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“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY

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COMPENDIO<br />

Palabras de Bendición<br />

<strong>“MADRES</strong><br />

<strong>PORTADORAS</strong><br />

<strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong><br />

<strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong><br />

Por el Reverendo<br />

William Soto Santiago


COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 81<br />

bendiga con hijos que sirvan a Dios y que sean buenos<br />

hijos, y que sean hijos que ayuden a sus padres, a su madre<br />

y a su padre. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.<br />

Otro párrafo: Ahora, también quiero recordar a mi madre:<br />

muchas felicidades para mi madre allá en Puerto Rico, que<br />

Dios te bendiga mami y te guarde.


80<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

haga, es una negligente, y no está cumpliendo con el<br />

propósito divino para el cual y por el cual ha tenido hijos aquí<br />

en la Tierra. En palabras más claras: es una madre inútil; y no<br />

ama tanto a sus hijos como ella puede decir que los ama;<br />

porque una madre que ama a sus hijos, desea que ellos vivan<br />

en la eternidad con Dios.<br />

LOS VERDA<strong>DE</strong>ROS DISCÍPULOS<br />

<strong>DE</strong>L SEÑOR JESUCRISTO<br />

Martes, 15 de mayo de 2002 - Santa Marta, Colombia<br />

Todas las madres están llamadas a buscar la bendición de<br />

Cristo para Sus hijos.<br />

LA RAZÓN <strong>DE</strong> SER PADRE<br />

16 de Junio de 19 91 - Cayey, Puerto Rico<br />

Las madres tienen un lugar muy importante en el hogar,<br />

junto a ese padre, junto a ese esposo. Que Dios las bendiga<br />

grandemente junto a sus esposos, a las casadas, y que puedan<br />

estar con ellos también en el Milenio y en la eternidad<br />

también.<br />

EL CONTRASTE ENTRE LA ESPOSA <strong>DE</strong>L<br />

COR<strong>DE</strong>RO<br />

Y LA ESPOSA <strong>DE</strong>L ANTICRISTO<br />

Domingo, 08 de mayo de 2005- Santiago de Chile, Chile<br />

Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean<br />

sobre todos ustedes y sobre mí también; y para todas las<br />

madres muchas felicidades.<br />

Y que Cristo, el Ángel del Pacto, les bendiga grandemente<br />

hoy, domingo 8 de mayo, día de las madres; y que les<br />

INDICE<br />

1. PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO<br />

EN EL DÍA <strong>DE</strong> LAS MADRES ....................3<br />

2. LA MADRE .............................11<br />

3. MADRES FELICES ........................31<br />

4. MADRES <strong>PORTADORAS</strong><br />

<strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong> .......................53<br />

5. LA MADRE<br />

<strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong> ......................59<br />

6. PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO<br />

A LAS MADRES ............................67<br />

7. EXTRACTOS TOMADOS<br />

<strong>DE</strong> DIFERENTES MENSAJES ...................69


COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 79<br />

el problema?<strong>”</strong><br />

Es que no hay ninguna cosa imposible para el que cree, para<br />

el que quiere la bendición de Dios; ya sea para sí mismo o<br />

para sus hijos, no hay ninguna cosa imposible. Como decimos<br />

nosotros: siempre le encontraremos la forma para conseguir<br />

la bendición de Dios.<br />

“Así que no hay ningún problema hijo mío. Y si acaso te<br />

descubre, pues mira, yo me hago responsable de este<br />

problema, yo me hago responsable y que me maldiga a mí.<strong>”</strong><br />

Isaac no podía maldecir a Rebeca, porque era carne de su<br />

carne, era parte de él.<br />

Así que Jacob entonces se pone contento, teniendo a su<br />

madre de su lado, para recibir la bendición de Dios que<br />

vendría por la Palabra hablada a través de su profeta Isaac. Y<br />

cada hijo debe sentirse contento y agradecido a Dios cuando<br />

su madre le dice: “Hijo mío, prepárate rapidito, que vamos a<br />

escuchar la Palabra de bendición para nuestro tiempo.<strong>”</strong> Y<br />

todo hijo debe darle gracias a Dios por una madre así, que le<br />

entusiasma y le dice: “Avanza, hijo mío, prepárate para<br />

recibir la bendición de Dios.<strong>”</strong> Todas las madres deben ser así<br />

como Rebeca, madres que aman a sus hijos y que quieren la<br />

bendición de Dios para sus hijos.<br />

Y todo hijo debe ser como Jacob, que dijo: “Esta bien,<br />

mamá, vamos a hacer como tú dices, para que papá me<br />

bendiga.<strong>”</strong> Y para que nuestro Padre celestial nos bendiga,<br />

vamos a hacer de acuerdo al Programa de Dios.<br />

EL MENSAJE <strong>DE</strong> LA BENDICIÓN <strong>DE</strong><br />

PRIMOGENITO<br />

14 de Febrero de 1990 - Bogotá, Colombia<br />

Es muy bueno que la madre siempre ayude a sus hijos a<br />

buscar y a recibir la bendición de Dios. La madre que no lo


78<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

porque vas a escuchar la Bendición de Dios siendo hablada,<br />

para que estés conmigo en el glorioso Reino Milenial y por<br />

toda la Eternidad.<strong>”</strong><br />

Siempre la Bendición que queremos para nuestros hijos,<br />

recuerden debemos de escucharla nosotros y nuestros hijos<br />

siendo habladas. Ella lo entendió así, y ella lo hizo en esa<br />

forma.<br />

LUCHANDO HASTA VENCER<br />

Lunes, 30 de julio de 2001<br />

Ciudad del Carmen, Campeche, México<br />

“Pero mamá, mira, tú sabes que Esaú es velludo y mira yo:<br />

lampiño; si papá toca mis brazos y mi pecho va a darse cuenta<br />

que soy Jacob.<strong>”</strong><br />

Su madre, que es una creyente verdadera y que ama a su<br />

hijo, y que quiere la bendición para su hijo, como toda madre<br />

que ama a su hijo quiere la bendición de Dios para su hijo y<br />

lo lleva a donde está la bendición de Dios, vean, la bendición<br />

de Dios iba a estar ¿dónde? Con Isaac, en la boca de Isaac<br />

para bendecirlo.<br />

Y toda madre debe llevar sus hijos donde está la Palabra de<br />

bendición siendo dada para su edad y su dispensación, para<br />

que sus hijos escuchen esa Palabra de bendición, la crean, y<br />

se materialice en ellos.<br />

LA BENDICIÓN PATRIARCAL<br />

28 de Agosto de 1994 - Santafé de Bogotá, Colombia<br />

Tomo 36, página 131. Su madre le dice: “Hijo mío, no te<br />

preocupes, toda maldición venga sobre mí, yo me<br />

responsabilizo de eso. Y para el problema de los brazos, que<br />

están sin vellos, les pondremos las pieles del cabrito. ¿Cuál es<br />

PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO EN<br />

EL DÍA <strong>DE</strong> LAS MADRES<br />

Por el Reverendo William Soto Santiago<br />

Domingo, 11 de Mayo de 1986<br />

Cayey, Puerto Rico<br />

M uy buenos días, amados hermanos y amigos. Y<br />

felicidades a todas las madres en este Día de las<br />

Madres. Este es vuestro Día.<br />

Es para mí un privilegio estar nuevamente con ustedes en<br />

esta ocasión, para verles, saludarles y hablarles algunas cosas<br />

del Programa Divino.<br />

Hoy, el día de las Madres, es un día muy especial; porque<br />

en el Programa Divino todas las madres estaban para ser<br />

instrumentos aquí en este planeta Tierra, para participar del<br />

Programa de Dios.<br />

Por eso hoy es un Día en que al recordar a las madres,<br />

estamos recordando ese Programa Divino por el cual estamos<br />

nosotros aquí.<br />

La madre realmente es un instrumento divino muy<br />

importante en el Programa Divino; por eso hoy, en su Día, las<br />

recordamos con amor y cariño, y decimos: “Si no fuera<br />

porque Dios colocó aquí a la mujer para ser madre, no<br />

estaríamos nosotros aquí.<strong>”</strong><br />

Por eso la madre tiene mucho valor ante la presencia de<br />

Dios, y para todos nosotros; porque todos hemos venido a<br />

través de nuestra propia madre: hombres y mujeres. Por eso<br />

es bonito el día de hoy; y todos tenemos motivos para estar<br />

alegres, porque podemos decir: “¡Madre mía! Por ti estoy<br />

aquí entre los mortales, para ver el camino de los inmortales,<br />

y vivir por toda la eternidad. Tu amor me llena de gozo y<br />

alegría, y me siento acompañado en esta Tierra. Y madre mía,<br />

¡Te amo!<strong>”</strong><br />

Hoy es un día muy grande para todos los seres humanos,


4<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

que principalmente en el Occidente recuerdan el instrumento<br />

que Dios utilizó, para tenernos aquí en este planeta Tierra, y<br />

tener parte en Su Programa.<br />

No nos podremos olvidar nunca de nuestra madre, porque<br />

sabemos que ha sido el instrumento usado por Dios para que<br />

estemos aquí en la Tierra. Por eso nosotros estamos aquí.<br />

Estamos muy contentos; ya para ver el motivo de nuestra<br />

existencia aquí en la Tierra, para ver el camino de la<br />

eternidad, y de la felicidad completa, de la felicidad eterna, de<br />

la Vida Eterna.<br />

Por eso decía el Apóstol San Pablo que la mujer se salvaría<br />

engendrando hijos, y si permanecía en la fe. [Primera de<br />

Timoteo 2:15]<br />

Así que podemos ver que la mujer tiene un propósito muy<br />

importante en el Programa Divino para y por lo cual ha<br />

nacido mujer.<br />

Así que viendo estas cosas desde el punto de vista divino, la<br />

posición de una mujer en el Programa Divino es una posición<br />

muy importante: ha sido diseñada para traer vida en esta<br />

Tierra, vida humana.<br />

Y la parte que le ha tocado es una parte muy importante en<br />

el Programa Divino; y tener un hijo es algo maravillo, y más<br />

maravilloso aún tener hijos elegidos, escogidos de Dios, que<br />

vivirán por toda la eternidad.<br />

Así que esas son bienaventuranzas para muchas madres que<br />

viven en esta Tierra; como María, que tuvo la<br />

bienaventuranza de traer a esta Tierra al Hijo de Dios, a Jesús<br />

de Nazaret, por creación divina.<br />

En palabras más claras: la primer mujer que experimentó la<br />

creación divina en su vientre para dar a luz un hijo por<br />

creación fivina, fue María. Por eso de todas las mujeres que<br />

han dado a luz, ella es la bienaventurada: porque trajo un<br />

Hijo, no por voluntad humana, sino por voluntad divina.<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 77<br />

vender por allá a los incircuncisos enemigos de Dios!<strong>”</strong><br />

Ella iba a intervenir; y si no lograba nada le iba a decir<br />

entonces: “Maldíceme a mí, que yo fui la que hice todos estos<br />

planes, y deja al muchacho tranquilo, entonces si no lo vas a<br />

bendecir, pero no lo vayas a maldecir.<strong>”</strong><br />

Y podemos ver que Isaac no le iba a maldecir a su esposa,<br />

porque era parte de ella. Así es que, ella sabía, ella conocía a<br />

su esposo; así es que, ella estaba aún dispuesta a recibir<br />

cualquier maldición, cualquier maldición que Isaac hablara en<br />

esa ocasión; pero ella iba a luchar a favor de su hijo Jacob. Y<br />

eso es lo que debe hacer toda madre: luchar para que esté en<br />

el lugar correcto cada uno de sus hijos, escuchando la Palabra<br />

de Bendición, que es hablada en este tiempo final, para que<br />

reciban esa Bendición de Dios.<br />

Si aman a sus hijos, como hizo Raquel o Rebeca, tengan a<br />

sus hijos siempre escuchando la Bendición de la<br />

Primogenitura que está siendo hablada en nuestra Edad y<br />

nuestra Dispensación.<br />

Ahora, ella, vean ustedes, hizo todos los preparativos para<br />

que el muchacho estuviera donde tenía que estar. Le preparó<br />

la vestidura, la vestidura que tenía que usar, le preparó<br />

también para los brazos (lo que necesitaba), todo le preparó<br />

para que estuviera presente delante del Profeta de Dios que<br />

estaría hablando la Palabra de Bendición para ese momento;<br />

pues Isaac era el Profeta de Dios correspondiente para ese<br />

tiempo.<br />

Así que vean ustedes, ella se ocupó de preparar todo, y<br />

preparar a su hijo, para que estuviera presente recibiendo la<br />

Bendición de Dios. Lo que toda madre que ama a sus hijos,<br />

está llamada a hacer; o sea, que no es solamente decir: “A mí<br />

me gustaría que mi hijo reciba la Bendición o que mi hija<br />

reciba la Bendición de Dios;<strong>”</strong> sino hacer todos los<br />

preparativos; prepararlos y llevarlos. “Bueno, ven conmigo,


76<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

la bendición de Dios; no dejar que sus hijos caminen por su<br />

propia cuenta y vayan ellos a tomar malos caminos, sino que<br />

busquen a Dios, que sirvan a Dios, al Dios de Abraham, de<br />

Isaac y de Jacob; y que teman a Dios y cumplan con Sus<br />

mandamientos. Porque eso es vida para el ser humano.<br />

Caminar conforme a la voluntad propia de cada persona, eso<br />

no es vida, eso es muerte. Caminar en la Voluntad de Dios, es<br />

vida y vida eterna.<br />

Por eso, madres, siempre ayuden a sus hijos, ayuden a sus<br />

hijos a prepararse para buscar a Dios.<br />

BUSCANDO LA BENDICIÓN <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />

12 de Marzo de 1994 - Santa Cruz, Bolivia<br />

Página 3. Jacob estaba muy asustado, y decía: “Pero, mamá,<br />

mamí, y si se da cuenta de que soy Jacob y no soy Esaú, y me<br />

maldice.<strong>”</strong> Ella lo animó y le dijo: “Hijo, venga sobre mí<br />

cualquier maldición.<strong>”</strong> O sea, “Sea sobre mí el problema, yo<br />

me encargaré de intervenir.<strong>”</strong><br />

O sea, si se daba cuenta y lo iba maldecir, entonces ella iba<br />

a salir y le iba a decir a su padre o a su esposo: “Mira Isaac,<br />

verdaderamente es Jacob, pero hubo este negocio, y por<br />

cuanto hubo este negocio, y tú sabes que Jacob ama la<br />

Bendición de la Primogenitura, aprecia esa Bendición, luchó<br />

en el vientre por esa Bendición, y se la compró luego a Esaú,<br />

porque no pudo nacer primero, pero ha amado esa Bendición,<br />

se la compró a Esaú, y tú puedes ver que Esaú menospreció<br />

esa Bendición que tú tienes, es la Bendición que te dio<br />

Abraham, te la pasó a ti, ¿vas tú a pasar la Bendición de la<br />

primogenitura que el Ángel del Pacto le dio a Abraham, y<br />

Abraham te la pasó a ti, porque tú creías en esa Bendición, se<br />

la vas a dar tú a un incrédulo, que no va apreciarla? ¡Que no<br />

la respeta, y que la vende por cualquier cosa, y se la puede<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 5<br />

Así que el privilegio de traer a esta Tierra el primer Hijo por<br />

creación divina, no lo tuvo Adán, el primer hijo por creación,<br />

no lo tuvo el hombre, sino la mujer.<br />

Así que la mujer se lleva el privilegio, el premio de traer a<br />

existencia el primer Hijo por creación divina. Dar a luz un<br />

hijo por creación divina, eso es lo más grande que una mujer<br />

puede experimentar; y lo experimentó dos mil años atrás,<br />

aquella joven sencilla y humilde llamada “María.<strong>”</strong><br />

Así que el privilegio que tienen las madres es grande. No ha<br />

nacido en esta Tierra, nadie que no haya sido por una madre.<br />

El primer hombre que apareció en la Tierra fue Adán, el cual<br />

no vino por una mujer, pero representó a la mujer la Tierra,<br />

que es la madre de todos los vivientes; porque es la madre del<br />

cuerpo de todos los vivientes; porque la Biblia dice: “Del<br />

polvo fuiste tomado, y al polvo volverás.<strong>”</strong> [Génesis 3:19]<br />

Así que la Tierra representa a la madre, y la madre está aquí<br />

en la Tierra representando a este planeta Tierra.<br />

Así que vean ustedes el papel importante que tiene la mujer<br />

en esta Tierra. Y cuando viene a ser madre, su papel se hace<br />

aún mayor, porque está tomando, asumiendo el lugar, la<br />

posición para la cual apareció en esta Tierra.<br />

Así que en el Programa Divino la madre tiene un papel muy<br />

importante; y gracias a la madre, cada uno de nosotros<br />

estamos aquí en este planeta Tierra. Así que bien merecido<br />

tienen este día.<br />

Todos los que estamos aquí amamos a nuestra madre, le<br />

damos gracias a Dios por ella, oramos por ella, para que Dios<br />

recuerde que deseamos que viva por toda la eternidad. Eso es<br />

nuestro deseo para cada una de las madres; y esperamos que<br />

Dios mire a cada una de las madres, desde la posición en que<br />

Dios le colocó en el Programa Divino.<br />

Estamos viviendo realmente unos días muy importantes,<br />

unos días muy grandes, en los cuales los que vivan son


6<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

bienaventurados al ver las cosas que Dios ha prometido para<br />

el fin de esta generación.<br />

Las Madres más bienaventuradas de todas las generaciones,<br />

son las madres de esta generación en la cual nosotros vivimos.<br />

Yo las felicito por ser madres de esta generación, y<br />

principalmente de las personas del fin de esta generación.<br />

Espero que Dios les ilumine para que no solamente hayan<br />

tenido hijos para el fin de esta generación, sino que puedan<br />

ver, puedan comprender el Programa Divino, que corresponde<br />

al fin de esta generación, y puedan comprender el porqué<br />

están viviendo en el fin de esta generación, y el porqué han<br />

sido madres en el fin de esta generación.<br />

Espero que puedan ver todo este Programa Divino que<br />

estuvo oculto en edades y dispensaciones y generaciones<br />

pasadas; porque solamente sería permitido entenderlo en el<br />

fin de esta generación.<br />

Mi deseo es que todas las madres puedan ver estas cosas<br />

grandes y maravillosas que el Señor Jesucristo prometió para<br />

el fin de esta generación; puedan ver, hayan visto, y puedan<br />

comprender lo que fue para el fin de esta generación la señal<br />

del Hijo del Hombre en el Cielo, la cual se despidió de<br />

nosotros en estos días.<br />

Ya pocos le pueden continuar viendo. El que le quiera ver,<br />

el que quiera seguir viendo esa señal del Hijo del Hombre en<br />

el Cielo, tiene que usar instrumentos adecuados para verla,<br />

pero estuvo en el Cielo mucho tiempo.<br />

Deseo también que puedan ver estas cosas que Él dijo: “La<br />

señal del Hijo del Hombre en el Cielo, la Venida del Hijo del<br />

Hombre con Sus Ángeles, llamando a los escogidos con gran<br />

Voz de Trompeta.<strong>”</strong> Puedan tener parte en ese llamado, oír ese<br />

