Enero 2013 - El Barrio Villa Pueyrredón

De Villa Pueyrredón al Mundo
“Las ideas son mariposas que
pasan por el aire, las atrapás y listo”
El dibujante Guillermo Mordillo volvió nuevamente a la
Argentina. La cita era en Puerto Madero. A pesar del calor,
fanáticos y amigos se congregaron el 8 de diciembre en el
Museo del Humor para recibir al “maestro del silencio”.
Por Mailen Maradei
El humorista gráfico, que está
radicado en Mónaco, volvió a la
Argentina para visitar a sus familiares
y para inaugurar la exposición
“De Villa Pueyrredón al
Mundo”, muestra que recorre
los 50 años de su carrera. La
colección de dibujos se encuentra
en el Museo del Humor, Av.
De los Italianos 851, y forma
parte de las producciones que
Mordillo publicó en más de 15
países.
En el marco de la muestra, en
el microcine del museo, fue entrevistado
por Juan Acosta para
el programa “Humor Fuera de
Cuadro”, que se emite por Canal
Ciudad. El dibujante estuvo
acompañado por al bailarín de
tango Juan Carlos Copes y los
humoristas Carlos Garaycochea
y Sendra.
El dibujante afirmó que “los
trabajos que están en la exposición
son reproducciones de
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alta definición de los originales.
Visualmente, tienen más impacto
que los originales porque son
más grandes. La mayoría de los
dibujos exhibidos están realizados
con acrílicos. Después de
40 años de dibujar con tintas de
color, me dí cuenta que ese material
no resistía ni la luz ni el
paso del tiempo entonces quise
que mis dibujos permanecieran
intactos a lo largo del tiempo
entonces empecé a usar
acrílicos”.
El título de la exhibición tiene
un significado especial para el
artista ya que es el lugar donde
se crió. Guillermo Mordillo nació
el 4 de agosto de 1932 en la
calle Argerich, en pleno barrio
de Villa Pueyrredón.
Su interés por el dibujo se despertó
a los cinco años cuando,
junto a su mamá, concurrió al
cine para ver “Blanca Nieves y
los Siete Enanitos”. Desde ese
momento, aquel niño de cinco
años quedó maravillado con
los dibujos animados de Walt
Disney y creó sus primeros bocetos.
“Yo fui víctima de lo que
salía de la Factoría Disney.
Disney me ametralló con dibujos
y con arte”, confesó el dibujante
gráfico.
Luego de la marcada influencia
que recibió de Disney dibujó
todos los días y nunca dejó de
hacerlo. Ya a los 18 años, el humorista
gráfico realizó ilustraciones
para cuatro cuentos infantiles
de la editorial Codex.
Indudablemente también tenía
otras pasiones que aún hoy
conserva; el fútbol. Terrenos
baldíos y calles eran los espacios
donde el joven Mordillo y
su compinche Juan Carlos Copes,
el exitoso bailarín de tango,
jugaban al fútbol.
“Yo soy un chico de barrio
que jugaba a la pelota en la
calle con un señor que se llama
Juan Copes. Algunos días
atrás, hablé con un amigo que
jugaba con Copes al fútbol y
se acordaba de la patada que
le dio en el estómago”, de esta
forma recordó Guillermo Mordillo
su infancia en el barrio junto
a su amigo.
Su equipo preferido era Boca
pero con el tiempo, cambió de
cuadro. “Mi mamá me hizo hincha
de Ferro porque un domingo
me dijo Che, si yo fuera hincha
de un club, los domingos
tendría algo de qué ocuparme»
y yo le dije mamá, de soltera vivías
en Caballito y tenés ojos
verdes. Tenés que ser hincha de
Ferro. Entonces, llegaban los
domingos y mi mamá me preguntaba
cómo habían salido en
los partidos”.
De esta forma, creció su fanatismo
por Ferro. Y su fanatismo
lo llevó por todo el mundo.
“Yo me fui de la Argentina con
la mentalidad de un hincha de
Ferro. Con la ambición de jugar
y me salió bien”.
Su primera parada fue Perú.
Allí, vivió durante cinco años y
trabajó en una agencia de publicidad.
“Yo fui porque alguien
me propuso dibujar en Lima,
pero finalmente nunca lo hice.
Al día siguiente, busqué trabajo