Los Romeo Ro.41 - ares enyalius
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Aunque autores italianos generalmente fiables, citando fuentes oficiales italianas 1, 2, coinciden en afirmar que los enviados a España durante la contienda fueron 28, entre monoplazas y biplazas, cuando llevamos a cabo nuestra investigación –hace ya bastantes años– pusimos en tela de juicio dicha cifra, puesto que, basándonos en las matrículas de las que teníamos constancia documental, llegamos a la conclusión de que fueron 30: veinticinco monoplazas y cinco biplazas. Pero el hecho de que dichas fuentes italianas fueran coincidentes en este sentido y tuvieran como origen el Ministerio del Aire italiano, nos obligó a volver sobre nuestros pasos y analizar de nuevo, esta vez con «lupa de mayor aumento», nuestros hallazgos. Así, repasamos una y cien veces los datos que habíamos conseguido, basados tanto en documentos literarios como fotográficos, y no tuvimos más remedio que aceptar finalmente que la cantidad total fue, en efecto, 28: veintitrés monoplazas y cinco biplazas. A la versión monoplaza del Ro.41 le fue asignado el número de tipo 7, dentro de la categoría de caza, y, por tanto, las matrículas empezaban en la 7-1 y terminaban en la 7-25. Pero, ¿cómo en la 7-25, si acabamos de decir que sólo hubo veintitrés aviones? Pues, sí, en la 7-25. Y de que existió un ejemplar así matriculado no tenemos la menor duda, puesto que en una revista de aviación española 3, ya desaparecida, se publicó una foto de él, que reproducimos en estas páginas. Pero, dicho esto, hemos de aclarar que dicha foto, aun siendo incuestionable, no refleja la realidad de los hechos. Es cierto que existió tal avión, pero no lo es menos LOS ROMEO RO.41 DEL EJERCITO DEL AIRE El 7-25 al poco tiempo de su llegada a España. Más tarde se le sustituiría esa matrícula por la 7-2 (Revista AVIÓN) que fue uno de los dos que la Aviación Nacional recibió de la Aviación Legionaria en julio de 1937, cuando a España habían llegado sólo tres ejemplares de este modelo (los demás llegarían ya en 1938) y, por lógica, esa matrícula tenía que «esconder» algo. Afortunadamente, la solución a este dilema la encontramos, después, en dos documentos que tuvimos la fortuna de encontrar en la Maestranza Aérea de Sevilla. Ambos –fechados en la capital hispalense el 26 de julio de 1937– eran, ni más ni menos, los inventarios de recepción por el comandante Emilio Jiménez de Ugarte, en representación de la Aviación Nacional, de sendos Ro.41, cedidos por los italianos: los que tenían los números de fabricación 21 y 27, a los que se les habían asignado, respectivamente, las matrículas militares ¡¡¡7-21 y 7-25!!! Más tarde, y gracias a otros documentos de la citada Maestranza, supimos que, después, éstas fueron sustituidas por las En esta instantánea del C.7-12 (ex 7-12) se puede ver sobre su fuselaje el número 73, propio de la Escuela de Caza desde el 2 de noviembre de 1945. Lástima que no sea visible la segunda parte del indicativo (SHYCEA) 43
44 REVISTA DE HISTORIA Y ACTUALIDAD MILITAR 7-1 y 7-2, respectivamente, si bien en el caso de este último se cita como número de fabricación el 25 (que nos parece más lógico). Por cierto, con respecto a la posible existencia posterior (durante la guerra o después de ésta) de otro avión al que se le pudiera haber asignado de nuevo la matrícula 7-25, hemos de decir que en ninguno de los numerosos documentos que en relación con este modelo hemos podido obtener ha aparecido una aeronave así matriculada. Por tanto, la deducción parece obvia e inmediata. Además de estos dos aviones, los italianos entregaron, también, un tercero, al que le fue asignada la matrícula 7-24, sin duda porque su número de fabricación era el 24, lo cual nos lleva a deducir que su matrícula militar italiana era la MM2930. Este ejemplar merece una mención especial, puesto que –teniendo en cuenta que estuvo mucho tiempo sin poder volar (suponemos que por haber sufrido un accidente y no disponerse de repuestos)– hemos llegado a la conclusión de que en este estado debió de permanecer hasta que en 1938 llegó el siguiente lote de Ro.41. Inicialmente, pensamos que, de forma similar a como se hizo con los otros dos primeros aviones, la matrícula 7-24 le sería sustituida por la 7-3, pero, dado que sabemos positivamente que el definitivo portador de ésta fue el que tenía de origen la italiana MM3300, no hemos tenido más remedio que inclinarnos, finalmente, por creer que siempre ostentó la primigenia 7-24. Bien, sigamos tratando de cuadrar las cuentas, pues, dicho lo anterior, ahora tenemos veintidós matrículas (de la 7-3 a la 7-24) para veintiún aviones. Hemos de confesar que hemos sido incapaces de encontrarle solución a este contrasentido, aunque también debemos decir que, de esas vein- El C.7-15 (ex 7-15) en Tablada. Es muy probable que acabase de salir de revisión en la Maestranza Aérea de Sevilla, por lo que todavía no se le había pintado el