llamado, esa gran Voz de Trompeta, esa Trompeta Final, y<br />

responder en este fin de esta generación, y decir: ¡Presente!<br />

Al llamado de la Trompeta Final, y puedan así ver el camino<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 75<br />

bendiciones de Dios, y cuando sabe que hay una bendición<br />

grande la pide para su hijo.<br />

EL ÁNGEL CON LA MISIÓN CELESTIAL<br />

Miércoles, 15 de agosto de 2001 P.M. - Managua, Nicaragua<br />

“El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu<br />

reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el<br />

otro a tu izquierda.<br />

Entonces Jesús respondiendo...<strong>”</strong><br />

Recuerden que esta madre que temía Dios y amaba a Dios,<br />

deseaba lo mejor para sus hijos. Y toda madre desea la<br />

posición más alta en el Reino de Cristo para sus hijos. Lo que<br />

ella deseaba estaba bien, o sea, estaba bien en el sentido de<br />

que deseaba lo mejor para sus hijos, deseaba las bendiciones<br />

de Dios y buscaba las más grandes bendiciones para sus hijos,<br />

y ellos también deseaban la más grande bendición del Reino<br />

de Cristo.<br />

LOS DOS TRONOS, SUS REYES Y SUS SÚBDITOS<br />

Domingo, 10 de Septiembre de 2000. A.M.<br />

Cayey, Puerto Rico<br />

Porque una madre que está buscando la bendición para sus<br />

hijos, no puede estar viendo los problemas, sino las<br />

soluciones, y tendrá su mente y su vista puesta siempre en la<br />

meta.<br />

ISRAEL Y EL HIJO <strong>DE</strong> DAVID<br />

4 de Septiembre de 1994 - Cali, Colombia<br />

Esto nos muestra que toda madre que ama a sus hijos debe<br />

ayudar a sus hijos para que busquen a Dios, para que busquen


74<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

pensar para sus hijos en cuanto a las cosas de Dios. Y cada<br />

madre debe pensar en esa forma: querer lo mejor, las<br />

bendiciones más grandes para sus hijos; así pensaba también<br />

la madre de Jacob, o sea, Rebeca.<br />

LA TRAYECTORIA <strong>DE</strong>L TRONO <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />

Cartagena, Colombia - Jueves, 31 de Enero de 2002<br />

“Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo<br />

con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo.<strong>”</strong><br />

O sea, la madre de Santiago y Juan el Apóstol, la cual es<br />

Salomé, hermana de la virgen María. Así que por ser tía sus<br />

hijos pensaron: “Bueno, para reforzar nuestra petición vamos<br />

a llevar a mamá, que es tía de Jesús, y no nos va a negar lo<br />

que le vamos a pedir.<strong>”</strong> Recuerden que cuando la tía, va a un<br />

sobrino a pedirle algo, pocas son las veces que el sobrino le<br />

dice que no.<br />

Y ahora, vean, van para hacerle una petición de las cosas de<br />

Dios. Y es muy importante que las madres, siempre cuando<br />

van en oración a Cristo, pidan bendiciones para sus hijos; y<br />

aquí ella quiere la bendición más grande que Cristo puede<br />

darle a una persona, pues toda madre desea las bendiciones<br />

más grandes para sus hijos.<br />

“El le dijo...<strong>”</strong> Vamos a ver:<br />

“... postrándose ante él y pidiéndole algo.<br />

El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu<br />

reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el<br />

otro a tu izquierda.<strong>”</strong><br />

Y ahora, ella no le pregunta si puede ser posible, ella quiere<br />

una bendición para sus hijos y ella no se preocupa si se puede<br />

o no se puede; porque una madre que ama sus hijos no está<br />

averiguando si puede o no puede pedirle una bendición para<br />

sus hijos (para sus hijos) a Dios, siempre busca las<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 7<br />

también de los inmortales, el camino de la Vida Eterna, y<br />

puedan vivir por toda la eternidad.<br />

No solamente haber participado del programa de los<br />

mortales, sino de los inmortales también, y puedan entrar a la<br />

inmortalidad llenas de regocijo, de alegría, conociendo el<br />

Programa Divino para el fin de esta generación. Ese es mi<br />

deseo para todas las madres.<br />

Y mis palabras para todas las madres son: Que estuvieron en<br />

el Programa Divino escogidas para ser madres en el fin de<br />

esta generación, y tener los hijos del fin de esta generación,<br />

que cumplirían el Programa Divino; así como cada madre ha<br />

estado cumpliendo el Programa Divino para el fin de esta<br />

generación, trayendo los hijos del fin de esta generación.<br />

¡Felicidades a todas las madres en este vuestro día!<br />

Dios les bendiga, Dios les guarde.<br />

Muchas gracias por vuestra amable atención, y que pasen un<br />

día maravilloso, hermoso.<br />

Y todos los hijos, todos en este Día, apreciando lo que Dios<br />

le ha dado a usted para traerle a este planeta Tierra: amándole<br />

y expresándole su amor y cariño, dándole gracias a Dios por<br />

haber venido a esta Tierra, a través de la madre que le trajo a<br />

este planeta Tierra, para usted cumplir el propósito divino,<br />

para el cual ha llegado a esta Tierra.<br />

Así que en nuestras vidas, nuestra madre tiene un papel muy<br />

importante.<br />

Así que todos agradecidos a Dios por nuestra madre,<br />

pedimos a Dios la Vida eterna para ella; porque no deseamos<br />

que haya sido solamente nuestra madre aquí en la Tierra y<br />

deje de existir, y usted y yo vivir por toda la eternidad. No,<br />

queremos que también nuestra madre viva por toda la<br />

eternidad.<br />

Vamos a estar puestos en pie por un momento, y vamos a<br />

orar por un momento. Y todos los que desean que su madre


8<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

viva por toda la eternidad, entonces me acompañan en estos<br />

momentos. Inclinemos nuestros rostros:<br />

Padre Eterno, que estás en el Cielo. Dios Eterno, he aquí,<br />

ante Tu Presencia estamos en este día de la madre.<br />

Tú has colocado en esta Tierra a cada madre para traer a<br />

existencia seres humanos; para eso has colocado a la mujer<br />

en esta Tierra; y aquí estamos todos nosotros llenos de<br />

alegría y de felicidad, y agradecidos a Ti, porque nos has<br />

traído a través de la madre que señalaste para que fuese<br />

nuestra madre.<br />

Señor, Te damos gracias por ella.<br />

Señor, Te pedimos Tus bendiciones para ella.<br />

Señor, Te pedimos la Vida eterna para ella.<br />

Ella nos ha tenido en amor, ella nos ha criado con amor,<br />

con dedicación; y gracias a ella, Señor, estamos aquí,<br />

porque Tú así lo determinaste.<br />

Ahora, viendo, Señor, que Tú la usaste a ella para<br />

traernos a existencia aquí en este planeta Tierra, y poder<br />

ver, poder conocer el Camino de la Vida eterna, de la<br />

eternidad, de los inmortales; Te pedimos también para ella<br />

la inmortalidad, la Vida eterna.<br />

Dios Eterno, gracias por nuestra madre, gracias por ella,<br />

¡Oh Dios!<br />

Y ahora, Dios eterno, Te pido que llenes de alegría y<br />

felicidad a cada madre, dándole a conocer el porqué ha sido<br />

madre en el fin de esta generación; y le permitas ver y<br />

entender el Programa que Tú tienes para el fin de esta<br />

generación, para el fin del siglo.<br />

Permítele ver todas estas cosas, para que se llene de<br />

alegría y de felicidad.<br />

¡Gracias, oh Dios! Por la madre. ¡Gracias, oh Señor<br />

Jesucristo! Por la madre que nos ha traído a existencia.<br />

Y ahora, ¡oh Dios eterno! En Tus Manos estamos<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 73<br />

PRIVILEGIOS Y <strong>DE</strong>BERES<br />

<strong>DE</strong> LA ESPOSA <strong>DE</strong> CRISTO<br />

26 de Junio de 1998 - Cartagena, Colombia<br />

Cuando usted busca la bendición de Dios, nunca piense que<br />

no puede obtener esa bendición; porque entonces nunca la<br />

obtendrá, porque no tiene fe.<br />

“Y le dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el<br />

bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero<br />

el sentaros a mi derecha, y a mi izquierda, no es mío darlo,<br />

sino a aquellos a quienes está preparado por mi Padre.<strong>”</strong><br />

O sea, que esa posición estaba preparada por Dios para ser<br />

dada; pero Juan y Jacobo la querían para ellos. Y el que ellos<br />

piensen en esa forma y su madre también, está bien. ¿Por<br />

qué? Porque ellos quieren la bendición máxima para ellos. Y<br />

toda madre que ama a sus hijos quiere la bendición más<br />

grande para sus hijos. Eso estuvo muy bien. Un buen ejemplo<br />

de una buena madre y una buena esposa que estaba criando<br />

correctamente a sus hijos; y la parte espiritual para sus hijos,<br />

era la parte más importante para ella y para sus hijos.<br />

Y así debe ser para toda esposa, para toda madre, de modo<br />

que sus hijos tengan como meta principal el Programa de<br />

Dios y las bendiciones que Dios tiene en Su Programa, la vida<br />

eterna.<br />

UNA PUERTA ABIERTA<br />

Martes, 25 de abril del 2000 - Austín, Texas<br />

“El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu<br />

reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el<br />

otro a tu izquierda.<strong>”</strong><br />

Quería la mejor parte para sus hijos, como toda buena madre<br />

quiere lo mejor para sus hijos, tenía una buena forma de


72<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

problema, o sea, ella se responsabiliza por lo que va a<br />

suceder; o sea, que si hay alguna maldición, ella le va a pedir<br />

a su esposo Isaac que la eche sobre ella. “Yo fuí la<br />

responsable (le va a decir), por lo tanto él no tiene culpa.<strong>”</strong><br />

Vean cómo una madre luchando por la bendición de Dios<br />

para un hijo está dispuesta a pasar por cualquier problema,<br />

para que su hijo reciba la bendición de Dios. Que ese amor<br />

que expresó Rebeca hacia Jacob esté en vuestros corazones<br />

madres, para buscar la bendición de Dios para Sus hijos.<br />

LA CREACIÓN <strong>DE</strong> UNA NUEVA RAZA<br />

Domingo, 14 de abril de 2002 P.M. - Cali, Colombia<br />

Y Rebeca que amaba a Jacob y Abraham amaba a Esaú,<br />

pues cada uno quiere la bendición para la persona que ama.<br />

Y ahora, Rebeca le dice: “Sea sobre mí la maldición,<br />

cualquier maldición, cualquier problema sea sobre mí.<strong>”</strong> O sea,<br />

que ella se haría cargo de la situación y diría: “Fuí yo la de<br />

llevar a cabo estos planes.<strong>”</strong> Y entonces Isaac o maldeciría a su<br />

esposa, pero no la podía maldecir porque la amaba. Ella<br />

estaba dispuesta aun a ser maldecida por ayudar a su hijo a<br />

recibir la Bendición de la Primogenitura, ella estaba dispuesta<br />

a recibir los problemas que vinieran por buscar la bendición<br />

para su hijo Jacob.<br />

Y toda madre que ama a sus hijos busca la bendición de<br />

Dios para sus hijos, no importa que tenga algunos problemas,<br />

ya sea económicos o de alguna otra clase.<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 9<br />

nosotros, en el fin de esta generación, esperando a la<br />

eternidad, siendo transformados, glorificados, conforme a<br />

Tu Programa.<br />

He aquí, estamos presentes, ¡oh Dios! Gracias por abrir<br />

nuestros ojos a este Programa, que Tú tienes para el fin de<br />

esta generación.<br />

Te rogamos, sigas dándonos a conocer el resto de las cosas<br />

que faltan por ser conocidas. Y, ¡oh Señor! Transforma<br />

nuestros cuerpos pronto, y llama a los que han dormido, a<br />

los que están durmiendo en Cristo, esperando la<br />

resurrección.<br />

Gracias por nuestra madre en este tiempo; bendícela,<br />

llénala de alegría, de felicidad y de Vida eterna.<br />

Queremos la inmortalidad para ella. Gracias, ¡oh Dios<br />

eterno, por todo! Amén.<br />

Dios les bendiga, Dios les guarde, y pasen un día feliz.<br />

Dios les bendiga, Dios les guarde, y será hasta el próximo<br />

domingo.<br />

“PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO EN EL DÍA <strong>DE</strong> LAS<br />

MADRES.<strong>”</strong>


COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 71<br />

grande, una bendición tan grande del Reino de Dios para sus<br />

hijos? Todos deseamos esa bendición y todas las grandes<br />

bendiciones del Reino de Dios para nuestros hijos.<br />

<strong>DIOS</strong> DARÁ A SU UNGIDO<br />

TODO LO QUE LE PIDA<br />

18 de julio de 1999 - Lima, Perú<br />

Y ahora, cuando ellos ven a Moisés y a Elías allá en el<br />

Monte de la Transfiguración, pues ellos saben que alguien<br />

tendrá el Ministerio de Moisés y alguien tendrá el Ministerio<br />

de Elías en la Venida del Hijo del Hombre en Su Reino. Y<br />

ahora, ellos buscan el apoyo de su madre; y toda madre que<br />

ama a sus hijos está dispuesta a apoyar a sus hijos para buscar<br />

las bendiciones grandes de Dios; esa es una buena posición<br />

que asumen las madres.<br />

Vean, ¿no le ayudó Rebeca a buscar la Bendición de la<br />

Primogenitura a Jacob? Claro que sí. Y luego las madres son<br />

bendecidas con la bendición que reciban los hijos.<br />

EL MISTERIO <strong>DE</strong> LA PRIMOGENITURA<br />

10 de Septiembre de 2002 - Topochico, México<br />

Ahora, Rebeca le cuenta a Jacob y le dice: “Ahora vamos a<br />

preparar un cabrito, esos los tenemos aquí en el corral, no hay<br />

que ir de cacería allá tan lejos, aquí mismo lo conseguimos,<br />

y lo tenemos ahí en el corral. Yo sé cómo a él le gusta la<br />

comida, esos guisos yo sé cómo le gusta, yo le he hecho<br />

muchos. Así que lo preparamos y tú vas y se lo llevas para<br />

que él te bendiga.<strong>”</strong> El le dice: “Pero él va a darse cuenta que<br />

yo no soy su hijo primogénito, se va a dar cuenta que yo no<br />

soy Esaú, y me va a maldecir en vez de bendecirme.<strong>”</strong><br />

Ella le dice que cualquier problema, pues caiga sobre ella el


70<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

prometida.<br />

Vean ustedes, su madre, la cual lo había criado hasta cierto<br />

tiempo, le había enseñado las Escrituras, le había enseñado las<br />

promesas de Dios correspondientes para el fin del tiempo del<br />

imperio del Faraón, y para el fin del tiempo de la esclavitud<br />

del pueblo hebreo; Moisés se conocía esas Escrituras<br />

EL HOMBRE ESTÁ PRESENTE<br />

19 de Marzo de 1996 - Brasil<br />

Cuando Juan estaba en el vientre de su madre, de Elisabet<br />

y Jesús en el vientre de María; cuando Elisabet escuchó la<br />

salutación de María, esa voz llegó hasta el niño, que estaba en<br />

el vientre de Elisabet.<br />

Así que hay alguna conexión del oído a los niños que están<br />

en el vientre; pues dice la Escritura, que cuando el niño<br />

escuchó ese saludo, brincó en el vientre de Elisabet.<br />

Ahora, cómo sería cuando Juan lo vio ya con unos treinta<br />

años de edad, y dijo: “Este es del cual yo decía que vendría<br />

después de mí.<strong>”</strong><br />

COLUMNA EN EL TEMPLO <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />

30 de Octubre de 1994 - Santa Cruz, Bolivia<br />

Tomo 40, página 18. “Entonces se le acercó la madre de<br />

los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él (o sea<br />

ante Jesús) y pidiéndole algo.<strong>”</strong> Como toda madre ora a Dios,<br />

