“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY
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REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
cada dispensación son creados los hijos de Dios para esa<br />
edad, y nacen en esa edad, y vienen a ser hijos de la Jerusalén<br />
celestial, hijos de la Esposa de Cristo y del Esposo, que es<br />
Cristo.<br />
Aquí, vean ustedes, el Apóstol San Pablo en Gálatas<br />
capítulo 4, verso 22 en adelante, dice:<br />
“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la<br />
esclava, el otro de la libre.<br />
Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la<br />
libre, por la promesa.<br />
Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos<br />
pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para<br />
esclavitud; éste es Agar.<strong>”</strong><br />
Vean ustedes, Agar, la sierva egipcia de Sara que vino a ser<br />
madre de Ismael, hijo de Abraham, está representando... El<br />
hijo de Abraham a través de la sierva Agar está representando<br />
al pueblo hebreo, el cual recibió la Ley allá en el monte Sinaí;<br />
y como nación el pueblo hebreo nació en ese monte. Luego<br />
sigue diciendo:<br />
“Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde<br />
a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en<br />
esclavitud.<br />
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos<br />
nosotros, es libre.<strong>”</strong><br />
Aquí podemos ver que la Jerusalén Celestial es Madre de<br />
todos los hijos libres de Dios, los cuales no son engendrados<br />
de sangre ni de voluntad de varón, sino que son engendrados<br />
por la Palabra de Dios, son creados por la Palabra de Dios en<br />
la Edad que les corresponde vivir.<br />
Y perteneciendo todos nosotros a la Jerusalén Celestial, la<br />
cual es Madre de todos nosotros... porque esa Jerusalén<br />
celestial tiene hijos.<br />
Ahora, aquí en Hebreos, capítulo 12, verso 22 en adelante,<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 21<br />
nacimiento, y que ocasionará el nacimiento en un cuerpo<br />
perfecto. Esa Madre no nos va a dejar.<br />
Bueno, vamos a ver, vamos a preguntarle a San Pablo<br />
acerca de nuestra Madre del nuevo nacimiento.<br />
Recuerden una cosa: usted y yo llevamos el nombre de<br />
nuestros padres por el nacimiento físico que hemos tenido,<br />
pero por el nacimiento del cual habla Jesús, obtendremos el<br />
Nombre de nuestro Padre y nuestra Madre, los que tienen que<br />
ver con el nuevo nacimiento.<br />
Ahora, San Pablo, escribiéndole a los Gálatas, en el capítulo<br />
4, cuando estaba dando a conocer un gran misterio, dice:<br />
“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos ; uno de<br />
la esclava, el otro de la libre.<br />
Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la<br />
libre, por la promesa.<br />
Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos<br />
pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para<br />
esclavitud; éste es Agar.<br />
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a<br />
la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos , está en<br />
esclavitud.<br />
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos<br />
nosotros, es libre.<strong>”</strong><br />
Hijo de Dios, ¡he aquí, tu Madre del Cielo! La Nueva<br />
Jerusalén, que es el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, la<br />
Esposa del Cordero.<br />
“Porque está escrito:<br />
Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;<br />
Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de<br />
parto;<br />
Porque más son los hijos de la desolada, que de la que<br />
tiene marido.<br />
Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la