“MADRES PORTADORAS DE SIMIENTE DE DIOS.” - XFATBoY
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COMPENDIO<br />
Palabras de Bendición<br />
<strong>“MADRES</strong><br />
<strong>PORTADORAS</strong><br />
<strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong><br />
<strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong><br />
Por el Reverendo<br />
William Soto Santiago
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 81<br />
bendiga con hijos que sirvan a Dios y que sean buenos<br />
hijos, y que sean hijos que ayuden a sus padres, a su madre<br />
y a su padre. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.<br />
Otro párrafo: Ahora, también quiero recordar a mi madre:<br />
muchas felicidades para mi madre allá en Puerto Rico, que<br />
Dios te bendiga mami y te guarde.
80<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
haga, es una negligente, y no está cumpliendo con el<br />
propósito divino para el cual y por el cual ha tenido hijos aquí<br />
en la Tierra. En palabras más claras: es una madre inútil; y no<br />
ama tanto a sus hijos como ella puede decir que los ama;<br />
porque una madre que ama a sus hijos, desea que ellos vivan<br />
en la eternidad con Dios.<br />
LOS VERDA<strong>DE</strong>ROS DISCÍPULOS<br />
<strong>DE</strong>L SEÑOR JESUCRISTO<br />
Martes, 15 de mayo de 2002 - Santa Marta, Colombia<br />
Todas las madres están llamadas a buscar la bendición de<br />
Cristo para Sus hijos.<br />
LA RAZÓN <strong>DE</strong> SER PADRE<br />
16 de Junio de 19 91 - Cayey, Puerto Rico<br />
Las madres tienen un lugar muy importante en el hogar,<br />
junto a ese padre, junto a ese esposo. Que Dios las bendiga<br />
grandemente junto a sus esposos, a las casadas, y que puedan<br />
estar con ellos también en el Milenio y en la eternidad<br />
también.<br />
EL CONTRASTE ENTRE LA ESPOSA <strong>DE</strong>L<br />
COR<strong>DE</strong>RO<br />
Y LA ESPOSA <strong>DE</strong>L ANTICRISTO<br />
Domingo, 08 de mayo de 2005- Santiago de Chile, Chile<br />
Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean<br />
sobre todos ustedes y sobre mí también; y para todas las<br />
madres muchas felicidades.<br />
Y que Cristo, el Ángel del Pacto, les bendiga grandemente<br />
hoy, domingo 8 de mayo, día de las madres; y que les<br />
INDICE<br />
1. PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO<br />
EN EL DÍA <strong>DE</strong> LAS MADRES ....................3<br />
2. LA MADRE .............................11<br />
3. MADRES FELICES ........................31<br />
4. MADRES <strong>PORTADORAS</strong><br />
<strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong> .......................53<br />
5. LA MADRE<br />
<strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong> ......................59<br />
6. PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO<br />
A LAS MADRES ............................67<br />
7. EXTRACTOS TOMADOS<br />
<strong>DE</strong> DIFERENTES MENSAJES ...................69
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 79<br />
el problema?<strong>”</strong><br />
Es que no hay ninguna cosa imposible para el que cree, para<br />
el que quiere la bendición de Dios; ya sea para sí mismo o<br />
para sus hijos, no hay ninguna cosa imposible. Como decimos<br />
nosotros: siempre le encontraremos la forma para conseguir<br />
la bendición de Dios.<br />
“Así que no hay ningún problema hijo mío. Y si acaso te<br />
descubre, pues mira, yo me hago responsable de este<br />
problema, yo me hago responsable y que me maldiga a mí.<strong>”</strong><br />
Isaac no podía maldecir a Rebeca, porque era carne de su<br />
carne, era parte de él.<br />
Así que Jacob entonces se pone contento, teniendo a su<br />
madre de su lado, para recibir la bendición de Dios que<br />
vendría por la Palabra hablada a través de su profeta Isaac. Y<br />
cada hijo debe sentirse contento y agradecido a Dios cuando<br />
su madre le dice: “Hijo mío, prepárate rapidito, que vamos a<br />
escuchar la Palabra de bendición para nuestro tiempo.<strong>”</strong> Y<br />
todo hijo debe darle gracias a Dios por una madre así, que le<br />
entusiasma y le dice: “Avanza, hijo mío, prepárate para<br />
recibir la bendición de Dios.<strong>”</strong> Todas las madres deben ser así<br />
como Rebeca, madres que aman a sus hijos y que quieren la<br />
bendición de Dios para sus hijos.<br />
Y todo hijo debe ser como Jacob, que dijo: “Esta bien,<br />
mamá, vamos a hacer como tú dices, para que papá me<br />
bendiga.<strong>”</strong> Y para que nuestro Padre celestial nos bendiga,<br />
vamos a hacer de acuerdo al Programa de Dios.<br />
EL MENSAJE <strong>DE</strong> LA BENDICIÓN <strong>DE</strong><br />
PRIMOGENITO<br />
14 de Febrero de 1990 - Bogotá, Colombia<br />
Es muy bueno que la madre siempre ayude a sus hijos a<br />
buscar y a recibir la bendición de Dios. La madre que no lo
78<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
porque vas a escuchar la Bendición de Dios siendo hablada,<br />
para que estés conmigo en el glorioso Reino Milenial y por<br />
toda la Eternidad.<strong>”</strong><br />
Siempre la Bendición que queremos para nuestros hijos,<br />
recuerden debemos de escucharla nosotros y nuestros hijos<br />
siendo habladas. Ella lo entendió así, y ella lo hizo en esa<br />
forma.<br />
LUCHANDO HASTA VENCER<br />
Lunes, 30 de julio de 2001<br />
Ciudad del Carmen, Campeche, México<br />
“Pero mamá, mira, tú sabes que Esaú es velludo y mira yo:<br />
lampiño; si papá toca mis brazos y mi pecho va a darse cuenta<br />
que soy Jacob.<strong>”</strong><br />
Su madre, que es una creyente verdadera y que ama a su<br />
hijo, y que quiere la bendición para su hijo, como toda madre<br />
que ama a su hijo quiere la bendición de Dios para su hijo y<br />
lo lleva a donde está la bendición de Dios, vean, la bendición<br />
de Dios iba a estar ¿dónde? Con Isaac, en la boca de Isaac<br />
para bendecirlo.<br />
Y toda madre debe llevar sus hijos donde está la Palabra de<br />
bendición siendo dada para su edad y su dispensación, para<br />
que sus hijos escuchen esa Palabra de bendición, la crean, y<br />
se materialice en ellos.<br />
LA BENDICIÓN PATRIARCAL<br />
28 de Agosto de 1994 - Santafé de Bogotá, Colombia<br />
Tomo 36, página 131. Su madre le dice: “Hijo mío, no te<br />
preocupes, toda maldición venga sobre mí, yo me<br />
responsabilizo de eso. Y para el problema de los brazos, que<br />
están sin vellos, les pondremos las pieles del cabrito. ¿Cuál es<br />
PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO EN<br />
EL DÍA <strong>DE</strong> LAS MADRES<br />
Por el Reverendo William Soto Santiago<br />
Domingo, 11 de Mayo de 1986<br />
Cayey, Puerto Rico<br />
M uy buenos días, amados hermanos y amigos. Y<br />
felicidades a todas las madres en este Día de las<br />
Madres. Este es vuestro Día.<br />
Es para mí un privilegio estar nuevamente con ustedes en<br />
esta ocasión, para verles, saludarles y hablarles algunas cosas<br />
del Programa Divino.<br />
Hoy, el día de las Madres, es un día muy especial; porque<br />
en el Programa Divino todas las madres estaban para ser<br />
instrumentos aquí en este planeta Tierra, para participar del<br />
Programa de Dios.<br />
Por eso hoy es un Día en que al recordar a las madres,<br />
estamos recordando ese Programa Divino por el cual estamos<br />
nosotros aquí.<br />
La madre realmente es un instrumento divino muy<br />
importante en el Programa Divino; por eso hoy, en su Día, las<br />
recordamos con amor y cariño, y decimos: “Si no fuera<br />
porque Dios colocó aquí a la mujer para ser madre, no<br />
estaríamos nosotros aquí.<strong>”</strong><br />
Por eso la madre tiene mucho valor ante la presencia de<br />
Dios, y para todos nosotros; porque todos hemos venido a<br />
través de nuestra propia madre: hombres y mujeres. Por eso<br />
es bonito el día de hoy; y todos tenemos motivos para estar<br />
alegres, porque podemos decir: “¡Madre mía! Por ti estoy<br />
aquí entre los mortales, para ver el camino de los inmortales,<br />
y vivir por toda la eternidad. Tu amor me llena de gozo y<br />
alegría, y me siento acompañado en esta Tierra. Y madre mía,<br />
¡Te amo!<strong>”</strong><br />
Hoy es un día muy grande para todos los seres humanos,
4<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
que principalmente en el Occidente recuerdan el instrumento<br />
que Dios utilizó, para tenernos aquí en este planeta Tierra, y<br />
tener parte en Su Programa.<br />
No nos podremos olvidar nunca de nuestra madre, porque<br />
sabemos que ha sido el instrumento usado por Dios para que<br />
estemos aquí en la Tierra. Por eso nosotros estamos aquí.<br />
Estamos muy contentos; ya para ver el motivo de nuestra<br />
existencia aquí en la Tierra, para ver el camino de la<br />
eternidad, y de la felicidad completa, de la felicidad eterna, de<br />
la Vida Eterna.<br />
Por eso decía el Apóstol San Pablo que la mujer se salvaría<br />
engendrando hijos, y si permanecía en la fe. [Primera de<br />
Timoteo 2:15]<br />
Así que podemos ver que la mujer tiene un propósito muy<br />
importante en el Programa Divino para y por lo cual ha<br />
nacido mujer.<br />
Así que viendo estas cosas desde el punto de vista divino, la<br />
posición de una mujer en el Programa Divino es una posición<br />
muy importante: ha sido diseñada para traer vida en esta<br />
Tierra, vida humana.<br />
Y la parte que le ha tocado es una parte muy importante en<br />
el Programa Divino; y tener un hijo es algo maravillo, y más<br />
maravilloso aún tener hijos elegidos, escogidos de Dios, que<br />
vivirán por toda la eternidad.<br />
Así que esas son bienaventuranzas para muchas madres que<br />
viven en esta Tierra; como María, que tuvo la<br />
bienaventuranza de traer a esta Tierra al Hijo de Dios, a Jesús<br />
de Nazaret, por creación divina.<br />
En palabras más claras: la primer mujer que experimentó la<br />
creación divina en su vientre para dar a luz un hijo por<br />
creación fivina, fue María. Por eso de todas las mujeres que<br />
han dado a luz, ella es la bienaventurada: porque trajo un<br />
Hijo, no por voluntad humana, sino por voluntad divina.<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 77<br />
vender por allá a los incircuncisos enemigos de Dios!<strong>”</strong><br />
Ella iba a intervenir; y si no lograba nada le iba a decir<br />
entonces: “Maldíceme a mí, que yo fui la que hice todos estos<br />
planes, y deja al muchacho tranquilo, entonces si no lo vas a<br />
bendecir, pero no lo vayas a maldecir.<strong>”</strong><br />
Y podemos ver que Isaac no le iba a maldecir a su esposa,<br />
porque era parte de ella. Así es que, ella sabía, ella conocía a<br />
su esposo; así es que, ella estaba aún dispuesta a recibir<br />
cualquier maldición, cualquier maldición que Isaac hablara en<br />
esa ocasión; pero ella iba a luchar a favor de su hijo Jacob. Y<br />
eso es lo que debe hacer toda madre: luchar para que esté en<br />
el lugar correcto cada uno de sus hijos, escuchando la Palabra<br />
de Bendición, que es hablada en este tiempo final, para que<br />
reciban esa Bendición de Dios.<br />
Si aman a sus hijos, como hizo Raquel o Rebeca, tengan a<br />
sus hijos siempre escuchando la Bendición de la<br />
Primogenitura que está siendo hablada en nuestra Edad y<br />
nuestra Dispensación.<br />
Ahora, ella, vean ustedes, hizo todos los preparativos para<br />
que el muchacho estuviera donde tenía que estar. Le preparó<br />
la vestidura, la vestidura que tenía que usar, le preparó<br />
también para los brazos (lo que necesitaba), todo le preparó<br />
para que estuviera presente delante del Profeta de Dios que<br />
estaría hablando la Palabra de Bendición para ese momento;<br />
pues Isaac era el Profeta de Dios correspondiente para ese<br />
tiempo.<br />
Así que vean ustedes, ella se ocupó de preparar todo, y<br />
preparar a su hijo, para que estuviera presente recibiendo la<br />
Bendición de Dios. Lo que toda madre que ama a sus hijos,<br />
está llamada a hacer; o sea, que no es solamente decir: “A mí<br />
me gustaría que mi hijo reciba la Bendición o que mi hija<br />
reciba la Bendición de Dios;<strong>”</strong> sino hacer todos los<br />
preparativos; prepararlos y llevarlos. “Bueno, ven conmigo,
76<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
la bendición de Dios; no dejar que sus hijos caminen por su<br />
propia cuenta y vayan ellos a tomar malos caminos, sino que<br />
busquen a Dios, que sirvan a Dios, al Dios de Abraham, de<br />
Isaac y de Jacob; y que teman a Dios y cumplan con Sus<br />
mandamientos. Porque eso es vida para el ser humano.<br />
Caminar conforme a la voluntad propia de cada persona, eso<br />
no es vida, eso es muerte. Caminar en la Voluntad de Dios, es<br />
vida y vida eterna.<br />
Por eso, madres, siempre ayuden a sus hijos, ayuden a sus<br />
hijos a prepararse para buscar a Dios.<br />
BUSCANDO LA BENDICIÓN <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />
12 de Marzo de 1994 - Santa Cruz, Bolivia<br />
Página 3. Jacob estaba muy asustado, y decía: “Pero, mamá,<br />
mamí, y si se da cuenta de que soy Jacob y no soy Esaú, y me<br />
maldice.<strong>”</strong> Ella lo animó y le dijo: “Hijo, venga sobre mí<br />
cualquier maldición.<strong>”</strong> O sea, “Sea sobre mí el problema, yo<br />
me encargaré de intervenir.<strong>”</strong><br />
O sea, si se daba cuenta y lo iba maldecir, entonces ella iba<br />
a salir y le iba a decir a su padre o a su esposo: “Mira Isaac,<br />
verdaderamente es Jacob, pero hubo este negocio, y por<br />
cuanto hubo este negocio, y tú sabes que Jacob ama la<br />
Bendición de la Primogenitura, aprecia esa Bendición, luchó<br />
en el vientre por esa Bendición, y se la compró luego a Esaú,<br />
porque no pudo nacer primero, pero ha amado esa Bendición,<br />
se la compró a Esaú, y tú puedes ver que Esaú menospreció<br />
esa Bendición que tú tienes, es la Bendición que te dio<br />
Abraham, te la pasó a ti, ¿vas tú a pasar la Bendición de la<br />
primogenitura que el Ángel del Pacto le dio a Abraham, y<br />
Abraham te la pasó a ti, porque tú creías en esa Bendición, se<br />
la vas a dar tú a un incrédulo, que no va apreciarla? ¡Que no<br />
la respeta, y que la vende por cualquier cosa, y se la puede<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 5<br />
Así que el privilegio de traer a esta Tierra el primer Hijo por<br />
creación divina, no lo tuvo Adán, el primer hijo por creación,<br />
no lo tuvo el hombre, sino la mujer.<br />
Así que la mujer se lleva el privilegio, el premio de traer a<br />
existencia el primer Hijo por creación divina. Dar a luz un<br />
hijo por creación divina, eso es lo más grande que una mujer<br />
puede experimentar; y lo experimentó dos mil años atrás,<br />
aquella joven sencilla y humilde llamada “María.<strong>”</strong><br />
Así que el privilegio que tienen las madres es grande. No ha<br />
nacido en esta Tierra, nadie que no haya sido por una madre.<br />
El primer hombre que apareció en la Tierra fue Adán, el cual<br />
no vino por una mujer, pero representó a la mujer la Tierra,<br />
que es la madre de todos los vivientes; porque es la madre del<br />
cuerpo de todos los vivientes; porque la Biblia dice: “Del<br />
polvo fuiste tomado, y al polvo volverás.<strong>”</strong> [Génesis 3:19]<br />
Así que la Tierra representa a la madre, y la madre está aquí<br />
en la Tierra representando a este planeta Tierra.<br />
Así que vean ustedes el papel importante que tiene la mujer<br />
en esta Tierra. Y cuando viene a ser madre, su papel se hace<br />
aún mayor, porque está tomando, asumiendo el lugar, la<br />
posición para la cual apareció en esta Tierra.<br />
Así que en el Programa Divino la madre tiene un papel muy<br />
importante; y gracias a la madre, cada uno de nosotros<br />
estamos aquí en este planeta Tierra. Así que bien merecido<br />
tienen este día.<br />
Todos los que estamos aquí amamos a nuestra madre, le<br />
damos gracias a Dios por ella, oramos por ella, para que Dios<br />
recuerde que deseamos que viva por toda la eternidad. Eso es<br />
nuestro deseo para cada una de las madres; y esperamos que<br />
Dios mire a cada una de las madres, desde la posición en que<br />
Dios le colocó en el Programa Divino.<br />
Estamos viviendo realmente unos días muy importantes,<br />
unos días muy grandes, en los cuales los que vivan son
6<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
bienaventurados al ver las cosas que Dios ha prometido para<br />
el fin de esta generación.<br />
Las Madres más bienaventuradas de todas las generaciones,<br />
son las madres de esta generación en la cual nosotros vivimos.<br />
Yo las felicito por ser madres de esta generación, y<br />
principalmente de las personas del fin de esta generación.<br />
Espero que Dios les ilumine para que no solamente hayan<br />
tenido hijos para el fin de esta generación, sino que puedan<br />
ver, puedan comprender el Programa Divino, que corresponde<br />
al fin de esta generación, y puedan comprender el porqué<br />
están viviendo en el fin de esta generación, y el porqué han<br />
sido madres en el fin de esta generación.<br />
Espero que puedan ver todo este Programa Divino que<br />
estuvo oculto en edades y dispensaciones y generaciones<br />
pasadas; porque solamente sería permitido entenderlo en el<br />
fin de esta generación.<br />
Mi deseo es que todas las madres puedan ver estas cosas<br />
grandes y maravillosas que el Señor Jesucristo prometió para<br />
el fin de esta generación; puedan ver, hayan visto, y puedan<br />
comprender lo que fue para el fin de esta generación la señal<br />
del Hijo del Hombre en el Cielo, la cual se despidió de<br />
nosotros en estos días.<br />
Ya pocos le pueden continuar viendo. El que le quiera ver,<br />
el que quiera seguir viendo esa señal del Hijo del Hombre en<br />
el Cielo, tiene que usar instrumentos adecuados para verla,<br />
pero estuvo en el Cielo mucho tiempo.<br />
Deseo también que puedan ver estas cosas que Él dijo: “La<br />
señal del Hijo del Hombre en el Cielo, la Venida del Hijo del<br />
Hombre con Sus Ángeles, llamando a los escogidos con gran<br />
Voz de Trompeta.<strong>”</strong> Puedan tener parte en ese llamado, oír ese<br />
llamado, esa gran Voz de Trompeta, esa Trompeta Final, y<br />
responder en este fin de esta generación, y decir: ¡Presente!<br />
Al llamado de la Trompeta Final, y puedan así ver el camino<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 75<br />
bendiciones de Dios, y cuando sabe que hay una bendición<br />
grande la pide para su hijo.<br />
EL ÁNGEL CON LA MISIÓN CELESTIAL<br />
Miércoles, 15 de agosto de 2001 P.M. - Managua, Nicaragua<br />
“El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu<br />
reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el<br />
otro a tu izquierda.<br />
Entonces Jesús respondiendo...<strong>”</strong><br />
Recuerden que esta madre que temía Dios y amaba a Dios,<br />
deseaba lo mejor para sus hijos. Y toda madre desea la<br />
posición más alta en el Reino de Cristo para sus hijos. Lo que<br />
ella deseaba estaba bien, o sea, estaba bien en el sentido de<br />
que deseaba lo mejor para sus hijos, deseaba las bendiciones<br />
de Dios y buscaba las más grandes bendiciones para sus hijos,<br />
y ellos también deseaban la más grande bendición del Reino<br />
de Cristo.<br />
LOS DOS TRONOS, SUS REYES Y SUS SÚBDITOS<br />
Domingo, 10 de Septiembre de 2000. A.M.<br />
Cayey, Puerto Rico<br />
Porque una madre que está buscando la bendición para sus<br />
hijos, no puede estar viendo los problemas, sino las<br />
soluciones, y tendrá su mente y su vista puesta siempre en la<br />
meta.<br />
ISRAEL Y EL HIJO <strong>DE</strong> DAVID<br />
4 de Septiembre de 1994 - Cali, Colombia<br />
Esto nos muestra que toda madre que ama a sus hijos debe<br />
ayudar a sus hijos para que busquen a Dios, para que busquen
74<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
pensar para sus hijos en cuanto a las cosas de Dios. Y cada<br />
madre debe pensar en esa forma: querer lo mejor, las<br />
bendiciones más grandes para sus hijos; así pensaba también<br />
la madre de Jacob, o sea, Rebeca.<br />
LA TRAYECTORIA <strong>DE</strong>L TRONO <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />
Cartagena, Colombia - Jueves, 31 de Enero de 2002<br />
“Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo<br />
con sus hijos, postrándose ante él y pidiéndole algo.<strong>”</strong><br />
O sea, la madre de Santiago y Juan el Apóstol, la cual es<br />
Salomé, hermana de la virgen María. Así que por ser tía sus<br />
hijos pensaron: “Bueno, para reforzar nuestra petición vamos<br />
a llevar a mamá, que es tía de Jesús, y no nos va a negar lo<br />
que le vamos a pedir.<strong>”</strong> Recuerden que cuando la tía, va a un<br />
sobrino a pedirle algo, pocas son las veces que el sobrino le<br />
dice que no.<br />
Y ahora, vean, van para hacerle una petición de las cosas de<br />
Dios. Y es muy importante que las madres, siempre cuando<br />
van en oración a Cristo, pidan bendiciones para sus hijos; y<br />
aquí ella quiere la bendición más grande que Cristo puede<br />
darle a una persona, pues toda madre desea las bendiciones<br />
más grandes para sus hijos.<br />
“El le dijo...<strong>”</strong> Vamos a ver:<br />
“... postrándose ante él y pidiéndole algo.<br />
El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu<br />
reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el<br />
otro a tu izquierda.<strong>”</strong><br />
Y ahora, ella no le pregunta si puede ser posible, ella quiere<br />
una bendición para sus hijos y ella no se preocupa si se puede<br />
o no se puede; porque una madre que ama sus hijos no está<br />
averiguando si puede o no puede pedirle una bendición para<br />
sus hijos (para sus hijos) a Dios, siempre busca las<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 7<br />
también de los inmortales, el camino de la Vida Eterna, y<br />
puedan vivir por toda la eternidad.<br />
No solamente haber participado del programa de los<br />
mortales, sino de los inmortales también, y puedan entrar a la<br />
inmortalidad llenas de regocijo, de alegría, conociendo el<br />
Programa Divino para el fin de esta generación. Ese es mi<br />
deseo para todas las madres.<br />
Y mis palabras para todas las madres son: Que estuvieron en<br />
el Programa Divino escogidas para ser madres en el fin de<br />
esta generación, y tener los hijos del fin de esta generación,<br />
que cumplirían el Programa Divino; así como cada madre ha<br />
estado cumpliendo el Programa Divino para el fin de esta<br />
generación, trayendo los hijos del fin de esta generación.<br />
¡Felicidades a todas las madres en este vuestro día!<br />
Dios les bendiga, Dios les guarde.<br />
Muchas gracias por vuestra amable atención, y que pasen un<br />
día maravilloso, hermoso.<br />
Y todos los hijos, todos en este Día, apreciando lo que Dios<br />
le ha dado a usted para traerle a este planeta Tierra: amándole<br />
y expresándole su amor y cariño, dándole gracias a Dios por<br />
haber venido a esta Tierra, a través de la madre que le trajo a<br />
este planeta Tierra, para usted cumplir el propósito divino,<br />
para el cual ha llegado a esta Tierra.<br />
Así que en nuestras vidas, nuestra madre tiene un papel muy<br />
importante.<br />
Así que todos agradecidos a Dios por nuestra madre,<br />
pedimos a Dios la Vida eterna para ella; porque no deseamos<br />
que haya sido solamente nuestra madre aquí en la Tierra y<br />
deje de existir, y usted y yo vivir por toda la eternidad. No,<br />
queremos que también nuestra madre viva por toda la<br />
eternidad.<br />
Vamos a estar puestos en pie por un momento, y vamos a<br />
orar por un momento. Y todos los que desean que su madre
8<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
viva por toda la eternidad, entonces me acompañan en estos<br />
momentos. Inclinemos nuestros rostros:<br />
Padre Eterno, que estás en el Cielo. Dios Eterno, he aquí,<br />
ante Tu Presencia estamos en este día de la madre.<br />
Tú has colocado en esta Tierra a cada madre para traer a<br />
existencia seres humanos; para eso has colocado a la mujer<br />
en esta Tierra; y aquí estamos todos nosotros llenos de<br />
alegría y de felicidad, y agradecidos a Ti, porque nos has<br />
traído a través de la madre que señalaste para que fuese<br />
nuestra madre.<br />
Señor, Te damos gracias por ella.<br />
Señor, Te pedimos Tus bendiciones para ella.<br />
Señor, Te pedimos la Vida eterna para ella.<br />
Ella nos ha tenido en amor, ella nos ha criado con amor,<br />
con dedicación; y gracias a ella, Señor, estamos aquí,<br />
porque Tú así lo determinaste.<br />
Ahora, viendo, Señor, que Tú la usaste a ella para<br />
traernos a existencia aquí en este planeta Tierra, y poder<br />
ver, poder conocer el Camino de la Vida eterna, de la<br />
eternidad, de los inmortales; Te pedimos también para ella<br />
la inmortalidad, la Vida eterna.<br />
Dios Eterno, gracias por nuestra madre, gracias por ella,<br />
¡Oh Dios!<br />
Y ahora, Dios eterno, Te pido que llenes de alegría y<br />
felicidad a cada madre, dándole a conocer el porqué ha sido<br />
madre en el fin de esta generación; y le permitas ver y<br />
entender el Programa que Tú tienes para el fin de esta<br />
generación, para el fin del siglo.<br />
Permítele ver todas estas cosas, para que se llene de<br />
alegría y de felicidad.<br />
¡Gracias, oh Dios! Por la madre. ¡Gracias, oh Señor<br />
Jesucristo! Por la madre que nos ha traído a existencia.<br />
Y ahora, ¡oh Dios eterno! En Tus Manos estamos<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 73<br />
PRIVILEGIOS Y <strong>DE</strong>BERES<br />
<strong>DE</strong> LA ESPOSA <strong>DE</strong> CRISTO<br />
26 de Junio de 1998 - Cartagena, Colombia<br />
Cuando usted busca la bendición de Dios, nunca piense que<br />
no puede obtener esa bendición; porque entonces nunca la<br />
obtendrá, porque no tiene fe.<br />
“Y le dijo: A la verdad, de mi vaso beberéis, y con el<br />
bautismo con que yo soy bautizado, seréis bautizados; pero<br />
el sentaros a mi derecha, y a mi izquierda, no es mío darlo,<br />
sino a aquellos a quienes está preparado por mi Padre.<strong>”</strong><br />
O sea, que esa posición estaba preparada por Dios para ser<br />
dada; pero Juan y Jacobo la querían para ellos. Y el que ellos<br />
piensen en esa forma y su madre también, está bien. ¿Por<br />
qué? Porque ellos quieren la bendición máxima para ellos. Y<br />
toda madre que ama a sus hijos quiere la bendición más<br />
grande para sus hijos. Eso estuvo muy bien. Un buen ejemplo<br />
de una buena madre y una buena esposa que estaba criando<br />
correctamente a sus hijos; y la parte espiritual para sus hijos,<br />
era la parte más importante para ella y para sus hijos.<br />
Y así debe ser para toda esposa, para toda madre, de modo<br />
que sus hijos tengan como meta principal el Programa de<br />
Dios y las bendiciones que Dios tiene en Su Programa, la vida<br />
eterna.<br />
UNA PUERTA ABIERTA<br />
Martes, 25 de abril del 2000 - Austín, Texas<br />
“El le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu<br />
reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el<br />
otro a tu izquierda.<strong>”</strong><br />
Quería la mejor parte para sus hijos, como toda buena madre<br />
quiere lo mejor para sus hijos, tenía una buena forma de
72<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
problema, o sea, ella se responsabiliza por lo que va a<br />
suceder; o sea, que si hay alguna maldición, ella le va a pedir<br />
a su esposo Isaac que la eche sobre ella. “Yo fuí la<br />
responsable (le va a decir), por lo tanto él no tiene culpa.<strong>”</strong><br />
Vean cómo una madre luchando por la bendición de Dios<br />
para un hijo está dispuesta a pasar por cualquier problema,<br />
para que su hijo reciba la bendición de Dios. Que ese amor<br />
que expresó Rebeca hacia Jacob esté en vuestros corazones<br />
madres, para buscar la bendición de Dios para Sus hijos.<br />
LA CREACIÓN <strong>DE</strong> UNA NUEVA RAZA<br />
Domingo, 14 de abril de 2002 P.M. - Cali, Colombia<br />
Y Rebeca que amaba a Jacob y Abraham amaba a Esaú,<br />
pues cada uno quiere la bendición para la persona que ama.<br />
Y ahora, Rebeca le dice: “Sea sobre mí la maldición,<br />
cualquier maldición, cualquier problema sea sobre mí.<strong>”</strong> O sea,<br />
que ella se haría cargo de la situación y diría: “Fuí yo la de<br />
llevar a cabo estos planes.<strong>”</strong> Y entonces Isaac o maldeciría a su<br />
esposa, pero no la podía maldecir porque la amaba. Ella<br />
estaba dispuesta aun a ser maldecida por ayudar a su hijo a<br />
recibir la Bendición de la Primogenitura, ella estaba dispuesta<br />
a recibir los problemas que vinieran por buscar la bendición<br />
para su hijo Jacob.<br />
Y toda madre que ama a sus hijos busca la bendición de<br />
Dios para sus hijos, no importa que tenga algunos problemas,<br />
ya sea económicos o de alguna otra clase.<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 9<br />
nosotros, en el fin de esta generación, esperando a la<br />
eternidad, siendo transformados, glorificados, conforme a<br />
Tu Programa.<br />
He aquí, estamos presentes, ¡oh Dios! Gracias por abrir<br />
nuestros ojos a este Programa, que Tú tienes para el fin de<br />
esta generación.<br />
Te rogamos, sigas dándonos a conocer el resto de las cosas<br />
que faltan por ser conocidas. Y, ¡oh Señor! Transforma<br />
nuestros cuerpos pronto, y llama a los que han dormido, a<br />
los que están durmiendo en Cristo, esperando la<br />
resurrección.<br />
Gracias por nuestra madre en este tiempo; bendícela,<br />
llénala de alegría, de felicidad y de Vida eterna.<br />
Queremos la inmortalidad para ella. Gracias, ¡oh Dios<br />
eterno, por todo! Amén.<br />
Dios les bendiga, Dios les guarde, y pasen un día feliz.<br />
Dios les bendiga, Dios les guarde, y será hasta el próximo<br />
domingo.<br />
“PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO EN EL DÍA <strong>DE</strong> LAS<br />
MADRES.<strong>”</strong>
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 71<br />
grande, una bendición tan grande del Reino de Dios para sus<br />
hijos? Todos deseamos esa bendición y todas las grandes<br />
bendiciones del Reino de Dios para nuestros hijos.<br />
<strong>DIOS</strong> DARÁ A SU UNGIDO<br />
TODO LO QUE LE PIDA<br />
18 de julio de 1999 - Lima, Perú<br />
Y ahora, cuando ellos ven a Moisés y a Elías allá en el<br />
Monte de la Transfiguración, pues ellos saben que alguien<br />
tendrá el Ministerio de Moisés y alguien tendrá el Ministerio<br />
de Elías en la Venida del Hijo del Hombre en Su Reino. Y<br />
ahora, ellos buscan el apoyo de su madre; y toda madre que<br />
ama a sus hijos está dispuesta a apoyar a sus hijos para buscar<br />
las bendiciones grandes de Dios; esa es una buena posición<br />
que asumen las madres.<br />
Vean, ¿no le ayudó Rebeca a buscar la Bendición de la<br />
Primogenitura a Jacob? Claro que sí. Y luego las madres son<br />
bendecidas con la bendición que reciban los hijos.<br />
EL MISTERIO <strong>DE</strong> LA PRIMOGENITURA<br />
10 de Septiembre de 2002 - Topochico, México<br />
Ahora, Rebeca le cuenta a Jacob y le dice: “Ahora vamos a<br />
preparar un cabrito, esos los tenemos aquí en el corral, no hay<br />
que ir de cacería allá tan lejos, aquí mismo lo conseguimos,<br />
y lo tenemos ahí en el corral. Yo sé cómo a él le gusta la<br />
comida, esos guisos yo sé cómo le gusta, yo le he hecho<br />
muchos. Así que lo preparamos y tú vas y se lo llevas para<br />
que él te bendiga.<strong>”</strong> El le dice: “Pero él va a darse cuenta que<br />
yo no soy su hijo primogénito, se va a dar cuenta que yo no<br />
soy Esaú, y me va a maldecir en vez de bendecirme.<strong>”</strong><br />
Ella le dice que cualquier problema, pues caiga sobre ella el
70<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
prometida.<br />
Vean ustedes, su madre, la cual lo había criado hasta cierto<br />
tiempo, le había enseñado las Escrituras, le había enseñado las<br />
promesas de Dios correspondientes para el fin del tiempo del<br />
imperio del Faraón, y para el fin del tiempo de la esclavitud<br />
del pueblo hebreo; Moisés se conocía esas Escrituras<br />
EL HOMBRE ESTÁ PRESENTE<br />
19 de Marzo de 1996 - Brasil<br />
Cuando Juan estaba en el vientre de su madre, de Elisabet<br />
y Jesús en el vientre de María; cuando Elisabet escuchó la<br />
salutación de María, esa voz llegó hasta el niño, que estaba en<br />
el vientre de Elisabet.<br />
Así que hay alguna conexión del oído a los niños que están<br />
en el vientre; pues dice la Escritura, que cuando el niño<br />
escuchó ese saludo, brincó en el vientre de Elisabet.<br />
Ahora, cómo sería cuando Juan lo vio ya con unos treinta<br />
años de edad, y dijo: “Este es del cual yo decía que vendría<br />
después de mí.<strong>”</strong><br />
COLUMNA EN EL TEMPLO <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />
30 de Octubre de 1994 - Santa Cruz, Bolivia<br />
Tomo 40, página 18. “Entonces se le acercó la madre de<br />
los hijos de Zebedeo con sus hijos, postrándose ante él (o sea<br />
ante Jesús) y pidiéndole algo.<strong>”</strong> Como toda madre ora a Dios,<br />
va ante la Presencia de Dios, y le pide por sus hijos también,<br />
y le pide para sus hijos las mejores cosas, las bendiciones más<br />
grandes; porque toda madre ama a sus hijos.<br />
Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos<br />
hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda.<strong>”</strong><br />
¿Y quién no quiere una cosa así, tan importante y tan<br />
LA MADRE<br />
Por el Reverendo William Soto Santiago<br />
Domingo, 08 de Mayo de 1988<br />
Cayey, Puerto Rico<br />
F elicidades a todas las madres hoy en su Día. Reciban<br />
también muchos saludos de nuestro hermano Miguel<br />
Bermúdez Marín, quien se encuentra en España, con quien<br />
estuve hablando esta mañana, a las 9:15 de la mañana. Él se<br />
encuentra muy bien allá en España, y ya en este mismo mes<br />
regresa a Venezuela, el 27 de este mes regresa a Venezuela.<br />
En esta mañana en todo el Occidente se celebra el día de la<br />
madre; recordando así a cada una de las madres y dándole<br />
gracias a Dios por la madre que Dios le ha dado a cada<br />
persona.<br />
El único hombre, o los dos únicos que han venido a esta<br />
Tierra en una forma muy diferente, fueron: Adán y Jesús.<br />
Adán vino en una forma que muchas personas no se lo<br />
explican, pero en esta mañana nuestro tema es: “LA<br />
MADRE.<strong>”</strong><br />
Ya todos sabemos que Dios creó al hombre a Su imagen y<br />
semejanza. El hombre no viene de la Tierra, viene del Cielo,<br />
el hombre desciende del Cielo, de la eternidad, de la séptima<br />
dimensión (hablando de los hijos de Dios).<br />
Y Adán, el primer hijo de Dios que apareció en este planeta<br />
Tierra, descendió del Cielo, vino de la séptima dimensión; de<br />
ahí Dios lo pasó a la sexta dimensión, en donde le creó un<br />
cuerpo teofánico. El cuerpo teofánico es nada menos que el<br />
espíritu, y fue creado a imagen y semejanza de Dios.<br />
Allí Adán recibió todo poder, toda autoridad, y recibió<br />
también la comisión de multiplicarse. Luego Dios lo trajo a<br />
esta dimensión terrenal, en donde le creó un cuerpo físico del<br />
polvo de la tierra, y colocó a Adán en ese cuerpo terrenal.<br />
Ese cuerpo terrenal es de la tierra; y Adán vivía en este
12<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
planeta Tierra allá en el Edén, pero Dios dice que no halló<br />
ayuda idónea para el hombre. Todos los animales del campo<br />
tenían su compañera, y cuando vio a Adán, lo vio sólo.<br />
Adán era la única persona, el único ser humano que vivía en<br />
este planeta Tierra, aunque entre los animales del campo hubo<br />
una especie que se parecía mucho al hombre, al ser humano;<br />
y era tan parecido al ser humano que solamente le faltaba una<br />
sola cosa para ser un ser humano: le faltaba el alma.<br />
Y esa especie fue cortada, eliminada. Y hoy en día la ciencia<br />
está buscando esa especie. La ciencia le llama: “El eslabón<br />
perdido,<strong>”</strong> el cual la ciencia coloca entre el hombre y el<br />
chimpancé; o sea, entre el hombre y el animal, el chimpancé.<br />
La ciencia dice que la creación va hacia arriba, comienza en<br />
cierta forma y sigue hasta que llega al chimpancé, y luego de<br />
ahí salta al hombre, pero que entre el chimpancé y el hombre<br />
hay un eslabón perdido, y ese eslabón perdido en la Biblia se<br />
conoce como la serpiente, la cual caminaba erecta, hablaba,<br />
razonaba, y era el animal más inteligente y más astuto de<br />
todos los animales. Y no es raro que la serpiente hablara en<br />
aquel tiempo, porque aún las cotorras hablan en este tiempo.<br />
Así que vea usted, entre las aves hay loros, cotorras que<br />
hablan; y en los animales hubo uno que hablaba, que<br />
razonaba, y que fue el instrumento del enemigo, para<br />
ocasionarles problemas a la raza humana; por lo cual recibió<br />
la maldición divina, despareció esa especie. Ése es el eslabón<br />
perdido que la ciencia está buscando.<br />
Ahora, podemos ver que Dios cuando creó al hombre y<br />
vivía en este planeta Tierra, el hombre en ese cuerpo terrenal,<br />
no tenía una compañera. Y Dios dijo: “No es bueno que el<br />