va ante la Presencia de Dios, y le pide por sus hijos también,<br />

y le pide para sus hijos las mejores cosas, las bendiciones más<br />

grandes; porque toda madre ama a sus hijos.<br />

Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos<br />

hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.<strong>”</strong><br />

¿Y quién no quiere una cosa así, tan importante y tan<br />

LA MADRE<br />

Por el Reverendo William Soto Santiago<br />

Domingo, 08 de Mayo de 1988<br />

Cayey, Puerto Rico<br />

F elicidades a todas las madres hoy en su Día. Reciban<br />

también muchos saludos de nuestro hermano Miguel<br />

Bermúdez Marín, quien se encuentra en España, con quien<br />

estuve hablando esta mañana, a las 9:15 de la mañana. Él se<br />

encuentra muy bien allá en España, y ya en este mismo mes<br />

regresa a Venezuela, el 27 de este mes regresa a Venezuela.<br />

En esta mañana en todo el Occidente se celebra el día de la<br />

madre; recordando así a cada una de las madres y dándole<br />

gracias a Dios por la madre que Dios le ha dado a cada<br />

persona.<br />

El único hombre, o los dos únicos que han venido a esta<br />

Tierra en una forma muy diferente, fueron: Adán y Jesús.<br />

Adán vino en una forma que muchas personas no se lo<br />

explican, pero en esta mañana nuestro tema es: “LA<br />

MADRE.<strong>”</strong><br />

Ya todos sabemos que Dios creó al hombre a Su imagen y<br />

semejanza. El hombre no viene de la Tierra, viene del Cielo,<br />

el hombre desciende del Cielo, de la eternidad, de la séptima<br />

dimensión (hablando de los hijos de Dios).<br />

Y Adán, el primer hijo de Dios que apareció en este planeta<br />

Tierra, descendió del Cielo, vino de la séptima dimensión; de<br />

ahí Dios lo pasó a la sexta dimensión, en donde le creó un<br />

cuerpo teofánico. El cuerpo teofánico es nada menos que el<br />

espíritu, y fue creado a imagen y semejanza de Dios.<br />

Allí Adán recibió todo poder, toda autoridad, y recibió<br />

también la comisión de multiplicarse. Luego Dios lo trajo a<br />

esta dimensión terrenal, en donde le creó un cuerpo físico del<br />

polvo de la tierra, y colocó a Adán en ese cuerpo terrenal.<br />

Ese cuerpo terrenal es de la tierra; y Adán vivía en este


12<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

planeta Tierra allá en el Edén, pero Dios dice que no halló<br />

ayuda idónea para el hombre. Todos los animales del campo<br />

tenían su compañera, y cuando vio a Adán, lo vio sólo.<br />

Adán era la única persona, el único ser humano que vivía en<br />

este planeta Tierra, aunque entre los animales del campo hubo<br />

una especie que se parecía mucho al hombre, al ser humano;<br />

y era tan parecido al ser humano que solamente le faltaba una<br />

sola cosa para ser un ser humano: le faltaba el alma.<br />

Y esa especie fue cortada, eliminada. Y hoy en día la ciencia<br />

está buscando esa especie. La ciencia le llama: “El eslabón<br />

perdido,<strong>”</strong> el cual la ciencia coloca entre el hombre y el<br />

chimpancé; o sea, entre el hombre y el animal, el chimpancé.<br />

La ciencia dice que la creación va hacia arriba, comienza en<br />

cierta forma y sigue hasta que llega al chimpancé, y luego de<br />

ahí salta al hombre, pero que entre el chimpancé y el hombre<br />

hay un eslabón perdido, y ese eslabón perdido en la Biblia se<br />

conoce como la serpiente, la cual caminaba erecta, hablaba,<br />

razonaba, y era el animal más inteligente y más astuto de<br />

todos los animales. Y no es raro que la serpiente hablara en<br />

aquel tiempo, porque aún las cotorras hablan en este tiempo.<br />

Así que vea usted, entre las aves hay loros, cotorras que<br />

hablan; y en los animales hubo uno que hablaba, que<br />

razonaba, y que fue el instrumento del enemigo, para<br />

ocasionarles problemas a la raza humana; por lo cual recibió<br />

la maldición divina, despareció esa especie. Ése es el eslabón<br />

perdido que la ciencia está buscando.<br />

Ahora, podemos ver que Dios cuando creó al hombre y<br />

vivía en este planeta Tierra, el hombre en ese cuerpo terrenal,<br />

no tenía una compañera. Y Dios dijo: “No es bueno que el<br />

hombre esté sólo.<strong>”</strong> Y Dios colocó sueño sobre Adán, tomó de<br />

su costado e hizo una compañera para Adán.<br />

Luego en el Programa Divino estaba para Adán y Eva, la<br />

formación de la raza humana a imagen y semejanza divina.<br />

EXTRACTOS<br />

TOMADOS<br />

<strong>DE</strong> DIFERENTES MENSAJES<br />

JESÚS, EL HIJO <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />

13 de Noviembre de 1991 - San José, Costa Rica<br />

Ahora, Juan dice: “Yo no le conocía.<strong>”</strong> ¿No le conocía<br />

cómo? No le conocía como el Cristo, como el Mesías, aunque<br />

fueran primos. Porque algunas veces es muy sorprendente que<br />

uno sabe que es un hijo de Dios, pero no sabemos de nuestra<br />

familia cuántos son hijos de Dios; y de momento se<br />

manifiesta alguna persona de la familia nuestra, como un<br />

creyente en la Palabra, y uno dice: “Yo no lo conocía como<br />

un hijo de Dios, y ahora veo que es un hijo de Dios también.<strong>”</strong><br />

Y eso es algo muy bonito, muy hermoso, ver que en la<br />

familia de uno hay muchos hijos de Dios. Y es un privilegio<br />

muy grande para toda madre tener hijos de Dios aquí en la<br />

Tierra. Nadie quiere tener un hijo del diablo, como lo tuvo la<br />

madre de Judas Iscariote. Toda dama desea tener hijos de<br />

Dios. Por eso deben orar: Primero cuando se enamoran, para<br />

que se enamoren de hijos de Dios; y pedirle a Dios que envíe<br />

en el seno de su hogar, hijos de Dios a nacer en ese hogar.<br />

Vean ustedes, Zacarías y Elisabet oraron, y Dios les envió<br />

un profeta poderoso que le preparó el camino al Señor. Y así<br />

muchas personas han orado, y Dios les ha enviado un hijo de<br />

Dios, en muchos casos un Profeta.<br />

EL ÉXODO HACIA EL REINO MILENIAL<br />

30 de Mayo de 1993 - Cayey, Puerto Rico<br />

Tomo 23, página 130. Vean ustedes, Moisés, ya siendo un<br />

príncipe en el reino del Faraón, en el reino de ese Faraón de<br />

Egipto, con todo y eso Moisés comprendía que él era el<br />

hombre señalado por Dios para el éxodo hacia la tierra


68<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

nosotros por toda la eternidad.<br />

Así que, ustedes son madres bienaventuradas, por lo cual<br />

mis felicitaciones a ustedes.<br />

Y que las bendiciones de Cristo sean sobre todas ustedes<br />

madres creyentes, con niños varoncitos y niñitas que Dios les<br />

ha dado, para tenerlos en el Programa de Dios, dentro del<br />

Nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, la<br />

Sangre de Jesucristo nuestro Salvador.<br />

Que Dios les bendiga madres, y que sean muy felices con<br />

sus esposos y con los niños que Dios les ha dado, y que Dios<br />

les provea en lo material y en lo espiritual, para criar bien sus<br />

niños.<br />

Dios les bendiga y les guarde.<br />

“PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO A LAS MADRES.<strong>”</strong><br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 13<br />

Eva cuando aceptó el razonamiento de la serpiente, una raza<br />

que estaba más baja que la raza humana, vino a ser madre de<br />

todos los vivientes: tanto de los buenos como de los malos,<br />

tanto de Abel como de Caín, en donde estaba representada la<br />

raza humana, incluyendo buenos y malos.<br />

Adán para tener hijos a través de Eva, tenía que esperar el<br />

momento en el Programa Divino, para así comer del Árbol de<br />

la Vida, y así multiplicarse en y a través de Eva, y traer hijos<br />

perfectos, que vivieran eternamente. Y eso Adán tenía que<br />

hacerlo luego de comer del Árbol de la Vida, y luego hablar<br />

esa Palabra, y Eva entonces tener hijos por la Palabra hablada<br />

de Adán.<br />

Cualquier persona que no conoce la Escritura<br />

correctamente, puede pensar que eso era una cosa imposible.<br />

Pero dentro de un momentito vamos a ver que eso era posible,<br />

y la Escritura tiene pruebas, de que es posible sin la unión de<br />

un hombre y una mujer, tener un hijo.<br />

Y no por inventos científicos, porque con los inventos<br />

científicos están tratando y han logrado ciertos adelantos.<br />

Pero no es asunto de la ciencia, que proviene del árbol de<br />

ciencia del bien y de mal, sino por el Programa Divino, que<br />

es lo más importante para Dios y Sus hijos. Nada puede vivir<br />

eternamente si no viene por el Programa Divino.<br />

Ahora, hemos visto que Eva para tener hijos, que vivieran<br />

eternamente, tenía que esperar esa Palabra hablada de Adán.<br />

Esa sería una Palabra creadora, que crearía en el vientre de<br />

Eva una célula de sangre, la cual se multiplicaría y formaría<br />

el cuerpo de su primer hijo.<br />

La pregunta para todos sería: “¿Y cuál hubiera sido el<br />

primer hijo de Adán, si no hubiera ocurrido el problema de la<br />

caída en el Huerto del Edén?<strong>”</strong> Hubiera sido el primer Hijo<br />

Palabra, y ese primer Hijo hubiera también hecho lo mismo,<br />

y se hubiera multiplicado.


14<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Ahora, Eva no esperó que Adán comiera del Árbol de la<br />

Vida. Todavía no era el tiempo. Es lo mismo que nos pasa<br />

muchas veces a nosotros, que tratamos de hacer cosas, o en<br />

nuestras vidas o en la Obra de Dios, antes del tiempo señalado<br />

en el Programa Divino.<br />

Ahora, Eva se adelantó, y no le funcionó bien; vino a ser<br />

madre de buenos y malos también, hijos de Dios e hijos del<br />

diablo; hijos que en el comienzo, uno mató al otro; y se<br />

estableció así en el comienzo de la raza humana, se estableció<br />

así el alto nivel de criminalidad.<br />

De tres varones, la tercera parte de los varones tenía ese<br />

grado de criminalidad, una tercera parte de los varones;<br />

porque Caín constituía la tercera parte de los varones. Así que<br />

el problema de la criminalidad comenzó allá.<br />

Ahora, para Dios los problemas de la raza humana, lo que<br />

hace es causar que los atributos divinos se expresen, se<br />

manifiesten, y todas las cosas obran a bien a los hijos de Dios,<br />

a los escogidos.<br />

Así que no tenemos que estar lamentando los problemas del<br />

pasado. Cuídese usted de meterse en problemas. Los<br />

problemas del pasado ya pasaron, y tenemos que caminar<br />

hacia delante en la vida.<br />

Eva vino a ser madre de todos los vivientes: de los buenos<br />

y también de los malos.<br />

Ahora, ninguna madre quisiera tener hijos malos; todos los<br />

que quieren tener, son hijos buenos. Pero ya usted sabe por<br />

qué ocurre eso.<br />

Tenemos en la Escritura para todos los hijos el<br />

mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, para que te<br />

vaya bien.<strong>”</strong> [Deuteronomio 5:16] Es el primer mandamiento<br />

con promesa. También dice que no menosprecies a tu madre<br />

cuando sea vieja. Proverbios [23:22] del rey Salomón dice así.<br />

Ahora, aunque hayan ocurrido los problemas de la caída en<br />

PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO<br />

A LAS MADRES<br />

Por el Reverendo William Soto Santiago<br />

Jueves, 10 de Mayo de 2001<br />

Tizayuca, Mexico<br />

A todas las madres, las cuales han estado contribuyendo<br />

para que se complete el Cuerpo Místico de Cristo, al<br />

pedir a Cristo niños, hijos; y al recibir esos niños y<br />

presentarlos a Cristo, tanto el padre como la madre han<br />

contribuido para que la Casa de Dios, la Iglesia, se llene;<br />

Cristo les ha dado niños que tienen sus nombres escritos en el<br />

Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.<br />

Y qué mejor lugar que una casa de un creyente, para Dios<br />

colocar ahí almas del Cielo, que están escritas en el Cielo en<br />

el Libro de la Vida del Cordero, para que los tengan, los críen,<br />

los guíen en el camino de Dios, y los protejan.<br />

Recuerden, son hijos e hijas de Dios aunque son bebés, esas<br />

almas han venido del Cielo, Dios las ha enviado del Cielo a<br />

ustedes en sus hogares, para que los tengan, los cuiden, los<br />

críen y los guíen en el Camino de Dios.<br />

Por lo tanto, hoy día de las madres, mis felicitaciones a<br />

todas ustedes madres. Y que las bendiciones de Cristo nuestro<br />

Salvador sean sobre ustedes, y les use grandemente en el<br />

cuidado de esos niños, de esos escogidos de Dios que Dios les<br />

ha dado, y les ayude a guiarlos siempre en el Camino de Dios.<br />

Y cuando estemos todos transformados, los tendrán también<br />

ustedes a sus lados transformados también; y cuando estemos<br />

en la Cena de las Bodas del Cordero, también los tendrán con<br />

ustedes en la Cena de las Bodas del Cordero, con cuerpos<br />

jovencitos que representarán de 18 a 21 años edad.<br />

Y cuando regresemos para el Reino Milenial, también los<br />

tendremos en el Reino Milenial con nosotros. Porque Dios<br />

nos ha dado esos niños para nosotros, para tenerlos con


COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 15<br />

el Huerto del Edén, estamos en esta Tierra, hemos aparecido,<br />

no con el cuerpo que hubiéramos aparecido si no hubiera<br />

ocurrido la caída, porque entonces hubiéramos aparecido con<br />

un cuerpo eterno, perfecto, creado en el vientre de la madre<br />

que nos tocara tener en ese momento, para nacer en este<br />

planeta Tierra.<br />

Así que hemos aparecido con un cuerpo temporero, el cual<br />

nuestro padre terrenal y nuestra madre terrenal, han traído a<br />

existencia. Nuestro padre terrenal lo engendró en el vientre de<br />

nuestra madre terrenal, por la unión sexual, por sexo; y no por<br />

una Palabra hablada; porque por Palabra hablada es Creación,<br />

y trae un cuerpo perfecto, eterno, a imagen y semejanza<br />

divina.<br />

Pero no tenemos porqué estar quejándonos. El cuerpo<br />

eterno, perfecto, a imagen y semejanza divina lo tendremos a<br />

su debido tiempo; y la caída lo que ha hecho es dar lugar a<br />

nosotros pasar por una experiencia única, la cual no se<br />

repetirá: de experimentar la vida en un cuerpo terreno, en un<br />

cuerpo temporero, en un cuerpo mortal, corruptible; pero<br />

gracias a Dios que es un tiempo corto.<br />

Es una experiencia única, la cual estamos pasando nosotros;<br />

pero eso no impedirá para que usted y yo tengamos el<br />

conocimiento del Programa Divino. Eso no estorbará para que<br />

usted y yo obtengamos el cuerpo eterno, perfecto,<br />

incorruptible; más bien utilizaremos este cuerpo al máximo<br />

para cumplir el propósito divino, por el cual estamos en estos<br />

cuerpos.<br />

Ahora, usted y yo hemos aparecido, como ya les dije, a<br />

través de la unión de un hombre y de una mujer; y Dios<br />

colocó en ese cuerpo a un hijo suyo: a usted, a mí; nos colocó<br />

en estos cuerpos terrenales, temporeros; pero hemos venido<br />

de la séptima dimensión, de la eternidad, de la dimensión<br />

donde Dios mora.


16<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Y así como Jesús dijo: “Salí de Dios y vuelvo a Dios,<strong>”</strong> todos<br />

los hijos de Dios pueden decir en la misma forma. Y cada uno<br />

de nosotros conscientes de la realidad, vivimos en esta Tierra<br />

dándole gracias a Dios por nuestros padres terrenales, que<br />

dieron lugar a la aparición nuestra en este planeta Tierra. Dios<br />

los utilizó a ellos.<br />

Amamos a nuestra madre, amamos a nuestro Padre, aunque<br />

nos ha dado un cuerpo temporero; pero ellos no podían dar<br />

más de lo que ellos tenían. Ellos tenían un cuerpo temporero,<br />

o tienen un cuerpo temporero, y eso era lo único que ellos<br />

podían ofrecerle a sus hijos: multiplicarse para así ofrecerle<br />

un cuerpo temporero a sus hijos.<br />

Ahora, tenemos que comprender bien una cosa: En una<br />

familia pueden aparecer hijos de Dios, escogidos; y también<br />

aparecer hijos que no son escogidos; así como cuando usted<br />

siembra el grano de trigo, cuando nace, usted ve el tallo, las<br />

hojas y luego ve el trigo.<br />

Ese grano de trigo que se sembró, produjo una mata, pero<br />

también produjo trigo verdadero. Así también ocurre en la<br />

familia.<br />

Lo más hermoso es una madre producir con su esposo,<br />

aunque sea un grano de trigo; porque sino solamente ha<br />

tenido una familia como una gran mata de trigo. Pero<br />

solamente a tenido tallo, hojas. Y trigo, que son los hijos del<br />

Reino, no.<br />

La felicidad más grande para una madre cuando comprende<br />

estas cosas, es decir: “Yo he producido con mi esposo trigo,<br />

hijos del Reino de Dios.<strong>”</strong><br />

Y el privilegio para un hijo de Dios, es que su madre haya<br />

producido hijos de Dios; y el deseo más grande para un hijo<br />

de Dios, para un hijo del Reino, es que los demás hijos que ha<br />

tenido esa madre, también sean trigo, hijos del Reino de Dios;<br />

aunque no siempre es así; pueden quedarse en tallo, en hojas;<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 65<br />

y le damos más que gracias a Dios por todas las madres que<br />

tienen hijos e hijas del Dios viviente aquí en la Tierra.<br />

Yo le doy gracias a Dios por mi madre, a la cual felicito en<br />

este día de la madre. Que Dios la bendiga grandemente y le<br />

guíe siempre en el camino de la vida, y que pronto la vea<br />

transformada, cuando todos los escogidos sean transformados.<br />

“LA MADRE <strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong><br />

Hemos visto en este día lo que es en el Programa Divino la<br />

madre: Es un instrumento en las Manos de Dios.<br />

Que Dios bendiga a todas las madres, y les guíe siempre en<br />

el programa divino. Muchas gracias y continúen pasando feliz<br />

este día de las madres, lleno de las bendiciones de Dios, a<br />

todas las madres y también a todos los hijos; porque todos<br />

tenemos una madre que fue escogida de Dios para traer a esta<br />

vida a cada uno de nosotros.<br />

Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín.<br />

Estamos esperando que nuestro amigo y hermano Miguel<br />

Bermúdez Marín entre a través de la línea telefónica para<br />

concluir nuestra parte.<br />

Así que Dios nos continúe bendiciendo, Dios nos guarde, y<br />

adelante en el Programa Divino.<br />

Adelante madres, en este día de las madres, dándole gracias<br />

a Dios por el privilegio que les ha dado de ser tipo y figura de<br />

la Iglesia del Señor Jesucristo.<br />

En lo que entra nuestro hermano Bermúdez quiero decir: La<br />

fidelidad a Dios, a su esposo y a sus hijos es un requisito<br />

para la felicidad del hogar y para la entrada al glorioso<br />

Reino Milenial.<br />

Dios les bendiga, Dios les guarde, y con nosotros Miguel<br />

Bermúdez Marín.<br />

“LA MADRE <strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong>


64<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

hijos en los tubos de ensayo, “los hijos de probeta;<strong>”</strong> pero<br />

