“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY

18
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO
Así que vino en tipo y figura de una mujer, nació del polvo
de la Tierra por creación divina, en cuanto a su cuerpo físico.
Por eso la Tierra y de la Tierra surge la vida; y todo eso
porque Dios habló esa Palabra para que la Tierra estuviera
produciendo según su género.
Así que, vean ustedes, que usted encuentra en tipo y figura
a la mujer, antes de ella aparecer en este planeta Tierra.
La mujer en el Programa Divino es importante. Usted y yo
estamos aquí con estos cuerpos porque hemos nacido de una
mujer. Creo que ninguno aquí ha nacido por el método de
probeta ni cosa semejante.
Así que Dios nos ha permitido nacer de una mujer; y a esa
mujer nosotros la llamamos nuestra madre, la cual amamos y
le damos gracias a Dios por ella.
Dios escogió para usted dónde y a través de qué mujer, cuál
mujer, usted iba a nacer; y oramos por nuestra madre para que
Dios la tenga en la eternidad viviendo, por cuanto nos trajo en
estos cuerpos terrenales en este planeta Tierra.
Ahora, para vivir eternamente se requiere nacer de nuevo.
En una ocasión vino Nicodemo de noche a Jesús, porque él
estaba interesado en el Reino de Dios, él era un hombre muy
religioso, creyente en las cosas de Dios, y maestro en Israel,
el principal maestro; y viene donde Jesús diciéndole:
“Sabemos que Tú has venido de Dios como Maestro, porque
nadie puede hacer las cosas que Tú haces, si Dios no fuera
con él.”
Jesús le dice: “De cierto, de cierto te digo, si no naces de
nuevo, no puedes ver el Reino de Dios; porque el que no nace
de nuevo, no lo puede ver.”
Nicodemo le dice: “¿Y cómo puede hacerse esto? ¿Puede el
hombre ya siendo viejo...?” Parece que él ya estaba avanzado
en edad; y si estaba avanzado en edad, su madre ó estaba muy
viejita o se había muerto ya.
COMPENDIO: MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE . . . 63
Cristo y Su Esposa.
Así que yo en esta mañana le doy gracias a Dios por todas
las madres, y le pido a Dios Su bendición para todas las
madres. Es un privilegio muy grande que Dios ha dado a las
madres.
Podemos ver que si no tuviéramos padres aquí en la Tierra,
no tendríamos esta generación que existe en este tiempo final.
Y así ha sido a través de las generaciones, con la unión de un
hombre y de una mujer se ha estado manteniendo la raza
humana, ha estado bendiciendo la raza humana, porque Dios
ha permitido a la mujer ser madre y al hombre ser padre: son
tipo y figura de Cristo y Su Iglesia.
Oremos siempre a Dios por la unión de cada matrimonio,
por la armonía de cada hogar, y por una buena enseñanza a
nuestros hijos conforme al Programa Divino, para que puedan
comprender que no estamos aquí en la Tierra por mera
casualidad, sino porque hay un Programa Divino que ha
estado desarrollándose a través de las generaciones; y
nosotros somos parte de ese programa.
Y no queremos que nuestros hijos ignoren el Programa de
Dios, porque los que ignoran el Programa Divino para el
tiempo en que viven, pierden las bendiciones divinas que hay
en ese Programa; pero los que reconocen el Programa de Dios
y se colocan en ese Programa, reciben todas las bendiciones
que Dios tiene para Su pueblo, para Sus hijos, en ese tiempo,
y quedan sellados en el Reino de Dios para otros tiempos
futuros, quedan sellados en el Reino de Dios para el glorioso
Reino milenial y para toda la eternidad.
Así que podemos ver la importancia de la madre en este
planeta Tierra, podemos ver que hay un Programa Divino que
ha estado llevándose a cabo.
Los científicos, con todo lo que ellos han aprendido, todavía
no han podido crear un ser humano. Hablan acerca de los