“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY

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REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO
hijos en los tubos de ensayo, “los hijos de probeta;” pero
siempre utilizando la materia prima del ser humano; así que
no están haciendo nada, solamente están temporalmente
cambiando de lugar todo eso, pero están utilizando lo que
Dios colocó en el ser humano.
El hombre y la mujer, el esposo y la esposa, aunque no
hayan estudiado en las grandes universidades, ni sean
científicos, pueden hacer algo que los científicos con todos
sus estudios no pueden hacer: puede el matrimonio engendrar
hijos, tener hijos, lo cual la ciencia todavía no ha podido
hacer.
Fue que Dios colocó todo eso en el ser humano. Es el
programa divino llevándose a cabo en la pareja, en el esposo
y la esposa; porque están aquí para un propósito divino.
Luego le es dicho al matrimonio: “Instruye al niño en su
carrera, en su camino, y aún cuando sea viejo no se apartará
de ella.” [Proverbios 22:6].
Es necesario instruir a nuestros niños, nuestros hijos,
primeramente en todo el Programa Divino; porque primero es
Dios: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda
tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas, con todo tu
espíritu.” [San Marcos 12:30; San Lucas 10:27]. Porque
primero es Dios, y después las cosas de la Tierra.
Ahora, necesitamos tenerle una buena instrucción a nuestros
hijos primeramente del programa de Dios, y luego de las
demás cosas de la Tierra, para que sean personas positivas, se
levanten con una mente positiva, y puedan ser personas útiles
en este planeta Tierra, caminando siempre de acuerdo al
programa de Dios, haciendo siempre las cosas buenas, porque
son agradables a Dios; y siempre apartándose de las cosas
negativas de la vida, siempre caminando por el buen camino.
La madre es un instrumento de Dios, y le damos gracias a
Dios por todas las madres que existen en este planeta Tierra,
COMPENDIO: MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE . . . 17
pero cuando vienen a ser también trigo, la felicidad es mayor
para esa madre y para todos esos hijos, y para el padre
también.
Ahora, vean ustedes, que es grande para una madre tener
hijos, es un privilegio muy grande, el cual le han querido
quitar con estos inventos científicos, de producir hijos de
probeta; y no solamente eso, sino que están tratando también
de que los hombres sean madres también. Le quieren quitar el
privilegio que tiene la mujer, de ser madre de todos los
vivientes.
El padre tiene la vida, la cual coloca en la madre, para que
ella multiplique esa célula de vida, de sangre, y traiga a
existencia un cuerpo. Por eso San Pablo dijo: “La mujer se
salvará engendrando hijos, si permanece en la fe, el amor; ella
se salvará, y viviendo una vida con modestia.”
Esa es la posición en que el Apóstol San Pablo coloca a la
mujer; porque ha sido colocada como una ayuda idónea para
el hombre, para la construcción o constitución de un mundo
mejor, un mundo, una civilización que crea en Dios y siga Su
Palabra.
La madre tiene un privilegio muy grande, el privilegio de
ser madre; un privilegio que Dios le dio a la mujer desde que
formó, hizo a la mujer.
Así que ser madre es un privilegio muy grande, es tan
grande que solamente un hombre puede decir: “Yo no
necesité a una mujer para aparecer en esta Tierra.” Ése fue
Adán; porque traía dentro esa mujer, traía dentro a Eva; de ahí
fue que Dios sacó la compañera de Adán.
Hay un misterio muy grande ahí, del cual en esta mañana no
vamos a estar hablando. Pero es necesario que entendamos,
que aunque Adán no vino por una mujer, sino que Dios lo
creó el cuerpo físico de Adán, fue tomado del polvo de la
Tierra, y este planeta Tierra representa a la mujer.