siempre utilizando la materia prima del ser humano; así que<br />

no están haciendo nada, solamente están temporalmente<br />

cambiando de lugar todo eso, pero están utilizando lo que<br />

Dios colocó en el ser humano.<br />

El hombre y la mujer, el esposo y la esposa, aunque no<br />

hayan estudiado en las grandes universidades, ni sean<br />

científicos, pueden hacer algo que los científicos con todos<br />

sus estudios no pueden hacer: puede el matrimonio engendrar<br />

hijos, tener hijos, lo cual la ciencia todavía no ha podido<br />

hacer.<br />

Fue que Dios colocó todo eso en el ser humano. Es el<br />

programa divino llevándose a cabo en la pareja, en el esposo<br />

y la esposa; porque están aquí para un propósito divino.<br />

Luego le es dicho al matrimonio: “Instruye al niño en su<br />

carrera, en su camino, y aún cuando sea viejo no se apartará<br />

de ella.<strong>”</strong> [Proverbios 22:6].<br />

Es necesario instruir a nuestros niños, nuestros hijos,<br />

primeramente en todo el Programa Divino; porque primero es<br />

Dios: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda<br />

tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas, con todo tu<br />

espíritu.<strong>”</strong> [San Marcos 12:30; San Lucas 10:27]. Porque<br />

primero es Dios, y después las cosas de la Tierra.<br />

Ahora, necesitamos tenerle una buena instrucción a nuestros<br />

hijos primeramente del programa de Dios, y luego de las<br />

demás cosas de la Tierra, para que sean personas positivas, se<br />

levanten con una mente positiva, y puedan ser personas útiles<br />

en este planeta Tierra, caminando siempre de acuerdo al<br />

programa de Dios, haciendo siempre las cosas buenas, porque<br />

son agradables a Dios; y siempre apartándose de las cosas<br />

negativas de la vida, siempre caminando por el buen camino.<br />

La madre es un instrumento de Dios, y le damos gracias a<br />

Dios por todas las madres que existen en este planeta Tierra,<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 17<br />

pero cuando vienen a ser también trigo, la felicidad es mayor<br />

para esa madre y para todos esos hijos, y para el padre<br />

también.<br />

Ahora, vean ustedes, que es grande para una madre tener<br />

hijos, es un privilegio muy grande, el cual le han querido<br />

quitar con estos inventos científicos, de producir hijos de<br />

probeta; y no solamente eso, sino que están tratando también<br />

de que los hombres sean madres también. Le quieren quitar el<br />

privilegio que tiene la mujer, de ser madre de todos los<br />

vivientes.<br />

El padre tiene la vida, la cual coloca en la madre, para que<br />

ella multiplique esa célula de vida, de sangre, y traiga a<br />

existencia un cuerpo. Por eso San Pablo dijo: “La mujer se<br />

salvará engendrando hijos, si permanece en la fe, el amor; ella<br />

se salvará, y viviendo una vida con modestia.<strong>”</strong><br />

Esa es la posición en que el Apóstol San Pablo coloca a la<br />

mujer; porque ha sido colocada como una ayuda idónea para<br />

el hombre, para la construcción o constitución de un mundo<br />

mejor, un mundo, una civilización que crea en Dios y siga Su<br />

Palabra.<br />

La madre tiene un privilegio muy grande, el privilegio de<br />

ser madre; un privilegio que Dios le dio a la mujer desde que<br />

formó, hizo a la mujer.<br />

Así que ser madre es un privilegio muy grande, es tan<br />

grande que solamente un hombre puede decir: “Yo no<br />

necesité a una mujer para aparecer en esta Tierra.<strong>”</strong> Ése fue<br />

Adán; porque traía dentro esa mujer, traía dentro a Eva; de ahí<br />

fue que Dios sacó la compañera de Adán.<br />

Hay un misterio muy grande ahí, del cual en esta mañana no<br />

vamos a estar hablando. Pero es necesario que entendamos,<br />

que aunque Adán no vino por una mujer, sino que Dios lo<br />

creó el cuerpo físico de Adán, fue tomado del polvo de la<br />

Tierra, y este planeta Tierra representa a la mujer.


18<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Así que vino en tipo y figura de una mujer, nació del polvo<br />

de la Tierra por creación divina, en cuanto a su cuerpo físico.<br />

Por eso la Tierra y de la Tierra surge la vida; y todo eso<br />

porque Dios habló esa Palabra para que la Tierra estuviera<br />

produciendo según su género.<br />

Así que, vean ustedes, que usted encuentra en tipo y figura<br />

a la mujer, antes de ella aparecer en este planeta Tierra.<br />

La mujer en el Programa Divino es importante. Usted y yo<br />

estamos aquí con estos cuerpos porque hemos nacido de una<br />

mujer. Creo que ninguno aquí ha nacido por el método de<br />

probeta ni cosa semejante.<br />

Así que Dios nos ha permitido nacer de una mujer; y a esa<br />

mujer nosotros la llamamos nuestra madre, la cual amamos y<br />

le damos gracias a Dios por ella.<br />

Dios escogió para usted dónde y a través de qué mujer, cuál<br />

mujer, usted iba a nacer; y oramos por nuestra madre para que<br />

Dios la tenga en la eternidad viviendo, por cuanto nos trajo en<br />

estos cuerpos terrenales en este planeta Tierra.<br />

Ahora, para vivir eternamente se requiere nacer de nuevo.<br />

En una ocasión vino Nicodemo de noche a Jesús, porque él<br />

estaba interesado en el Reino de Dios, él era un hombre muy<br />

religioso, creyente en las cosas de Dios, y maestro en Israel,<br />

el principal maestro; y viene donde Jesús diciéndole:<br />

“Sabemos que Tú has venido de Dios como Maestro, porque<br />

nadie puede hacer las cosas que Tú haces, si Dios no fuera<br />

con él.<strong>”</strong><br />

Jesús le dice: “De cierto, de cierto te digo, si no naces de<br />

nuevo, no puedes ver el Reino de Dios; porque el que no nace<br />

de nuevo, no lo puede ver.<strong>”</strong><br />

Nicodemo le dice: “¿Y cómo puede hacerse esto? ¿Puede el<br />

hombre ya siendo viejo...?<strong>”</strong> Parece que él ya estaba avanzado<br />

en edad; y si estaba avanzado en edad, su madre ó estaba muy<br />

viejita o se había muerto ya.<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 63<br />

Cristo y Su Esposa.<br />

Así que yo en esta mañana le doy gracias a Dios por todas<br />

las madres, y le pido a Dios Su bendición para todas las<br />

madres. Es un privilegio muy grande que Dios ha dado a las<br />

madres.<br />

Podemos ver que si no tuviéramos padres aquí en la Tierra,<br />

no tendríamos esta generación que existe en este tiempo final.<br />

Y así ha sido a través de las generaciones, con la unión de un<br />

hombre y de una mujer se ha estado manteniendo la raza<br />

humana, ha estado bendiciendo la raza humana, porque Dios<br />

ha permitido a la mujer ser madre y al hombre ser padre: son<br />

tipo y figura de Cristo y Su Iglesia.<br />

Oremos siempre a Dios por la unión de cada matrimonio,<br />

por la armonía de cada hogar, y por una buena enseñanza a<br />

nuestros hijos conforme al Programa Divino, para que puedan<br />

comprender que no estamos aquí en la Tierra por mera<br />

casualidad, sino porque hay un Programa Divino que ha<br />

estado desarrollándose a través de las generaciones; y<br />

nosotros somos parte de ese programa.<br />

Y no queremos que nuestros hijos ignoren el Programa de<br />

Dios, porque los que ignoran el Programa Divino para el<br />

tiempo en que viven, pierden las bendiciones divinas que hay<br />

en ese Programa; pero los que reconocen el Programa de Dios<br />

y se colocan en ese Programa, reciben todas las bendiciones<br />

que Dios tiene para Su pueblo, para Sus hijos, en ese tiempo,<br />

y quedan sellados en el Reino de Dios para otros tiempos<br />

futuros, quedan sellados en el Reino de Dios para el glorioso<br />

Reino milenial y para toda la eternidad.<br />

Así que podemos ver la importancia de la madre en este<br />

planeta Tierra, podemos ver que hay un Programa Divino que<br />

ha estado llevándose a cabo.<br />

Los científicos, con todo lo que ellos han aprendido, todavía<br />

no han podido crear un ser humano. Hablan acerca de los


62<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Por esa causa cuando un hombre tiene una novia, él es<br />

tipo de Cristo, y ella es tipo de la Novia de Cristo. Y<br />

cuando se casan: Cristo está representado en ese hombre<br />

que se está casando; y la Esposa del Cordero está<br />

representada en esa novia, en esa joven que se ha casado,<br />

y esa mujer viene a ser tipo y figura de la Esposa de<br />

Cristo. Cristo y Su Esposa representados en el<br />

matrimonio de una pareja, para producir hijos e hijas de<br />

Dios.<br />

Así es Cristo y Su Esposa. Y así cada pareja al casarse<br />

deben siempre orar a Dios para que envíe a su hogar, al seno<br />

de su hogar, hijos e hijas de Dios manifestados en cuerpos<br />

humanos, para que se cumpla en ellos el programa divino;<br />

porque es algo grande y maravilloso, es una bendición muy<br />

grande tener hijos e hijas en el matrimonio, pero lo más<br />

grande de todo es que sean esos hijos e hijas del Dios<br />

viviente; y eso es dar a luz para bendición.<br />

Todos queremos tener hijos e hijas de Dios aquí en la<br />

Tierra, en nuestros hogares, en nuestras familias. Por esa<br />

causa es necesario que los jóvenes oren a Dios para que les<br />

guíe en el camino de esta vida terrenal, para cuando se unan<br />

en matrimonio, sea con una joven elegida de Dios para tener<br />

hijos e hijas del Dios viviente aquí en la Tierra para bendición<br />

de esa pareja y para bendición de esos hijos, pues todos<br />

deseamos que nuestros hijos sean escogidos de Dios.<br />

Oremos siempre a Dios, los jóvenes y también los adultos<br />

para que nuestras familias sean familias celestiales, aunque<br />

nacidas aquí en la Tierra en cuerpos mortales, en cuerpo<br />

temporal, pero con la promesa de un cuerpo eterno. Y así<br />

podamos ayudar a nuestros hijos a que tengan un segundo<br />

nacimiento; ya que han nacido en nuestra familia, que<br />

también nazcan en la familia de Dios, en el Reino de Dios, en<br />

y a través de la Jerusalén Celestial, a través de la unión de<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 19<br />

Así que Nicodemo tenía un tremendo problema, el cual le<br />

reflejó a Jesús en la forma que le habló a Jesús.<br />

Y le pregunta a Jesús: “¿Puede acaso el hombre ya siendo<br />

viejo entrar en el vientre de su madre y nacer de nuevo?<strong>”</strong><br />

Jesús le dice: “Siendo tú el maestro de Israel, ¿no sabes<br />

esto, tú no sabes cómo es esto? Lo que sabemos hablamos.<strong>”</strong><br />

Nicodemo sabía hablar en términos naturales, físicos;<br />

aunque tenía conocimiento de las cosas de Dios, pero la<br />

aplicación que le daba, era física; y si había que nacer de<br />

nuevo, se requería una madre.<br />

Y Nicodemo pensó: “Bueno, si uno va a nacer de nuevo;<br />

pues, si ya no tiene madre, tiene que la madre nacer, hacer<br />

que nazca de nuevo, dar a luz de nuevo al mismo hijo, tiene<br />

que ser así. Entonces, ¿es acaso que esto se puede hacer? (Le<br />

pregunta a Jesús). Eso no es posible.<strong>”</strong><br />

Y Jesús, no le está hablando de nacer de nuevo físicamente<br />

a través de una mujer, o de otra mujer literal. Jesús está<br />

hablando en unos términos de creación; y los términos de<br />

creación son muy diferentes a los términos del ser humano,<br />

cuando se multiplica teniendo más hijos.<br />

Ahora, ya hemos visto que hay dos formas para aparecer en<br />

este planeta Tierra: una por creación, la otra por la unión de<br />

un hombre y de una mujer, en las relaciones íntimas.<br />

Adán vino por creación, el primer hombre. El segundo<br />

hombre que vino a este planeta Tierra, sin la unión de un<br />

hombre y de una mujer, en las relaciones íntimas, fue Jesús.<br />

Por eso se le conoce bíblicamente como el segundo Adán.<br />

Vino por creación divina en el vientre de María, donde Dios<br />

creó una célula de sangre, y se fue multiplicando hasta que<br />

formó el cuerpo de Jesús; un cuerpo perfecto, un cuerpo<br />

inmortal como el de Adán.<br />

Y se pregunta usted: “¿Y por qué Adán murió, y por qué<br />

Jesús murió también si eran cuerpos inmortales?<strong>”</strong> Porque para


20<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

un cuerpo inmortal, la única forma en la cual se puede hacer<br />

mortal es por el pecado.<br />

Jesús, ese cuerpo que nació de María vino por creación. Él<br />

decía: “Nadie me quita la vida, Yo la pongo por mí mismo,<br />

para volverla a tomar.<strong>”</strong> Así que hay una diferencia grande<br />

entre un cuerpo nacido, aparecido por creación, y un cuerpo<br />

nacido por relaciones íntimas de un hombre y una mujer.<br />

El cuerpo nacido por las relaciones de un hombre y de una<br />

mujer, es un cuerpo mortal, temporero, corruptible, sujeto a<br />

esta dimensión terrenal, con la que tiene esta dimensión<br />

terrenal.<br />

Un cuerpo nacido por creación no está sujeto a esta<br />

dimensión, ni a las leyes de la dimensión terrenal, como<br />

hemos visto en Jesús: podía caminar sobre las aguas, podía<br />

multiplicar los panes y los peces, podía pasar por las paredes<br />

y entrar a una casa aún con las puertas cerradas, y luego<br />

ascendió al Cielo, sin usar medios de transporte humano,<br />

como aviones o cohetes.<br />

Ahora, se requiere para nacer de nuevo, se requiere una<br />

madre. Dios hizo provisión para usted y para mí de una madre<br />

terrenal, para aparecer en este planeta Tierra, para algo<br />

temporero, una estadía por determinado tiempo. Y Él tiene<br />

una madre para ese nuevo nacimiento, del cual Él estuvo<br />

hablándole a Nicodemo.<br />

Y nos preguntamos, porque usted y yo sabemos cuál es<br />

nuestra madre terrenal que nos dio este cuerpo físico, a la cual<br />

estamos agradecidos en todo, y a Dios por esa madre terrenal.<br />

Ahora, veamos la madre, nuestra madre del nuevo<br />

nacimiento. Primero se nace en otra dimensión: así como<br />

Adán, como Jesús, porque estamos hablando de nacer por<br />

creación, porque solamente así se puede vivir eternamente.<br />

Estando en el día de la madre o de las madres, queremos<br />

también honrar nuestra Madre que nos ha traído el nuevo<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 61<br />

dice:<br />

“...sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la<br />

ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de<br />

muchos millares de ángeles,<br />

a la congregación de los primogénitos que están inscritos<br />

en los cielos<strong>”</strong><br />

La congregación de los Primogénitos son los hijos de la<br />

Jerusalén Celestial, que es la Madre de todos nosotros; porque<br />

ella es el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, en donde el<br />

Señor Jesucristo, como el Esposo, ha colocado Su Palabra<br />

creadora para crear los hijos de Dios, para producir el nuevo<br />

nacimiento de cada hijo de Dios en el Reino de Dios.<br />

La madre de todos nosotros, como hemos visto, es la Nueva<br />

Jerusalén (la Celestial). Ahí está nuestro nombre escrito, y<br />

somos nosotros miembros de la Jerusalén celestial. Por esa<br />

causa Él prometió colocar en cada uno de nosotros Su<br />

Nombre, el Nombre eterno de Dios y el nombre nuevo del<br />

Señor Jesucristo, y la Jerusalén Celestial también tiene ese<br />

Nombre eterno de Dios, porque es la Esposa del Cordero. Por<br />

esa causa Juan la vio como una Esposa ataviada para su<br />

marido. La esposa lleva el nombre del esposo, y también los<br />

hijos.<br />

Ahora, siendo nosotros en el campo espiritual hijos de Dios,<br />

y venidos a esta Tierra para que se realice en nosotros el<br />

nuevo nacimiento en el Reino de Dios, nosotros hemos nacido<br />

en el Reino de Dios por Cristo, el cual ha hablado Su Palabra<br />

a Su Esposa y ha producido el nacimiento, por Creación<br />

divina, de cada uno de nosotros en el Reino de Dios.<br />

La madre terrenal que Dios nos ha dado en este planeta<br />

Tierra viene a ser entonces tipo y figura de la Esposa del<br />

Cordero, es tipo y figura de la Nueva Jerusalén: privilegio<br />

grande que Dios le ha dado a las madres, para que vivan<br />

felices y contentas, y se realice en ellas el propósito divino.


