“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY

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REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO
cuales estarían vivos aquí en esta Tierra, para recibir a los
Santos que murieron, que durmieron en el pasado.
El Apóstol San Pablo sabiendo eso, aunque él deseaba que
la resurrección ocurriera en aquel tiempo, porque se
cumplirían las grandes profecías finales, él dijo: “Pero no
acontecerá sin que primero acontezca tales y tales y tales
cosas.”
Por lo tanto, él dijo que a la Final Trompeta. El estaba
tocando la Primera Trompeta, y en la llamada, en el llamado
de la primer Trompeta, los muertos en Cristo no se
levantarían. Él sabía que serían sonadas más trompetas, más
Mensajeros sonarían, proclamarían sus Mensajes. Y luego en
el final Mensaje, en el final Mensaje de Trompeta de Dios,
luego los muertos se levantarían, cuando ya esa final
Trompeta hubiera dado todo su Mensaje.
Él comprendía eso. Por lo tanto, él no tendría el privilegio
de sonar la Trompeta, el Mensaje de Dios para aquel tiempo
y proclamar que para ese tiempo, para esa edad, sería la
resurrección y la transformación de los que estamos vivos.
Él con su Trompeta entonces no podía llamar a los muertos
en Cristo, con su Mensaje, para que así se cumpliera la Voz
del Hijo del Hombre que llamaría a los muertos; y los muertos
escucharían la Voz del Hijo del Hombre. Tampoco él con su
Mensaje, con su Trompeta, podía decirles a los vivos de aquel
tiempo, que en aquel tiempo recibirían la transformación,
porque esa Trompeta no podía darles la fe para la
transformación y el rapto.
Tampoco podía darles la fe para la resurrección a los
muertos en Cristo, porque en el Mensaje de cada tiempo está
lo que Dios ha de hacer en ese tiempo.
En el Mensaje de cada Edad está el poder de Dios para
manifestarse y cumplir lo que Dios ha prometido para ese
tiempo. Y la gente ha de recibir y creer ese Mensaje, reciben
COMPENDIO: MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE . . . 37
Entonces el juicio se manifiesta en algunas ocasiones, para
proteger a las personas que ama y se dejan amar, y aman a
Dios. Por Amor a ellos, Dios hace muchas cosas y manifiesta
Su Juicio.
Recuerden, que cuando Dios manifiesta Su Juicio, es por
Amor; por Amor a los que ama, y a los que le aman a Él;
pues, el juicio divino es manifestado.
El juicio divino sobre el pueblo de Egipto en los días de
Moisés, fue por Amor al pueblo hebreo; y cuando apareció el
Profeta Moisés, allí estaba apareciendo en la escena terrenal,
a través de una madre. Una madre que lo amaba, una madre
que arriesgó su vida por ese niño; y lo tuvo por unos tres
meses, lo tuvo y estuvo dispuesta a morir por ese niño; pero
viendo el peligro que corría, entonces vio la solución para que
no mataran a ese hijo que había traído a existencia.
Lo amaba tanto, que lo colocó en el lugar que más seguro
podía estar. Y esto lo entendió ella por inspiración divina.
Una madre inspirada por Dios para proteger a ese hijo que
había traído a existencia.
Era una madre feliz, haciendo todo lo que ella podía ver y
entender que debía hacer, para proteger a ese hijo que había
traído a existencia. Porque toda madre, luego de dar a luz a
ese hijo, que ha tenido por nueve meses, y algunas por siete,
en su vientre; pues, desean protegerlo hasta que él pueda
protegerse por sí mismo.
Por eso es que algunas veces cuando somos niños, y aún
cuando todavía tenemos 15, 16, 17, 18, años, y aún 20 y hasta
más, todavía vemos a las madres: “Mira mi hijo, te conviene
hacer esto así; mira mi hijo, abrígate, porque te puede dar
catarro; mira mi hijo, pásate por aquí un poquito de tal cosa,
porque, como te quiere dar un catarro, para que se te quite ese
catarro. Mi hijo, tómate esta medicina.”
Y algunas veces vienen hasta con la medicina; ya uno