“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY
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REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Por esa causa cuando un hombre tiene una novia, él es<br />
tipo de Cristo, y ella es tipo de la Novia de Cristo. Y<br />
cuando se casan: Cristo está representado en ese hombre<br />
que se está casando; y la Esposa del Cordero está<br />
representada en esa novia, en esa joven que se ha casado,<br />
y esa mujer viene a ser tipo y figura de la Esposa de<br />
Cristo. Cristo y Su Esposa representados en el<br />
matrimonio de una pareja, para producir hijos e hijas de<br />
Dios.<br />
Así es Cristo y Su Esposa. Y así cada pareja al casarse<br />
deben siempre orar a Dios para que envíe a su hogar, al seno<br />
de su hogar, hijos e hijas de Dios manifestados en cuerpos<br />
humanos, para que se cumpla en ellos el programa divino;<br />
porque es algo grande y maravilloso, es una bendición muy<br />
grande tener hijos e hijas en el matrimonio, pero lo más<br />
grande de todo es que sean esos hijos e hijas del Dios<br />
viviente; y eso es dar a luz para bendición.<br />
Todos queremos tener hijos e hijas de Dios aquí en la<br />
Tierra, en nuestros hogares, en nuestras familias. Por esa<br />
causa es necesario que los jóvenes oren a Dios para que les<br />
guíe en el camino de esta vida terrenal, para cuando se unan<br />
en matrimonio, sea con una joven elegida de Dios para tener<br />
hijos e hijas del Dios viviente aquí en la Tierra para bendición<br />
de esa pareja y para bendición de esos hijos, pues todos<br />
deseamos que nuestros hijos sean escogidos de Dios.<br />
Oremos siempre a Dios, los jóvenes y también los adultos<br />
para que nuestras familias sean familias celestiales, aunque<br />
nacidas aquí en la Tierra en cuerpos mortales, en cuerpo<br />
temporal, pero con la promesa de un cuerpo eterno. Y así<br />
podamos ayudar a nuestros hijos a que tengan un segundo<br />
nacimiento; ya que han nacido en nuestra familia, que<br />
también nazcan en la familia de Dios, en el Reino de Dios, en<br />
y a través de la Jerusalén Celestial, a través de la unión de<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 19<br />
Así que Nicodemo tenía un tremendo problema, el cual le<br />
reflejó a Jesús en la forma que le habló a Jesús.<br />
Y le pregunta a Jesús: “¿Puede acaso el hombre ya siendo<br />
viejo entrar en el vientre de su madre y nacer de nuevo?<strong>”</strong><br />
Jesús le dice: “Siendo tú el maestro de Israel, ¿no sabes<br />
esto, tú no sabes cómo es esto? Lo que sabemos hablamos.<strong>”</strong><br />
Nicodemo sabía hablar en términos naturales, físicos;<br />
aunque tenía conocimiento de las cosas de Dios, pero la<br />
aplicación que le daba, era física; y si había que nacer de<br />
nuevo, se requería una madre.<br />
Y Nicodemo pensó: “Bueno, si uno va a nacer de nuevo;<br />
pues, si ya no tiene madre, tiene que la madre nacer, hacer<br />
que nazca de nuevo, dar a luz de nuevo al mismo hijo, tiene<br />
que ser así. Entonces, ¿es acaso que esto se puede hacer? (Le<br />
pregunta a Jesús). Eso no es posible.<strong>”</strong><br />
Y Jesús, no le está hablando de nacer de nuevo físicamente<br />
a través de una mujer, o de otra mujer literal. Jesús está<br />
hablando en unos términos de creación; y los términos de<br />
creación son muy diferentes a los términos del ser humano,<br />
cuando se multiplica teniendo más hijos.<br />
Ahora, ya hemos visto que hay dos formas para aparecer en<br />
este planeta Tierra: una por creación, la otra por la unión de<br />
un hombre y de una mujer, en las relaciones íntimas.<br />
Adán vino por creación, el primer hombre. El segundo<br />
hombre que vino a este planeta Tierra, sin la unión de un<br />
hombre y de una mujer, en las relaciones íntimas, fue Jesús.<br />
Por eso se le conoce bíblicamente como el segundo Adán.<br />
Vino por creación divina en el vientre de María, donde Dios<br />
creó una célula de sangre, y se fue multiplicando hasta que<br />
formó el cuerpo de Jesús; un cuerpo perfecto, un cuerpo<br />
inmortal como el de Adán.<br />
Y se pregunta usted: “¿Y por qué Adán murió, y por qué<br />
Jesús murió también si eran cuerpos inmortales?<strong>”</strong> Porque para