60<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

cada dispensación son creados los hijos de Dios para esa<br />

edad, y nacen en esa edad, y vienen a ser hijos de la Jerusalén<br />

celestial, hijos de la Esposa de Cristo y del Esposo, que es<br />

Cristo.<br />

Aquí, vean ustedes, el Apóstol San Pablo en Gálatas<br />

capítulo 4, verso 22 en adelante, dice:<br />

“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la<br />

esclava, el otro de la libre.<br />

Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la<br />

libre, por la promesa.<br />

Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos<br />

pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para<br />

esclavitud; éste es Agar.<strong>”</strong><br />

Vean ustedes, Agar, la sierva egipcia de Sara que vino a ser<br />

madre de Ismael, hijo de Abraham, está representando... El<br />

hijo de Abraham a través de la sierva Agar está representando<br />

al pueblo hebreo, el cual recibió la Ley allá en el monte Sinaí;<br />

y como nación el pueblo hebreo nació en ese monte. Luego<br />

sigue diciendo:<br />

“Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde<br />

a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en<br />

esclavitud.<br />

Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos<br />

nosotros, es libre.<strong>”</strong><br />

Aquí podemos ver que la Jerusalén Celestial es Madre de<br />

todos los hijos libres de Dios, los cuales no son engendrados<br />

de sangre ni de voluntad de varón, sino que son engendrados<br />

por la Palabra de Dios, son creados por la Palabra de Dios en<br />

la Edad que les corresponde vivir.<br />

Y perteneciendo todos nosotros a la Jerusalén Celestial, la<br />

cual es Madre de todos nosotros... porque esa Jerusalén<br />

celestial tiene hijos.<br />

Ahora, aquí en Hebreos, capítulo 12, verso 22 en adelante,<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 21<br />

nacimiento, y que ocasionará el nacimiento en un cuerpo<br />

perfecto. Esa Madre no nos va a dejar.<br />

Bueno, vamos a ver, vamos a preguntarle a San Pablo<br />

acerca de nuestra Madre del nuevo nacimiento.<br />

Recuerden una cosa: usted y yo llevamos el nombre de<br />

nuestros padres por el nacimiento físico que hemos tenido,<br />

pero por el nacimiento del cual habla Jesús, obtendremos el<br />

Nombre de nuestro Padre y nuestra Madre, los que tienen que<br />

ver con el nuevo nacimiento.<br />

Ahora, San Pablo, escribiéndole a los Gálatas, en el capítulo<br />

4, cuando estaba dando a conocer un gran misterio, dice:<br />

“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos ; uno de<br />

la esclava, el otro de la libre.<br />

Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la<br />

libre, por la promesa.<br />

Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos<br />

pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para<br />

esclavitud; éste es Agar.<br />

Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a<br />

la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos , está en<br />

esclavitud.<br />

Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos<br />

nosotros, es libre.<strong>”</strong><br />

Hijo de Dios, ¡he aquí, tu Madre del Cielo! La Nueva<br />

Jerusalén, que es el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, la<br />

Esposa del Cordero.<br />

“Porque está escrito:<br />

Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;<br />

Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de<br />

parto;<br />

Porque más son los hijos de la desolada, que de la que<br />

tiene marido.<br />

Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la


22<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

promesa.<br />

Pero como entonces el que había nacido según la carne<br />

perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también<br />

ahora.<br />

Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su<br />

hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de<br />

la libre.<br />

De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava,<br />

sino de la libre.<strong>”</strong><br />

He aquí nuestra Madre del nuevo nacimiento, en la cual<br />

Dios colocó esa Palabra hablada para el nuevo nacimiento<br />

espiritual, naciendo en la sexta dimensión, la dimensión de la<br />

teofanía, la dimensión donde tenemos representación, donde<br />

tenemos nuestro cuerpo teofánico o espíritu teofánico,<br />

llamado también el Ángel del Señor, que acampa en derredor<br />

de los que le temen, y los defiende.<br />

Todo eso porque hemos tenido a una Madre para el nuevo<br />

nacimiento, en la cual Dios colocó ese germen de vida, la<br />

Palabra.<br />

Recuerden que estamos pasando por un proceso en el<br />

Programa de Dios. Y el Programa de Creación no quedó<br />

paralizado con la caída, ha continuado, y hemos de obtener un<br />

cuerpo también físico, creado por la Palabra.<br />

Por eso la Esposa del Cordero, el Cuerpo Místico del Señor<br />

necesita tener la Palabra Creadora, con la cual será creado el<br />

cuerpo eterno que hemos nosotros de tener. Y eso ocurrirá en<br />

la resurrección de los muertos y la transformación de los<br />

vivos.<br />

Y esa Palabra creadora que creará ese cuerpo eterno a<br />

imagen y semejanza del Señor Jesucristo, es la Palabra<br />

creadora de la gran Voz de Trompeta, la Trompeta Final, el<br />

Mensaje del Ángel del Señor Jesucristo, que trae el germen de<br />

Vida para producir el nuevo cuerpo, el cuerpo eterno; un<br />

LA MADRE<br />

<strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />

Por el Reverendo William Soto Santiago<br />

Domingo, 10 de Mayo de 1992<br />

Villahermosa, México<br />

F elicidades a todas las madres, hoy domingo día de las<br />

madres.<br />

Que Dios las bendiga a todas y las prospere y las use<br />

grandemente cada día más en el Programa Divino.<br />

“LA MADRE <strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong><br />

Humanamente aquí en la Tierra cada hijo de Dios ha venido<br />

a través de una madre terrenal, y ha llegado a esta Tierra para<br />

cumplir un Programa Divino, en el cual tiene una parte muy<br />

importante cada hijo de Dios. Y le damos gracias a Dios por<br />

cada una de las madres de los hijos de Dios, las cuales han<br />

sido usadas por Dios en Su Programa para traer hijos de Dios<br />

a este planeta Tierra, para que así se cumpla el Programa<br />

Divino.<br />

Ahora, también tenemos una Madre Espiritual. Esa Madre<br />

Espiritual es el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Ese<br />

Cuerpo Místico del Señor Jesucristo ha recibido Su Palabra<br />

en cada tiempo, en cada edad, para producir los hijos de Dios<br />

de cada edad, para operar el nuevo nacimiento de cada hijo de<br />

Dios, para nacer en el Reino de Dios.<br />

Cada hijo de Dios ha recibido su nuevo nacimiento en el<br />

Reino de Dios del Agua y del Espíritu, por esa Palabra<br />

hablada de Dios para cada Edad y para cada dispensación.<br />

En San Juan capítulo 1, verso 12, dice:<br />

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su<br />

nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;<br />

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de<br />

carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. <strong>”</strong><br />

Porque por la Palabra hablada de Dios en cada edad y en


58<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde a todos.<br />

<strong>“MADRES</strong> <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong><br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 23<br />

cuerpo creado por Dios, por Su Palabra creadora.<br />

Y ese cuerpo surgirá en este tiempo final. Del polvo de la<br />

tierra serán creados los cuerpos para los muertos que han de<br />

resucitar, porque todos los muertos escucharán la Voz del<br />

Hijo de Dios y se levantarán, resucitarán, porque esa es la<br />

Palabra creadora creando el cuerpo eterno. Y los vivos serán<br />

transformados, porque tendrán el polvo de la tierra que se<br />

necesita para crear el nuevo cuerpo; y ese polvo de la tierra es<br />

el cuerpo que usted y yo tenemos.<br />

Así que ya tenemos el polvo de la tierra que Dios utilizará<br />

en la creación de nuestro cuerpo eterno. Pero hemos visto que<br />

primero hemos tenido que pasar por el nacimiento espiritual<br />

en la sexta dimensión o la dimensión de la teofanía, en donde<br />

hemos obtenido un cuerpo teofánico; o sea, un espíritu<br />

teofánico; porque el espíritu con el que nacimos, fue un<br />

espíritu del mundo, en la permisiva voluntad de Dios; porque<br />

no habíamos pasado por la sexta dimensión; porque después<br />

de la caída, ningún hombre ha podido pasar por la sexta<br />

dimensión para nacer allí primero.<br />

Así que por esa causa la raza humana ha estado moviéndose<br />

en la forma en que se ha movido.<br />

Ahora, Dios tiene un Programa. Su Programa de Creación<br />

no ha sido paralizado. Todo va aconteciendo en el tiempo<br />

determinado de Dios. Su Programa es incambiable; estamos<br />

viviendo en el tiempo en que hemos de obtener por creación,<br />

el cuerpo que utilizaremos en toda la eternidad.<br />

Ahora, en términos espirituales hemos visto a nuestra Madre<br />

espiritual. Tenemos nuestra madre física, que es la que nos<br />

trajo, la que nos dio a luz en estos cuerpos terrenales, pero<br />

tenemos nuestra madre espiritual, que es la Jerusalén<br />

Celestial, la que nos dio a luz espiritualmente por la Palabra,<br />

el Mensaje divino para el tiempo final; así como en cada edad<br />

nacieron los hijos de Dios espiritualmente por esa Palabra,


24<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

que el Mensajero trajo de parte de Dios en cada Edad.<br />

Era nada menos que el Señor Jesucristo engendrando hijos,<br />

produciendo hijos de Dios por la Palabra hablada, a través de<br />

Su Iglesia.<br />

Ahora, en el tiempo en que nosotros vivimos, los hijos de<br />

Dios por la Palabra hablada, por el Mensaje de Gran Voz de<br />

Trompeta, recibirán también el cuerpo físico que necesitamos<br />

para obtener la imagen y semejanza del Señor Jesucristo.<br />

Sin ese Mensaje no hay resurrección de los muertos, ni<br />

transformación de los vivos. Por esa causa, en el pasado no<br />

podía ocurrir la resurrección de los muertos y transformación<br />

de los vivos: porque se requiere la Palabra creadora, el<br />

Mensaje de gran Voz de Trompeta, que es colocado en el<br />

Cuerpo Místico para producir todas esas promesas divinas<br />

correspondientes al tiempo final.<br />

Ahora, hablando en el campo espiritual, la Novia, la Iglesia<br />

o Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, por la Palabra<br />

Hablada, por el Mensaje de un Ángel, esa Palabra, así como<br />

María, por el Mensaje que le trajo el Ángel o Arcángel<br />

Gabriel, ella recibó esa gran bendición de ser madre de Jesús<br />

de Nazaret; o sea, de ser la persona en la cual Dios colocara<br />

esa célula de sangre, y así se multiplicara en ella, hasta<br />

obtener un cuerpo, y luego dar a luz ese cuerpo. Ella tuvo el<br />

privilegio de ser la portadora de esa Palabra creadora, la cual<br />

se materializó en ella.<br />

Ella tuvo ese privilegio, el privilegio que Eva despreció.<br />

Eva hubiera tenido a Jesús, pero cuando cambio el orden<br />

creativo, entonces tuvo a Caín, y luego a Abel. Ambos<br />

nacieron, estaban en la misma barriga, pero uno nació primero<br />

y el otro después.<br />

Ahora, más que el nacimiento físico es el nacimiento<br />

espiritual; más que la madre física, humana, es la Madre<br />

espiritual. Pero ella, la física representa la espiritual; y si la<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 57<br />

humanidad, y es una bendición para la Iglesia del Señor<br />

Jesucristo.<br />

Ahora, podemos ver que hay un propósito en Dios tener<br />

madres en medio de Su Iglesia. Y también las madres en<br />

medio de la Iglesia trabajan en todas las demás actividades<br />

que hay para llevar a cabo, tanto llevando el Mensaje, como<br />

cocinando también, porque hay que comer también. ¿Verdad<br />

Miguel? Y haciendo las diferentes cosas que hay que hacer,<br />

y luchando también para cuando hay planes de comprar algo<br />

en la obra, pues también luchan trabajando para que se logren<br />

las metas para obtener económicamente lo que se necesita y<br />

comprar las cosas; porque no esperamos que vengan a<br />

ayudarnos de afuera otras personas, sino nosotros mismos.<br />

Somos bendecidos por Dios, por lo tanto, nosotros mismos<br />

trabajamos para que sea posible obtener lo que se necesita en<br />

la Obra del Señor.<br />

Así que, madres portadoras de simiente de Dios, de hijos e<br />

hijas de Dios, adelante sirviendo a Cristo con toda vuestra<br />

alma, cuidando esa simiente de Dios, esos hijos de Dios, que<br />

Dios les ha dado a ustedes, los cuales son joyas del Cielo, son<br />

almas del Cielo escritas en el Libro de la Vida del Cordero.<br />

Y Dios les ha dado la bendición a ustedes de tener un<br />

regalito tan hermoso como ése, para que lo cuiden y lo<br />

ayuden y lo encaminen siempre en las cosas de Dios.<br />

Así que, Dios les continúe bendiciendo, que Dios les<br />

guarde, y les use en Su Obra todos los días de vuestra vida,<br />

y les use cuidando esos escogidos que Dios les ha dado a<br />

ustedes. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y<br />

amén.<br />

Bueno, dejo nuevamente con ustedes a nuestro amigo y<br />

hermano Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra<br />

parte, ya que tenemos que pasar a la reunión de ministros<br />

dentro de algunos momentos.


56<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Y eso es lo que Dios quiere: que así como van creciendo<br />

físicamente, vayan creciendo en sabiduría y conocimiento de<br />

Dios y Su Programa, y que comprendan el Programa de Dios<br />

para nuestro tiempo, también comprendan la historia del<br />

Programa que Dios llevó a cabo en edades y dispensaciones<br />

pasadas.<br />

Así que, vean ustedes, Dios para el pueblo hebreo ordenó<br />

que le enseñaran a sus hijos y a los hijos de sus hijos, o sea,<br />

a los hijos y a los nietos, y si nacen los bisnietos, también<br />

para los bisnietos, le enseñaran el Camino de Dios, le<br />

enseñaran el porqué guardaban la pascua, le hicieran saber la<br />

historia, por lo cual luego ellos guardaban la pascua,<br />

guardaban ese día de fiesta donde usaban un cordero, el cual<br />

sacrificaban el día antes de la pascua, o sea, en la víspera de<br />

la pascua. Y eso era una enseñanza histórica de algo que Dios<br />

hizo, pero también era una enseñanza profética de algo que<br />

Dios haría, cuando Dios enviaría al Cordero de Dios, al<br />

Cordero Pascual, el cual fue Jesucristo.<br />

Y así esos niños iban creciendo en el conocimiento de Dios<br />

y se iba haciendo carne en ellos esa Palabra de Dios, y<br />

entonces esos niños tenían una base sólida de Dios y Su<br />

Programa.<br />

Por lo tanto, la Escritura dice: “Instruye al niño en su<br />

carrera, y aún cuando sea viejo (o sea grande), no se apartará<br />

de ella.<strong>”</strong> ¿Por qué? Porque tiene un buen fundamento, tiene el<br />

conocimiento de lo que ya Dios hizo, o sea, un conocimiento<br />

de historia de lo que Dios realizó, tiene un conocimiento de<br />

lo que Dios está haciendo y tiene un conocimiento de lo que<br />

Dios hará. Por lo tanto, ese niño va creciendo en sabiduría y<br />

en conocimiento de Dios y en gracia delante de Dios, y la<br />

bendición de Dios es suya.<br />

Por lo tanto, es ese niño, a medida que va creciendo, es una<br />

bendición para sus padres, para su comunidad, y para toda la<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 25<br />

física se mantiene en el Programa de la Madre Espiritual,<br />

tendrá el privilegio y los beneficios que la Madre Espiritual<br />

trae de parte de Dios.<br />

La familia, el humano es muy importante: por eso sobrevive<br />

la raza humana. Pero más importante que eso es la Familia<br />

Espiritual, porque esa es la verdadera Familia que vivirá<br />

eternamente, y esto es sin menospreciar la familia terrenal. La<br />

Familia Celestial es inseparable.<br />

Tenemos un Padre, y hemos descubierto que también<br />

tenemos una Madre: La Nueva Jerusalén. Por eso en<br />

Apocalipsis, capítulo 22 y verso 17, dice: “El Espíritu y la<br />

Esposa...<strong>”</strong> Esa Esposa, pues tiene hijos; somos los hijos de la<br />

Esposa del Cordero, del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo,<br />

porque son una sola carne el Esposo y la Esposa.<br />

Así que podemos ver que para los hijos de Dios lo más<br />

importante es la Familia de la cual viene, pero en lo espiritual.<br />

En lo físico no importa quién sea su madre terrenal; eso no<br />

impide para usted ser un hijo de Dios.<br />

Y una persona, que porque su madre sea la reina de tal o<br />

cual país, eso no le da méritos para ser un hijo de Dios. Lo<br />

que realmente delante de Dios vale mucho, es que su Madre<br />

sea la Jerusalén Celestial; y esa es la Madre de todas las<br />

madres: la Jerusalén espiritual.<br />

Y es un privilegio y es motivo de regocijo para un hijo de<br />

Dios, que es un hijo de la Jerusalén Celestial, que también la<br />

Jerusalén Celestial sea la madre de su madre terrenal, que<br />

ambas madres estén unidas.<br />

Por eso Jesús dijo en una ocasión, cuando vinieron a buscar<br />

a Jesús, y le dicen: “Mira, tu madre y tus hermanos te están<br />

buscando.<strong>”</strong> El dice: “¿Y quién es mi madre, y quiénes son mis<br />

hermanos? ¿Quiénes? Los que hacen la voluntad de mi<br />

Padre.<strong>”</strong><br />

Ahora, vean que Jesús coloca a un nivel más alto; porque


26<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

delante de Dios ese nivel está sobre todo nivel humano. La<br />

verdadera Familia es delante de Dios: los hijos del Señor<br />

Jesucristo a través de la Nueva Jerusalén Celestial, de la<br />

Iglesia del Señor Jesucristo.<br />

Para Dios esa es la verdadera Familia que vivirá<br />

eternamente, y siempre estará unida por toda la eternidad; y<br />

por esa causa los que pertenecen a esa Familia son hermanos<br />

de Padre y de Madre, aunque en lo terrenal no sean ni primos<br />

lejanos.<br />

Y cuando nuestra madre terrenal puede ver que sus hijos<br />

tienen otros hermanos, que no son por parte de padre terrenal,<br />

sino por parte de nuestro Padre Celestial, por parte del Señor<br />

Jesucristo, que es nuestro Padre, que nos creó por Su Palabra<br />

en Su Esposa, en Su Iglesia; cuando nuestra madre terrenal ve<br />

eso, se regocija; porque sabe que esos hermanos son más<br />

hermanos, que los hermanos que han nacido por la madre<br />

terrenal.<br />

Así que el regocijo de una madre es que sus hijos sean hijos<br />

de la Madre Celestial, la Jerusalén Celestial. Y cada madre<br />

siendo tipo y figura de la Madre Celestial, la Jerusalén<br />

Celestial; porque mujeres representan iglesias, y la madre<br />

terrenal representa la Madre Espiritual; así como Sara<br />

representaba la Jerusalén Celestial, en tipo y figura, la cual<br />

tendría hijos por la Palabra de la promesa.<br />

Es la Palabra de la promesa para la Edad en que uno vive,<br />

la Palabra que da a conocer la Obra que Dios está llevando a<br />

cabo en ese tiempo. La Palabra, el Mensaje que corresponde<br />

a ese tiempo, esa Palabra es la Palabra que produce, que crea<br />

hijos de Dios en cada edad y en cada dispensación.<br />

Esa es la Palabra que recibe la Madre Celestial, espiritual;<br />

para luego ver cómo nacen hijos del Señor Jesucristo por la<br />

Palabra que ella recibió, y va aumentándose la Familia del<br />

Señor Jesucristo a través de esa Iglesia, de esa Esposa que Él<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 55<br />

en su cuerpo, ahí está esperando el nacimiento.<br />

No se preocupen en cuanto a eso, dejen que todas las cosas<br />

ocurran, y siempre que van a tener un bebé oren a Dios, y aún<br />

antes, cuando ya están pensando en tener bebés, oren a Dios,<br />

para que Dios les dé un bebé donde Dios coloque un alma del<br />

Cielo que esté escrita en el Libro de la Vida del Cordero.<br />

Porque lo que queremos son niños que amen a Dios, que<br />

sirvan a Dios, que trabajen en la Obra de Dios, y para eso<br />

pues tienen que ser hijos escritos en el Cielo, en el Libro de<br />

la Vida del Cordero.<br />

Vean, esa es una de las formas en que aumentamos el grupo<br />

del Cuerpo Místico de Cristo. Pero no vamos a irnos de ese<br />

lado nada mas. Hay que salir a llevar el Mensaje para que<br />

también los que están ya nacidos lleguen al Mensaje.<br />

Así que, madres portadoras de simiente de Dios, de hijos e<br />

hijas de Dios, los cuales los portan primero en el vientre y<br />

después los cargan y después los portan llevándolos<br />

caminando, pero siguen portándoles, llevándoles y<br />

enseñándoles el Camino de Dios, lo cual es una<br />

responsabilidad para cada una de las madres, tanto para el<br />

padre y la madre. Y es muy importante que los tengan<br />

siempre también en las clases bíblicas, para que se adelanten.<br />

Y por cuanto las clases bíblicas para los niños es una ayuda<br />

para las madres, entonces aprovechen esa ayuda que Dios ha<br />

provisto para ustedes, pues ha colocado maestras para niños<br />

para ayudar a sus niños.<br />

Así que, le están ayudando en el trabajo de enseñar en el<br />

Camino de Dios a sus niños, lo cual es una bendición.<br />

Y ustedes madres, pues no se descuiden en estudiar, no sea<br />

que los niños, sus hijos se les pasen a ustedes, porque algunas<br />

veces regresan con preguntas o explicando cosas, las madres<br />

o los padres se rascan la cabeza: “Ya éste sabe más que yo.<strong>”</strong><br />

Es que está aprovechando el tiempo.