hombre esté sólo.<strong>”</strong> Y Dios colocó sueño sobre Adán, tomó de<br />
su costado e hizo una compañera para Adán.<br />
Luego en el Programa Divino estaba para Adán y Eva, la<br />
formación de la raza humana a imagen y semejanza divina.<br />
EXTRACTOS<br />
TOMADOS<br />
<strong>DE</strong> DIFERENTES MENSAJES<br />
JESÚS, EL HIJO <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />
13 de Noviembre de 1991 - San José, Costa Rica<br />
Ahora, Juan dice: “Yo no le conocía.<strong>”</strong> ¿No le conocía<br />
cómo? No le conocía como el Cristo, como el Mesías, aunque<br />
fueran primos. Porque algunas veces es muy sorprendente que<br />
uno sabe que es un hijo de Dios, pero no sabemos de nuestra<br />
familia cuántos son hijos de Dios; y de momento se<br />
manifiesta alguna persona de la familia nuestra, como un<br />
creyente en la Palabra, y uno dice: “Yo no lo conocía como<br />
un hijo de Dios, y ahora veo que es un hijo de Dios también.<strong>”</strong><br />
Y eso es algo muy bonito, muy hermoso, ver que en la<br />
familia de uno hay muchos hijos de Dios. Y es un privilegio<br />
muy grande para toda madre tener hijos de Dios aquí en la<br />
Tierra. Nadie quiere tener un hijo del diablo, como lo tuvo la<br />
madre de Judas Iscariote. Toda dama desea tener hijos de<br />
Dios. Por eso deben orar: Primero cuando se enamoran, para<br />
que se enamoren de hijos de Dios; y pedirle a Dios que envíe<br />
en el seno de su hogar, hijos de Dios a nacer en ese hogar.<br />
Vean ustedes, Zacarías y Elisabet oraron, y Dios les envió<br />
un profeta poderoso que le preparó el camino al Señor. Y así<br />
muchas personas han orado, y Dios les ha enviado un hijo de<br />
Dios, en muchos casos un Profeta.<br />
EL ÉXODO HACIA EL REINO MILENIAL<br />
30 de Mayo de 1993 - Cayey, Puerto Rico<br />
Tomo 23, página 130. Vean ustedes, Moisés, ya siendo un<br />
príncipe en el reino del Faraón, en el reino de ese Faraón de<br />
Egipto, con todo y eso Moisés comprendía que él era el<br />
hombre señalado por Dios para el éxodo hacia la tierra
68<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
nosotros por toda la eternidad.<br />
Así que, ustedes son madres bienaventuradas, por lo cual<br />
mis felicitaciones a ustedes.<br />
Y que las bendiciones de Cristo sean sobre todas ustedes<br />
madres creyentes, con niños varoncitos y niñitas que Dios les<br />
ha dado, para tenerlos en el Programa de Dios, dentro del<br />
Nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, la<br />
Sangre de Jesucristo nuestro Salvador.<br />
Que Dios les bendiga madres, y que sean muy felices con<br />
sus esposos y con los niños que Dios les ha dado, y que Dios<br />
les provea en lo material y en lo espiritual, para criar bien sus<br />
niños.<br />
Dios les bendiga y les guarde.<br />
“PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO A LAS MADRES.<strong>”</strong><br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 13<br />
Eva cuando aceptó el razonamiento de la serpiente, una raza<br />
que estaba más baja que la raza humana, vino a ser madre de<br />
todos los vivientes: tanto de los buenos como de los malos,<br />
tanto de Abel como de Caín, en donde estaba representada la<br />
raza humana, incluyendo buenos y malos.<br />
Adán para tener hijos a través de Eva, tenía que esperar el<br />
momento en el Programa Divino, para así comer del Árbol de<br />
la Vida, y así multiplicarse en y a través de Eva, y traer hijos<br />
perfectos, que vivieran eternamente. Y eso Adán tenía que<br />
hacerlo luego de comer del Árbol de la Vida, y luego hablar<br />
esa Palabra, y Eva entonces tener hijos por la Palabra hablada<br />
de Adán.<br />
Cualquier persona que no conoce la Escritura<br />
correctamente, puede pensar que eso era una cosa imposible.<br />
Pero dentro de un momentito vamos a ver que eso era posible,<br />
y la Escritura tiene pruebas, de que es posible sin la unión de<br />
un hombre y una mujer, tener un hijo.<br />
Y no por inventos científicos, porque con los inventos<br />
científicos están tratando y han logrado ciertos adelantos.<br />
Pero no es asunto de la ciencia, que proviene del árbol de<br />
ciencia del bien y de mal, sino por el Programa Divino, que<br />
es lo más importante para Dios y Sus hijos. Nada puede vivir<br />
eternamente si no viene por el Programa Divino.<br />
Ahora, hemos visto que Eva para tener hijos, que vivieran<br />
eternamente, tenía que esperar esa Palabra hablada de Adán.<br />
Esa sería una Palabra creadora, que crearía en el vientre de<br />
Eva una célula de sangre, la cual se multiplicaría y formaría<br />
el cuerpo de su primer hijo.<br />
La pregunta para todos sería: “¿Y cuál hubiera sido el<br />
primer hijo de Adán, si no hubiera ocurrido el problema de la<br />
caída en el Huerto del Edén?<strong>”</strong> Hubiera sido el primer Hijo<br />
Palabra, y ese primer Hijo hubiera también hecho lo mismo,<br />
y se hubiera multiplicado.
14<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Ahora, Eva no esperó que Adán comiera del Árbol de la<br />
Vida. Todavía no era el tiempo. Es lo mismo que nos pasa<br />
muchas veces a nosotros, que tratamos de hacer cosas, o en<br />
nuestras vidas o en la Obra de Dios, antes del tiempo señalado<br />
en el Programa Divino.<br />
Ahora, Eva se adelantó, y no le funcionó bien; vino a ser<br />
madre de buenos y malos también, hijos de Dios e hijos del<br />
diablo; hijos que en el comienzo, uno mató al otro; y se<br />
estableció así en el comienzo de la raza humana, se estableció<br />
así el alto nivel de criminalidad.<br />
De tres varones, la tercera parte de los varones tenía ese<br />
grado de criminalidad, una tercera parte de los varones;<br />
porque Caín constituía la tercera parte de los varones. Así que<br />
el problema de la criminalidad comenzó allá.<br />
Ahora, para Dios los problemas de la raza humana, lo que<br />
hace es causar que los atributos divinos se expresen, se<br />
manifiesten, y todas las cosas obran a bien a los hijos de Dios,<br />
a los escogidos.<br />
Así que no tenemos que estar lamentando los problemas del<br />
pasado. Cuídese usted de meterse en problemas. Los<br />
problemas del pasado ya pasaron, y tenemos que caminar<br />
hacia delante en la vida.<br />
Eva vino a ser madre de todos los vivientes: de los buenos<br />
y también de los malos.<br />
Ahora, ninguna madre quisiera tener hijos malos; todos los<br />
que quieren tener, son hijos buenos. Pero ya usted sabe por<br />
qué ocurre eso.<br />
Tenemos en la Escritura para todos los hijos el<br />
mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, para que te<br />
vaya bien.<strong>”</strong> [Deuteronomio 5:16] Es el primer mandamiento<br />
con promesa. También dice que no menosprecies a tu madre<br />
cuando sea vieja. Proverbios [23:22] del rey Salomón dice así.<br />
Ahora, aunque hayan ocurrido los problemas de la caída en<br />
PALABRAS <strong>DE</strong> SALUDO<br />
A LAS MADRES<br />
Por el Reverendo William Soto Santiago<br />
Jueves, 10 de Mayo de 2001<br />
Tizayuca, Mexico<br />
A todas las madres, las cuales han estado contribuyendo<br />
para que se complete el Cuerpo Místico de Cristo, al<br />
pedir a Cristo niños, hijos; y al recibir esos niños y<br />
presentarlos a Cristo, tanto el padre como la madre han<br />
contribuido para que la Casa de Dios, la Iglesia, se llene;<br />
Cristo les ha dado niños que tienen sus nombres escritos en el<br />
Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.<br />
Y qué mejor lugar que una casa de un creyente, para Dios<br />
colocar ahí almas del Cielo, que están escritas en el Cielo en<br />
el Libro de la Vida del Cordero, para que los tengan, los críen,<br />
los guíen en el camino de Dios, y los protejan.<br />
Recuerden, son hijos e hijas de Dios aunque son bebés, esas<br />
almas han venido del Cielo, Dios las ha enviado del Cielo a<br />
ustedes en sus hogares, para que los tengan, los cuiden, los<br />
críen y los guíen en el Camino de Dios.<br />
Por lo tanto, hoy día de las madres, mis felicitaciones a<br />
todas ustedes madres. Y que las bendiciones de Cristo nuestro<br />
Salvador sean sobre ustedes, y les use grandemente en el<br />
cuidado de esos niños, de esos escogidos de Dios que Dios les<br />
ha dado, y les ayude a guiarlos siempre en el Camino de Dios.<br />
Y cuando estemos todos transformados, los tendrán también<br />
ustedes a sus lados transformados también; y cuando estemos<br />
en la Cena de las Bodas del Cordero, también los tendrán con<br />
ustedes en la Cena de las Bodas del Cordero, con cuerpos<br />
jovencitos que representarán de 18 a 21 años edad.<br />
Y cuando regresemos para el Reino Milenial, también los<br />
tendremos en el Reino Milenial con nosotros. Porque Dios<br />
nos ha dado esos niños para nosotros, para tenerlos con
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 15<br />
el Huerto del Edén, estamos en esta Tierra, hemos aparecido,<br />
no con el cuerpo que hubiéramos aparecido si no hubiera<br />
ocurrido la caída, porque entonces hubiéramos aparecido con<br />
un cuerpo eterno, perfecto, creado en el vientre de la madre<br />
que nos tocara tener en ese momento, para nacer en este<br />
planeta Tierra.<br />
Así que hemos aparecido con un cuerpo temporero, el cual<br />
nuestro padre terrenal y nuestra madre terrenal, han traído a<br />
existencia. Nuestro padre terrenal lo engendró en el vientre de<br />
nuestra madre terrenal, por la unión sexual, por sexo; y no por<br />
una Palabra hablada; porque por Palabra hablada es Creación,<br />
y trae un cuerpo perfecto, eterno, a imagen y semejanza<br />
divina.<br />
Pero no tenemos porqué estar quejándonos. El cuerpo<br />
eterno, perfecto, a imagen y semejanza divina lo tendremos a<br />
su debido tiempo; y la caída lo que ha hecho es dar lugar a<br />
nosotros pasar por una experiencia única, la cual no se<br />
repetirá: de experimentar la vida en un cuerpo terreno, en un<br />
cuerpo temporero, en un cuerpo mortal, corruptible; pero<br />
gracias a Dios que es un tiempo corto.<br />
Es una experiencia única, la cual estamos pasando nosotros;<br />
pero eso no impedirá para que usted y yo tengamos el<br />
conocimiento del Programa Divino. Eso no estorbará para que<br />
usted y yo obtengamos el cuerpo eterno, perfecto,<br />
incorruptible; más bien utilizaremos este cuerpo al máximo<br />
para cumplir el propósito divino, por el cual estamos en estos<br />
cuerpos.<br />
Ahora, usted y yo hemos aparecido, como ya les dije, a<br />
través de la unión de un hombre y de una mujer; y Dios<br />
colocó en ese cuerpo a un hijo suyo: a usted, a mí; nos colocó<br />
en estos cuerpos terrenales, temporeros; pero hemos venido<br />
de la séptima dimensión, de la eternidad, de la dimensión<br />
donde Dios mora.
16<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Y así como Jesús dijo: “Salí de Dios y vuelvo a Dios,<strong>”</strong> todos<br />
los hijos de Dios pueden decir en la misma forma. Y cada uno<br />
de nosotros conscientes de la realidad, vivimos en esta Tierra<br />
dándole gracias a Dios por nuestros padres terrenales, que<br />
dieron lugar a la aparición nuestra en este planeta Tierra. Dios<br />
los utilizó a ellos.<br />
Amamos a nuestra madre, amamos a nuestro Padre, aunque<br />
nos ha dado un cuerpo temporero; pero ellos no podían dar<br />
más de lo que ellos tenían. Ellos tenían un cuerpo temporero,<br />
o tienen un cuerpo temporero, y eso era lo único que ellos<br />
podían ofrecerle a sus hijos: multiplicarse para así ofrecerle<br />
un cuerpo temporero a sus hijos.<br />
Ahora, tenemos que comprender bien una cosa: En una<br />
familia pueden aparecer hijos de Dios, escogidos; y también<br />
aparecer hijos que no son escogidos; así como cuando usted<br />
siembra el grano de trigo, cuando nace, usted ve el tallo, las<br />
hojas y luego ve el trigo.<br />
Ese grano de trigo que se sembró, produjo una mata, pero<br />
también produjo trigo verdadero. Así también ocurre en la<br />
familia.<br />
Lo más hermoso es una madre producir con su esposo,<br />
aunque sea un grano de trigo; porque sino solamente ha<br />
tenido una familia como una gran mata de trigo. Pero<br />
solamente a tenido tallo, hojas. Y trigo, que son los hijos del<br />
Reino, no.<br />
La felicidad más grande para una madre cuando comprende<br />
estas cosas, es decir: “Yo he producido con mi esposo trigo,<br />
hijos del Reino de Dios.<strong>”</strong><br />
Y el privilegio para un hijo de Dios, es que su madre haya<br />
producido hijos de Dios; y el deseo más grande para un hijo<br />
de Dios, para un hijo del Reino, es que los demás hijos que ha<br />
tenido esa madre, también sean trigo, hijos del Reino de Dios;<br />
aunque no siempre es así; pueden quedarse en tallo, en hojas;<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 65<br />
y le damos más que gracias a Dios por todas las madres que<br />
tienen hijos e hijas del Dios viviente aquí en la Tierra.<br />
Yo le doy gracias a Dios por mi madre, a la cual felicito en<br />
este día de la madre. Que Dios la bendiga grandemente y le<br />
guíe siempre en el camino de la vida, y que pronto la vea<br />
transformada, cuando todos los escogidos sean transformados.<br />
“LA MADRE <strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong><br />
Hemos visto en este día lo que es en el Programa Divino la<br />
madre: Es un instrumento en las Manos de Dios.<br />
Que Dios bendiga a todas las madres, y les guíe siempre en<br />
el programa divino. Muchas gracias y continúen pasando feliz<br />
este día de las madres, lleno de las bendiciones de Dios, a<br />
todas las madres y también a todos los hijos; porque todos<br />
tenemos una madre que fue escogida de Dios para traer a esta<br />
vida a cada uno de nosotros.<br />
Con nosotros nuevamente Miguel Bermúdez Marín.<br />
Estamos esperando que nuestro amigo y hermano Miguel<br />
Bermúdez Marín entre a través de la línea telefónica para<br />
concluir nuestra parte.<br />
Así que Dios nos continúe bendiciendo, Dios nos guarde, y<br />
adelante en el Programa Divino.<br />
Adelante madres, en este día de las madres, dándole gracias<br />
a Dios por el privilegio que les ha dado de ser tipo y figura de<br />
la Iglesia del Señor Jesucristo.<br />
En lo que entra nuestro hermano Bermúdez quiero decir: La<br />
fidelidad a Dios, a su esposo y a sus hijos es un requisito<br />
para la felicidad del hogar y para la entrada al glorioso<br />
Reino Milenial.<br />
Dios les bendiga, Dios les guarde, y con nosotros Miguel<br />
Bermúdez Marín.<br />
“LA MADRE <strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong>
64<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
hijos en los tubos de ensayo, “los hijos de probeta;<strong>”</strong> pero<br />
siempre utilizando la materia prima del ser humano; así que<br />
no están haciendo nada, solamente están temporalmente<br />
cambiando de lugar todo eso, pero están utilizando lo que<br />
Dios colocó en el ser humano.<br />
El hombre y la mujer, el esposo y la esposa, aunque no<br />
hayan estudiado en las grandes universidades, ni sean<br />
científicos, pueden hacer algo que los científicos con todos<br />
sus estudios no pueden hacer: puede el matrimonio engendrar<br />
hijos, tener hijos, lo cual la ciencia todavía no ha podido<br />
hacer.<br />
Fue que Dios colocó todo eso en el ser humano. Es el<br />
programa divino llevándose a cabo en la pareja, en el esposo<br />
y la esposa; porque están aquí para un propósito divino.<br />
Luego le es dicho al matrimonio: “Instruye al niño en su<br />
carrera, en su camino, y aún cuando sea viejo no se apartará<br />
de ella.<strong>”</strong> [Proverbios 22:6].<br />
Es necesario instruir a nuestros niños, nuestros hijos,<br />
primeramente en todo el Programa Divino; porque primero es<br />
Dios: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda<br />
tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas, con todo tu<br />
espíritu.<strong>”</strong> [San Marcos 12:30; San Lucas 10:27]. Porque<br />
primero es Dios, y después las cosas de la Tierra.<br />
Ahora, necesitamos tenerle una buena instrucción a nuestros<br />
hijos primeramente del programa de Dios, y luego de las<br />
demás cosas de la Tierra, para que sean personas positivas, se<br />
levanten con una mente positiva, y puedan ser personas útiles<br />
en este planeta Tierra, caminando siempre de acuerdo al<br />
programa de Dios, haciendo siempre las cosas buenas, porque<br />
son agradables a Dios; y siempre apartándose de las cosas<br />
negativas de la vida, siempre caminando por el buen camino.<br />
La madre es un instrumento de Dios, y le damos gracias a<br />
Dios por todas las madres que existen en este planeta Tierra,<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 17<br />
pero cuando vienen a ser también trigo, la felicidad es mayor<br />
para esa madre y para todos esos hijos, y para el padre<br />
también.<br />
Ahora, vean ustedes, que es grande para una madre tener<br />
hijos, es un privilegio muy grande, el cual le han querido<br />
quitar con estos inventos científicos, de producir hijos de<br />
probeta; y no solamente eso, sino que están tratando también<br />
de que los hombres sean madres también. Le quieren quitar el<br />
privilegio que tiene la mujer, de ser madre de todos los<br />
vivientes.<br />
El padre tiene la vida, la cual coloca en la madre, para que<br />
ella multiplique esa célula de vida, de sangre, y traiga a<br />
existencia un cuerpo. Por eso San Pablo dijo: “La mujer se<br />
salvará engendrando hijos, si permanece en la fe, el amor; ella<br />
se salvará, y viviendo una vida con modestia.<strong>”</strong><br />
Esa es la posición en que el Apóstol San Pablo coloca a la<br />
mujer; porque ha sido colocada como una ayuda idónea para<br />
el hombre, para la construcción o constitución de un mundo<br />
mejor, un mundo, una civilización que crea en Dios y siga Su<br />
Palabra.<br />
La madre tiene un privilegio muy grande, el privilegio de<br />
ser madre; un privilegio que Dios le dio a la mujer desde que<br />
formó, hizo a la mujer.<br />
Así que ser madre es un privilegio muy grande, es tan<br />
grande que solamente un hombre puede decir: “Yo no<br />
necesité a una mujer para aparecer en esta Tierra.<strong>”</strong> Ése fue<br />
Adán; porque traía dentro esa mujer, traía dentro a Eva; de ahí<br />
fue que Dios sacó la compañera de Adán.<br />
Hay un misterio muy grande ahí, del cual en esta mañana no<br />
vamos a estar hablando. Pero es necesario que entendamos,<br />
que aunque Adán no vino por una mujer, sino que Dios lo<br />
creó el cuerpo físico de Adán, fue tomado del polvo de la<br />
Tierra, y este planeta Tierra representa a la mujer.
