11.05.2013 Views

S U M A R I O - Llano de Bureba

S U M A R I O - Llano de Bureba

S U M A R I O - Llano de Bureba

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

página 16 Asociación Cultural “AMIGOS DE LLANO”<br />

Las gavillas se ataban poniéndolas cruzadas <strong>de</strong> tal forma que las espigas<br />

no coincidieran todas en el mismo lado para que el haz saliera equilibrado <strong>de</strong><br />

peso en sus dos extremos. Los “vencejos” para que al hacer la llave que <strong>de</strong>jaba<br />

el haz perfectamente sujeto, se mojaban y permanecían húmedos a la sombra o<br />

metidos en algún arroyo cercano. Si no había vencejos, se usaban unos pequeños<br />

cor<strong>de</strong>les llamados “lías”.<br />

La hoz, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> épocas prehistóricas ha sido el medio <strong>de</strong> segar las mieses,<br />

común y corriente. Una vez que, a principios <strong>de</strong>l siglo XX se empezaron a<br />

introducir las máquinas gavilladoras, <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> ser el instrumento principal <strong>de</strong><br />

la siega. Las gavilladoras eran máquinas tiradas por bueyes o mulas y mediante<br />

unos rastros que iban girando acercaban la mies a las cuchillas en forma <strong>de</strong><br />

sierra y cuando la plataforma en la que caía la mies estaba llena, a voluntad <strong>de</strong>l<br />

que iba montado en la máquina, la mies segada se <strong>de</strong>jaba caer en el suelo<br />

formando una gavilla y estas gavillas o se amontonaban en morenas o se ataban<br />

formando haces con los citados “vencejos”.<br />

Unos años más tar<strong>de</strong> llegaron las máquinas “atadoras”, que no solo<br />

segaban la mies, sino que, provistas <strong>de</strong> un ovillo <strong>de</strong> cuerda “sisal”, mediante un<br />

mecanismo bastante complicado, ataban la gavilla <strong>de</strong> mies <strong>de</strong> un tamaño<br />

siempre igual y la expulsaba <strong>de</strong>jándola sobre el rastrojo o sea en la parte <strong>de</strong> la<br />

finca ya segada.<br />

Nos vienen a la memoria marcas <strong>de</strong> estas máquinas como Massey Harrys,<br />

Mc. Cormick, Ajuria, etc. Pero incluso en este tiempo en que ya funcionaban las<br />

“gavilladoras” y “atadoras” allá por los años cincuenta, las hoces y las zoquetas<br />

eran necesarias para <strong>de</strong>sorillar.<br />

Desorillar se llamaba al trabajo <strong>de</strong> segar la mies alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la finca que<br />

iba a ser segada haciendo como un camino para que la mies no fuera pisada al<br />

introducir la máquina en su primera vuelta. Se <strong>de</strong>sorillaban las fincas que<br />

estaban surcando arroyos o barbechos o que tenían malos accesos. También se<br />

utilizaban las hoces para segar la mies que había nacido <strong>de</strong>bajo o en torno a los<br />

árboles que había en la finca, manzanos, nogales, etc, con el fin <strong>de</strong> que las<br />

máquinas no tuvieran que acercarse a los árboles y averiarse con las ramas.<br />

Antes <strong>de</strong> introducirse estas máquinas segadoras, toda la siega <strong>de</strong>bía<br />

hacerse con la hoz y para realizar esa faena acudían “segadores” proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong><br />

Galicia. Pronto les llegaba la noticia <strong>de</strong> las buenas perspectivas <strong>de</strong> las cosechas<br />

<strong>de</strong> cereales en Extremadura, La <strong>Bureba</strong> o Tierra <strong>de</strong> Campos y entonces, con sus<br />

hoces, zoquetas y <strong>de</strong>diles, metidos en su funda <strong>de</strong> esparto que se podía llevar<br />

colgada a la espalda acudían a los campos más al sur y a medida que iban<br />

segando se acercaban a las tierras más al norte, <strong>de</strong> cosechas más tardías. Se<br />

ajustaban como segadores casi siempre con los mismos dueños pues solían hacer<br />

bien su labor y les interesaba <strong>de</strong>jar buena fama para la campaña siguiente. Estos<br />

“segadores” solían ir en cuadrillas. Y otros se ajustaban <strong>de</strong> “agosteros” en casa<br />

<strong>de</strong> un solo amo para realizar todas las faenas <strong>de</strong> la recolección.<br />

Un agostero, en el año 1925, cobraba 250 pesetas por el trabajo <strong>de</strong> una<br />

temporada. En el año 1960, cuando la mecanización <strong>de</strong>l campo acabó con este

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!