54<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Ya Erica comenzó guiando y enseñando al bebé, ya estando<br />

en su vientre, desde el primer mes ya estaba instruyéndolo en<br />

el Camino de Dios; y qué mejor que madres creyentes para<br />

traer a materialización en carne humana almas de Dios<br />

escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero; o sea,<br />

que es una bendición grande.<br />

Y cuando los presentamos a Cristo, ahí quedan dentro del<br />

Nuevo Pacto, dentro del Pacto Divino. Pero, ¿y qué antes de<br />

presentarlos a Cristo cuando están en el vientre? Bueno están<br />

en usted y usted está dentro del Pacto Divino. Así que, no hay<br />

ningún problema.<br />

Y si ocurre la transformación y el Rapto, ¿qué será de<br />

nuestros hijos? Pues serán unos jovencitos al lado de nosotros<br />

que también seremos jovencitos; porque ellos van a ser<br />

transformados también, y van a recibir aun siendo niñitos o<br />

bebés, van a recibir el cuerpo glorificado, que viene en un<br />

cuerpo jovencito; o sea, que a nosotros nos ha tomado para<br />

obtener el cuerpo, hasta los... digamos hasta los 18 años (nos<br />

tomó 18 años), y ellos, aunque sean un bebé de un mes o de<br />

menos, les tomará ese tiempo nada más en el tiempo que toma<br />

de nacer al recibir el cuerpo glorificado, le tomará un mes si<br />

ocurre la resurrección cuando ya tenga un mes; y si ocurre<br />

cuando tenga un día, pues le tomará un día o dos, de bebé a<br />

joven.<br />

Y si está en el vientre, pues no se preocupe por eso: Dios le<br />

dará el cuerpo nuevo, y del vientre, pues vendrá a ser un<br />

jovencito. ¿Cómo ocurrirá eso? Espere que ocurra las que<br />

estén embarazadas. Por lo tanto, no se preocupen porque si en<br />

usted están dos personas: usted y el bebé; pues Dios, así como<br />

tiene un cuerpo físico ahí en su vientre para su bebé, pues<br />

Cristo tendrá un cuerpo glorificado para su bebé.<br />

Así que, ése es el más rápido que obtiene; obtiene el cuerpo<br />

glorificado, sin todavía haber nacido en la Tierra, pero ya está<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 27<br />

tiene.<br />

Debe tener, debe recibir esa Palabra creadora, el Mensaje<br />

que corresponde para ese tiempo. Eso es lo más grande que en<br />

el Programa Divino se lleva a cabo. Y así es como se nace en<br />

el Reino de Dios, y así es como se es heredero; porque para<br />

ser heredero tiene la persona que nacer en esa familia; y por<br />

los genes de la Palabra de Dios, nacen los hijos de Dios en el<br />

Reino de Dios.<br />

Ahora, en este día de las madres, felicidades nuevamente a<br />

todas las madres; y a la Madre Celestial, a la Madre que trae<br />

hijos del Señor Jesucristo; y uno de los hijos, una de las cosas<br />

prometidas para esa Madre, es dar a luz la Segunda Venida<br />

del Hijo del Hombre: el privilegio más grande que esa Madre<br />

tiene prometido para el tiempo final.<br />

La Jerusalén Celestial tiene la promesa de dar a luz la<br />

Segunda Venida del Hijo del Hombre; con razón es<br />

bienaventurada y es llamada la Esposa del Cordero.<br />

¡Felicidades! A la Jerusalén Celestial, la Madre de todos<br />

nosotros. Y eso sí que es un descubrimiento grande, y un<br />

privilegio grande; que usted, aunque cada uno de ustedes<br />

tiene su propia madre terrenal, a la cual uno no le puede decir,<br />

uno no le puede decir a la mamá de otro: “Madre,<strong>”</strong> porque<br />

tiene su propia madre.<br />

Pero sin embargo, todos juntos y aún nuestras madres,<br />

todos, y los hijos, y todos podemos decirle a una, le podemos<br />

decir: “¡Madre mía que Dios te bendiga, que Dios te prospere<br />

en todo; me has alimentado con el Alimento Espiritual, que<br />

mi Padre ha traído a la Casa, para alimentar a todos Sus hijos,<br />

y no me has negado ese Alimento Espiritual. Ya no me estás<br />

dando una botella de leche, porque ya no estamos para leche,<br />

sino para comer comida dura, para comer el Maná escondido,<br />

para comer el Mensaje de gran Voz de Trompeta, la Trompeta<br />

final. ‘Porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino de


28<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

toda Palabra que sale de la Boca de Dios.’ Eres nuestra<br />

Madre, la mejor Madre que hay.<strong>”</strong><br />

La mejor Madre Espiritual es la Esposa del Cordero, es la<br />

Madre que alimenta a Sus hijos con el Alimento que su<br />

Esposo, el Señor trae a Su Casa, el Mensaje final, el Alimento<br />

Espiritual para cada uno de nosotros.<br />

Tenemos una madre terrenal, por la cual le damos gracias a<br />

Dios, y tenemos una Madre Espiritual, por la cual le damos<br />

gracias a Dios también.<br />

Y con la primera hemos obtenido esta vida terrenal, este<br />

cuerpo terrenal; con la segunda, la Celestial, obtendremos el<br />

cuerpo eterno y obtendremos todo lo que corresponde a la<br />

eternidad.<br />

¡Gracias a Dios! Por nuestra madre terrenal, y por<br />

nuestra Madre Celestial. Que Dios bendiga a ambas<br />

madres.<br />

Y cuando estemos en la Eternidad podamos ver a nuestra<br />

madre terrenal, porque a la Celestial la veremos, porque Ella<br />

y nuestro Padre Celestial tienen preparado un Hogar, y una<br />

Familia; vivirá eternamente y llevará el Nombre de Su Padre,<br />

el cual es también el Nombre que recibe la Esposa y Madre<br />

nuestra, la Jerusalén Celestial.<br />

Por esa causa el Nombre del Padre y el Nombre de la Nueva<br />

Jerusalén y el Nombre del Señor Jesucristo es el mismo, el<br />

cual Él escribe en nuestras frentes.<br />

Eso es nada menos que el acta de nacimiento en donde<br />

somos reconocidos como hijos del Señor Jesucristo y Su<br />

Esposa, nuestra Madre Espiritual.<br />

Que Dios bendiga a cada uno de los hijos de la Jerusalén<br />

Celestial, y bendiga a cada uno de ustedes que están aquí en<br />

esta ocasión, y a ustedes que a través de este video, pueden<br />

escuchar y ver todo esto de la cual estamos hablando en esta<br />

ocasión.<br />

MADRES <strong>PORTADORAS</strong><br />

<strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />

Por William Soto Santiago<br />

Lunes, 30 de Abril de 2001<br />

Topochico, Monterrey, México<br />

Primera Actividad<br />

M uy buenos días, madres portadoras de simiente de Dios;<br />

es para mí una bendición grande estar con ustedes en<br />

esta ocasión, para compartir unos momentitos aquí con<br />

ustedes, y saludarles.<br />

Y pedirle a Cristo que las bendiga grandemente, y que<br />

bendiga a sus hijos, los que tienen y los que han de tener<br />

también; porque veo aquí algunas que están esperando<br />

también; y las que vayan a tener más adelante también, que<br />

Dios las bendiga y bendiga sus hijos, sean hijos escritos en<br />

el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero. En el Nombre<br />

eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.<br />

¿Qué mejores damas para traer simiente de Dios, que<br />

madres creyentes? Son las mejores para traer hijos e hijas de<br />

Dios, simientes de Dios, traer esas almas de Dios para que se<br />

encarnen aquí en la Tierra en cuerpos terrenales, y ya al nacer<br />

ya están encaminados en el Camino de Dios, porque hasta<br />

cuando están en la barriga ya están asistiendo a las<br />

actividades, o sea, que en la barriga ya están escuchando, y<br />

las que les colocan las grabaciones en su barriga también,<br />

pues ahí también están aprendiendo.<br />

Eso es lo que también Erica siempre hace, y ya como<br />

estamos esperando un bebé para noviembre, ya está ella con<br />

las grabaciones colocándolas en su barriguita para que el bebé<br />

también esté escuchando. Y me dice ella que desde el primer<br />

mes ya se movía cuando se le ponía los Mensajes, y ya pues,<br />

se mueve cada vez y escucha. Y también América esta muy<br />

contenta también porque va a tener un hermanito ya pronto


COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 29<br />

Hoy cada hijo felicite a su madre si no lo ha hecho todavía,<br />

y dígale lo grande que Dios ha hecho trayéndolo a usted a<br />

existencia en este planeta Tierra, en este cuerpo terrenal, para<br />

ver el Programa Divino que corresponde a nuestro tiempo.<br />

Así como a nosotros nos ha dado el privilegio de nacer en<br />

esta Tierra para ver el Programa Divino y entrar en ese<br />

Programa, para tener también una Madre Celestial, la Nueva<br />

Jerusalén; o sea, que nuestra madre terrenal es como la Nueva<br />

Jerusalén, pero terrenalmente; celestialmente puede ser parte<br />

de esa Jerusalén Celestial.<br />

Así como amamos y deseamos ver a la Jerusalén Celestial,<br />

también hagamos y deseemos con nuestra madre terrenal, y<br />

orando siempre por ella, para que cuando pasemos a la<br />

eternidad, ella también pase y viva eternamente. Ese es el<br />

deseo de todo buen hijo, y es el deseo máximo que un buen<br />

hijo puede tener para su madre.<br />

Ahí no hay dinero, no hay nada comparable con ese deseo.<br />

Y si tiene ese deseo, estamos orando por ella, para que ella<br />

pueda vivir también eternamente.<br />

Así que en este día de las madres, todos como buenos hijos,<br />

decimos: ¡Felicidades a todas las madres! Y a la Celestial:<br />

¡Felicidades!<br />

Dios les bendiga, Dios les guarde, muchas gracias por<br />

vuestra amable atención.<br />

Dios les bendiga y Dios les guarde. Hasta el próximo<br />

domingo, Dios mediante.<br />

“LA MADRE.<strong>”</strong>


COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 51<br />

Apreciamos mucho, todos los varones apreciamos mucho<br />

que Dios haya tenido en esta Tierra madres, para traernos a la<br />

existencia.<br />

Y ustedes también madres aprecian mucho que antes de<br />

ustedes, hubieran madres también a través de las cuales<br />

ustedes vinieron.<br />

Así que tanto los hombres como las mujeres, hemos venido<br />

a través de una madre, y eso realmente es algo grande en<br />

medio de la raza humana. Por eso una madre, es una madre<br />

feliz.<br />

Dios les bendiga, Dios les guarde, que pasen todos un día<br />

feliz, y todas las madres que pasen un día feliz en este día en<br />

que las naciones gentiles recuerdan ese momento del<br />

nacimiento de cada hijo. Ese momento en que se convirtió en<br />

madre una mujer, y que después cuando ha tenido más hijos,<br />

en cada momento viene a ser madre de un nuevo hijo. Pero es<br />

una sola, para muchos hijos.<br />

Hijos, amen mucho a su madre, y ayúdenle en todo lo que<br />

ustedes sepan que les pueden ayudar. Respétenla, hónrenla,<br />

porque escrito está que el primer mandamiento con promesa<br />

es: “Honra a tu padre y a tu madre.<strong>”</strong> Es un mandamiento con<br />

promesa, honrar a tu padre y a tu madre, para que tenga bien,<br />

para que te vengan días buenos, para que tu vida y el futuro<br />

de tu vida, sea bueno, sea de grandes bendiciones de Dios.<br />

Que pasen todos muy buenas tardes, y será hasta el próximo<br />

domingo, Dios mediante.<br />

Todavía no tengo ningún viaje señalado, a menos que de<br />

momento, dé algún viajecito sin avisar; pero por el momento<br />

no tengo ningún viaje para este mes señalado.<br />

Así que espero estar nuevamente el domingo próximo con<br />

ustedes.<br />

Dios les bendiga, y Dios les guarde a ustedes, y disfruten<br />

todos este día de las madres.


50<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

cual sentimos esas cositas buenas acá en el corazón por el<br />

sexo opuesto.<br />

El joven siente admiración por el sexo opuesto, y por eso<br />

desea encontrar entre las jóvenes, una joven con la cual él<br />

pueda casarse, y formar un hogar y tener sus hijos. Y por eso<br />

es que nos unimos en matrimonio, nos casamos y tenemos<br />

hijos, y así colaboramos en el Programa Divino.<br />

Bueno, yo creo que comprenderemos muy bien, el porqué<br />

las madres son madres, el porqué las madres tienen una<br />

posición muy importante en el Programa Divino; y el porqué<br />

cuando alguna no podía ser madre, porque era estéril, Dios le<br />

concedía ese privilegio, aunque tardara muchos años, aunque<br />

se tardara un poco de tiempo, Dios les concedía ese<br />

privilegio. Y en las que se tardaba mucho, la bendición era<br />

mayor.<br />

Así que no tenían porqué lamentarse esas madres que<br />

vinieron a ser madres un poco tardías, porque Sara, la esposa<br />

de Abraham, se tardó mucho, pero ya siendo anciana, tuvo la<br />

alegría, la felicidad de tener un hijo de Abraham, el hijo de la<br />

promesa, que representaba al Mesías.<br />

Y Elisabet tuvo el privilegio de tener en su vejez, en un<br />

tiempo ya pasado para tener hijos, tuvo el privilegio, la<br />

bienaventuranza de tener al Profeta precursor de la Primera<br />

Venida del Señor.<br />

Y también otra tuvo el privilegio de tener a un hijo llamado<br />

Samuel. Así que no hay problema en cuanto a esto.<br />

Y recuerden, Dios ama a todas las madres.<br />

Dios bendiga a todas las madres y les ayude en esa gran<br />

labor que Dios ha colocado en sus manos: la labor de traer<br />

vida, de traer a existencia seres humanos, hijos, y también<br />

educarlos.<br />

Bueno, yo creo que ya con lo que hemos hablado, estamos<br />

yo creo muy contentos.<br />

MADRES FELICES<br />

Por el Reverendo William Soto Santiago<br />

Domingo, 13 de Mayo de 1984<br />

Cayey, Puerto Rico<br />

M uy buenos días amados amigos y hermanos. Dios les<br />

bendiga a todos, y mucha felicidad, amor y paz para<br />

todas las madres en este su día, y que Dios les bendiga en<br />

grande manera.<br />

Ya que estamos en el día de las madres, recordando que<br />

cada uno de los seres humanos hemos venido a esta Tierra,<br />

porque ha habido en esta Tierra una madre para cada uno de<br />

nosotros; y recordando la forma en que cada uno de nosotros<br />

hemos venido a existencia, podemos ir al Génesis, y el<br />

capítulo 1, verso 26 en adelante, nos dice:<br />

“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra<br />

imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los<br />

peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en<br />

toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la<br />

tierra.<br />

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo<br />

creó; varón y hembra los creó.<br />

Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos;<br />

llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del<br />

mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se<br />

mueven sobre la tierra.<strong>”</strong><br />

Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones.<br />

Conforme a la Palabra de Dios, conforme al Programa de<br />

Dios, la madre tiene un lugar muy importante en el Programa<br />

Divino: viene a ser una colaboradora grande en el Programa<br />

de Dios. Por eso tuvo que sacar del costado de Adán a la<br />

mujer, para que viniera más adelante a ser madre, y más<br />

adelante vino a ser madre de todos los vivientes.<br />

Así que los seres humanos sobre la Tierra han tenido una


32<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

madre, la cual le ha traído al mundo. Pero también tenemos<br />

que reconocer que antes de estar en la madre, estábamos en el<br />

padre.<br />

Del padre pasamos a la madre, para así poder ser<br />

manifestados en esta Tierra. Y la primer mujer, salió del<br />

hombre.<br />

Ahora, la tierra, de la cual Dios había tomado al hombre, la<br />

tierra representa a la madre. Así que todo estaba allí<br />

representado.<br />

Bueno, tenemos que ver y tenemos que comprender que<br />

Dios tiene un Programa muy grande en el cual la madre toma<br />

un papel muy importante.<br />

Y por eso Dios le ha dicho al hombre que el hombre tomará,<br />

se casará y tomará a su mujer, y vendrán a ser una carne. Y<br />

por causa de la mujer de la cual se enamora y se casa el<br />

hombre, dice, dejará el hombre a su padre y a su madre y se<br />

unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.<br />

Ahora, vean ustedes, que para la mujer ser madre, Dios tiene<br />

el Programa de la unión del hombre y la mujer en matrimonio,<br />

para que así se conviertan en una carne, y puedan tener sus<br />

niños, y puedan contribuir en el Programa Divino, para que<br />

así hayan seres humanos sobre la Tierra, que puedan escuchar<br />

la Palabra de Dios, puedan oír el Plan de Dios, y puedan<br />

entrar a ese plan divino, en donde recibirán Vida eterna.<br />

A través de las madres Dios ha traído a existencia terrenal<br />

a Sus hijos, que vienen de la eternidad, para tomar un cuerpo<br />

terrenal aquí en la Tierra, y para obtener ese cuerpo terrenal<br />

que cada uno de nosotros tenemos, Dios ha utilizado a todas<br />

las madres que han pisado este planeta Tierra.<br />

Así han estado viniendo, han estado apareciendo sobre la<br />

Tierra los hijos de Dios, aunque no en el cuerpo eterno que<br />

han de tener, sino en un cuerpo temporero, para así dar lugar<br />

al Programa de Dios, al Plan de Dios de Redención; porque<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 49<br />

poco tiempo, hablaremos un poquito acerca de los padres,<br />

aprovechando el tiempo para mostrar en lo espiritual lo que<br />

representa el ser padre, así como hemos hablado en esta<br />

ocasión lo que es, lo que representa en el Programa Divino,<br />

ser madres; o sea, cada uno tiene un privilegio: Las madres<br />

tienen un privilegio, los padres tienen otro privilegio. Todos<br />

tienen un gran privilegio en el Programa de Dios; y Dios lo<br />

escogió así.<br />

Así que cada cual ocupe su posición, no se mueva de su<br />

posición.<br />

Dios les bendiga, Dios les guarde y bendiga a todas las<br />

madres, y a las jovencitas y a las niñas, les ayude a tener un<br />

entendimiento claro de lo que es el Programa de Dios, y el<br />

propósito para el cual están en esta Tierra. Puedan entonces<br />

comprender el porqué nacieron mujeres y no hombres, y no<br />

desear haber sido hombres, si son mujeres.<br />

Y los hombres que han nacido hombres, pues, Dios quiso<br />

que fueran hombres; así que no le vamos a desear ni envidiar<br />

su posición; la admiramos, la apreciamos; y más bien lo que<br />

hacemos es que como entendemos que tienen un privilegio<br />

grande, el cual pueden desarrollar, el cual pueden poner a la<br />

disposición del Programa Divino. Por eso es que cada hombre<br />

ha de entender eso, entonces se enamoró de una joven y se<br />

casó: para ambos llevar a cabo el Programa de Dios.<br />

Debemos entender qué es un Programa Divino, y así<br />

entender el resto del Programa Divino, y educar a nuestros<br />

hijos en el camino de Dios, y hacer lo que dice la Escritura:<br />

“Instruye al niño en su carrera, y aún cuando fuere viejo, no<br />

se apartará de ella, de su carrera, de su camino.<strong>”</strong> [Proverbios<br />