18<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Así que vino en tipo y figura de una mujer, nació del polvo<br />
de la Tierra por creación divina, en cuanto a su cuerpo físico.<br />
Por eso la Tierra y de la Tierra surge la vida; y todo eso<br />
porque Dios habló esa Palabra para que la Tierra estuviera<br />
produciendo según su género.<br />
Así que, vean ustedes, que usted encuentra en tipo y figura<br />
a la mujer, antes de ella aparecer en este planeta Tierra.<br />
La mujer en el Programa Divino es importante. Usted y yo<br />
estamos aquí con estos cuerpos porque hemos nacido de una<br />
mujer. Creo que ninguno aquí ha nacido por el método de<br />
probeta ni cosa semejante.<br />
Así que Dios nos ha permitido nacer de una mujer; y a esa<br />
mujer nosotros la llamamos nuestra madre, la cual amamos y<br />
le damos gracias a Dios por ella.<br />
Dios escogió para usted dónde y a través de qué mujer, cuál<br />
mujer, usted iba a nacer; y oramos por nuestra madre para que<br />
Dios la tenga en la eternidad viviendo, por cuanto nos trajo en<br />
estos cuerpos terrenales en este planeta Tierra.<br />
Ahora, para vivir eternamente se requiere nacer de nuevo.<br />
En una ocasión vino Nicodemo de noche a Jesús, porque él<br />
estaba interesado en el Reino de Dios, él era un hombre muy<br />
religioso, creyente en las cosas de Dios, y maestro en Israel,<br />
el principal maestro; y viene donde Jesús diciéndole:<br />
“Sabemos que Tú has venido de Dios como Maestro, porque<br />
nadie puede hacer las cosas que Tú haces, si Dios no fuera<br />
con él.<strong>”</strong><br />
Jesús le dice: “De cierto, de cierto te digo, si no naces de<br />
nuevo, no puedes ver el Reino de Dios; porque el que no nace<br />
de nuevo, no lo puede ver.<strong>”</strong><br />
Nicodemo le dice: “¿Y cómo puede hacerse esto? ¿Puede el<br />
hombre ya siendo viejo...?<strong>”</strong> Parece que él ya estaba avanzado<br />
en edad; y si estaba avanzado en edad, su madre ó estaba muy<br />
viejita o se había muerto ya.<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 63<br />
Cristo y Su Esposa.<br />
Así que yo en esta mañana le doy gracias a Dios por todas<br />
las madres, y le pido a Dios Su bendición para todas las<br />
madres. Es un privilegio muy grande que Dios ha dado a las<br />
madres.<br />
Podemos ver que si no tuviéramos padres aquí en la Tierra,<br />
no tendríamos esta generación que existe en este tiempo final.<br />
Y así ha sido a través de las generaciones, con la unión de un<br />
hombre y de una mujer se ha estado manteniendo la raza<br />
humana, ha estado bendiciendo la raza humana, porque Dios<br />
ha permitido a la mujer ser madre y al hombre ser padre: son<br />
tipo y figura de Cristo y Su Iglesia.<br />
Oremos siempre a Dios por la unión de cada matrimonio,<br />
por la armonía de cada hogar, y por una buena enseñanza a<br />
nuestros hijos conforme al Programa Divino, para que puedan<br />
comprender que no estamos aquí en la Tierra por mera<br />
casualidad, sino porque hay un Programa Divino que ha<br />
estado desarrollándose a través de las generaciones; y<br />
nosotros somos parte de ese programa.<br />
Y no queremos que nuestros hijos ignoren el Programa de<br />
Dios, porque los que ignoran el Programa Divino para el<br />
tiempo en que viven, pierden las bendiciones divinas que hay<br />
en ese Programa; pero los que reconocen el Programa de Dios<br />
y se colocan en ese Programa, reciben todas las bendiciones<br />
que Dios tiene para Su pueblo, para Sus hijos, en ese tiempo,<br />
y quedan sellados en el Reino de Dios para otros tiempos<br />
futuros, quedan sellados en el Reino de Dios para el glorioso<br />
Reino milenial y para toda la eternidad.<br />
Así que podemos ver la importancia de la madre en este<br />
planeta Tierra, podemos ver que hay un Programa Divino que<br />
ha estado llevándose a cabo.<br />
Los científicos, con todo lo que ellos han aprendido, todavía<br />
no han podido crear un ser humano. Hablan acerca de los
62<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Por esa causa cuando un hombre tiene una novia, él es<br />
tipo de Cristo, y ella es tipo de la Novia de Cristo. Y<br />
cuando se casan: Cristo está representado en ese hombre<br />
que se está casando; y la Esposa del Cordero está<br />
representada en esa novia, en esa joven que se ha casado,<br />
y esa mujer viene a ser tipo y figura de la Esposa de<br />
Cristo. Cristo y Su Esposa representados en el<br />
matrimonio de una pareja, para producir hijos e hijas de<br />
Dios.<br />
Así es Cristo y Su Esposa. Y así cada pareja al casarse<br />
deben siempre orar a Dios para que envíe a su hogar, al seno<br />
de su hogar, hijos e hijas de Dios manifestados en cuerpos<br />
humanos, para que se cumpla en ellos el programa divino;<br />
porque es algo grande y maravilloso, es una bendición muy<br />
grande tener hijos e hijas en el matrimonio, pero lo más<br />
grande de todo es que sean esos hijos e hijas del Dios<br />
viviente; y eso es dar a luz para bendición.<br />
Todos queremos tener hijos e hijas de Dios aquí en la<br />
Tierra, en nuestros hogares, en nuestras familias. Por esa<br />
causa es necesario que los jóvenes oren a Dios para que les<br />
guíe en el camino de esta vida terrenal, para cuando se unan<br />
en matrimonio, sea con una joven elegida de Dios para tener<br />
hijos e hijas del Dios viviente aquí en la Tierra para bendición<br />
de esa pareja y para bendición de esos hijos, pues todos<br />
deseamos que nuestros hijos sean escogidos de Dios.<br />
Oremos siempre a Dios, los jóvenes y también los adultos<br />
para que nuestras familias sean familias celestiales, aunque<br />
nacidas aquí en la Tierra en cuerpos mortales, en cuerpo<br />
temporal, pero con la promesa de un cuerpo eterno. Y así<br />
podamos ayudar a nuestros hijos a que tengan un segundo<br />
nacimiento; ya que han nacido en nuestra familia, que<br />
también nazcan en la familia de Dios, en el Reino de Dios, en<br />
y a través de la Jerusalén Celestial, a través de la unión de<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 19<br />
Así que Nicodemo tenía un tremendo problema, el cual le<br />
reflejó a Jesús en la forma que le habló a Jesús.<br />
Y le pregunta a Jesús: “¿Puede acaso el hombre ya siendo<br />
viejo entrar en el vientre de su madre y nacer de nuevo?<strong>”</strong><br />
Jesús le dice: “Siendo tú el maestro de Israel, ¿no sabes<br />
esto, tú no sabes cómo es esto? Lo que sabemos hablamos.<strong>”</strong><br />
Nicodemo sabía hablar en términos naturales, físicos;<br />
aunque tenía conocimiento de las cosas de Dios, pero la<br />
aplicación que le daba, era física; y si había que nacer de<br />
nuevo, se requería una madre.<br />
Y Nicodemo pensó: “Bueno, si uno va a nacer de nuevo;<br />
pues, si ya no tiene madre, tiene que la madre nacer, hacer<br />
que nazca de nuevo, dar a luz de nuevo al mismo hijo, tiene<br />
que ser así. Entonces, ¿es acaso que esto se puede hacer? (Le<br />
pregunta a Jesús). Eso no es posible.<strong>”</strong><br />
Y Jesús, no le está hablando de nacer de nuevo físicamente<br />
a través de una mujer, o de otra mujer literal. Jesús está<br />
hablando en unos términos de creación; y los términos de<br />
creación son muy diferentes a los términos del ser humano,<br />
cuando se multiplica teniendo más hijos.<br />
Ahora, ya hemos visto que hay dos formas para aparecer en<br />
este planeta Tierra: una por creación, la otra por la unión de<br />
un hombre y de una mujer, en las relaciones íntimas.<br />
Adán vino por creación, el primer hombre. El segundo<br />
hombre que vino a este planeta Tierra, sin la unión de un<br />
hombre y de una mujer, en las relaciones íntimas, fue Jesús.<br />
Por eso se le conoce bíblicamente como el segundo Adán.<br />
Vino por creación divina en el vientre de María, donde Dios<br />
creó una célula de sangre, y se fue multiplicando hasta que<br />
formó el cuerpo de Jesús; un cuerpo perfecto, un cuerpo<br />
inmortal como el de Adán.<br />
Y se pregunta usted: “¿Y por qué Adán murió, y por qué<br />
Jesús murió también si eran cuerpos inmortales?<strong>”</strong> Porque para
20<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
un cuerpo inmortal, la única forma en la cual se puede hacer<br />
mortal es por el pecado.<br />
Jesús, ese cuerpo que nació de María vino por creación. Él<br />
decía: “Nadie me quita la vida, Yo la pongo por mí mismo,<br />
para volverla a tomar.<strong>”</strong> Así que hay una diferencia grande<br />
entre un cuerpo nacido, aparecido por creación, y un cuerpo<br />
nacido por relaciones íntimas de un hombre y una mujer.<br />
El cuerpo nacido por las relaciones de un hombre y de una<br />
mujer, es un cuerpo mortal, temporero, corruptible, sujeto a<br />
esta dimensión terrenal, con la que tiene esta dimensión<br />
terrenal.<br />
Un cuerpo nacido por creación no está sujeto a esta<br />
dimensión, ni a las leyes de la dimensión terrenal, como<br />
hemos visto en Jesús: podía caminar sobre las aguas, podía<br />
multiplicar los panes y los peces, podía pasar por las paredes<br />
y entrar a una casa aún con las puertas cerradas, y luego<br />
ascendió al Cielo, sin usar medios de transporte humano,<br />
como aviones o cohetes.<br />
Ahora, se requiere para nacer de nuevo, se requiere una<br />
madre. Dios hizo provisión para usted y para mí de una madre<br />
terrenal, para aparecer en este planeta Tierra, para algo<br />
temporero, una estadía por determinado tiempo. Y Él tiene<br />
una madre para ese nuevo nacimiento, del cual Él estuvo<br />
hablándole a Nicodemo.<br />
Y nos preguntamos, porque usted y yo sabemos cuál es<br />
nuestra madre terrenal que nos dio este cuerpo físico, a la cual<br />
estamos agradecidos en todo, y a Dios por esa madre terrenal.<br />
Ahora, veamos la madre, nuestra madre del nuevo<br />
nacimiento. Primero se nace en otra dimensión: así como<br />
Adán, como Jesús, porque estamos hablando de nacer por<br />
creación, porque solamente así se puede vivir eternamente.<br />
Estando en el día de la madre o de las madres, queremos<br />
también honrar nuestra Madre que nos ha traído el nuevo<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 61<br />
dice:<br />
“...sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la<br />
ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de<br />
muchos millares de ángeles,<br />
a la congregación de los primogénitos que están inscritos<br />
en los cielos<strong>”</strong><br />
La congregación de los Primogénitos son los hijos de la<br />
Jerusalén Celestial, que es la Madre de todos nosotros; porque<br />
ella es el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, en donde el<br />
Señor Jesucristo, como el Esposo, ha colocado Su Palabra<br />
creadora para crear los hijos de Dios, para producir el nuevo<br />
nacimiento de cada hijo de Dios en el Reino de Dios.<br />
La madre de todos nosotros, como hemos visto, es la Nueva<br />
Jerusalén (la Celestial). Ahí está nuestro nombre escrito, y<br />
somos nosotros miembros de la Jerusalén celestial. Por esa<br />
causa Él prometió colocar en cada uno de nosotros Su<br />
Nombre, el Nombre eterno de Dios y el nombre nuevo del<br />
Señor Jesucristo, y la Jerusalén Celestial también tiene ese<br />
Nombre eterno de Dios, porque es la Esposa del Cordero. Por<br />
esa causa Juan la vio como una Esposa ataviada para su<br />
marido. La esposa lleva el nombre del esposo, y también los<br />
hijos.<br />
Ahora, siendo nosotros en el campo espiritual hijos de Dios,<br />
y venidos a esta Tierra para que se realice en nosotros el<br />
nuevo nacimiento en el Reino de Dios, nosotros hemos nacido<br />
en el Reino de Dios por Cristo, el cual ha hablado Su Palabra<br />
a Su Esposa y ha producido el nacimiento, por Creación<br />
divina, de cada uno de nosotros en el Reino de Dios.<br />
La madre terrenal que Dios nos ha dado en este planeta<br />
Tierra viene a ser entonces tipo y figura de la Esposa del<br />
Cordero, es tipo y figura de la Nueva Jerusalén: privilegio<br />
grande que Dios le ha dado a las madres, para que vivan<br />
felices y contentas, y se realice en ellas el propósito divino.
