, y ayúdenle para que sean educados en el camino del
éxito.
Enséñenles siempre que deben luchar en la vida, deben
estudiar y deben siempre tener una meta en la vida. Y la meta
será tener éxito en todo lo que emprendan; y tener éxito en
todo aquello para lo cual estamos viviendo en esta Tierra. Y
comprendan los hijos, que vienen a este mundo con un
propósito divino, y que ustedes como madres, han sido
instrumentos de Dios, para que ellos pudieran venir a
existencia en esta Tierra, y que Dios la escogió a usted para
ser madre de ese niño, o de esa niña.