22:6]<br />

Así que entendiendo que hay un Programa Divino, entonces<br />

no tenemos que lamentarnos, no tenemos que alterarlo<br />

tampoco, sino más bien, comprender que ese el motivo por lo


48<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

a existencia espiritual, a los hijos de esa edad.<br />

Por eso en cada edad ha habido alegría, regocijo, el<br />

Mensajero ha traído la simiente de Cristo, la simiente de Dios,<br />

la Palabra que es la simiente original, y la ha colocado en la<br />

Iglesia, ¿para qué? Para que nazcan los hijos de esa edad.<br />

¿Qué de nuestra Edad? ¿Qué de nuestro tiempo? ¿Y qué de<br />

los hijos de nuestra Edad? Por lo tanto, la Iglesia, la Novia del<br />

Señor, estará feliz, contenta, en tener los hijos de esta Edad,<br />

los cuales serán adoptados para recibir el Reino de Dios, y<br />

recibir la visita de los Santos que vendrán del Paraíso.<br />

Vendrán para ser nuestros invitados de honor en este<br />

tiempo; y tendremos el privilegio de tenerlos a todos ellos en<br />

nuestro tiempo, y ellos disfrutarán todas las bendiciones que<br />

Dios nos dará en este tiempo.<br />

Y el Cuerpo Místico del Señor, esa Madre Espiritual en<br />

donde ha sido colocada la simiente divina, la Palabra, será en<br />

este tiempo una madre feliz, y será una madre bienaventurada,<br />

así como todas las madres en este tiempo; y tendremos todas<br />

las bendiciones y privilegios en lo espiritual, que nos<br />

corresponden al ser hijos de Cristo, a través de la Madre<br />

Espiritual, en la cual Él nos ha engendrado.<br />

Y todas las madres de este tiempo podrán compartir también<br />

la alegría y felicidad de la Madre Espiritual de este tiempo.<br />

Dios bendiga, tanto a la Madre Espiritual como a las madres<br />

todas (literales) de este tiempo, y les ayude a ambas, a<br />

tenerles todo lo que necesitan sus hijos, y ayudarles en todo,<br />

para que ellas no solamente puedan ver, y sus hijos puedan<br />

ver que ellas son madres felices, sino que esas madres<br />

también puedan ver que los hijos, son hijos felices, los cuales<br />

comparten la felicidad y alegría de esas madres felices.<br />

<strong>“MADRES</strong> FELICES.<strong>”</strong><br />

Dios les bendiga, Dios les guarde, y dejaremos lo de los<br />

padres para dentro de algunas semanas, ya dentro de muy<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 33<br />

todos esos hijos de Dios que han estado apareciendo en esta<br />

Tierra, han estado participando de carne y sangre.<br />

Y por eso el Señor Jesucristo también participó de carne y<br />

sangre. Aún el mismo Señor Jesucristo para aparecer aquí en<br />

la Tierra, vino a través de una mujer.<br />

Él nació en esta Tierra, aunque en su formación, su cuerpo<br />

no había sido formado por intervención humana, sino divina.<br />

Pero nació en esta Tierra a través de una mujer, la cual fue<br />

bienaventurada en dar a luz al Hijo del Altísimo, dar a luz<br />

aquel cuerpo creado por el Altísimo.<br />

Y ella misma decía que ella era bienaventurada, y que la<br />

llamarían bienaventurada por esa causa. Ella en una ocasión<br />

mandada por el Ángel del Señor, fue a la casa de Elisabet, la<br />

esposa del sacerdote Zacarías, y ella fue porque el Ángel le<br />

dijo que Elisabet iba a tener un niño, el cual habría de ser<br />

Profeta del Altísimo, el cual prepararía el camino al Señor.<br />

Y entonces le dijo el Ángel: “Ve allá, a donde ella.<strong>”</strong> Y<br />

María fue adonde Elisabet (era otro lugar); y cuando llegó a<br />

ella, dice:<br />

“En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la<br />

montaña, a una ciudad de Judá;<br />

y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet.<br />

Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de<br />

María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del<br />

Espíritu Santo.<strong>”</strong><br />

Elizabet ya tenía bastantes años, no podía tener niños; su<br />

esposo, un ministro, sacerdote, también tenía muchos años;<br />

pero sin embargo esa era la pareja que Dios había escogido,<br />

para que el que le prepararía el camino al Mesías, naciese.<br />

Aun las que queriendo ser madres, no podían ser madres;<br />

para Dios no había ninguna cosa imposible; por lo tanto, Dios<br />

le concedió el privilegio grande de ser la madre de un Profeta,<br />

la madre del que le prepararía el camino al Señor, del cual el


34<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Señor dijo: “De los nacidos de mujer, no hay ninguno mayor<br />

que Juan.<strong>”</strong> [San Lucas 7:28] Así que Elisabet, siendo estéril,<br />

sería la madre bienaventurada de traer a este mundo al Profeta<br />

precursor de la Primera Venida del Señor. Sería una madre<br />

feliz, una madre bienaventurada.<br />

Todas las madres son madres felices, porque traen al mundo<br />

un hijo, niña o varón. Y a los padres les gustan las niñas y les<br />

gustan los varones; así que no hay problemas. Lo que no les<br />

gusta a los padres son los que no son ni niñas ni varones. Esa<br />

clase de hijos nadie quiere tener. Y una madre que tenga un<br />

niño así, no se siente feliz.<br />

Pero las madres felices, son felices porque tienen niños y<br />

niñas que pueden participar de las grandes bendiciones que<br />

Dios tiene en esta Tierra, las grandes bendiciones que Dios<br />

tiene para los seres humanos, y pueden entrar al Programa de<br />

Dios.<br />

Así que ser madre para una mujer, es el privilegio grande<br />

que Dios le ha dado a toda mujer; y aún las que por ser<br />

estériles, han orado a Dios, tarde o temprano Dios les ha<br />

respondido. Y si en alguna ocasión ha habido alguna que se<br />

ha ido a descansar al Paraíso, y no ha podido tener un niño, lo<br />

único que puedo decir es: “Dios sabrá por qué.<strong>”</strong> Porque Dios<br />

sabe todas las cosas.<br />

Así que en este día, que es el día de las madres felices, es el<br />

día que todos los hijos, hijas e hijos, reconocen que no han<br />

venido al mundo por casualidad, que no han venido al mundo<br />

así porque así, sino porque una mujer que se ha convertido en<br />

madre, le ha traído a este mundo.<br />

Y en este día todos como hijos agradecemos a Dios, y<br />

también a nuestras madres, que nos hayan traído a este<br />

mundo, que se hayan dejado utilizar por Dios y hayan entrado<br />

en ese Programa Divino, en el cual le ha sido concedido a la<br />

mujer traer vida humana al mundo, a través del proceso que<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 47<br />

Cristo y Su Iglesia.<br />

Así que la Iglesia es o está tipificada la Iglesia por la mujer,<br />

y la Iglesia que tiene hijos está tipificada por la mujer madre.<br />

Ahora, vea usted toda vida humana que ha venido, ha<br />

venido a través de una madre, y toda vida en lo espiritual,<br />

toda vida de Dios en lo espiritual surge a través de la Madre<br />

Espiritual; o sea, que son hijos de una madre, de la Iglesia que<br />

tiene la Palabra para la edad, para el tiempo, esa produce hijos<br />

de Dios para esa Edad, los hijos que Dios tiene ordenados<br />

para nacer espiritualmente en ese tiempo.<br />

Y entonces lo que dijo el Señor Jesucristo que era necesario<br />

nacer de nuevo, es cumplido, se realiza cuando Cristo a través<br />

de Su Iglesia engendra hijos por la Palabra de esa edad.<br />

Y así como los hijos de una madre van creciendo y van<br />

siendo alimentados, también así en lo espiritual de los hijos de<br />

Cristo y Su Iglesia; y toda cosa que Dios vaya a hacer en la<br />

Tierra, lo hará a través de Sus Hijos, los cuales tendrán las<br />

labores espirituales del Programa Divino. Él utilizará a los<br />

hijos que hayan nacido aquí en la Tierra por segunda vez, que<br />

hayan nacido de nuevo.<br />

Porque es la única forma para poder ser instrumentos de<br />

Dios aquí en la Tierra. Y el Señor Jesucristo en una ocasión,<br />

dice: “He aquí Yo y los hijos que Dios me dio.<strong>”</strong> Aparece<br />

entonces el Señor Jesucristo como la Cabeza de esa Familia.<br />

Él es el Principio de la Creación de Dios.<br />

Y Él es que nos ha engendrado; por lo tanto, somos Sus<br />

Hijos en el nuevo nacimiento, en el segundo nacimiento, pero<br />

necesitamos el primer nacimiento a través de una madre, para<br />

poder tener un nuevo nacimiento, un nacimiento espiritual;<br />

porque primero en lo literal y después lo espiritual.<br />

Así que una madre siempre ha sido una madre feliz, cuando<br />

ha traído a sus hijos a existencia. Y cada Edad de la Iglesia<br />

gentil en su tiempo, ha sido una madre feliz, cuando ha traído


46<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Ahora, siendo tan grande la labor de una madre, siendo tan<br />

grande ese privilegio, el Señor Jesucristo hablándonos de<br />

cosas espirituales, tipificó algo grande, que en lo espiritual es<br />

hecho en cada Hijo de Dios, lo tipificó con el nacimiento de<br />

un hijo a través de una madre.<br />

Y le dijo a Nicodemo en una ocasión: “De cierto te digo,<br />

que si no naces de nuevo, no podrás ver el Reino de Dios, no<br />

podrás entrar.<strong>”</strong> Para entrar en el Reino de Dios, hay que nacer<br />

de nuevo del Agua y del Espíritu.<br />

Si es grande el nacer de una madre aquí en la Tierra,<br />

también es grande el nacer de nuevo. Es necesario nacer de<br />

nuevo, dijo el Señor; porque con el nacimiento a través de una<br />

madre terrenal, solamente vivimos en la Tierra, y este cuerpo<br />

terrenal que hemos obtenido a través del nacimiento,<br />

solamente es temporero.<br />

Pero los hijos siguen siendo hijos. Sabemos que los hijos<br />

siguen siendo hijos en el aspecto de haber venido aquí a la<br />

Tierra a través de los padres que Dios nos haya dado, para<br />

aparecer este planeta tierra. Pero además de ser hijos, también<br />

somos hermanos los unos de los otros, aún de nuestros padres,<br />

porque somos hijos del Padre que está sobre todos los padres;<br />

y somos hijos de la Palabra, de la Madre que está sobre todas<br />

las madres: La Palabra de Dios.<br />

Por eso nos dice la Escritura que hemos sido engendrados<br />

y hemos nacido por la Palabra de Dios. Esa es nuestra madre<br />

en lo Espiritual, y esa Palabra está en Su Iglesia.<br />

Por lo tanto, Su Iglesia entonces teniendo la Palabra, ha<br />

tenido entonces hijos de Dios, han nacido hijos de Dios a<br />

través de la Palabra que ha estado en la Iglesia en cada edad;<br />

o sea, que la Iglesia ha venido a ser madre de los hijos de cada<br />

edad.<br />

Ahora, esto es en lo espiritual, ya que el matrimonio de un<br />

hombre y de una mujer representa el matrimonio espiritual de<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 35<br />

hay en esta Tierra.<br />

Es realmente un privilegio saber que hemos nacido y que no<br />

hemos nacido en un laboratorio, sino que hemos nacido a<br />

través de una madre que traía el laboratorio por dentro.<br />

Así que, ¿para qué los científicos quieren hacer un<br />

laboratorio, cuando hay tantos laboratorios caminantes, llenas<br />

de amor y de entusiasmo en la vida, y en el hogar, y en el<br />

matrimonio, para traer vida al mundo, y para traer seres<br />

humanos que sientan amor por el instrumento que Dios ha<br />

tenido en la Tierra, para traerlos a vida?<br />

Realmente el instrumento que Dios ha estado utilizando<br />

para traernos a la existencia, ha sido un buen instrumento. Y<br />

amamos a Dios, y amamos el instrumento que Dios ha<br />

utilizado. Y recordamos que no ha sido nuestra elección, el<br />

venir a través de tal o cual madre, sino que ha sido la elección<br />

divina; y hemos venido a través de la que Dios haya elegido,<br />

para que nosotros viniéramos a este mundo.<br />

Y cuando podemos ver que todo está en el Programa<br />

Divino, entonces le damos gracias a Dios por ese Programa<br />

tan grande que Él tiene, y no le buscamos entonces faltas a los<br />

instrumentos que Dios haya utilizado.<br />

Para traernos a este mundo utilizó a la madre y también al<br />

padre, pero la madre es la que nos ha dado a luz, la que ha<br />

sufrido los dolores y nos tuvo, a unos en nueve meses, a otros<br />

en siete meses, y ha tenido el privilegio de traer vida al<br />

mundo. Eso es un privilegio muy grande.<br />

Y la mujer teniendo ese privilegio tan grande, allá en el<br />

principio tuvo problemas, cuando todavía no había traído al<br />

mundo vida. Tuvo ciertos problemas, pero no vamos a hablar<br />

mal de la primer mujer y de la primer madre que hubo aquí en<br />

la Tierra.<br />

Si ella no hubiera sido madre, ustedes madres que existen en<br />

este tiempo, tampoco hubieran podido ser madres; y la raza


36<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

humana se hubiera estancado.<br />

Si ella por los problemas que tuvo allá, hubiera muerto,<br />

entonces si la primer mujer hubiera muerto, no hubieran<br />

mujeres entonces aquí en la Tierra; porque si la primera (al<br />

haber aquellos problemas) hubiera sido quitada de la escena,<br />

pues, entonces no hubieran aparecido más mujeres sobre la<br />

Tierra.<br />

Pero en el Programa de Dios estaba que hubieran hombres<br />

y mujeres en esta Tierra. Y como el Programa de Dios es lo<br />

que tiene valor; los problemas son resueltos por Dios, que es<br />

el que sabe cómo resolver todos los problemas, y en la<br />

solución de los problemas; el Poder de Dios, la Gracia de<br />

Dios, el Amor de Dios, la Misericordia de Dios y el Programa<br />

de Dios, es engrandecido.<br />

No puede decir una persona que ama a otro, y probar que<br />

ama a otro, hasta que llegan los momentos difíciles de prueba<br />

y de problemas, en donde el amor tiene que ser manifestado.<br />

Si no hay amor en esos momentos, es en donde se va a ver<br />

que no hay amor; porque cuando todas las cosas están bien,<br />

entonces no hay nada por lo cual luchar, para expresar el<br />

cariño y el amor que se tiene, porque todo está bien, todo es<br />

sonrisa. Y cuando todas las cosas están bien; pues, no se sabe<br />

muy bien si realmente hay o no hay amor. Pero cuando llegan<br />

los momentos difíciles, entonces es que se necesita el amor y<br />

la misericordia, y la paciencia, para pasar esos momentos.<br />

Si no fuera por el amor, nosotros no estuviéramos aquí. Si<br />

no fuera porque Dios ama, nosotros no estuviéramos aquí.<br />

Porque con los problemas que la raza humana ha tenido, era<br />

para ya no existir sobre la Tierra; pero la raza humana está<br />

sobre la Tierra todavía existiendo, porque hay un Ser<br />

Supremo que ama. Y se dice de ese Ser Supremo que Él es<br />

Amor, aunque también es fuego consumidor, para proteger a<br />

los que ama.<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 45<br />

de parte de Dios, lo que Dios ha prometido. Se realiza, se<br />

cumple, lo que Dios ha prometido para aquellos que reciben<br />

el Mensaje, la Palabra de Dios, para el tiempo en que viven.<br />

Y para el tiempo final, la Trompeta final sonará como dice<br />

un cántico: sonará la Trompeta en Sión, sonará, porque Sión<br />

es el Cuerpo Místico del Señor, es la Iglesia del Señor<br />

Jesucristo, que desde las edades pasadas ha venido creciendo<br />

en forma de pirámide, y en cada edad se ha adelantado un<br />

paso o una etapa en la construcción de esa Iglesia.<br />

Y ya nosotros nos encontramos en la etapa de la Corona de<br />

esa Iglesia, en la etapa de la coronación de ese Monte, así<br />

como el Monte Sinaí fue coronado, con la llegada, con la<br />

manifestación de Dios en el tiempo de Moisés. Y la gloria de<br />

Dios fue vista allí; y los Ángeles de Dios fueron vistos allí.<br />

Y dice la Escritura que la Ley fue dada por disposición de<br />

Ángeles, allí en la cima del Monte Sinaí estaban los visitantes<br />

de otras dimensiones, de otro mundo, Ejércitos Celestiales<br />

estaban allí en aquel gran momento en donde se oía la bocina,<br />

la Trompeta sonando en ese monte, porque era tiempo de<br />

visitación divina.<br />

Y así será en este tiempo final, en la cima no del monte<br />

Sinaí sino del Monte de Sión, ha de sonar la Trompeta final,<br />

la Trompeta del Año del Jubileo, la Trompeta del llamado<br />

para todos los Escogidos, la gran Voz de Trompeta que<br />

juntará a todos los Escogidos, para darles la gran bendición de<br />

la transformación de sus cuerpos, los que estén vivos, y la<br />

resurrección para los que han muerto, han partido en los<br />

tiempos pasados; y algunos de nuestro tiempo también, los<br />

cuales serán testigos de la gran resurrección.<br />

Todos ellos regresarán y estarán con nosotros, todos ellos<br />

juntamente con nosotros, hemos nacido de una madre.<br />

Tenemos una madre, y apreciamos eso, y le reconoceremos en<br />

la gran resurrección y transformación.