60<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
cada dispensación son creados los hijos de Dios para esa<br />
edad, y nacen en esa edad, y vienen a ser hijos de la Jerusalén<br />
celestial, hijos de la Esposa de Cristo y del Esposo, que es<br />
Cristo.<br />
Aquí, vean ustedes, el Apóstol San Pablo en Gálatas<br />
capítulo 4, verso 22 en adelante, dice:<br />
“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la<br />
esclava, el otro de la libre.<br />
Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la<br />
libre, por la promesa.<br />
Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos<br />
pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para<br />
esclavitud; éste es Agar.<strong>”</strong><br />
Vean ustedes, Agar, la sierva egipcia de Sara que vino a ser<br />
madre de Ismael, hijo de Abraham, está representando... El<br />
hijo de Abraham a través de la sierva Agar está representando<br />
al pueblo hebreo, el cual recibió la Ley allá en el monte Sinaí;<br />
y como nación el pueblo hebreo nació en ese monte. Luego<br />
sigue diciendo:<br />
“Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde<br />
a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en<br />
esclavitud.<br />
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos<br />
nosotros, es libre.<strong>”</strong><br />
Aquí podemos ver que la Jerusalén Celestial es Madre de<br />
todos los hijos libres de Dios, los cuales no son engendrados<br />
de sangre ni de voluntad de varón, sino que son engendrados<br />
por la Palabra de Dios, son creados por la Palabra de Dios en<br />
la Edad que les corresponde vivir.<br />
Y perteneciendo todos nosotros a la Jerusalén Celestial, la<br />
cual es Madre de todos nosotros... porque esa Jerusalén<br />
celestial tiene hijos.<br />
Ahora, aquí en Hebreos, capítulo 12, verso 22 en adelante,<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 21<br />
nacimiento, y que ocasionará el nacimiento en un cuerpo<br />
perfecto. Esa Madre no nos va a dejar.<br />
Bueno, vamos a ver, vamos a preguntarle a San Pablo<br />
acerca de nuestra Madre del nuevo nacimiento.<br />
Recuerden una cosa: usted y yo llevamos el nombre de<br />
nuestros padres por el nacimiento físico que hemos tenido,<br />
pero por el nacimiento del cual habla Jesús, obtendremos el<br />
Nombre de nuestro Padre y nuestra Madre, los que tienen que<br />
ver con el nuevo nacimiento.<br />
Ahora, San Pablo, escribiéndole a los Gálatas, en el capítulo<br />
4, cuando estaba dando a conocer un gran misterio, dice:<br />
“Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos ; uno de<br />
la esclava, el otro de la libre.<br />
Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la<br />
libre, por la promesa.<br />
Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos<br />
pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para<br />
esclavitud; éste es Agar.<br />
Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a<br />
la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos , está en<br />
esclavitud.<br />
Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos<br />
nosotros, es libre.<strong>”</strong><br />
Hijo de Dios, ¡he aquí, tu Madre del Cielo! La Nueva<br />
Jerusalén, que es el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, la<br />
Esposa del Cordero.<br />
“Porque está escrito:<br />
Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;<br />
Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de<br />
parto;<br />
Porque más son los hijos de la desolada, que de la que<br />
tiene marido.<br />
Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la
22<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
promesa.<br />
Pero como entonces el que había nacido según la carne<br />
perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también<br />
ahora.<br />
Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su<br />
hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de<br />
la libre.<br />
De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava,<br />
sino de la libre.<strong>”</strong><br />
He aquí nuestra Madre del nuevo nacimiento, en la cual<br />
Dios colocó esa Palabra hablada para el nuevo nacimiento<br />
espiritual, naciendo en la sexta dimensión, la dimensión de la<br />
teofanía, la dimensión donde tenemos representación, donde<br />
tenemos nuestro cuerpo teofánico o espíritu teofánico,<br />
llamado también el Ángel del Señor, que acampa en derredor<br />
de los que le temen, y los defiende.<br />
Todo eso porque hemos tenido a una Madre para el nuevo<br />
nacimiento, en la cual Dios colocó ese germen de vida, la<br />
Palabra.<br />
Recuerden que estamos pasando por un proceso en el<br />
Programa de Dios. Y el Programa de Creación no quedó<br />
paralizado con la caída, ha continuado, y hemos de obtener un<br />
cuerpo también físico, creado por la Palabra.<br />
Por eso la Esposa del Cordero, el Cuerpo Místico del Señor<br />
necesita tener la Palabra Creadora, con la cual será creado el<br />
cuerpo eterno que hemos nosotros de tener. Y eso ocurrirá en<br />
la resurrección de los muertos y la transformación de los<br />
vivos.<br />
Y esa Palabra creadora que creará ese cuerpo eterno a<br />
imagen y semejanza del Señor Jesucristo, es la Palabra<br />
creadora de la gran Voz de Trompeta, la Trompeta Final, el<br />
Mensaje del Ángel del Señor Jesucristo, que trae el germen de<br />
Vida para producir el nuevo cuerpo, el cuerpo eterno; un<br />
LA MADRE<br />
<strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />
Por el Reverendo William Soto Santiago<br />
Domingo, 10 de Mayo de 1992<br />
Villahermosa, México<br />
F elicidades a todas las madres, hoy domingo día de las<br />
madres.<br />
Que Dios las bendiga a todas y las prospere y las use<br />
grandemente cada día más en el Programa Divino.<br />
“LA MADRE <strong>DE</strong> LOS HIJOS <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong><br />
Humanamente aquí en la Tierra cada hijo de Dios ha venido<br />
a través de una madre terrenal, y ha llegado a esta Tierra para<br />
cumplir un Programa Divino, en el cual tiene una parte muy<br />
importante cada hijo de Dios. Y le damos gracias a Dios por<br />
cada una de las madres de los hijos de Dios, las cuales han<br />
sido usadas por Dios en Su Programa para traer hijos de Dios<br />
a este planeta Tierra, para que así se cumpla el Programa<br />
Divino.<br />
Ahora, también tenemos una Madre Espiritual. Esa Madre<br />
Espiritual es el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Ese<br />
Cuerpo Místico del Señor Jesucristo ha recibido Su Palabra<br />
en cada tiempo, en cada edad, para producir los hijos de Dios<br />
de cada edad, para operar el nuevo nacimiento de cada hijo de<br />
Dios, para nacer en el Reino de Dios.<br />
Cada hijo de Dios ha recibido su nuevo nacimiento en el<br />
Reino de Dios del Agua y del Espíritu, por esa Palabra<br />
hablada de Dios para cada Edad y para cada dispensación.<br />
En San Juan capítulo 1, verso 12, dice:<br />
“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su<br />
nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;<br />
los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de<br />
carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. <strong>”</strong><br />
Porque por la Palabra hablada de Dios en cada edad y en
58<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Bueno, que Dios les bendiga y les guarde a todos.<br />
<strong>“MADRES</strong> <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong>.<strong>”</strong><br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 23<br />
cuerpo creado por Dios, por Su Palabra creadora.<br />
Y ese cuerpo surgirá en este tiempo final. Del polvo de la<br />
tierra serán creados los cuerpos para los muertos que han de<br />
resucitar, porque todos los muertos escucharán la Voz del<br />
Hijo de Dios y se levantarán, resucitarán, porque esa es la<br />
Palabra creadora creando el cuerpo eterno. Y los vivos serán<br />
transformados, porque tendrán el polvo de la tierra que se<br />
necesita para crear el nuevo cuerpo; y ese polvo de la tierra es<br />
el cuerpo que usted y yo tenemos.<br />
Así que ya tenemos el polvo de la tierra que Dios utilizará<br />
en la creación de nuestro cuerpo eterno. Pero hemos visto que<br />
primero hemos tenido que pasar por el nacimiento espiritual<br />
en la sexta dimensión o la dimensión de la teofanía, en donde<br />
hemos obtenido un cuerpo teofánico; o sea, un espíritu<br />
teofánico; porque el espíritu con el que nacimos, fue un<br />
espíritu del mundo, en la permisiva voluntad de Dios; porque<br />
no habíamos pasado por la sexta dimensión; porque después<br />
de la caída, ningún hombre ha podido pasar por la sexta<br />
dimensión para nacer allí primero.<br />
Así que por esa causa la raza humana ha estado moviéndose<br />
en la forma en que se ha movido.<br />
Ahora, Dios tiene un Programa. Su Programa de Creación<br />
no ha sido paralizado. Todo va aconteciendo en el tiempo<br />
determinado de Dios. Su Programa es incambiable; estamos<br />
viviendo en el tiempo en que hemos de obtener por creación,<br />
el cuerpo que utilizaremos en toda la eternidad.<br />
Ahora, en términos espirituales hemos visto a nuestra Madre<br />
espiritual. Tenemos nuestra madre física, que es la que nos<br />
trajo, la que nos dio a luz en estos cuerpos terrenales, pero<br />
tenemos nuestra madre espiritual, que es la Jerusalén<br />
Celestial, la que nos dio a luz espiritualmente por la Palabra,<br />
el Mensaje divino para el tiempo final; así como en cada edad<br />
nacieron los hijos de Dios espiritualmente por esa Palabra,
24<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
que el Mensajero trajo de parte de Dios en cada Edad.<br />
Era nada menos que el Señor Jesucristo engendrando hijos,<br />
produciendo hijos de Dios por la Palabra hablada, a través de<br />
Su Iglesia.<br />
Ahora, en el tiempo en que nosotros vivimos, los hijos de<br />
Dios por la Palabra hablada, por el Mensaje de Gran Voz de<br />
Trompeta, recibirán también el cuerpo físico que necesitamos<br />
para obtener la imagen y semejanza del Señor Jesucristo.<br />
Sin ese Mensaje no hay resurrección de los muertos, ni<br />
transformación de los vivos. Por esa causa, en el pasado no<br />
podía ocurrir la resurrección de los muertos y transformación<br />
de los vivos: porque se requiere la Palabra creadora, el<br />
Mensaje de gran Voz de Trompeta, que es colocado en el<br />
Cuerpo Místico para producir todas esas promesas divinas<br />
correspondientes al tiempo final.<br />
Ahora, hablando en el campo espiritual, la Novia, la Iglesia<br />
o Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, por la Palabra<br />
Hablada, por el Mensaje de un Ángel, esa Palabra, así como<br />
María, por el Mensaje que le trajo el Ángel o Arcángel<br />
Gabriel, ella recibó esa gran bendición de ser madre de Jesús<br />
de Nazaret; o sea, de ser la persona en la cual Dios colocara<br />
esa célula de sangre, y así se multiplicara en ella, hasta<br />
obtener un cuerpo, y luego dar a luz ese cuerpo. Ella tuvo el<br />
privilegio de ser la portadora de esa Palabra creadora, la cual<br />
se materializó en ella.<br />
Ella tuvo ese privilegio, el privilegio que Eva despreció.<br />
Eva hubiera tenido a Jesús, pero cuando cambio el orden<br />
creativo, entonces tuvo a Caín, y luego a Abel. Ambos<br />
nacieron, estaban en la misma barriga, pero uno nació primero<br />
y el otro después.<br />
Ahora, más que el nacimiento físico es el nacimiento<br />
espiritual; más que la madre física, humana, es la Madre<br />
espiritual. Pero ella, la física representa la espiritual; y si la<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 57<br />
humanidad, y es una bendición para la Iglesia del Señor<br />
Jesucristo.<br />
Ahora, podemos ver que hay un propósito en Dios tener<br />
madres en medio de Su Iglesia. Y también las madres en<br />
medio de la Iglesia trabajan en todas las demás actividades<br />
que hay para llevar a cabo, tanto llevando el Mensaje, como<br />
cocinando también, porque hay que comer también. ¿Verdad<br />
Miguel? Y haciendo las diferentes cosas que hay que hacer,<br />
y luchando también para cuando hay planes de comprar algo<br />
en la obra, pues también luchan trabajando para que se logren<br />
las metas para obtener económicamente lo que se necesita y<br />
comprar las cosas; porque no esperamos que vengan a<br />
ayudarnos de afuera otras personas, sino nosotros mismos.<br />
Somos bendecidos por Dios, por lo tanto, nosotros mismos<br />
trabajamos para que sea posible obtener lo que se necesita en<br />
la Obra del Señor.<br />
Así que, madres portadoras de simiente de Dios, de hijos e<br />
hijas de Dios, adelante sirviendo a Cristo con toda vuestra<br />
alma, cuidando esa simiente de Dios, esos hijos de Dios, que<br />
Dios les ha dado a ustedes, los cuales son joyas del Cielo, son<br />
almas del Cielo escritas en el Libro de la Vida del Cordero.<br />
Y Dios les ha dado la bendición a ustedes de tener un<br />
regalito tan hermoso como ése, para que lo cuiden y lo<br />
ayuden y lo encaminen siempre en las cosas de Dios.<br />
Así que, Dios les continúe bendiciendo, que Dios les<br />
guarde, y les use en Su Obra todos los días de vuestra vida,<br />
y les use cuidando esos escogidos que Dios les ha dado a<br />
ustedes. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y<br />
amén.<br />
Bueno, dejo nuevamente con ustedes a nuestro amigo y<br />
hermano Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra<br />
parte, ya que tenemos que pasar a la reunión de ministros<br />
dentro de algunos momentos.
56<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Y eso es lo que Dios quiere: que así como van creciendo<br />
físicamente, vayan creciendo en sabiduría y conocimiento de<br />
Dios y Su Programa, y que comprendan el Programa de Dios<br />
para nuestro tiempo, también comprendan la historia del<br />
Programa que Dios llevó a cabo en edades y dispensaciones<br />
pasadas.<br />
Así que, vean ustedes, Dios para el pueblo hebreo ordenó<br />
que le enseñaran a sus hijos y a los hijos de sus hijos, o sea,<br />
a los hijos y a los nietos, y si nacen los bisnietos, también<br />
para los bisnietos, le enseñaran el Camino de Dios, le<br />
enseñaran el porqué guardaban la pascua, le hicieran saber la<br />
historia, por lo cual luego ellos guardaban la pascua,<br />
guardaban ese día de fiesta donde usaban un cordero, el cual<br />
sacrificaban el día antes de la pascua, o sea, en la víspera de<br />
la pascua. Y eso era una enseñanza histórica de algo que Dios<br />
hizo, pero también era una enseñanza profética de algo que<br />
Dios haría, cuando Dios enviaría al Cordero de Dios, al<br />
Cordero Pascual, el cual fue Jesucristo.<br />
Y así esos niños iban creciendo en el conocimiento de Dios<br />
y se iba haciendo carne en ellos esa Palabra de Dios, y<br />
entonces esos niños tenían una base sólida de Dios y Su<br />
Programa.<br />
Por lo tanto, la Escritura dice: “Instruye al niño en su<br />
carrera, y aún cuando sea viejo (o sea grande), no se apartará<br />
de ella.<strong>”</strong> ¿Por qué? Porque tiene un buen fundamento, tiene el<br />
conocimiento de lo que ya Dios hizo, o sea, un conocimiento<br />
de historia de lo que Dios realizó, tiene un conocimiento de<br />
lo que Dios está haciendo y tiene un conocimiento de lo que<br />
Dios hará. Por lo tanto, ese niño va creciendo en sabiduría y<br />
en conocimiento de Dios y en gracia delante de Dios, y la<br />
bendición de Dios es suya.<br />
Por lo tanto, es ese niño, a medida que va creciendo, es una<br />
bendición para sus padres, para su comunidad, y para toda la<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 25<br />
física se mantiene en el Programa de la Madre Espiritual,<br />
tendrá el privilegio y los beneficios que la Madre Espiritual<br />
trae de parte de Dios.<br />
La familia, el humano es muy importante: por eso sobrevive<br />
la raza humana. Pero más importante que eso es la Familia<br />
Espiritual, porque esa es la verdadera Familia que vivirá<br />
eternamente, y esto es sin menospreciar la familia terrenal. La<br />
Familia Celestial es inseparable.<br />
Tenemos un Padre, y hemos descubierto que también<br />
tenemos una Madre: La Nueva Jerusalén. Por eso en<br />
Apocalipsis, capítulo 22 y verso 17, dice: “El Espíritu y la<br />
Esposa...<strong>”</strong> Esa Esposa, pues tiene hijos; somos los hijos de la<br />
Esposa del Cordero, del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo,<br />
porque son una sola carne el Esposo y la Esposa.<br />
Así que podemos ver que para los hijos de Dios lo más<br />
importante es la Familia de la cual viene, pero en lo espiritual.<br />
En lo físico no importa quién sea su madre terrenal; eso no<br />
impide para usted ser un hijo de Dios.<br />
Y una persona, que porque su madre sea la reina de tal o<br />
cual país, eso no le da méritos para ser un hijo de Dios. Lo<br />
que realmente delante de Dios vale mucho, es que su Madre<br />
sea la Jerusalén Celestial; y esa es la Madre de todas las<br />
madres: la Jerusalén espiritual.<br />
Y es un privilegio y es motivo de regocijo para un hijo de<br />
Dios, que es un hijo de la Jerusalén Celestial, que también la<br />
Jerusalén Celestial sea la madre de su madre terrenal, que<br />
ambas madres estén unidas.<br />
Por eso Jesús dijo en una ocasión, cuando vinieron a buscar<br />
a Jesús, y le dicen: “Mira, tu madre y tus hermanos te están<br />
buscando.<strong>”</strong> El dice: “¿Y quién es mi madre, y quiénes son mis<br />
hermanos? ¿Quiénes? Los que hacen la voluntad de mi<br />
Padre.<strong>”</strong><br />
Ahora, vean que Jesús coloca a un nivel más alto; porque
26<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
delante de Dios ese nivel está sobre todo nivel humano. La<br />
verdadera Familia es delante de Dios: los hijos del Señor<br />
Jesucristo a través de la Nueva Jerusalén Celestial, de la<br />
Iglesia del Señor Jesucristo.<br />
Para Dios esa es la verdadera Familia que vivirá<br />
eternamente, y siempre estará unida por toda la eternidad; y<br />
por esa causa los que pertenecen a esa Familia son hermanos<br />
de Padre y de Madre, aunque en lo terrenal no sean ni primos<br />
lejanos.<br />
Y cuando nuestra madre terrenal puede ver que sus hijos<br />
tienen otros hermanos, que no son por parte de padre terrenal,<br />
sino por parte de nuestro Padre Celestial, por parte del Señor<br />
Jesucristo, que es nuestro Padre, que nos creó por Su Palabra<br />
en Su Esposa, en Su Iglesia; cuando nuestra madre terrenal ve<br />
eso, se regocija; porque sabe que esos hermanos son más<br />
hermanos, que los hermanos que han nacido por la madre<br />
terrenal.<br />
Así que el regocijo de una madre es que sus hijos sean hijos<br />
de la Madre Celestial, la Jerusalén Celestial. Y cada madre<br />
siendo tipo y figura de la Madre Celestial, la Jerusalén<br />
Celestial; porque mujeres representan iglesias, y la madre<br />
terrenal representa la Madre Espiritual; así como Sara<br />
representaba la Jerusalén Celestial, en tipo y figura, la cual<br />
tendría hijos por la Palabra de la promesa.<br />
Es la Palabra de la promesa para la Edad en que uno vive,<br />
la Palabra que da a conocer la Obra que Dios está llevando a<br />
cabo en ese tiempo. La Palabra, el Mensaje que corresponde<br />
a ese tiempo, esa Palabra es la Palabra que produce, que crea<br />
hijos de Dios en cada edad y en cada dispensación.<br />
Esa es la Palabra que recibe la Madre Celestial, espiritual;<br />
para luego ver cómo nacen hijos del Señor Jesucristo por la<br />
Palabra que ella recibió, y va aumentándose la Familia del<br />
Señor Jesucristo a través de esa Iglesia, de esa Esposa que Él<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 55<br />
en su cuerpo, ahí está esperando el nacimiento.<br />
No se preocupen en cuanto a eso, dejen que todas las cosas<br />
ocurran, y siempre que van a tener un bebé oren a Dios, y aún<br />
antes, cuando ya están pensando en tener bebés, oren a Dios,<br />
para que Dios les dé un bebé donde Dios coloque un alma del<br />
Cielo que esté escrita en el Libro de la Vida del Cordero.<br />
Porque lo que queremos son niños que amen a Dios, que<br />
sirvan a Dios, que trabajen en la Obra de Dios, y para eso<br />
pues tienen que ser hijos escritos en el Cielo, en el Libro de<br />
la Vida del Cordero.<br />
Vean, esa es una de las formas en que aumentamos el grupo<br />
del Cuerpo Místico de Cristo. Pero no vamos a irnos de ese<br />
lado nada mas. Hay que salir a llevar el Mensaje para que<br />
también los que están ya nacidos lleguen al Mensaje.<br />
Así que, madres portadoras de simiente de Dios, de hijos e<br />
hijas de Dios, los cuales los portan primero en el vientre y<br />
después los cargan y después los portan llevándolos<br />
caminando, pero siguen portándoles, llevándoles y<br />
enseñándoles el Camino de Dios, lo cual es una<br />
responsabilidad para cada una de las madres, tanto para el<br />
padre y la madre. Y es muy importante que los tengan<br />
siempre también en las clases bíblicas, para que se adelanten.<br />
Y por cuanto las clases bíblicas para los niños es una ayuda<br />
para las madres, entonces aprovechen esa ayuda que Dios ha<br />
provisto para ustedes, pues ha colocado maestras para niños<br />
para ayudar a sus niños.<br />
Así que, le están ayudando en el trabajo de enseñar en el<br />
Camino de Dios a sus niños, lo cual es una bendición.<br />
Y ustedes madres, pues no se descuiden en estudiar, no sea<br />
que los niños, sus hijos se les pasen a ustedes, porque algunas<br />
veces regresan con preguntas o explicando cosas, las madres<br />
o los padres se rascan la cabeza: “Ya éste sabe más que yo.<strong>”</strong><br />
Es que está aprovechando el tiempo.