indicativo (SHYCEA) tidós matrículas, hay una que no aparece reseñada en ninguno de los numerosos documentos oficiales consultados. Se trata de la 7-23. Si hubiera sido la 7-17, habríamos encontrado cierta «lógica» en su inexistencia, dada la aversión de los italianos por el «fatídico» 17; pero no es así, pues hubo un avión que la ostentó. Aunque nos extraña mucho que, por algún extraño motivo, no hubiera ningún ejemplar de este tipo matriculado 7-23, no tenemos más remedio que aceptar esta frágil evidencia y suponer que así fue, con lo cual ya habría el mismo número de aviones que de matrículas. En cuanto a los cinco ejemplares con doble mando se refiere, llegaron a España en 1938 y, al igual que a los seis Fiat CR.20 y dos CR.30 biplazas, también recibidos de Italia, les fue asignado el número de tipo 37. Sus matrículas fueron las 37-5 a 37-8 y 37-13 (a los CR.20 les correspondieron las 37-2 a 37-4 y 37-9 a 37-11, y a los CR.30 las 37-1 y 37-12). Veintitrés Romeo Ro.41 sobrevivieron a la guerra civil (19 monoplazas y cuatro biplazas) y siempre estuvieron destinados en la Escuela de Caza, ubicada primero en Reus y después, en Morón, donde se instaló definitivamente en julio de 1941, tras haber tenido destacados algunos de sus efectivos en Tablada en los meses de mayo y junio. Con respecto al avión 7-18, hemos de dejar constancia, como hecho curioso, de que, tras haber servido en la Escuela de Caza, fue enviado en 1940 al Parque Eventual de Cataluña, ubicado en Sabadell, donde sirvió como «patrón» para la construcción de piezas de repuesto para el resto
Aunque autores italianos generalmente<br />
fiables, citando fuentes oficiales italianas<br />
1, 2, coinciden en afirmar que los enviados<br />
a España durante la contienda fueron 28,<br />
entre monoplazas y biplazas, cuando llevamos a<br />
cabo nuestra investigación –hace ya bastantes<br />
años– pusimos en tela de juicio dicha cifra, puesto<br />
que, basándonos en las matrículas de las que teníamos<br />
constancia documental, llegamos a la<br />
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y cinco biplazas. Pero el hecho de que dichas<br />
fuentes italianas fueran coincidentes en este<br />
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Aire italiano, nos obligó a volver sobre nuestros<br />
pasos y analizar de nuevo, esta vez con «lupa de<br />
mayor aumento», nuestros hallazgos.<br />
Así, repasamos una y cien veces los datos que<br />
habíamos conseguido, basados tanto en documentos<br />
literarios como fotográficos, y no tuvimos<br />
más remedio que aceptar finalmente que la cantidad<br />
total fue, en efecto, 28: veintitrés monoplazas<br />
y cinco biplazas.<br />
A la versión monoplaza del <strong>Ro.41</strong> le fue asignado<br />
el número de tipo 7, dentro de la categoría<br />
de caza, y, por tanto, las matrículas empezaban<br />
en la 7-1 y terminaban en la 7-25. Pero, ¿cómo en<br />
la 7-25, si acabamos de decir que sólo hubo veintitrés<br />
aviones?<br />
Pues, sí, en la 7-25. Y de que existió un ejemplar<br />
así matriculado no tenemos la menor duda,<br />
puesto que en una revista de aviación española 3,<br />
ya desaparecida, se publicó una foto de él, que<br />
reproducimos en estas páginas. Pero, dicho esto,<br />
hemos de aclarar que dicha foto, aun siendo incuestionable,<br />
no refleja la realidad de los hechos.<br />
Es cierto que existió tal avión, pero no lo es menos<br />
LOS ROMEO RO.41 DEL EJERCITO DEL AIRE<br />
El 7-25 al poco tiempo de su llegada a España. Más tarde se le<br />
sustituiría esa matrícula por la 7-2 (Revista AVIÓN)<br />
que fue uno de los dos que la Aviación Nacional<br />
recibió de la Aviación Legionaria en julio de 1937,<br />
cuando a España habían llegado sólo tres ejempl<strong>ares</strong><br />
de este modelo (los demás llegarían ya en<br />
1938) y, por lógica, esa matrícula tenía que «esconder»<br />
algo. Afortunadamente, la solución a este<br />
dilema la encontramos, después, en dos documentos<br />
que tuvimos la fortuna de encontrar en la<br />
Maestranza Aérea de Sevilla. Ambos –fechados en<br />
la capital hispalense el 26 de julio de 1937– eran,<br />
ni más ni menos, los inventarios de recepción por<br />
el comandante Emilio Jiménez de Ugarte, en representación<br />
de la Aviación Nacional, de sendos<br />
<strong>Ro.41</strong>, cedidos por los italianos: los que tenían los<br />
números de fabricación 21 y 27, a los que se les<br />
habían asignado, respectivamente, las matrículas<br />
milit<strong>ares</strong> ¡¡¡7-21 y 7-25!!! Más tarde, y gracias a<br />
otros documentos de la citada Maestranza, supimos<br />
que, después, éstas fueron sustituidas por las<br />
En esta instantánea del C.7-12 (ex 7-12) se puede ver sobre su fuselaje<br />
el número 73, propio de la Escuela de Caza desde el 2 de<br />
noviembre de 1945. Lástima que no sea visible la segunda parte<br />
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