44<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

cuales estarían vivos aquí en esta Tierra, para recibir a los<br />

Santos que murieron, que durmieron en el pasado.<br />

El Apóstol San Pablo sabiendo eso, aunque él deseaba que<br />

la resurrección ocurriera en aquel tiempo, porque se<br />

cumplirían las grandes profecías finales, él dijo: “Pero no<br />

acontecerá sin que primero acontezca tales y tales y tales<br />

cosas.<strong>”</strong><br />

Por lo tanto, él dijo que a la Final Trompeta. El estaba<br />

tocando la Primera Trompeta, y en la llamada, en el llamado<br />

de la primer Trompeta, los muertos en Cristo no se<br />

levantarían. Él sabía que serían sonadas más trompetas, más<br />

Mensajeros sonarían, proclamarían sus Mensajes. Y luego en<br />

el final Mensaje, en el final Mensaje de Trompeta de Dios,<br />

luego los muertos se levantarían, cuando ya esa final<br />

Trompeta hubiera dado todo su Mensaje.<br />

Él comprendía eso. Por lo tanto, él no tendría el privilegio<br />

de sonar la Trompeta, el Mensaje de Dios para aquel tiempo<br />

y proclamar que para ese tiempo, para esa edad, sería la<br />

resurrección y la transformación de los que estamos vivos.<br />

Él con su Trompeta entonces no podía llamar a los muertos<br />

en Cristo, con su Mensaje, para que así se cumpliera la Voz<br />

del Hijo del Hombre que llamaría a los muertos; y los muertos<br />

escucharían la Voz del Hijo del Hombre. Tampoco él con su<br />

Mensaje, con su Trompeta, podía decirles a los vivos de aquel<br />

tiempo, que en aquel tiempo recibirían la transformación,<br />

porque esa Trompeta no podía darles la fe para la<br />

transformación y el rapto.<br />

Tampoco podía darles la fe para la resurrección a los<br />

muertos en Cristo, porque en el Mensaje de cada tiempo está<br />

lo que Dios ha de hacer en ese tiempo.<br />

En el Mensaje de cada Edad está el poder de Dios para<br />

manifestarse y cumplir lo que Dios ha prometido para ese<br />

tiempo. Y la gente ha de recibir y creer ese Mensaje, reciben<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 37<br />

Entonces el juicio se manifiesta en algunas ocasiones, para<br />

proteger a las personas que ama y se dejan amar, y aman a<br />

Dios. Por Amor a ellos, Dios hace muchas cosas y manifiesta<br />

Su Juicio.<br />

Recuerden, que cuando Dios manifiesta Su Juicio, es por<br />

Amor; por Amor a los que ama, y a los que le aman a Él;<br />

pues, el juicio divino es manifestado.<br />

El juicio divino sobre el pueblo de Egipto en los días de<br />

Moisés, fue por Amor al pueblo hebreo; y cuando apareció el<br />

Profeta Moisés, allí estaba apareciendo en la escena terrenal,<br />

a través de una madre. Una madre que lo amaba, una madre<br />

que arriesgó su vida por ese niño; y lo tuvo por unos tres<br />

meses, lo tuvo y estuvo dispuesta a morir por ese niño; pero<br />

viendo el peligro que corría, entonces vio la solución para que<br />

no mataran a ese hijo que había traído a existencia.<br />

Lo amaba tanto, que lo colocó en el lugar que más seguro<br />

podía estar. Y esto lo entendió ella por inspiración divina.<br />

Una madre inspirada por Dios para proteger a ese hijo que<br />

había traído a existencia.<br />

Era una madre feliz, haciendo todo lo que ella podía ver y<br />

entender que debía hacer, para proteger a ese hijo que había<br />

traído a existencia. Porque toda madre, luego de dar a luz a<br />

ese hijo, que ha tenido por nueve meses, y algunas por siete,<br />

en su vientre; pues, desean protegerlo hasta que él pueda<br />

protegerse por sí mismo.<br />

Por eso es que algunas veces cuando somos niños, y aún<br />

cuando todavía tenemos 15, 16, 17, 18, años, y aún 20 y hasta<br />

más, todavía vemos a las madres: “Mira mi hijo, te conviene<br />

hacer esto así; mira mi hijo, abrígate, porque te puede dar<br />

catarro; mira mi hijo, pásate por aquí un poquito de tal cosa,<br />

porque, como te quiere dar un catarro, para que se te quite ese<br />

catarro. Mi hijo, tómate esta medicina.<strong>”</strong><br />

Y algunas veces vienen hasta con la medicina; ya uno


38<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

siendo ya mayorcito; pero es que el amor de madre, nunca<br />

deja de existir; porque la madre desde el momento que trae al<br />

mundo al hijo, sigue siendo madre de ese niño.<br />

Algunas veces tiene que utilizar un sinnúmero de<br />

estrategias, de mañas, para proteger a esos niños o a esos<br />

hijos; y algunas veces nosotros no comprendemos eso, pero<br />

ellas siempre han deseado y han buscado lo mejor.<br />

Y algunas veces por no vernos sufrir, o cuando niños o<br />

cuando ya más grandes, algunas veces algunos han tenido que<br />

luchar en la Tierra. Algunas veces ellas han tenido que salir<br />

a trabajar, algunas veces han tenido que viajar hasta a otros<br />

países, y no poder llevar sus niños. Algunas veces han visto<br />

que están más seguros en cierto lugar, y han tenido hasta que<br />

hacer esas cosas.<br />

Pero, debemos juzgar siempre que el deseo siempre ha sido<br />

que no suframos cuando ellas van a sufrir. Ellas siempre han<br />

deseado sufrirlo todo y evitar que nosotros suframos. Y<br />

algunas veces hasta nos han ocultado cosas que nos harían<br />

sufrir a nosotros y se han quedado callada la boca, para que<br />

nosotros no sepamos y no suframos con ellas, los sufrimientos<br />

de ellas.<br />

Pero, pensando nosotros en lo que una madre significa para<br />

un hijo, no le imputamos entonces a ellas esos errores que han<br />

cometido. Algunas han cometido errores, que han afectado<br />

aún a la familia completa, pero aún con todo y eso han<br />

seguido siendo la madre de esos hijos.<br />

Y han seguido amándolos, aunque para muchos parezca que<br />

no los aman. Pero una madre sigue siendo madre, y los hijos<br />

siguen siendo hijos, y deben respetarla, amarla, y no<br />

avergonzarla por los errores que haya cometido en la vida,<br />

sino ayudarlas en todos sus problemas.<br />

Quizás los hijos no sepan las circunstancias que le han<br />

rodeado a esos problemas y errores, que ellas han cometido en<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 43<br />

en el otro sentido. Y para eso vamos a estar nosotros aquí;<br />

para recibir a los invitados, a los invitados que hemos de tener<br />

en este tiempo final, que vendrán de otra dimensión, vendrán<br />

del Paraíso, vendrán en la gran resurrección.<br />

Les estamos esperando. Y nos pasa lo mismo que les pasa<br />

a aquellos que están esperando algún invitado, y que tienen la<br />

cena lista, se desesperan cuando como que se tardan; pero no<br />

es que se tarden, es que hay una hora, un día, un año, una<br />

hora, y un momento en específico, en el cual ellos van a<br />

regresar.<br />

La misma desesperación que tenemos nosotros acá, la tienen<br />

ellos allá. Cuando ellos fueron visitados allá por el precursor<br />

de la Segunda Venida del Señor Jesucristo, le dijeron que<br />

ellos estaban esperando a una persona que va a estar entre<br />

ellos, y que va a llevar a cabo allí una labor, y luego van todos<br />

a regresar a la Tierra.Y cuando regresen, entonces ni van a<br />

morir de nuevo, ni van a enfermarse, ni se van a poner viejos,<br />

y ahí en ese tiempo, va ha ser un tiempo de gran fiesta, tiempo<br />

de alegría, el cual nosotros estamos esperando.<br />

Bueno, nosotros estamos esperándolos porque sabemos que<br />

van a venir en este tiempo final.<br />

El gran Apóstol San Pablo en su primera edad, en la primera<br />

edad, él estaba esperando a los muertos en Cristo. Pero era tan<br />

poquitos los que habían muerto. Y él siendo Profeta, el<br />

Apóstol San Pablo, vio que ellos regresarían del Paraíso,<br />

cuando todos los hijos de Dios que estaban en el Programa de<br />

Dios, para ser manifestados en carne y sangre aquí en la<br />

Tierra, cuando ellos hubieran participado ya de carne y<br />

sangre, y hubieran terminado su labor acá en la Tierra, y<br />

luego cuando quedarán las últimas personas que habrían de<br />

nacer en esta Tierra, a través de esas madres felices, que<br />

tendrían el privilegio de dar a luz a los últimos hijos de Dios<br />

que vivirían en esta Tierra, y que nacerían en esta Tierra, los


42<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Pero cuando el Programa Divino cambia a otra etapa, por<br />

ejemplo los que terminado su tiempo aquí en la Tierra y<br />

mueren, ellos pasan a otra dimensión, a otro mundo, en donde<br />

hay gente, en donde hay casas, en donde hay de todo; menos<br />

las cosas de rutina de aquí de la Tierra, de trabajar, de comer,<br />

de dormir; nada de eso hay allí en el Paraíso, porque no se<br />

cansan.<br />

Dormimos porque nos cansamos, y necesitamos reponer<br />

nuestros cuerpos; comemos porque nos da hambre; allí no les<br />

da hambre; trabajamos, porque tenemos necesidad. Allí no<br />

hay necesidad; por lo tanto, no hay que trabajar.<br />

Pero con todo y eso los que están allá, dicen que están<br />

esperando por alguien que va ir allá, para buscarlos, porque<br />

ellos van a regresar a la Tierra de nuevo. Y dicen allá:<br />

“Entonces regresaremos a la tierra, tomaremos cuerpos,<br />

nuestros cuerpos,<strong>”</strong> que será un cuerpo eterno que van a tomar,<br />

un cuerpo incorruptible, que no será un cuerpo que ha de<br />

nacer a través de una madre, y entonces estarán aquí de<br />

nuevo. Y dijeron ellos allá: “Y entonces comeremos.<strong>”</strong><br />

Ahora, no estén, que estén pensando mucho allá en la<br />

comida, allá no les da hambre; pero es que como nosotros<br />

comemos acá; imagínese, cuando se recibe algún invitado en<br />

la casa, o cuando una nación recibe a un invitado bien<br />

importante, lo que dicen es que van a tener una fiesta, una<br />

gran comida, una gran cena, en donde van a tener al invitado<br />

de honor.<br />

Y ellos, pues, saben eso; y en los tiempos de ellos, cuando<br />

vivieron aquí en la Tierra, ellos sabían que cuando se recibía<br />

a un invitado de honor, se le tenía una gran fiesta, una gran<br />

comida, una gran cena, y como ellos saben que el Señor<br />

Jesucristo dijo que habrá una gran Cena; pues, ellos va a<br />

tomar todo eso en los dos sentidos.<br />

Así que van a cenar espiritualmente y van también a cenar<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 39<br />

algunas ocasiones. Más bien la posición de los hijos es mirar<br />

siempre la parte positiva de nuestras madres, y encomiar<br />

[aplaudir] esa parte positiva, y estimularlas a hacer siempre<br />

las cosas positivas de la vida, para que sean ejemplos en esta<br />

Tierra, sean madres felices y madres nobles en esta Tierra.<br />

Siempre la madre espera de sus hijos lo mejor; así como los<br />

hijos esperan lo mejor de sus madres.<br />

Por lo tanto, como hijos ocupemos la posición de hijos<br />

buenos, que honremos a nuestras madres. Y las madres como<br />

madres, ocupen la posición de madres felices, de haber traído<br />

a este mundo a esos hijos que han traído, y educarlos en la<br />

forma correcta, aconsejarles en la forma correcta.<br />

No ser madres legalistas, que le vayan a afectar sin quererlo<br />

a sus hijos; sino madres conscientes, de que ellas también son<br />

hijas, y que pasaron también por esa etapa, por las cuales<br />

están pasando sus hijas y sus hijos.<br />

Sean madres entonces comprensibles a los problemas de sus<br />

hijos, y también a todas las cosas buenas que sus hijos tienen;<br />

y estimulen siempre a sus hijos, y díganle lo bueno que ellos<br />

son, lo mucho que le aman, y el éxito que han de tener en esta<br />

Tierra.<br />

Muéstrele siempre que han nacido para tener éxito en esta<br />

Tierra, y ayúdenle para que sean educados en el camino del<br />

éxito.<br />

Enséñenles siempre que deben luchar en la vida, deben<br />

estudiar y deben siempre tener una meta en la vida. Y la meta<br />

será tener éxito en todo lo que emprendan; y tener éxito en<br />

todo aquello para lo cual estamos viviendo en esta Tierra. Y<br />

comprendan los hijos, que vienen a este mundo con un<br />

propósito divino, y que ustedes como madres, han sido<br />

instrumentos de Dios, para que ellos pudieran venir a<br />

existencia en esta Tierra, y que Dios la escogió a usted para<br />

ser madre de ese niño, o de esa niña.


40<br />

REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />

Ustedes como madres, ya comprenden. Las madres<br />

comprenden eso, saben que han venido a ser instrumentos de<br />

Dios para traer vida, vida humana a este mundo; y eso es un<br />

privilegio grande, que Dios le ha dado a toda mujer.<br />

Y la raza humana está en pie sobre la Tierra; y quizás<br />

muchas personas pensaban muchos miles de años atrás, que<br />

la raza humana iba a desaparecer de momento, pero hoy en<br />

día, dicen que hay más gente que la que había en otros siglos<br />

pasados.<br />

Así que las madres han estado llevando a cabo su función<br />

como madres, muy bien; y que hoy en día hay mucha gente,<br />

a las cuales se les puede dar a conocer el Programa de Dios.<br />

Es realmente algo grande lo que Dios hizo, cuando hizo a la<br />

mujer del costado del hombre: Lo más grande que Dios hizo<br />

para el hombre, después que hizo al hombre, fue a la mujer.<br />

Por lo tanto, todo hombre, todo esposo, debe comprender<br />

que tiene a su lado la cosa más grande que Dios hizo, después<br />

que hizo al hombre, que fue a la mujer.<br />

Muchas veces muchas personas, quieren tener muchas cosas<br />

grandes o quieren tener una cosa grande, obtener una cosa<br />

grande; y sin embargo, cuando un joven se enamora y se casa,<br />

ha obtenido la cosa más grande que Dios hizo para el hombre.<br />

Y la mujer cuando se ha casado y tiene un esposo, mire, tiene<br />

la cosa más grande que Dios ha hecho.<br />

Así que el hombre tiene la cosa más grande que Dios hizo<br />

para él; y la mujer tiene la cosa más grande que Dios ha<br />

hecho, con los cuales Dios está desarrollando un Programa<br />

grande, que tiene para toda la eternidad.<br />

El ser humano todavía no sabe ni lo que es él en su esencia.<br />

No sabe todavía ni lo que representa en el Programa de Dios.<br />

Por eso es que Dios a través de los siglos le ha estado<br />

hablando a la raza humana, a través de los Mensajeros que ha<br />

enviado, para darle a conocer el Programa Divino, para que el<br />

COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 41<br />

hombre entienda, que él no está aquí por mera casualidad,<br />

como algunas personas piensan; sino que está aquí por un<br />

Programa Divino; porque el Creador lo ha traído aquí a la<br />

Tierra, y no lo ha colocado al hombre sólo, sino que lo ha<br />

colocado junto a la mujer aquí en la Tierra, para que se<br />

multipliquen y la Tierra esté poblada, y el Programa de Dios<br />

sea anunciado entre los seres humanos.<br />

Y algún día el ser humano ha de tener en la eternidad una<br />

vida que no cesará, que no se parará.<br />

Hoy en día tenemos algunos problemas, la raza humana<br />

tiene algunos problemas, y es a causa del cuerpo terrenal que<br />

poseemos: que se nos enferma, se nos debilita, tenemos todos<br />

los días que estar dándole comida; porque sino, se debilita,<br />

después se enferma y después se muere.<br />

Tenemos que entonces luchar, trabajar; y para tener unos<br />

buenos trabajos, tenemos entonces que estudiar, prepararnos<br />

bien en las escuelas, en las universidades, para así tener los<br />

mejores trabajos que produzcan dinero, aunque no todo el que<br />

estudia mucho gana mucho, sino el que estudia y sabe usar<br />

bien lo que estudió, y no es un vago, puede entonces obtener<br />

más de lo que pueden obtener otras personas.<br />

Pero tenemos que estar luchando, unos de una forma, otros<br />

de otra, en diferentes trabajos; para todos los seres humanos<br />

hay trabajo, y tenemos que luchar, trabajar, ganar dinero,<br />

comprar alimento, comprar ropa, y así vivir en esta Tierra.<br />

Ese es el ciclo humano de la vida terrenal, en lo que el<br />

Programa Divino pasa a otra etapa. Estamos todavía en esa<br />

etapa en donde el Proverbista dijo que era vanidad. Pero<br />

aunque es una rutina la que tenemos: de levantarnos en la<br />

mañana, salir a trabajar, luego de haber desayunado, salir a<br />

trabajar, y luego regresar del trabajo, luego cena, luego<br />

bañarnos, descansar, dormir; luego de dormir, volver a<br />

levantarnos para trabajar de nuevo. Es una rutina la que hay.

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