54<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Ya Erica comenzó guiando y enseñando al bebé, ya estando<br />
en su vientre, desde el primer mes ya estaba instruyéndolo en<br />
el Camino de Dios; y qué mejor que madres creyentes para<br />
traer a materialización en carne humana almas de Dios<br />
escritas en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero; o sea,<br />
que es una bendición grande.<br />
Y cuando los presentamos a Cristo, ahí quedan dentro del<br />
Nuevo Pacto, dentro del Pacto Divino. Pero, ¿y qué antes de<br />
presentarlos a Cristo cuando están en el vientre? Bueno están<br />
en usted y usted está dentro del Pacto Divino. Así que, no hay<br />
ningún problema.<br />
Y si ocurre la transformación y el Rapto, ¿qué será de<br />
nuestros hijos? Pues serán unos jovencitos al lado de nosotros<br />
que también seremos jovencitos; porque ellos van a ser<br />
transformados también, y van a recibir aun siendo niñitos o<br />
bebés, van a recibir el cuerpo glorificado, que viene en un<br />
cuerpo jovencito; o sea, que a nosotros nos ha tomado para<br />
obtener el cuerpo, hasta los... digamos hasta los 18 años (nos<br />
tomó 18 años), y ellos, aunque sean un bebé de un mes o de<br />
menos, les tomará ese tiempo nada más en el tiempo que toma<br />
de nacer al recibir el cuerpo glorificado, le tomará un mes si<br />
ocurre la resurrección cuando ya tenga un mes; y si ocurre<br />
cuando tenga un día, pues le tomará un día o dos, de bebé a<br />
joven.<br />
Y si está en el vientre, pues no se preocupe por eso: Dios le<br />
dará el cuerpo nuevo, y del vientre, pues vendrá a ser un<br />
jovencito. ¿Cómo ocurrirá eso? Espere que ocurra las que<br />
estén embarazadas. Por lo tanto, no se preocupen porque si en<br />
usted están dos personas: usted y el bebé; pues Dios, así como<br />
tiene un cuerpo físico ahí en su vientre para su bebé, pues<br />
Cristo tendrá un cuerpo glorificado para su bebé.<br />
Así que, ése es el más rápido que obtiene; obtiene el cuerpo<br />
glorificado, sin todavía haber nacido en la Tierra, pero ya está<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 27<br />
tiene.<br />
Debe tener, debe recibir esa Palabra creadora, el Mensaje<br />
que corresponde para ese tiempo. Eso es lo más grande que en<br />
el Programa Divino se lleva a cabo. Y así es como se nace en<br />
el Reino de Dios, y así es como se es heredero; porque para<br />
ser heredero tiene la persona que nacer en esa familia; y por<br />
los genes de la Palabra de Dios, nacen los hijos de Dios en el<br />
Reino de Dios.<br />
Ahora, en este día de las madres, felicidades nuevamente a<br />
todas las madres; y a la Madre Celestial, a la Madre que trae<br />
hijos del Señor Jesucristo; y uno de los hijos, una de las cosas<br />
prometidas para esa Madre, es dar a luz la Segunda Venida<br />
del Hijo del Hombre: el privilegio más grande que esa Madre<br />
tiene prometido para el tiempo final.<br />
La Jerusalén Celestial tiene la promesa de dar a luz la<br />
Segunda Venida del Hijo del Hombre; con razón es<br />
bienaventurada y es llamada la Esposa del Cordero.<br />
¡Felicidades! A la Jerusalén Celestial, la Madre de todos<br />
nosotros. Y eso sí que es un descubrimiento grande, y un<br />
privilegio grande; que usted, aunque cada uno de ustedes<br />
tiene su propia madre terrenal, a la cual uno no le puede decir,<br />
uno no le puede decir a la mamá de otro: “Madre,<strong>”</strong> porque<br />
tiene su propia madre.<br />
Pero sin embargo, todos juntos y aún nuestras madres,<br />
todos, y los hijos, y todos podemos decirle a una, le podemos<br />
decir: “¡Madre mía que Dios te bendiga, que Dios te prospere<br />
en todo; me has alimentado con el Alimento Espiritual, que<br />
mi Padre ha traído a la Casa, para alimentar a todos Sus hijos,<br />
y no me has negado ese Alimento Espiritual. Ya no me estás<br />
dando una botella de leche, porque ya no estamos para leche,<br />
sino para comer comida dura, para comer el Maná escondido,<br />
para comer el Mensaje de gran Voz de Trompeta, la Trompeta<br />
final. ‘Porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino de
28<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
toda Palabra que sale de la Boca de Dios.’ Eres nuestra<br />
Madre, la mejor Madre que hay.<strong>”</strong><br />
La mejor Madre Espiritual es la Esposa del Cordero, es la<br />
Madre que alimenta a Sus hijos con el Alimento que su<br />
Esposo, el Señor trae a Su Casa, el Mensaje final, el Alimento<br />
Espiritual para cada uno de nosotros.<br />
Tenemos una madre terrenal, por la cual le damos gracias a<br />
Dios, y tenemos una Madre Espiritual, por la cual le damos<br />
gracias a Dios también.<br />
Y con la primera hemos obtenido esta vida terrenal, este<br />
cuerpo terrenal; con la segunda, la Celestial, obtendremos el<br />
cuerpo eterno y obtendremos todo lo que corresponde a la<br />
eternidad.<br />
¡Gracias a Dios! Por nuestra madre terrenal, y por<br />
nuestra Madre Celestial. Que Dios bendiga a ambas<br />
madres.<br />
Y cuando estemos en la Eternidad podamos ver a nuestra<br />
madre terrenal, porque a la Celestial la veremos, porque Ella<br />
y nuestro Padre Celestial tienen preparado un Hogar, y una<br />
Familia; vivirá eternamente y llevará el Nombre de Su Padre,<br />
el cual es también el Nombre que recibe la Esposa y Madre<br />
nuestra, la Jerusalén Celestial.<br />
Por esa causa el Nombre del Padre y el Nombre de la Nueva<br />
Jerusalén y el Nombre del Señor Jesucristo es el mismo, el<br />
cual Él escribe en nuestras frentes.<br />
Eso es nada menos que el acta de nacimiento en donde<br />
somos reconocidos como hijos del Señor Jesucristo y Su<br />
Esposa, nuestra Madre Espiritual.<br />
Que Dios bendiga a cada uno de los hijos de la Jerusalén<br />
Celestial, y bendiga a cada uno de ustedes que están aquí en<br />
esta ocasión, y a ustedes que a través de este video, pueden<br />
escuchar y ver todo esto de la cual estamos hablando en esta<br />
ocasión.<br />
MADRES <strong>PORTADORAS</strong><br />
<strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> <strong>DE</strong> <strong>DIOS</strong><br />
Por William Soto Santiago<br />
Lunes, 30 de Abril de 2001<br />
Topochico, Monterrey, México<br />
Primera Actividad<br />
M uy buenos días, madres portadoras de simiente de Dios;<br />
es para mí una bendición grande estar con ustedes en<br />
esta ocasión, para compartir unos momentitos aquí con<br />
ustedes, y saludarles.<br />
Y pedirle a Cristo que las bendiga grandemente, y que<br />
bendiga a sus hijos, los que tienen y los que han de tener<br />
también; porque veo aquí algunas que están esperando<br />
también; y las que vayan a tener más adelante también, que<br />
Dios las bendiga y bendiga sus hijos, sean hijos escritos en<br />
el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero. En el Nombre<br />
eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.<br />
¿Qué mejores damas para traer simiente de Dios, que<br />
madres creyentes? Son las mejores para traer hijos e hijas de<br />
Dios, simientes de Dios, traer esas almas de Dios para que se<br />
encarnen aquí en la Tierra en cuerpos terrenales, y ya al nacer<br />
ya están encaminados en el Camino de Dios, porque hasta<br />
cuando están en la barriga ya están asistiendo a las<br />
actividades, o sea, que en la barriga ya están escuchando, y<br />
las que les colocan las grabaciones en su barriga también,<br />
pues ahí también están aprendiendo.<br />
Eso es lo que también Erica siempre hace, y ya como<br />
estamos esperando un bebé para noviembre, ya está ella con<br />
las grabaciones colocándolas en su barriguita para que el bebé<br />
también esté escuchando. Y me dice ella que desde el primer<br />
mes ya se movía cuando se le ponía los Mensajes, y ya pues,<br />
se mueve cada vez y escucha. Y también América esta muy<br />
contenta también porque va a tener un hermanito ya pronto
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 29<br />
Hoy cada hijo felicite a su madre si no lo ha hecho todavía,<br />
y dígale lo grande que Dios ha hecho trayéndolo a usted a<br />
existencia en este planeta Tierra, en este cuerpo terrenal, para<br />
ver el Programa Divino que corresponde a nuestro tiempo.<br />
Así como a nosotros nos ha dado el privilegio de nacer en<br />
esta Tierra para ver el Programa Divino y entrar en ese<br />
Programa, para tener también una Madre Celestial, la Nueva<br />
Jerusalén; o sea, que nuestra madre terrenal es como la Nueva<br />
Jerusalén, pero terrenalmente; celestialmente puede ser parte<br />
de esa Jerusalén Celestial.<br />
Así como amamos y deseamos ver a la Jerusalén Celestial,<br />
también hagamos y deseemos con nuestra madre terrenal, y<br />
orando siempre por ella, para que cuando pasemos a la<br />
eternidad, ella también pase y viva eternamente. Ese es el<br />
deseo de todo buen hijo, y es el deseo máximo que un buen<br />
hijo puede tener para su madre.<br />
Ahí no hay dinero, no hay nada comparable con ese deseo.<br />
Y si tiene ese deseo, estamos orando por ella, para que ella<br />
pueda vivir también eternamente.<br />
Así que en este día de las madres, todos como buenos hijos,<br />
decimos: ¡Felicidades a todas las madres! Y a la Celestial:<br />
¡Felicidades!<br />
Dios les bendiga, Dios les guarde, muchas gracias por<br />
vuestra amable atención.<br />
Dios les bendiga y Dios les guarde. Hasta el próximo<br />
domingo, Dios mediante.<br />
“LA MADRE.<strong>”</strong>
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 51<br />
Apreciamos mucho, todos los varones apreciamos mucho<br />
que Dios haya tenido en esta Tierra madres, para traernos a la<br />
existencia.<br />
Y ustedes también madres aprecian mucho que antes de<br />
ustedes, hubieran madres también a través de las cuales<br />
ustedes vinieron.<br />
Así que tanto los hombres como las mujeres, hemos venido<br />
a través de una madre, y eso realmente es algo grande en<br />
medio de la raza humana. Por eso una madre, es una madre<br />
feliz.<br />
Dios les bendiga, Dios les guarde, que pasen todos un día<br />
feliz, y todas las madres que pasen un día feliz en este día en<br />
que las naciones gentiles recuerdan ese momento del<br />
nacimiento de cada hijo. Ese momento en que se convirtió en<br />
madre una mujer, y que después cuando ha tenido más hijos,<br />
en cada momento viene a ser madre de un nuevo hijo. Pero es<br />
una sola, para muchos hijos.<br />
Hijos, amen mucho a su madre, y ayúdenle en todo lo que<br />
ustedes sepan que les pueden ayudar. Respétenla, hónrenla,<br />
porque escrito está que el primer mandamiento con promesa<br />
es: “Honra a tu padre y a tu madre.<strong>”</strong> Es un mandamiento con<br />
promesa, honrar a tu padre y a tu madre, para que tenga bien,<br />
para que te vengan días buenos, para que tu vida y el futuro<br />
de tu vida, sea bueno, sea de grandes bendiciones de Dios.<br />
Que pasen todos muy buenas tardes, y será hasta el próximo<br />
domingo, Dios mediante.<br />
Todavía no tengo ningún viaje señalado, a menos que de<br />
momento, dé algún viajecito sin avisar; pero por el momento<br />
no tengo ningún viaje para este mes señalado.<br />
Así que espero estar nuevamente el domingo próximo con<br />
ustedes.<br />
Dios les bendiga, y Dios les guarde a ustedes, y disfruten<br />
todos este día de las madres.
50<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
cual sentimos esas cositas buenas acá en el corazón por el<br />
sexo opuesto.<br />
El joven siente admiración por el sexo opuesto, y por eso<br />
desea encontrar entre las jóvenes, una joven con la cual él<br />
pueda casarse, y formar un hogar y tener sus hijos. Y por eso<br />
es que nos unimos en matrimonio, nos casamos y tenemos<br />
hijos, y así colaboramos en el Programa Divino.<br />
Bueno, yo creo que comprenderemos muy bien, el porqué<br />
las madres son madres, el porqué las madres tienen una<br />
posición muy importante en el Programa Divino; y el porqué<br />
cuando alguna no podía ser madre, porque era estéril, Dios le<br />
concedía ese privilegio, aunque tardara muchos años, aunque<br />
se tardara un poco de tiempo, Dios les concedía ese<br />
privilegio. Y en las que se tardaba mucho, la bendición era<br />
mayor.<br />
Así que no tenían porqué lamentarse esas madres que<br />
vinieron a ser madres un poco tardías, porque Sara, la esposa<br />
de Abraham, se tardó mucho, pero ya siendo anciana, tuvo la<br />
alegría, la felicidad de tener un hijo de Abraham, el hijo de la<br />
promesa, que representaba al Mesías.<br />
Y Elisabet tuvo el privilegio de tener en su vejez, en un<br />
tiempo ya pasado para tener hijos, tuvo el privilegio, la<br />
bienaventuranza de tener al Profeta precursor de la Primera<br />
Venida del Señor.<br />
Y también otra tuvo el privilegio de tener a un hijo llamado<br />
Samuel. Así que no hay problema en cuanto a esto.<br />
Y recuerden, Dios ama a todas las madres.<br />
Dios bendiga a todas las madres y les ayude en esa gran<br />
labor que Dios ha colocado en sus manos: la labor de traer<br />
vida, de traer a existencia seres humanos, hijos, y también<br />
educarlos.<br />
Bueno, yo creo que ya con lo que hemos hablado, estamos<br />
yo creo muy contentos.<br />
MADRES FELICES<br />
Por el Reverendo William Soto Santiago<br />
Domingo, 13 de Mayo de 1984<br />
Cayey, Puerto Rico<br />
M uy buenos días amados amigos y hermanos. Dios les<br />
bendiga a todos, y mucha felicidad, amor y paz para<br />
todas las madres en este su día, y que Dios les bendiga en<br />
grande manera.<br />
Ya que estamos en el día de las madres, recordando que<br />
cada uno de los seres humanos hemos venido a esta Tierra,<br />
porque ha habido en esta Tierra una madre para cada uno de<br />
nosotros; y recordando la forma en que cada uno de nosotros<br />
hemos venido a existencia, podemos ir al Génesis, y el<br />
capítulo 1, verso 26 en adelante, nos dice:<br />
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra<br />
imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los<br />
peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en<br />
toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la<br />
tierra.<br />
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo<br />
creó; varón y hembra los creó.<br />
Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos;<br />
llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del<br />
mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se<br />
mueven sobre la tierra.<strong>”</strong><br />
Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones.<br />
Conforme a la Palabra de Dios, conforme al Programa de<br />
Dios, la madre tiene un lugar muy importante en el Programa<br />
Divino: viene a ser una colaboradora grande en el Programa<br />
de Dios. Por eso tuvo que sacar del costado de Adán a la<br />
mujer, para que viniera más adelante a ser madre, y más<br />
adelante vino a ser madre de todos los vivientes.<br />
Así que los seres humanos sobre la Tierra han tenido una
32<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
madre, la cual le ha traído al mundo. Pero también tenemos<br />
que reconocer que antes de estar en la madre, estábamos en el<br />
padre.<br />
Del padre pasamos a la madre, para así poder ser<br />
manifestados en esta Tierra. Y la primer mujer, salió del<br />
hombre.<br />
Ahora, la tierra, de la cual Dios había tomado al hombre, la<br />
tierra representa a la madre. Así que todo estaba allí<br />
representado.<br />
Bueno, tenemos que ver y tenemos que comprender que<br />
Dios tiene un Programa muy grande en el cual la madre toma<br />
un papel muy importante.<br />
Y por eso Dios le ha dicho al hombre que el hombre tomará,<br />
se casará y tomará a su mujer, y vendrán a ser una carne. Y<br />
por causa de la mujer de la cual se enamora y se casa el<br />
hombre, dice, dejará el hombre a su padre y a su madre y se<br />
unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne.<br />
Ahora, vean ustedes, que para la mujer ser madre, Dios tiene<br />
el Programa de la unión del hombre y la mujer en matrimonio,<br />
para que así se conviertan en una carne, y puedan tener sus<br />
niños, y puedan contribuir en el Programa Divino, para que<br />
así hayan seres humanos sobre la Tierra, que puedan escuchar<br />
la Palabra de Dios, puedan oír el Plan de Dios, y puedan<br />
entrar a ese plan divino, en donde recibirán Vida eterna.<br />
A través de las madres Dios ha traído a existencia terrenal<br />
a Sus hijos, que vienen de la eternidad, para tomar un cuerpo<br />
terrenal aquí en la Tierra, y para obtener ese cuerpo terrenal<br />
que cada uno de nosotros tenemos, Dios ha utilizado a todas<br />
las madres que han pisado este planeta Tierra.<br />
Así han estado viniendo, han estado apareciendo sobre la<br />
Tierra los hijos de Dios, aunque no en el cuerpo eterno que<br />
han de tener, sino en un cuerpo temporero, para así dar lugar<br />
al Programa de Dios, al Plan de Dios de Redención; porque<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 49<br />
poco tiempo, hablaremos un poquito acerca de los padres,<br />
aprovechando el tiempo para mostrar en lo espiritual lo que<br />
representa el ser padre, así como hemos hablado en esta<br />
ocasión lo que es, lo que representa en el Programa Divino,<br />
ser madres; o sea, cada uno tiene un privilegio: Las madres<br />
tienen un privilegio, los padres tienen otro privilegio. Todos<br />
tienen un gran privilegio en el Programa de Dios; y Dios lo<br />
escogió así.<br />
Así que cada cual ocupe su posición, no se mueva de su<br />
posición.<br />
Dios les bendiga, Dios les guarde y bendiga a todas las<br />
madres, y a las jovencitas y a las niñas, les ayude a tener un<br />
entendimiento claro de lo que es el Programa de Dios, y el<br />
propósito para el cual están en esta Tierra. Puedan entonces<br />
comprender el porqué nacieron mujeres y no hombres, y no<br />
desear haber sido hombres, si son mujeres.<br />
Y los hombres que han nacido hombres, pues, Dios quiso<br />
que fueran hombres; así que no le vamos a desear ni envidiar<br />
su posición; la admiramos, la apreciamos; y más bien lo que<br />
hacemos es que como entendemos que tienen un privilegio<br />
grande, el cual pueden desarrollar, el cual pueden poner a la<br />
disposición del Programa Divino. Por eso es que cada hombre<br />
ha de entender eso, entonces se enamoró de una joven y se<br />
casó: para ambos llevar a cabo el Programa de Dios.<br />
Debemos entender qué es un Programa Divino, y así<br />
entender el resto del Programa Divino, y educar a nuestros<br />
hijos en el camino de Dios, y hacer lo que dice la Escritura:<br />
“Instruye al niño en su carrera, y aún cuando fuere viejo, no<br />
se apartará de ella, de su carrera, de su camino.<strong>”</strong> [Proverbios<br />
22:6]<br />
Así que entendiendo que hay un Programa Divino, entonces<br />
no tenemos que lamentarnos, no tenemos que alterarlo<br />
tampoco, sino más bien, comprender que ese el motivo por lo
48<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
a existencia espiritual, a los hijos de esa edad.<br />
Por eso en cada edad ha habido alegría, regocijo, el<br />
Mensajero ha traído la simiente de Cristo, la simiente de Dios,<br />
la Palabra que es la simiente original, y la ha colocado en la<br />
Iglesia, ¿para qué? Para que nazcan los hijos de esa edad.<br />
¿Qué de nuestra Edad? ¿Qué de nuestro tiempo? ¿Y qué de<br />
los hijos de nuestra Edad? Por lo tanto, la Iglesia, la Novia del<br />
Señor, estará feliz, contenta, en tener los hijos de esta Edad,<br />
los cuales serán adoptados para recibir el Reino de Dios, y<br />
recibir la visita de los Santos que vendrán del Paraíso.<br />
Vendrán para ser nuestros invitados de honor en este<br />
tiempo; y tendremos el privilegio de tenerlos a todos ellos en<br />
nuestro tiempo, y ellos disfrutarán todas las bendiciones que<br />
Dios nos dará en este tiempo.<br />
Y el Cuerpo Místico del Señor, esa Madre Espiritual en<br />
donde ha sido colocada la simiente divina, la Palabra, será en<br />
este tiempo una madre feliz, y será una madre bienaventurada,<br />
así como todas las madres en este tiempo; y tendremos todas<br />
las bendiciones y privilegios en lo espiritual, que nos<br />
corresponden al ser hijos de Cristo, a través de la Madre<br />
Espiritual, en la cual Él nos ha engendrado.<br />
Y todas las madres de este tiempo podrán compartir también<br />
la alegría y felicidad de la Madre Espiritual de este tiempo.<br />
Dios bendiga, tanto a la Madre Espiritual como a las madres<br />
todas (literales) de este tiempo, y les ayude a ambas, a<br />
tenerles todo lo que necesitan sus hijos, y ayudarles en todo,<br />
para que ellas no solamente puedan ver, y sus hijos puedan<br />
ver que ellas son madres felices, sino que esas madres<br />
también puedan ver que los hijos, son hijos felices, los cuales<br />
comparten la felicidad y alegría de esas madres felices.<br />
<strong>“MADRES</strong> FELICES.<strong>”</strong><br />
Dios les bendiga, Dios les guarde, y dejaremos lo de los<br />
padres para dentro de algunas semanas, ya dentro de muy<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 33<br />
todos esos hijos de Dios que han estado apareciendo en esta<br />
Tierra, han estado participando de carne y sangre.<br />
Y por eso el Señor Jesucristo también participó de carne y<br />
sangre. Aún el mismo Señor Jesucristo para aparecer aquí en<br />
la Tierra, vino a través de una mujer.<br />
Él nació en esta Tierra, aunque en su formación, su cuerpo<br />
no había sido formado por intervención humana, sino divina.<br />
Pero nació en esta Tierra a través de una mujer, la cual fue<br />
bienaventurada en dar a luz al Hijo del Altísimo, dar a luz<br />
aquel cuerpo creado por el Altísimo.<br />
Y ella misma decía que ella era bienaventurada, y que la<br />
llamarían bienaventurada por esa causa. Ella en una ocasión<br />
mandada por el Ángel del Señor, fue a la casa de Elisabet, la<br />
esposa del sacerdote Zacarías, y ella fue porque el Ángel le<br />
dijo que Elisabet iba a tener un niño, el cual habría de ser<br />
Profeta del Altísimo, el cual prepararía el camino al Señor.<br />
Y entonces le dijo el Ángel: “Ve allá, a donde ella.<strong>”</strong> Y<br />
María fue adonde Elisabet (era otro lugar); y cuando llegó a<br />
ella, dice:<br />
“En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la<br />
montaña, a una ciudad de Judá;<br />
y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet.<br />
Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de<br />
María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del<br />
Espíritu Santo.<strong>”</strong><br />
Elizabet ya tenía bastantes años, no podía tener niños; su<br />
esposo, un ministro, sacerdote, también tenía muchos años;<br />
pero sin embargo esa era la pareja que Dios había escogido,<br />
para que el que le prepararía el camino al Mesías, naciese.<br />
Aun las que queriendo ser madres, no podían ser madres;<br />
para Dios no había ninguna cosa imposible; por lo tanto, Dios<br />
le concedió el privilegio grande de ser la madre de un Profeta,<br />
la madre del que le prepararía el camino al Señor, del cual el
34<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Señor dijo: “De los nacidos de mujer, no hay ninguno mayor<br />
que Juan.<strong>”</strong> [San Lucas 7:28] Así que Elisabet, siendo estéril,<br />
sería la madre bienaventurada de traer a este mundo al Profeta<br />
precursor de la Primera Venida del Señor. Sería una madre<br />
feliz, una madre bienaventurada.<br />
Todas las madres son madres felices, porque traen al mundo<br />
un hijo, niña o varón. Y a los padres les gustan las niñas y les<br />
gustan los varones; así que no hay problemas. Lo que no les<br />
gusta a los padres son los que no son ni niñas ni varones. Esa<br />
clase de hijos nadie quiere tener. Y una madre que tenga un<br />
niño así, no se siente feliz.<br />
Pero las madres felices, son felices porque tienen niños y<br />
niñas que pueden participar de las grandes bendiciones que<br />
Dios tiene en esta Tierra, las grandes bendiciones que Dios<br />
tiene para los seres humanos, y pueden entrar al Programa de<br />
Dios.<br />
Así que ser madre para una mujer, es el privilegio grande<br />
que Dios le ha dado a toda mujer; y aún las que por ser<br />
estériles, han orado a Dios, tarde o temprano Dios les ha<br />
respondido. Y si en alguna ocasión ha habido alguna que se<br />
ha ido a descansar al Paraíso, y no ha podido tener un niño, lo<br />
único que puedo decir es: “Dios sabrá por qué.<strong>”</strong> Porque Dios<br />
sabe todas las cosas.<br />
Así que en este día, que es el día de las madres felices, es el<br />
día que todos los hijos, hijas e hijos, reconocen que no han<br />
venido al mundo por casualidad, que no han venido al mundo<br />
así porque así, sino porque una mujer que se ha convertido en<br />
madre, le ha traído a este mundo.<br />
Y en este día todos como hijos agradecemos a Dios, y<br />
también a nuestras madres, que nos hayan traído a este<br />
mundo, que se hayan dejado utilizar por Dios y hayan entrado<br />
en ese Programa Divino, en el cual le ha sido concedido a la<br />
mujer traer vida humana al mundo, a través del proceso que<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 47<br />
Cristo y Su Iglesia.<br />
Así que la Iglesia es o está tipificada la Iglesia por la mujer,<br />
y la Iglesia que tiene hijos está tipificada por la mujer madre.<br />
Ahora, vea usted toda vida humana que ha venido, ha<br />
venido a través de una madre, y toda vida en lo espiritual,<br />
toda vida de Dios en lo espiritual surge a través de la Madre<br />
Espiritual; o sea, que son hijos de una madre, de la Iglesia que<br />
tiene la Palabra para la edad, para el tiempo, esa produce hijos<br />
de Dios para esa Edad, los hijos que Dios tiene ordenados<br />
para nacer espiritualmente en ese tiempo.<br />
Y entonces lo que dijo el Señor Jesucristo que era necesario<br />
nacer de nuevo, es cumplido, se realiza cuando Cristo a través<br />
de Su Iglesia engendra hijos por la Palabra de esa edad.<br />
Y así como los hijos de una madre van creciendo y van<br />
siendo alimentados, también así en lo espiritual de los hijos de<br />
Cristo y Su Iglesia; y toda cosa que Dios vaya a hacer en la<br />
Tierra, lo hará a través de Sus Hijos, los cuales tendrán las<br />
labores espirituales del Programa Divino. Él utilizará a los<br />
hijos que hayan nacido aquí en la Tierra por segunda vez, que<br />
hayan nacido de nuevo.<br />
Porque es la única forma para poder ser instrumentos de<br />
Dios aquí en la Tierra. Y el Señor Jesucristo en una ocasión,<br />
dice: “He aquí Yo y los hijos que Dios me dio.<strong>”</strong> Aparece<br />
entonces el Señor Jesucristo como la Cabeza de esa Familia.<br />
Él es el Principio de la Creación de Dios.<br />
Y Él es que nos ha engendrado; por lo tanto, somos Sus<br />
Hijos en el nuevo nacimiento, en el segundo nacimiento, pero<br />
necesitamos el primer nacimiento a través de una madre, para<br />
poder tener un nuevo nacimiento, un nacimiento espiritual;<br />
porque primero en lo literal y después lo espiritual.<br />
Así que una madre siempre ha sido una madre feliz, cuando<br />
ha traído a sus hijos a existencia. Y cada Edad de la Iglesia<br />
gentil en su tiempo, ha sido una madre feliz, cuando ha traído
46<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Ahora, siendo tan grande la labor de una madre, siendo tan<br />
grande ese privilegio, el Señor Jesucristo hablándonos de<br />
cosas espirituales, tipificó algo grande, que en lo espiritual es<br />
hecho en cada Hijo de Dios, lo tipificó con el nacimiento de<br />
un hijo a través de una madre.<br />
Y le dijo a Nicodemo en una ocasión: “De cierto te digo,<br />
que si no naces de nuevo, no podrás ver el Reino de Dios, no<br />
podrás entrar.<strong>”</strong> Para entrar en el Reino de Dios, hay que nacer<br />
de nuevo del Agua y del Espíritu.<br />
Si es grande el nacer de una madre aquí en la Tierra,<br />
también es grande el nacer de nuevo. Es necesario nacer de<br />
nuevo, dijo el Señor; porque con el nacimiento a través de una<br />
madre terrenal, solamente vivimos en la Tierra, y este cuerpo<br />
terrenal que hemos obtenido a través del nacimiento,<br />
solamente es temporero.<br />
Pero los hijos siguen siendo hijos. Sabemos que los hijos<br />
siguen siendo hijos en el aspecto de haber venido aquí a la<br />
Tierra a través de los padres que Dios nos haya dado, para<br />
aparecer este planeta tierra. Pero además de ser hijos, también<br />
somos hermanos los unos de los otros, aún de nuestros padres,<br />
porque somos hijos del Padre que está sobre todos los padres;<br />
y somos hijos de la Palabra, de la Madre que está sobre todas<br />
las madres: La Palabra de Dios.<br />
Por eso nos dice la Escritura que hemos sido engendrados<br />
y hemos nacido por la Palabra de Dios. Esa es nuestra madre<br />
en lo Espiritual, y esa Palabra está en Su Iglesia.<br />
Por lo tanto, Su Iglesia entonces teniendo la Palabra, ha<br />
tenido entonces hijos de Dios, han nacido hijos de Dios a<br />
través de la Palabra que ha estado en la Iglesia en cada edad;<br />
o sea, que la Iglesia ha venido a ser madre de los hijos de cada<br />
edad.<br />
Ahora, esto es en lo espiritual, ya que el matrimonio de un<br />
hombre y de una mujer representa el matrimonio espiritual de<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 35<br />
hay en esta Tierra.<br />
Es realmente un privilegio saber que hemos nacido y que no<br />
hemos nacido en un laboratorio, sino que hemos nacido a<br />
través de una madre que traía el laboratorio por dentro.<br />
Así que, ¿para qué los científicos quieren hacer un<br />
laboratorio, cuando hay tantos laboratorios caminantes, llenas<br />
de amor y de entusiasmo en la vida, y en el hogar, y en el<br />
matrimonio, para traer vida al mundo, y para traer seres<br />
humanos que sientan amor por el instrumento que Dios ha<br />
tenido en la Tierra, para traerlos a vida?<br />
Realmente el instrumento que Dios ha estado utilizando<br />
para traernos a la existencia, ha sido un buen instrumento. Y<br />
amamos a Dios, y amamos el instrumento que Dios ha<br />
utilizado. Y recordamos que no ha sido nuestra elección, el<br />
venir a través de tal o cual madre, sino que ha sido la elección<br />
divina; y hemos venido a través de la que Dios haya elegido,<br />
para que nosotros viniéramos a este mundo.<br />
Y cuando podemos ver que todo está en el Programa<br />
Divino, entonces le damos gracias a Dios por ese Programa<br />
tan grande que Él tiene, y no le buscamos entonces faltas a los<br />
instrumentos que Dios haya utilizado.<br />
Para traernos a este mundo utilizó a la madre y también al<br />
padre, pero la madre es la que nos ha dado a luz, la que ha<br />
sufrido los dolores y nos tuvo, a unos en nueve meses, a otros<br />
en siete meses, y ha tenido el privilegio de traer vida al<br />
mundo. Eso es un privilegio muy grande.<br />
Y la mujer teniendo ese privilegio tan grande, allá en el<br />
principio tuvo problemas, cuando todavía no había traído al<br />
mundo vida. Tuvo ciertos problemas, pero no vamos a hablar<br />
mal de la primer mujer y de la primer madre que hubo aquí en<br />
la Tierra.<br />
Si ella no hubiera sido madre, ustedes madres que existen en<br />
este tiempo, tampoco hubieran podido ser madres; y la raza
36<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
humana se hubiera estancado.<br />
Si ella por los problemas que tuvo allá, hubiera muerto,<br />
entonces si la primer mujer hubiera muerto, no hubieran<br />
mujeres entonces aquí en la Tierra; porque si la primera (al<br />
haber aquellos problemas) hubiera sido quitada de la escena,<br />
pues, entonces no hubieran aparecido más mujeres sobre la<br />
Tierra.<br />
Pero en el Programa de Dios estaba que hubieran hombres<br />
y mujeres en esta Tierra. Y como el Programa de Dios es lo<br />
que tiene valor; los problemas son resueltos por Dios, que es<br />
el que sabe cómo resolver todos los problemas, y en la<br />
solución de los problemas; el Poder de Dios, la Gracia de<br />
Dios, el Amor de Dios, la Misericordia de Dios y el Programa<br />
de Dios, es engrandecido.<br />
No puede decir una persona que ama a otro, y probar que<br />
ama a otro, hasta que llegan los momentos difíciles de prueba<br />
y de problemas, en donde el amor tiene que ser manifestado.<br />
Si no hay amor en esos momentos, es en donde se va a ver<br />
que no hay amor; porque cuando todas las cosas están bien,<br />
entonces no hay nada por lo cual luchar, para expresar el<br />
cariño y el amor que se tiene, porque todo está bien, todo es<br />
sonrisa. Y cuando todas las cosas están bien; pues, no se sabe<br />
muy bien si realmente hay o no hay amor. Pero cuando llegan<br />
los momentos difíciles, entonces es que se necesita el amor y<br />
la misericordia, y la paciencia, para pasar esos momentos.<br />
Si no fuera por el amor, nosotros no estuviéramos aquí. Si<br />
no fuera porque Dios ama, nosotros no estuviéramos aquí.<br />
Porque con los problemas que la raza humana ha tenido, era<br />
para ya no existir sobre la Tierra; pero la raza humana está<br />
sobre la Tierra todavía existiendo, porque hay un Ser<br />
Supremo que ama. Y se dice de ese Ser Supremo que Él es<br />
Amor, aunque también es fuego consumidor, para proteger a<br />
los que ama.<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 45<br />
de parte de Dios, lo que Dios ha prometido. Se realiza, se<br />
cumple, lo que Dios ha prometido para aquellos que reciben<br />
el Mensaje, la Palabra de Dios, para el tiempo en que viven.<br />
Y para el tiempo final, la Trompeta final sonará como dice<br />
un cántico: sonará la Trompeta en Sión, sonará, porque Sión<br />
es el Cuerpo Místico del Señor, es la Iglesia del Señor<br />
Jesucristo, que desde las edades pasadas ha venido creciendo<br />
en forma de pirámide, y en cada edad se ha adelantado un<br />
paso o una etapa en la construcción de esa Iglesia.<br />
Y ya nosotros nos encontramos en la etapa de la Corona de<br />
esa Iglesia, en la etapa de la coronación de ese Monte, así<br />
como el Monte Sinaí fue coronado, con la llegada, con la<br />
manifestación de Dios en el tiempo de Moisés. Y la gloria de<br />
Dios fue vista allí; y los Ángeles de Dios fueron vistos allí.<br />
Y dice la Escritura que la Ley fue dada por disposición de<br />
Ángeles, allí en la cima del Monte Sinaí estaban los visitantes<br />
de otras dimensiones, de otro mundo, Ejércitos Celestiales<br />
estaban allí en aquel gran momento en donde se oía la bocina,<br />
la Trompeta sonando en ese monte, porque era tiempo de<br />
visitación divina.<br />
Y así será en este tiempo final, en la cima no del monte<br />
Sinaí sino del Monte de Sión, ha de sonar la Trompeta final,<br />
la Trompeta del Año del Jubileo, la Trompeta del llamado<br />
para todos los Escogidos, la gran Voz de Trompeta que<br />
juntará a todos los Escogidos, para darles la gran bendición de<br />
la transformación de sus cuerpos, los que estén vivos, y la<br />
resurrección para los que han muerto, han partido en los<br />
tiempos pasados; y algunos de nuestro tiempo también, los<br />
cuales serán testigos de la gran resurrección.<br />
Todos ellos regresarán y estarán con nosotros, todos ellos<br />
juntamente con nosotros, hemos nacido de una madre.<br />
Tenemos una madre, y apreciamos eso, y le reconoceremos en<br />
la gran resurrección y transformación.
44<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
cuales estarían vivos aquí en esta Tierra, para recibir a los<br />
Santos que murieron, que durmieron en el pasado.<br />
El Apóstol San Pablo sabiendo eso, aunque él deseaba que<br />
la resurrección ocurriera en aquel tiempo, porque se<br />
cumplirían las grandes profecías finales, él dijo: “Pero no<br />
acontecerá sin que primero acontezca tales y tales y tales<br />
cosas.<strong>”</strong><br />
Por lo tanto, él dijo que a la Final Trompeta. El estaba<br />
tocando la Primera Trompeta, y en la llamada, en el llamado<br />
de la primer Trompeta, los muertos en Cristo no se<br />
levantarían. Él sabía que serían sonadas más trompetas, más<br />
Mensajeros sonarían, proclamarían sus Mensajes. Y luego en<br />
el final Mensaje, en el final Mensaje de Trompeta de Dios,<br />
luego los muertos se levantarían, cuando ya esa final<br />
Trompeta hubiera dado todo su Mensaje.<br />
Él comprendía eso. Por lo tanto, él no tendría el privilegio<br />
de sonar la Trompeta, el Mensaje de Dios para aquel tiempo<br />
y proclamar que para ese tiempo, para esa edad, sería la<br />
resurrección y la transformación de los que estamos vivos.<br />
Él con su Trompeta entonces no podía llamar a los muertos<br />
en Cristo, con su Mensaje, para que así se cumpliera la Voz<br />
del Hijo del Hombre que llamaría a los muertos; y los muertos<br />
escucharían la Voz del Hijo del Hombre. Tampoco él con su<br />
Mensaje, con su Trompeta, podía decirles a los vivos de aquel<br />
tiempo, que en aquel tiempo recibirían la transformación,<br />
porque esa Trompeta no podía darles la fe para la<br />
transformación y el rapto.<br />
Tampoco podía darles la fe para la resurrección a los<br />
muertos en Cristo, porque en el Mensaje de cada tiempo está<br />
lo que Dios ha de hacer en ese tiempo.<br />
En el Mensaje de cada Edad está el poder de Dios para<br />
manifestarse y cumplir lo que Dios ha prometido para ese<br />
tiempo. Y la gente ha de recibir y creer ese Mensaje, reciben<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 37<br />
Entonces el juicio se manifiesta en algunas ocasiones, para<br />
proteger a las personas que ama y se dejan amar, y aman a<br />
Dios. Por Amor a ellos, Dios hace muchas cosas y manifiesta<br />
Su Juicio.<br />
Recuerden, que cuando Dios manifiesta Su Juicio, es por<br />
Amor; por Amor a los que ama, y a los que le aman a Él;<br />
pues, el juicio divino es manifestado.<br />
El juicio divino sobre el pueblo de Egipto en los días de<br />
Moisés, fue por Amor al pueblo hebreo; y cuando apareció el<br />
Profeta Moisés, allí estaba apareciendo en la escena terrenal,<br />
a través de una madre. Una madre que lo amaba, una madre<br />
que arriesgó su vida por ese niño; y lo tuvo por unos tres<br />
meses, lo tuvo y estuvo dispuesta a morir por ese niño; pero<br />
viendo el peligro que corría, entonces vio la solución para que<br />
no mataran a ese hijo que había traído a existencia.<br />
Lo amaba tanto, que lo colocó en el lugar que más seguro<br />
podía estar. Y esto lo entendió ella por inspiración divina.<br />
Una madre inspirada por Dios para proteger a ese hijo que<br />
había traído a existencia.<br />
Era una madre feliz, haciendo todo lo que ella podía ver y<br />
entender que debía hacer, para proteger a ese hijo que había<br />
traído a existencia. Porque toda madre, luego de dar a luz a<br />
ese hijo, que ha tenido por nueve meses, y algunas por siete,<br />
en su vientre; pues, desean protegerlo hasta que él pueda<br />
protegerse por sí mismo.<br />
Por eso es que algunas veces cuando somos niños, y aún<br />
cuando todavía tenemos 15, 16, 17, 18, años, y aún 20 y hasta<br />
más, todavía vemos a las madres: “Mira mi hijo, te conviene<br />
hacer esto así; mira mi hijo, abrígate, porque te puede dar<br />
catarro; mira mi hijo, pásate por aquí un poquito de tal cosa,<br />
porque, como te quiere dar un catarro, para que se te quite ese<br />
catarro. Mi hijo, tómate esta medicina.<strong>”</strong><br />
Y algunas veces vienen hasta con la medicina; ya uno
38<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
siendo ya mayorcito; pero es que el amor de madre, nunca<br />
deja de existir; porque la madre desde el momento que trae al<br />
mundo al hijo, sigue siendo madre de ese niño.<br />
Algunas veces tiene que utilizar un sinnúmero de<br />
estrategias, de mañas, para proteger a esos niños o a esos<br />
hijos; y algunas veces nosotros no comprendemos eso, pero<br />
ellas siempre han deseado y han buscado lo mejor.<br />
Y algunas veces por no vernos sufrir, o cuando niños o<br />
cuando ya más grandes, algunas veces algunos han tenido que<br />
luchar en la Tierra. Algunas veces ellas han tenido que salir<br />
a trabajar, algunas veces han tenido que viajar hasta a otros<br />
países, y no poder llevar sus niños. Algunas veces han visto<br />
que están más seguros en cierto lugar, y han tenido hasta que<br />
hacer esas cosas.<br />
Pero, debemos juzgar siempre que el deseo siempre ha sido<br />
que no suframos cuando ellas van a sufrir. Ellas siempre han<br />
deseado sufrirlo todo y evitar que nosotros suframos. Y<br />
algunas veces hasta nos han ocultado cosas que nos harían<br />
sufrir a nosotros y se han quedado callada la boca, para que<br />
nosotros no sepamos y no suframos con ellas, los sufrimientos<br />
de ellas.<br />
Pero, pensando nosotros en lo que una madre significa para<br />
un hijo, no le imputamos entonces a ellas esos errores que han<br />
cometido. Algunas han cometido errores, que han afectado<br />
aún a la familia completa, pero aún con todo y eso han<br />
seguido siendo la madre de esos hijos.<br />
Y han seguido amándolos, aunque para muchos parezca que<br />
no los aman. Pero una madre sigue siendo madre, y los hijos<br />
siguen siendo hijos, y deben respetarla, amarla, y no<br />
avergonzarla por los errores que haya cometido en la vida,<br />
sino ayudarlas en todos sus problemas.<br />
Quizás los hijos no sepan las circunstancias que le han<br />
rodeado a esos problemas y errores, que ellas han cometido en<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 43<br />
en el otro sentido. Y para eso vamos a estar nosotros aquí;<br />
para recibir a los invitados, a los invitados que hemos de tener<br />
en este tiempo final, que vendrán de otra dimensión, vendrán<br />
del Paraíso, vendrán en la gran resurrección.<br />
Les estamos esperando. Y nos pasa lo mismo que les pasa<br />
a aquellos que están esperando algún invitado, y que tienen la<br />
cena lista, se desesperan cuando como que se tardan; pero no<br />
es que se tarden, es que hay una hora, un día, un año, una<br />
hora, y un momento en específico, en el cual ellos van a<br />
regresar.<br />
La misma desesperación que tenemos nosotros acá, la tienen<br />
ellos allá. Cuando ellos fueron visitados allá por el precursor<br />
de la Segunda Venida del Señor Jesucristo, le dijeron que<br />
ellos estaban esperando a una persona que va a estar entre<br />
ellos, y que va a llevar a cabo allí una labor, y luego van todos<br />
a regresar a la Tierra.Y cuando regresen, entonces ni van a<br />
morir de nuevo, ni van a enfermarse, ni se van a poner viejos,<br />
y ahí en ese tiempo, va ha ser un tiempo de gran fiesta, tiempo<br />
de alegría, el cual nosotros estamos esperando.<br />
Bueno, nosotros estamos esperándolos porque sabemos que<br />
van a venir en este tiempo final.<br />
El gran Apóstol San Pablo en su primera edad, en la primera<br />
edad, él estaba esperando a los muertos en Cristo. Pero era tan<br />
poquitos los que habían muerto. Y él siendo Profeta, el<br />
Apóstol San Pablo, vio que ellos regresarían del Paraíso,<br />
cuando todos los hijos de Dios que estaban en el Programa de<br />
Dios, para ser manifestados en carne y sangre aquí en la<br />
Tierra, cuando ellos hubieran participado ya de carne y<br />
sangre, y hubieran terminado su labor acá en la Tierra, y<br />
luego cuando quedarán las últimas personas que habrían de<br />
nacer en esta Tierra, a través de esas madres felices, que<br />
tendrían el privilegio de dar a luz a los últimos hijos de Dios<br />
que vivirían en esta Tierra, y que nacerían en esta Tierra, los
42<br />
REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Pero cuando el Programa Divino cambia a otra etapa, por<br />
ejemplo los que terminado su tiempo aquí en la Tierra y<br />
mueren, ellos pasan a otra dimensión, a otro mundo, en donde<br />
hay gente, en donde hay casas, en donde hay de todo; menos<br />
las cosas de rutina de aquí de la Tierra, de trabajar, de comer,<br />
de dormir; nada de eso hay allí en el Paraíso, porque no se<br />
cansan.<br />
Dormimos porque nos cansamos, y necesitamos reponer<br />
nuestros cuerpos; comemos porque nos da hambre; allí no les<br />
da hambre; trabajamos, porque tenemos necesidad. Allí no<br />
hay necesidad; por lo tanto, no hay que trabajar.<br />
Pero con todo y eso los que están allá, dicen que están<br />
esperando por alguien que va ir allá, para buscarlos, porque<br />
ellos van a regresar a la Tierra de nuevo. Y dicen allá:<br />
“Entonces regresaremos a la tierra, tomaremos cuerpos,<br />
nuestros cuerpos,<strong>”</strong> que será un cuerpo eterno que van a tomar,<br />
un cuerpo incorruptible, que no será un cuerpo que ha de<br />
nacer a través de una madre, y entonces estarán aquí de<br />
nuevo. Y dijeron ellos allá: “Y entonces comeremos.<strong>”</strong><br />
Ahora, no estén, que estén pensando mucho allá en la<br />
comida, allá no les da hambre; pero es que como nosotros<br />
comemos acá; imagínese, cuando se recibe algún invitado en<br />
la casa, o cuando una nación recibe a un invitado bien<br />
importante, lo que dicen es que van a tener una fiesta, una<br />
gran comida, una gran cena, en donde van a tener al invitado<br />
de honor.<br />
Y ellos, pues, saben eso; y en los tiempos de ellos, cuando<br />
vivieron aquí en la Tierra, ellos sabían que cuando se recibía<br />
a un invitado de honor, se le tenía una gran fiesta, una gran<br />
comida, una gran cena, y como ellos saben que el Señor<br />
Jesucristo dijo que habrá una gran Cena; pues, ellos va a<br />
tomar todo eso en los dos sentidos.<br />
Así que van a cenar espiritualmente y van también a cenar<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 39<br />
algunas ocasiones. Más bien la posición de los hijos es mirar<br />
siempre la parte positiva de nuestras madres, y encomiar<br />
[aplaudir] esa parte positiva, y estimularlas a hacer siempre<br />
las cosas positivas de la vida, para que sean ejemplos en esta<br />
Tierra, sean madres felices y madres nobles en esta Tierra.<br />
Siempre la madre espera de sus hijos lo mejor; así como los<br />
hijos esperan lo mejor de sus madres.<br />
Por lo tanto, como hijos ocupemos la posición de hijos<br />
buenos, que honremos a nuestras madres. Y las madres como<br />
madres, ocupen la posición de madres felices, de haber traído<br />
a este mundo a esos hijos que han traído, y educarlos en la<br />
forma correcta, aconsejarles en la forma correcta.<br />
No ser madres legalistas, que le vayan a afectar sin quererlo<br />
a sus hijos; sino madres conscientes, de que ellas también son<br />
hijas, y que pasaron también por esa etapa, por las cuales<br />
están pasando sus hijas y sus hijos.<br />
Sean madres entonces comprensibles a los problemas de sus<br />
hijos, y también a todas las cosas buenas que sus hijos tienen;<br />
y estimulen siempre a sus hijos, y díganle lo bueno que ellos<br />
son, lo mucho que le aman, y el éxito que han de tener en esta<br />
Tierra.<br />
Muéstrele siempre que han nacido para tener éxito en esta<br />
Tierra, y ayúdenle para que sean educados en el camino del<br />
éxito.<br />
Enséñenles siempre que deben luchar en la vida, deben<br />
estudiar y deben siempre tener una meta en la vida. Y la meta<br />
será tener éxito en todo lo que emprendan; y tener éxito en<br />
todo aquello para lo cual estamos viviendo en esta Tierra. Y<br />
comprendan los hijos, que vienen a este mundo con un<br />
propósito divino, y que ustedes como madres, han sido<br />
instrumentos de Dios, para que ellos pudieran venir a<br />
existencia en esta Tierra, y que Dios la escogió a usted para<br />
ser madre de ese niño, o de esa niña.
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REVERENDO WILLIAM SOTO SANTIAGO<br />
Ustedes como madres, ya comprenden. Las madres<br />
comprenden eso, saben que han venido a ser instrumentos de<br />
Dios para traer vida, vida humana a este mundo; y eso es un<br />
privilegio grande, que Dios le ha dado a toda mujer.<br />
Y la raza humana está en pie sobre la Tierra; y quizás<br />
muchas personas pensaban muchos miles de años atrás, que<br />
la raza humana iba a desaparecer de momento, pero hoy en<br />
día, dicen que hay más gente que la que había en otros siglos<br />
pasados.<br />
Así que las madres han estado llevando a cabo su función<br />
como madres, muy bien; y que hoy en día hay mucha gente,<br />
a las cuales se les puede dar a conocer el Programa de Dios.<br />
Es realmente algo grande lo que Dios hizo, cuando hizo a la<br />
mujer del costado del hombre: Lo más grande que Dios hizo<br />
para el hombre, después que hizo al hombre, fue a la mujer.<br />
Por lo tanto, todo hombre, todo esposo, debe comprender<br />
que tiene a su lado la cosa más grande que Dios hizo, después<br />
que hizo al hombre, que fue a la mujer.<br />
Muchas veces muchas personas, quieren tener muchas cosas<br />
grandes o quieren tener una cosa grande, obtener una cosa<br />
grande; y sin embargo, cuando un joven se enamora y se casa,<br />
ha obtenido la cosa más grande que Dios hizo para el hombre.<br />
Y la mujer cuando se ha casado y tiene un esposo, mire, tiene<br />
la cosa más grande que Dios ha hecho.<br />
Así que el hombre tiene la cosa más grande que Dios hizo<br />
para él; y la mujer tiene la cosa más grande que Dios ha<br />
hecho, con los cuales Dios está desarrollando un Programa<br />
grande, que tiene para toda la eternidad.<br />
El ser humano todavía no sabe ni lo que es él en su esencia.<br />
No sabe todavía ni lo que representa en el Programa de Dios.<br />
Por eso es que Dios a través de los siglos le ha estado<br />
hablando a la raza humana, a través de los Mensajeros que ha<br />
enviado, para darle a conocer el Programa Divino, para que el<br />
COMPENDIO: MADRES <strong>PORTADORAS</strong> <strong>DE</strong> <strong>SIMIENTE</strong> . . . 41<br />
hombre entienda, que él no está aquí por mera casualidad,<br />
como algunas personas piensan; sino que está aquí por un<br />
Programa Divino; porque el Creador lo ha traído aquí a la<br />
Tierra, y no lo ha colocado al hombre sólo, sino que lo ha<br />
colocado junto a la mujer aquí en la Tierra, para que se<br />
multipliquen y la Tierra esté poblada, y el Programa de Dios<br />
sea anunciado entre los seres humanos.<br />
Y algún día el ser humano ha de tener en la eternidad una<br />
vida que no cesará, que no se parará.<br />
Hoy en día tenemos algunos problemas, la raza humana<br />
tiene algunos problemas, y es a causa del cuerpo terrenal que<br />
poseemos: que se nos enferma, se nos debilita, tenemos todos<br />
los días que estar dándole comida; porque sino, se debilita,<br />
después se enferma y después se muere.<br />
Tenemos que entonces luchar, trabajar; y para tener unos<br />
buenos trabajos, tenemos entonces que estudiar, prepararnos<br />
bien en las escuelas, en las universidades, para así tener los<br />
mejores trabajos que produzcan dinero, aunque no todo el que<br />
estudia mucho gana mucho, sino el que estudia y sabe usar<br />
bien lo que estudió, y no es un vago, puede entonces obtener<br />
más de lo que pueden obtener otras personas.<br />
Pero tenemos que estar luchando, unos de una forma, otros<br />
de otra, en diferentes trabajos; para todos los seres humanos<br />
hay trabajo, y tenemos que luchar, trabajar, ganar dinero,<br />
comprar alimento, comprar ropa, y así vivir en esta Tierra.<br />
Ese es el ciclo humano de la vida terrenal, en lo que el<br />
Programa Divino pasa a otra etapa. Estamos todavía en esa<br />
etapa en donde el Proverbista dijo que era vanidad. Pero<br />
aunque es una rutina la que tenemos: de levantarnos en la<br />
mañana, salir a trabajar, luego de haber desayunado, salir a<br />
trabajar, y luego regresar del trabajo, luego cena, luego<br />
bañarnos, descansar, dormir; luego de dormir, volver a<br />
levantarnos para trabajar de nuevo. Es una rutina la que hay.